♫︎JJK♫︎
Me siento feliz.
Estando a tu lado, creo que hasta podría ir al fin del mundo y no tendría miedo.
Porque se que estas conmigo.
Porque eres más que un amigo.
Porque eres mío.
Porque el perfume que me regalaste, volvió a ser nuestro vínculo.
Porque te amo.
Y se que ya nadie nos va a separar.
Te adoro tanto.

...

2 meses después.
1 de septiembre.

—¡Feliz cumpleaños Jungkook! —Taehyung entro a su habitación con un pastel en sus manos.

—Oficialmente eres un adulto—.Taehyung dijo divertido.

—Taehyung es literalmente la media noche, ¿no podías esperar el amanecer?—Jungkook susurró somnoliento y se sorprendió al ver a Taehyung con un pastel en las manos.

—¿Un pastel?—Jungkook lo observó detenidamente.

—¡Claro! Y bueno, lo puedes comer mañana. —Taehyung coloco el pastel en la pequeña mesa de noche que estaba a un lado de la cama de Jungkook.

—A mí nunca me dan pasteles en mi cumpleaños desde los 7.—Jungkook bajo la mirada pensativo, pero no quería arruinar su propio cumpleaños como siempre lo había hecho.

—¿Qué? ¿Por qué?—Taehyung se sentó a un lado de su cama.

Habían muchas cosas que Taehyung seguía ignorando.

—Hablemos de eso después.—Jungkook dijo.

—Bueno... perdón por despertarte.—Taehyung admitió con vergüenza.

—Mejor duerme conmigo y mañana comemos el pastel.—Jungkook sonrió.

Taehyung se acomodó al lado de su pareja, era increíble que después de todo lo que habían pasado como amigos, finalmente terminaran como novios.

Taehyung abrazo con fuerza al chico a su lado, quería aferrarse a el tanto como se pudiera. Incluso en la escuela y hasta Jimin, ya sabían lo de la relación de ambos.

Siempre habían personas que les criticaban pero, eso a ninguno de los dos les importaba.

Porque al final del día, solo eran ellos dos. Eran como dos almas unidas.

Y Taehyung pensaba que nada ni nadie podría separarlos.

El 10 de septiembre, cumplían dos meses de estar saliendo, tanto para Taehyung como para Jungkook, lo que ambos estaban viviendo era como un sueño.

Un sueño del que ninguno quería despertar.

Taehyung y Jungkook se durmieron entre su brazos.

...

Taehyung se despertó muy temprano para hacer la comida favorita de Jungkook, Tteokbokki.

Compro muchos regalos para el, estaba emocionado, por suerte, ese día era sábado, por lo que planeo mucho para hacer con su novio.

Pensaba en desayunar en el departamento, almorzar en un restaurante caro y en la noche, me daría sus regalos.

Taehyung se sentía más feliz con el que cuando estaba con Jihyo y aunque no sea necesario comparar, Taehyung lo hacía constantemente, sin importar si duró menos con Jihyo de lo que lleva con Jungkook.

Se dio cuenta de que, el amor no solo lo encontraría en una chica. También podía ser feliz con el chico que ama.

Días después de que ellos habían comenzado su relación. Jimin siempre le malmoraba cada que pasaba con Jungkook tomados de la mano. Pero a eso a Taehyung no le importaba, tampoco le importaba las miradas que recibía por parte del grupo de amigas de Jihyo y de esta misma.

Para el, lo único que le importaba era Jungkook. Porque con el se sentía seguro, se sentía en paz.
Y creía que para estar con alguien se debía sentir eso, ¿no?

O al menos ese era el concepto que Taehyung tenía sobre el amor.

Escuchó un crujido y se volteo para ver a su chico saliendo de su habitación, rápidamente se levantó para poder abrazarlo y darle muchos besos en las mejillas.

—¿Huele a Tteokbokki?—Jungkook preguntó con una sonrisa y Taehyung se separó.

—Claro que si, lo hice solo para ti.—El peliazul respondió cantarin.

—No debiste... esto-

—¡Y el pastel!—Taehyung corrió para sacar el pastel de chocolate del refrigerador.

—¡Oh! Las velas.—Se recordó a si mismo.

—Oye, Taehyung...—Jungkook se rasco la nuca un poco incómodo.

—¿Si? ¿Quieres partir el pastel ahorita o despues de comer?—Taehyung le preguntó. No era una mentira cuando se decía que era muy atento con todo pero, para Jungkook, esa atención que le daban era demasiado para el...

Pero Jungkook estaba inmóvil en su lugar.

—¿Estás bien?—Taehyung preguntó y se acercó a él preocupado.

Las lágrimas de Jungkook salieron poco a poco y tenía la mirada fija en el plato de comida y en el pastel.

Desde que su padre se fue, su madre nunca le volvió a dar algún regalo por su cumpleaños, el no le reclamo nada pero, en el fondo, un pequeño niño de 8 años, quería obtener un regalo por ser su día especial. Se había acostumbrado a no tener un pastel, a no recibir regalos.
Jimin y sus amigos siempre le daban pequeños regalos pero, jamás un pastel.

Jungkook se aferro al cuerpo de Taehyung, le abrazo tan fuerte mientras lloraba desolado.

—Hey... tranquilo.—Taehyung intento calmarlo pero, a veces era mejor sacarlo todo a dejar que te atormente desde adentro.

Jungkook se separa de Taehyung y se sentó en la mesa donde yacia la comida frente a él.

—Gracias... por esto, de verdad te lo agradezco.—Jungkook seco sus lágrimas.

Taehyung se acercó para sentarse frente a él. Lo observó durante unos segundos hasta que el contrario levanto la mirada también.

—Esto está delicioso.—Jungkook esbozo una pequeña sonrisa que hizo que el corazón se Taehyung se estremeciera ante el.

—Sabes que te amo e hice todo esto por ti.—Taehyung confesó posando una mano sobre su propia mejilla para recargarse en esta.

Jungkook solo le sonrió amablemente.

—Yo creo que mejor comemos el pastel al rato, ¡Te esperan muchas sorpresas!—Taehyung agregó.

—¿Qué tipo de sorpresas?—Jungkook preguntó curioso.

—Ya lo veras.—Taehyung se acercó para pellizcarle una mejilla y se quejo.

Ambos rieron mientras continuaban hablando sobre cosas al azar. Cuando Taehyung estaba con Jungkook, no importaba cuanto tiempo hablaran, no importaba cuanto tiempo estuvieran juntos, podían estar horas juntos y nunca se aburriría. Porque la sola presencia del pelinegro hacía que el corazón de Taehyung se llenará de alegría, de amor, de él. Si, su corazón le pertenecía solamente a él.

Quería estar con el siempre, sin importar las circunstancias de la vida, quería quedarse entre sus brazos, observar sus ojos qué parecían contener una galaxia entera y luego de contemplarlo, besarlo con tanto gozo, con tantas ganas, fundirse en su cuerpo, quedarse atrapado entre sus sábanas. Es lo que todo adolescente piensa, ¿no?

Ahora, Jungkook para Taehyung era extravagante, le encantaba verlo tocar el piano, más en específico aquella melodía de Erik Satie. Porque cuando la tocaba, era como si Jungkook se la estuviera dedicando asimismo indirectamente. No le importaba lo que los demás pensaran de él, nunca le importo. Tocaba cada tecla del piano porque lo amaba, leía libros de romance a escondidas aunque eso Taehyung ya lo sabía, Jungkook dejó los malos hábitos solo por el. Eso hacía que el peliazul se enamorara cada día más de el.

Por eso, Jungkook para Taehyung, era su todo, porque era único ante sus ojos.

Y es que había estado tan ciego toso ese tiempo, había estando buscando el amor en personas que no valían la pena cuando, solo tenía que abrir sus propios ojos y mirar a la persona quien estaba delante de él.

Jeon Jungkook.

...

Luego de un largo día junto al chico que amaba, finalmente llegaron al departamento, Jungkook ya había abierto todos los regalos de Taehyung.

Taehyung quiso convencerlo para reunirse con sus amigos pero el se negó, iría con ellos el día siguiente, mientras tanto, quería disfrutar la calida compañía que el peliazul le daba.

—¿Quieres hacerlo?-Taehyung repitió dudoso.

—Sí.

—Eso es muy... creo que será mejor mañana-

—¿No quieres?—Jungkook le interrumpió.

Taehyung beso a su chico en la punta de su nariz y asintió gentilmente.

Era algo muy raro, no habían tenido algún encuentro sexual en todo ese tiempo y era mejor para ambos.

Taehyung reunió el valor para hacerlo bien. No le tomo mucho tiempo para saber que ambos ya estaban listos, pues el roce de Jungkook tranquilizaba cada rincón del cuerpo de Taehyung.
Su boca se unió en acto de amor con la de su chico. Amaba la sensación de la piel desnuda del pelinegro frente a él. Se hizo para atrás en busca de aire luego de besos furiosos, se encontró la mirada de Jungkook y solo asintió. Podía ver cuanto le deseaba. Tanto como el.
Mantuvo sus ojos fijos en los suyos, no rompió el contacto ni una sola vez. Ni siquiera por un segundo.
Fue tan mágico para ambos.
Los recuerdos de Taehyung de esa noche se convirtieron en un tesoro al que anhelaba guardar bajo una llave.

Tan perfecto que ambos se quedaron dormidos abrazados.

—Te amo, Jungkook.—Taehyung susurró para si mismo. Nunca había estado con un chico y, definitivamente su primera vez con el fue tan estupenda.

Se estaba volviendo a quedar dormido hasta que su teléfono vibro en la pequeña mesita junto a su lado de la cama.

Agarro el teléfono y contesto al número desconocido mostrado en su pantalla. Eran casi las 3 de la mañana, ¿Quién le llamaba a esa hora?

—¿Hola?—Trato de no despertar a Jungkook y salió de la cama para hablar mejor. Se quedo parado a una esquina de la pequeña habitación de Jungkook mientras esperaba una respuesta.

—¿Quién?

—Oh... Creo que te equivocaste de número.—Dijo en voz un poco más alta.

Notó que Jungkook se removió entre las cobijas y abrió los ojos.

Taehyung solo le sonrió con una seña de que volviera a dormir.

Pero la sonrisa no le duró mucho cuando escuchó lo que la voz femenina contraria le confesó desesperadamente.

—¿Qué?

—Sí me acuerdo pero, no estoy seguro...—Taehyung volvió a hablar dudoso de seguir la conversación.

—N-n-no, no puede ser.—Taehyung se quedo paralizado y Jungkook le miró con curiosidad.

—C-creo que... no.

Taehyung cayó de rodillas y Jungkook se levantó desesperado para ver que le ocurría. Taehyung solo lo miró a los ojos, las lágrimas ya corrían por sus mejillas.

Jungkook fue a prender la lámpara que quedaba en la mesita de noche. Y rápidamente volvió con Taehyung pero, antes de agacharse a ver que le ocurría la voz de el lo detuvo.

—Ese bebé no puede ser mio, n-no te equivocas yo no.—Taehyung dijo preocupado con la voz entrecortada.

Entonces Jungkook se quedo estático en su lugar, procesando lo que Taehyung había dicho.

😭