Cuando Shaka se dijo a si mismo que lo más sano en el mundo era temerle a Shura, tuvo la razón. Desde el día que el azabache postergo su castigo, el rubio sabía que no podía esperar nada bueno, ni algo tan sencillo como lo que hicieron los otros, pues conoce el cruel humor que tenía Shura.

Los únicos que parecen no darle importancia al castigo son Milo y Kanon, ellos se están comportando como un par de divas inalcanzable, ni siquiera prestan atención a los comentarios de mal gusto de algunas personas, de hecho, ellos se contonean con mas descaro. En cambio, Ángelo ha estado a nada de agarrarse a golpes con unos cuantos. En cuanto a Aioria y Shaka, intentaban mantenerse concentrados y no doblarse los tobillos con los tacones de 12 cm.

¿Cómo terminaron Milo, Kanon, Ángelo y Aiora involucrado en su castigo?

Milo, estuvo jugando UNO con Shura y Aioria, ambos perdieron en el juego y terminaron castigados. Al inicio Aioria se resistió a ser involucrado, pero no conto con que Marín lo condenaría, de hecho, ella busco los zapatos y falda que estaba usando.

Como Shura persuadió a Ángelo, eso es un secreto entre ellos, todo lo que Shaka sabe es, que él es el menos contento de todos. En cuanto a Kanon, Shura le dijo que comprara un vestido y eso fue todo. El gemelo no se opuso a nada, de hecho, es quien lidera al grupo caminando al frente con Milo moviendo su larga cabellera al ritmo de sus pasos.

Shaka siente que se le caerá la cara de la vergüenza, pues la falda rosa por arriba de la rodilla que está usando no deja de levantarse por el viento. Pensó que no podría sentirse más avergonzado hasta que deseo que la tierra se lo tragara cuando en la entrada de la cafetería y se encontró con su suegro Hakurei y Shion.

- ¿Shaka?

- Buenas tardes señor Hakurei, tenga un buen día. – Shaka, se apresuró a colocarse a lado de Kanon y esconderse con el cuerpo del mayor.

Shion, estaba sin habla por la impresión de ver a su cuñado y al hermano menor Degel en esas fachas.

- Shion ¿soy muy viejo?

- ¿Qué?

- ¿soy muy viejo?

- No, ¿Por qué?

- Lo que mi madre me enseño fue a nunca combinar estampados con rayas. Me sorprende que mi yerno tenga tan mal gusto. Siempre he dicho que Asmita y Orel, tienen buen gusto al vestir, no imagine que Shaka no heredara el buen gusto de su padre. – Shion, pestaño varias veces y asintió a los comentarios de su padre.

Kanon, Milo y Aioria notaron el rojo preocupante en el rostro de Shaka.

- Me quiero morir. – murmuro Shaka.

- No es la gran cosa, además, si Mu te quiere así de tonto, sus padres no podrán hacer nada por separarlos. – Dijo Kanon intentando animar al rubio, quien lo miraba como perrito callejero.

- ¿estás seguro?

- Si, deja te preocuparte por tonterías. Vamos, Mu y los demás esperan.

Con los ánimos renovados, Milo, abrió las puertas de la cafetería. – recuerden nenes, punta, tacón, punta, tacón. – Shaka, Ángelo y Aioria sintieron el cuerpo frio, pero era mejor hacer caso a las locuras de Milo y Kanon, que caer en medio del pasillo antes de llegar a la mesa donde los esperaban, Marín, Mu, Shura, Sorrento y Aphrodite.

Los cinco iniciaron su pasarela con paso firme y la cabeza en alto. Cuando Camus, vio a Milo abrió la boca, unas horas después agradeció no haber tenido nada en ella. El rubio estaba usando unos zapatos magenta de punta de aguja de 10 cm, con un vestido rojo escarlata arriba de la rodilla. Camus podía perfectamente ver las piernas blancas y tonificadas del mayor.

La expresión de Sorrento y Aphrodite fue similar a la de Camus, pero al menos ellos cerraron la boca e intentaron mantener la compostura, en cambio, Shura, sonrió ladino al observar el labial de tono coral en Ángelo.

- Me sorprende que se te ocurriera esto. – comento Mu, distraído al observar cómo Shaka se esforzaba en mantener el equilibrio con los zapatos.

- Se ven muy bien. – agrego la castaña que con dificultad reprimía la risa. Por su mente paso la imagen de un Aioria vestido de colegiala.

Lo primero que Aioria hizo al llegar a la mesa fue sentarse y quitarse los zapatos. Esas cosas eran una tortura para los dedos de sus pies. – merezco algo de afecto por esto. – se quejó el castaño con su novia. Marín, le dio un beso en la mejilla en respuesta a las quejas.

Ángelo se sentó en medio de Shura y Aphrodite. Shaka tomo asiento junto a Mu quejándose de su mala suerte. En cambio, Milo quedo de frente a Camus, las interacciones entre ellos habían mejorado en el último año, el mayor mantenía su distancia para no romper con la promesa que se hiso a sí mismo, aun sentía afecto por el menor, pero reconoce que Degel tiene razón cuando le dijo que Camus era un niño y si quería algo que dure entre los dos lo mejor era esperar y dejar de lado los enamoramientos idealizados.

En cuanto a Camus, él tomo en cuenta los consejos de Kardia, darse el tiempo de crecer y considerar de si quiere una relación seria con todo lo que implica o solamente estaba idealizando las cosas a conveniencia de su mente caprichosa.

¿Hasta que punto se puede decir que es amor cuando solo desea la apariencia de la otra persona y no su forma de pensar y actuar?

Camus quiere a Milo, pero reconoce que no quiere todo de él. Por el momento ambos están relativamente cómodo con su tregua en nombre de la convivencia pacífica.

Shura y Ángelo se mantenían cerca del menor como amigos, con sutiles gestos de coquetería que dejan desconcertado a Aphrodite, empezó a considerar que, si su sexto sentido no le miente, debería simplemente dejarse llevar por la corriente.

Sorrento y Kanon tenían una semana de ser parejas e intentaban olvidar el incidente del gemelo, al menor le sigue pareciendo un asunto peculiar la casi inexistente mención en las conversaciones de Saga. Sorrento no se cansaba de hablar de su hermano menor y ese era el motivo por el cual le desconcierta la actitud de su novio, era extraño que el mayor no mencionara la existencia de sus hermanos, y no era por desprecio hacia ellos, Kanon en una ocasión le dijo – simplemente estoy cansado de ser comparado con Saga, además, a él no le molesta que no mencione su existencia, a penas tenemos un par de conocidos en común, no pasamos mucho tiempo juntos, y creo que a él tambien le molesta que nos confundan o nos comparen. Desde que entramos a la universidad tenemos la oportunidad de caminar tranquilos sin que alguien aparezca y pregunte ¿Por qué no eres como tu hermano? – desde esa conversación, Sorrento no menciona al gemelo mayor al menos que Kanon lo haga primero.

Todos en la mesa se quedaron hasta muy tarde conversando, sonriendo, ocasionalmente gritando y siendo observados con curiosidad o disgusto por las personas de las otras mesas.

Desde la terraza del segundo piso, los dueños del local observaban a todos los presentes.

- Perdiste, Milo nunca estará con Camus. – dijo Poseidón a su sobrina Sahori. La adolescente sonrió y negó con la cabeza.

- Te equivocas, aposte sin límite de tiempo.

- No retrases lo inevitable, querida, paga.

- Son las reglas ¿no es así papá? – el mayor hizo un gesto de afirmación en lo que le pagaba a Hades.

Ellos habían apostado que el padre de Milo, le ganaría al padre de Camus la semana pasada al tiro con arco, una competencia en la que se encontraron y compitieron a ver quién lograba ganar más niveles, cada nivel con obstáculos más complejos. Zeus no solo perdió, resulta que Zaphiri casi lo deja como queso suizo cuando el azabache intento tirar cinco flechas al mismo tiempo y por culpa de un imprudente, Zaphiri se desequilibro y tiro las flechas en dirección de Zeus, Hades y Poseidón, los hermanos coincidieron que estuvieron a nada de necesitar un cambio de ropa interior.

- Esta familia tiene problemas con las apuestas. – afirmo Sasha.

- No es para tanto. – se quejó Poseidón. – ya que Sahori a un no esta dispuesta a admitir su error, apuesto que el primero en caer con esos tacones será Milo.

- Voto por Aioria. – dijo Sasha.

- Será Ángelo. – aposto Sahori.

- Shaka. – dijo Hades.

- Bien. – dijeron los tres al unisonó.

Cuando los jóvenes se pusieron de pie una uva cayo del plato de uno de los ocupantes de otra mesa y para mala suerte fue lo que desequilibro a Shaka al pisarla, quien jalo del cabello a Mu para sostenerse, quien se sostuvo del brazo de Camus, a su vez, él se agarro de la falda de Aioria, y el castaño al intentar agarrarse de Milo lo empujo hacia adelante. Al final terminaron en el suelo con Milo en cuatro dejando ver su bóxer de color rojo.

Camus al sentarse sin querer fijo su vista en las en las nalgas redondas y en forma de corazón de Milo, se puso rojo como su cabello olvidándose del dolor en su mano derecha. Esa noche la inocencia de Camus murió.

Los que cayeron se pusieron de pie adoloridos y avergonzados por las risas de los presentes.

- Así es como se termina una noche inolvidable. – comento entre risas Kanon. Por el bien de la salud mental de los que cayeron tambien se rieron y salieron lo más rápido posible del local.

- Triunfo el mal. Paguen. – Sasha, Sahori y Poseidón sacaron sus billeteras a regañadientes y le pagaron a Hades.

- Tu suerte no durara por mucho hermano. – dijo Zeus.

- La disfrutare el tiempo que dure. – contesto Hades a la vez que se encogía de hombros.

Mu camino de la mano de Shaka, quien llevaba los zapatos de tacón en las manos y dejo de darle importancia a la falda que seguía moviéndose al compás que le designaba el viento. Al llegar a casa Mu beso a Shaka antes de entrar y prometió verlo a la mañana siguiente antes de irse al instituto.

Kanon y Sorrento decidieron caminar por un parque, el mayor imito al rubio y camino descalzo por unos minutos antes de que el menor se sentara en una banca y él sobre sus piernas, estuvieron hablando un poco en relación a los exámenes de admisión en la universidad y la posibilidad de un año sabático.

Shura y Ángelo dejaron en su casa a Aphrodite y lo invitaron a acompañarlos el fin de semana a una feria cultural internacional. El menor acepto encantado.

Camus no pudo despedirse de Milo cuando Degel lo dejo en su casa, no tenia el valor de mirar a los hermanos a la cara. Kardia lo recibió en la puerta, tambien lo evito, subió como alma que lleva el diablo a su cuarto para encerrarse y evitar más pensamientos perversos.

Es aquí donde se cierra el telón, con Zeus, Hades, Poseidón, Sasha y Sahori sonriendo desde las alturas observando a la clientela de los campos Elíseos, pero solo es el final de una temporada, la que concluirá en un y vivieron felices para siempre.

Fin.