✿︎KTH✿︎
Aunque conozca a muchas personas, aunque tenga muchos amigos, para mí no había nadie más especial que tú y solamente tú.
Puedes pensar que es broma como la mayoría de cosas que digo pero,
Siempre estarás en mi corazón.

...

Taehyung se despertó a las 6:17 de la mañana, estaba muy entusiasmado por su primer día de clases, quería hacer muchos amigos y tal vez conocer a una chica linda.

Lo único que se le hizo raro es que su compañero de cuarto no había llegado luego de que salió apresurado del dormitorio.

El peliazul tomó su uniforme y se lo puso, entró a la cocina y vio que el refrigerador estaba lleno menos mal. Decidió cocinar algo para ambos, no sabía sobre que comida le gustaba pero hizo unos hotcakes. La primera impresión vale por mil. Al llegar a donde se encontraba el sillón, vio que su compañero de cuarto sí había llegado. Estaba tumbado en el sillón con la misma ropa con la que se había ido.

—¿Jungkook? —Dijo Taehyung en casi un susurro, estaba confundido, nunca escuchó la puerta abrirse. 
¿Podría ser...?

—¡Q-que ya es tarde! —gritó el chico pelinegro y se levantó sin dirigirse a Taehyung directamente.

—¡Pero si son las 6 de la mañana!

Taehyung pensó que ese chico era muy raro y olía a alcohol, Dios Jong-Suk tenía razón era esa la razón por la que sus compañeros nunca duraban. ¿Y si metía chicas a su habitación? ¿A caso iba a muchas fiestas donde había alcohol y sexo? El peliazul se preocupó, ese chico si que era un problema.

—¿Qué...?

—Oh, vi que habían algunas cosas en el refrigerador y preparé el desayuno, espero que no te moleste, también te preparé algo a ti — Dijo Taehyung algo apenado.

—G-gracias yo... Nunca desayunó  aquí, a veces compro algunas galletas y es todo lo que como hasta el almuerzo —Jungkook bajo la cabeza, recordó cuando su madre le preparaba el desayuno y toda su familia estaba unida para desayunar juntos.

Lástima que las cosas nunca duran para siempre.

—¿Tienes algo para el dolor de cabeza? —Agregó Jungkook al ver el silencio incómodo que se había formado. ¿Por qué ese chico se había sorprendido tanto? ¿Acaso leía mentes?

—No realmente... Por cierto, ¿Dónde estuviste a noche? No vi que llegarás.

—En algún lugar, En fin, las clases comienzan en 30 minutos, tenemos que irnos.

—En realidad falta una hora pero está bien.

—¿De verdad? Dios que me pasa, siento que vivo adelantado al tiempo —Jungkook río y se levantó de la mesa para tomar su mochila 

—Por cierto, cocinas muy bien —le guiñó el ojo al peliazul y este se sonrojó. 

¿Es que a caso su compañero era bipolar?

Y Taehyung no volvió a preguntar sobre eso cuando no tuvo una respuesta. Era obvio donde había estado, aunque el peliazul no era tan chismoso como para seguir preguntando lo que era obvio.

...

—Y bueno... aquí es —le dijo Jungkook al chico de cabello extravagante. Se notaba que estaba sorprendido aunque los dormitorios estaban en frente del colegio.

—¿De verdad esto es una preparatoria? ¡Es increíble!

—No es la gran cosa realmente... de todos modos, ¿porque veniste desde otra ciudad para estar en esta preparatoria? 

—No fue por decisión propia, mis padres dijeron que a partir del tercer semestre yo me iría de mi ciudad natal para poder ser independiente aunque ellos paguen mis estudios. Creo que solamente me querían lejos, ¿pero eso qué importa? —Jungkook se le quedó viendo. Su madre nunca hubiera querido que el se fuera de casa, él lo hizo por decisión propia y estaba bien así.

—¡Jungkook! —Una chica de cabello cortó se le acercó.

—¿Qué quieres? —Contestó el pelinegro de mala gana, Taehyung pensó que era su novia, la chica era linda.

—Oh, tú eres su nuevo compañero, ¿cierto? Es un gusto poder conocerte y espero que no huyas de este — Se burló aquella chica del pelinegro.

—Mi nombre es Son chaeyoung y soy la mejor amiga de Jungkook —Le extendió la mano a Taehyung.

Al momento en que el peliazul iba a darle la mano, Jungkook les interrumpió.

—Sí, él es Taehyung y dejemos los saludos para después, tengo que enseñarle la escuela y tú deja de molestar —Jungkook dejó a Taehyung y a Chaeyoung atrás.

—¡Oye, espérame! —reclamó Taehyung yendo de tras de él.

—Ya veo cuál es tu objetivo, Jeon —murmuró la chica al ver que ambos chicos se fueron.

...

—Te toco en el mismo salón en el que estoy, tienes suerte de haber entrado, apenas empieza el semestre—Taehyung se acomodó al lado de Jungkook, aún no habían muchos estudiantes.

—Y... ¿Aquí te quedas? ¿No sales a pasear? Dijiste que me mostrarías la escuela —demandó Taehyung.

— Ve a ver la escuela por tu cuenta, realmente necesito dormir —Respondió Jungkook un poco tosco.

—Era una broma, relájate, amigo —Taehyung miró a Jungkook, se veía intranquilo y, era obvio que quería conocer la escuela pero Jungkook le dejó en claro que el no sería la persona que se lo mostraría y por obvias razones el peliazul no iría solo. 

—Está bien, vamos, solo porque no tengo nada mejor que hacer —El pelinegro se levantó de su asiento y salió del aula, Taehyung intentaba seguirle el paso, pero este caminaba demasiado rápido, no entendía porque. Llegaron a una sala, Jungkook tenía la llave, muy extraño, ¿no?

—Bienvenido a mi sala.

Taehyung sonrió. Era la sala de música, habían guitarras, guitarras eléctricas, flautas, violines y hasta una batería, pero lo que más le llamó la atención es que había un piano, un piano de cola, un piano real, no un teclado, era un piano de verdad frente a él.

—¿Sabes tocarlo? —El peliazul le preguntó entusiasmado.

—Sí.

—Toca algo.

Jungkook dudó un momento, miró el piano y luego a Taehyung. Se acercó al piano, colocó sus dedos sobre las teclas y comenzó a tocar Gymnopedie No.1 de Erik Satie.

Mientras Jungkook tocaba la suave melodía, Taehyung lo miraba absorto. Era cómo estar en un sueño, solo Jungkook y el piano, no había más en su campo de visión, era fascinante como tocaba aquella melodía sin siquiera tener una partitura, sentía la música no tenía la necesidad de siquiera abrir los ojos, se veía que se la sabía de memoria, de principio a fin, eran ellos dos solamente. Taehyung no sabía que tocaba tan bien y aunque, la melodía era suave, pero a la vez tan melancolíca era increíble para él. Cuando el pelinegro terminó de tocar enseguida, Taehyung aplaudió.

—Es hermoso, ¡Tocas genial, Jungkook! —Dijo Taehyung y este notó que habían lágrimas en los ojos de ese chico, no eran muchas, pero era como si esa melodía le recordará algo o a alguien.

"Siempre hay alguna canción que nos recuerda a alguien o en algún momento en específico, tanto que cuando volvemos a escuchar aquella canción nos teletransportamos a ese momento o nos sentimos como si estuviéramos con esa persona".
Taehyung reflexionó sobre eso. Alguien alguna vez le había dicho aquellas palabras, no lo había tomado personal, pero, en ese momento, estaba seguro de que... cada que volviera a escuchar esa canción en piano, se acordaría de la primera vez que Jungkook tocó para él o, más bien, para sí mismo.

—Muchas gracias, Taehyung —Dijo el pelinegro con una sonrisa.

—Vamos, te seguiré enseñando la escuela —agregó Jungkook.