🍁09🍁
Salió del baño con una toalla alrededor de la cintura y otra en su cabello, deteniéndose frente al espejo para observar su figura, por la cual siente curiosidad desde que empezó a notar los cambios propios de la pubertad, sumándole todo lo que había aprendido de los libros de anatomía y fisiología humana de su hermano, acerca de la morfología del cuerpo masculino, ADN y rasgos faciales, lo último por las clases de dibujo.
Siente intriga por como los rasgos de sus progenitores se mezclaron en su ADN para darle la apariencia que posee. Una casi femenina de no ser, por los órganos reproductores masculinos. Quito la toalla que cubría su cuerpo y retiro la de sus cabellos, cayendo una cascada de hebras lilas sobre sus hombros. Observa su figura completamente desnuda.
Una contextura delgada, con caderas casi tan anchas como sus hombros, espalda poco ancha y notables curvas, que daban forma a su cintura, todo en su silueta, puede compararse con la de una mujer poco voluptuosa. Y los rasgos de su rostro no ayudan, siendo de forma ovalado, con labios un poco carnosos, de un suave carmesís, grandes ojos verdes y dos extraños lunares en la frente que lo vuelve algo exótico.
Le molesta que lo confundan con una mujer o que lo llamen afeminado. Hay personas que realmente son molestas y no comprende su insistencia en criticarlo y señalar su apariencia como algo malo para un hombre, lo peor del asunto, no solo se limita a adolescente que puede llegar a justificarse como unos inmaduros que con el tiempo cambiaran sus opiniones, quizás, no es algo seguro. Lo realmente horrible es escuchar ofensas por parte de adultos que se suponen son maduros y razonables, vaya estupidez, pero se ha tenido que aguantar comentarios nada agradables por parte de ellos, indicando le que después de todo, no todas las personas maduran con la edad.
Se observó un poco más, recorriendo con sus manos y mirada su cuerpo, preguntándose ¿Cómo fue su madre? Pues sabe que sus padres habían usado un vientre de alquiler para traerlos al mundo, a Shion y él, tiene conocimiento de esa información desde los siete años cuando no soporto más la curiosidad y le pregunto a su padre por su madre, al ver a todos los niños con una, incluso a la progenitora de Shaka, quien los consentía con muchos mimos, provocándole dolor el recordarla, pues había murto cinco años atrás.
Avenir y Hakurei, lo llevaron con una psicóloga para explicarle cómo se dieron las cosas, con la intención de que el niño no tuviera una falsa sensación de abandono por su madre y comprendiera, que sus padres solo querían una familia, y ese fue el método que usaron para tenerla.
Al principio se sintió confundido, pues todo lo que había escuchado en la escuela acerca de la familia era papá y mamá, y él tenía dos papas. Con el tiempo las sensaciones de rareza desaparecieron, Avenir y Hakurei se desviven por sus dos hijos, no le parece justo pagar el cariño de sus padres con inconformidades y desplantes, y aun que su familia no sea tradicional, el se siente bien con ello, no tiene nada de que quejarse, además, seria hipócrita de su parte, pues todo indica que el rumbo que tome en el futuro será el mismo que el de sus padres.
A pesar de todo, tiene curiosidad por conocer la forma física de su madre, pues está seguro de que fue de ella de la cual heredo el color de su cabello, tono de piel y ojos.
Esta casi seguro que su padre biológico es Hakurei, pues su hermano se parece mucho a su papá Avenir, en particular el rosa de sus ojos, y las similitudes del mayor con la familia del de cabellos blanco frondoso.
Dejo de lado sus pensamientos para vestirse y esperar a Shaka, la ansiedad inunda su sistema, el rubio le debe muchas explicaciones para justificar su actuar, no le interesa la parte de vestirse de mujer, lo haría otra vez, fue divertido y la adrenalina le encanto al no haber sido descubierto por su hermano, lo que de verdad le importa es el motivo del beso, ruega que su amigo sienta algo por él que no sea solo cariño fraterno.
Tomo unos jeans, con unos converse blanco, y una camiseta azul, que decía ''love me'' alrededor de su cuello una gargantilla de cuero y en sus muñecas un brazalete, del mismo material, regalo de Camus.
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Diez minutos para las diez, Aphrodite espera sentado en una banca escuchando Heaven's on fire de Kiss, intranquilo por la llegada de un azabache y otro de cabellos azules, ambos buenos motivos para no asistir a esa reunión, pues se sintió atraído por los dos y el corazón se le rompió cuando se enteró que son parejas, al verlos seguramente le entrara la depresión por no poder tener ninguna oportunidad de salir con alguno.
En la cafetería cuando se presentaron tuvo esa sensación que le llaman amor a primera vista por ambos, algo loco y lo atribuyo a sus crisis hormonales de adolescente enamoradizo que aun cree en cuento de hadas, pero al momento de entablar conversación con la pareja quedo más que encantado y embobado con la personalidad de ellos.
El azabache es serio, pero cuando entra en confianza fue muy divertido, desarrollándose entre los tres una conversación amena. Disfruto esa tarde y le duele sentirse tan atraído por ambos y no tener ni una misera oportunidad con ninguno.
Muerde su labio inferior ansioso, espera que la atracción simplemente fuera cosa de una vez, al menos quiere ser su amigo, aunque pensándolo, no sabe si es una buena idea a la larga.
El primero que visualizo a lo lejos fue al de cabellos rojos, caminando con una elegancia envidiable, poseedor de una distinción única, natural, combinada con su carácter frio lo hace ver como el rey de los hielos, una figura majestuosa y exótica, y más con el tono de su cabello y ojos, mezclado con su piel nívea. Afrodita está seguro que eso hiso que Milo se uniera al otro bando.
Siente algo de lastima por el rubio y todo lo que ha pasado por culpa de su amigo, pero bueno, ambos son unos masoquistas que le encantan sufrir innecesariamente. Camus por negar algo obvio como lo que siente y Milo por aguantar los desplantes de su amigo. En su opinión personal por muy impresionado que este por alguien si le hace pasar un mal rato lo manda a freír espárragos a la primera y que se joda.
Los siguientes en llegar fueron Milo, Shura y Ángelo. Noto como después se acercaba su primo con el alto de cabello azul largo, platicando como si se conocieran de años, tomo nota mental el preguntarle desde cuando salía con ese sujeto. Una vez el grupo completo todos se dirigieron a un kiosko a comer algo y platicar un poco entre todos
**
Una hora antes un rubio muy nervioso tocaba la puerta de la casa vecina esperando con ansias que saliera su amigo, tenso por la futura confesión. De la casa salió Mu robándole el aliento, el menor lo saludo con una cálida sonrisa en el rostro y abrazándolo como siempre lo hacía cuando se veían, todas las acciones de Mu le provocaban un sin número de emociones y deseo de tenerlo entre sus brazos y no soltarlo.
Irán al cine y luego lo llevara a comer algo, lo distraerá lo suficiente para organizar sus ideas y luego confesarse, por tres días estuvo pensando en la forma correcta de cómo hacerlo, pero entre trabajos y los problemas con los brutos de sus amigos su mente se bloqueó y el día que se propuso exponer sus sentimientos llego y no tiene ni la más mínima idea de cómo decirle que deseaba ser su novio, por lo que el plan B es distraerlo hasta que olvide que le debe explicaciones, para ello planeo varias actividades, con la intensión de cansarlo y así que olvide lo del beso, hasta que se le ocurra una forma de declararse.
Es frustrante estar junto a una persona especial y ni siquiera tener una buena idea para explicarle y demostrarle sus sentimientos, y eso por dos motivos, el romanticismo no se le da y las inquietudes del rechazo lo están matando, recurre a todo su auto control para no comerse las uñas frente a Mu, en lo que le ruega al universo que todo salga bien.
Vieron una película de acción, luego lo llevo a comprar pinturas y buscar libros en una librería de segunda mano, el tiempo paso y todo indicaba que se estaba divirtiendo, a la vez que el dominaba la conversación para evitar que tocara el tema que tanto lo atormenta, nunca en su vida, sus neuronas habían trabajado tanto con el propósito de entretener a una persona, buscando temas de conversación que lo alejara del objetivo del menor, de igual manera tomando medidas, para no sentarse a comer en un local, y así evitar la plática, adquiriendo comida de pequeños puestos, helados, frutas, cualquier cosa que no los llevara a tomar asiento, arrastrando a un pobre Mu, que deseaba matarlo por evitarlo toda la mañana, y con su estómago pidiendo comida y pies descanso.
- Shaka, detente A-H-O-R-A. - y el rubio tomo el aspecto de un cadáver- se puede saber ¿Por qué evitas que te pregunte algo? - El mayor de espalda le pide al cielo que regrese el tiempo o un cataclismo.
- Mu...yo...no intento nada.
- Mentiroso
- Borreguito
- ¡cállate! Me vas a escuchar cobarde, quiero que me expliques ¿Por qué me besaste?
- Así directo, sin anestesia.
- ¡déjate de tonterías y habla! - Shaka trago saliva y cerró sus ojos, sabe que no puede darle más rodeo al asunto, además, siempre fue una persona directa y se recrimino el imitar a una urraca toda la mañana, así que, frente a la plaza central de la ciudad, se acercó a un enojado Mu, que no escuchara más palabras. Coloco sus manos en las mejillas del de cabellos lilas, lo atrajo a su persona y lo beso, de forma cariñosa, mientras el menor abría sus ojos a más no poder. - Te bese porque me gustas y me haría muy feliz que aceptes ser mi novio, perdón, pero no savia como confesarme y me comporte como un tonto toda la mañana, intentando ganar tiempo. Mu si no aceptas, te ruego sigamos siendo amigo, por favor.
El menor lo mira atónito, sin creer que su sueño se hace realidad, parpadeo varias veces para asegurarse que no estaba dormido, convenciéndose con la idea de que solo Shaka es tan tonto para no hacer las cosas bien, de ser una fantasía, seria de noche, bajo la luna llena, con el rubio recitando un poema, un ramo de orquídeas y pidiéndoselo de rodillas, pero bueno, se conforma con besarlo y que le diga que lo ama, es parte de la ilusión.
Shaka espera con impaciencia la respuesta del menor considerando si no se pasó al volver a besarlo, se tranquilizó un poco al no recibir una bofetada, gritos o algún gesto de rechazo, pero el silencio solo está provocando que dese salir corriendo, encerrarse en su cuarto para no salir nunca.
- Shaka, solo tu eres tan tonto, con cero ideas de lo que es el romanticismo para no buscar una forma de declararte, pero bueno, mi decepción no es tu culpa, es mía por tener expectativas más allá de lo realista. – el rubio quedo en blanco tratando de procesar que fue lo que le acaban de decir, se esperaba una bofetada, lo siento no soy gay o una reacción positiva siendo correspondidos sus sentimientos.
- ¿eso quiere decir que también me quieres? – Mu sonríe enternecido por la cara de angustia, confusión y terror del mayor, se acerca y le da un beso en la comisura de los labios, recibiendo una sonrisa de alivio por parte del rubio.
- Si, también me gustas y solo exprese en voz alta tu falta de romanticismo. – ambos ríen sintiéndose aliviados por ser correspondidos sus sentimientos, pero a la vez por la raro que es la situación, cuestionándose si así son todas las declaraciones.
- Mi otra opción era imitar a Romeo y Julieta, declararme en el balcón, pero recordé que tu casa no tiene un balcón y aun que lo tuviera Shion me mataría en cuanto me escuchara, así que descarte la idea. – ambos se sonrieron bajo el efecto de la euforia provocada por el momento, el ritmo cardiaco de los dos está aumentando y sus manos tiemblan ligeramente. Shaka toma algo tembloroso la mano del menor, acariciándola y deleitándose con la suavidad de la misma, dirigió su mirada a la de Mu, encontrándolo entre la felicidad y la sorpresa por el acto. – Mu ¿quieres ser mi novio?
- Si. – fue casi un susurro mientras asentía con la cabeza estremeciéndose cuando el rubio lo abrazo por la cintura y lo volvió a besar. Ignorando que están a mitad de la plaza interfiriendo en la pasada de algunos e incomodando a los que no les gusta ver a dos personas besándose.
A unos metros de distancia otro rubio acompañado por sus amigos y conocidos mantenían una plática amena entre bromas y anécdotas irreverentes que Camus daba por ciertas al conocer a Milo, en lo que Aphrodite y Sorrento aseguran que les están tomando el pelo, realmente las cosas que les cuentan parecen sacadas de alguna película de parodia, de esas que ganan premios Razzies y que en sus reseñas son llamadas irrespetuosas, con malos efectos especiales, historias mal desarrolladas o todo lo que se considera de mal gusto para los críticos del cine, pero aun así son el placer culposo de muchos para terminar riendo como focas epilépticas.
Milo giro su vista hacia el centro de la plaza observó fijamente a la pareja que se besa como si nada a mitad de la misma, lo que lo llevo a mantener la mirada fija es el hecho de que fuera Shaka, en su vida se imaginó al rubio conservador en una escena así, el no piensa nada malo de eso, pero si le sorprendió ver a Shaka con su carácter y personalidad.
Mantuvo su vista por curiosidad, el rubio considero si debía interrumpir su momento de romanticismo para invitarlos a estar con ellos o los dejaba en paz, casi se decanta por lo primero, pero al notar peculiaridades en Mia, lo metiche se apodero de su ser.
Como zombi se levantó de su asiento con intención de acercarse a la pareja, llamando la atención de los presentes en la mesa, al principio Kanon y Ángelo lo llamaron en plan ''no les ballas a joder la cita bicho'' un vez se dieron cuenta hacia donde se dirigía, pero después de un tiempo notaron las misma peculiaridades que Milo, Camus fue uno de los primeros que se enteró de lo que pasaba y no se la pensó dos veces para salir corriendo y detener al rubio, seguido después de un tiempo por los demás.
- ¡Milo! Espera, no puedes ir. - el rubio no lo escucho y siguió caminando hasta quedar enfrente de la pareja, llamando su atención, separándose incomodos por la mirada sobre sus personas que les daba Milo. Camus solo se cubrió la cara con su mano derecha quedando detrás del mayor.
- ¿Mia? ¿Shaka? – los mencionados se miraron incomodos en lo que tomaban sus manos con fuerza. Y una vez Milo vio con detenimiento a Mu, solo pudo abrir la boca como pez y señalarlos balbuceando.
- Milo vámonos. – Camus tomo de la mano al rubio intentando llevárselo de ahí.
- Espera. ¿Mia eres travesti? – Mu presiono con fuerza la mano de Shaka con toda la intención de lastimarlo. No tiene para nada pensamientos negativos hacia quienes no se sienten identificados con sus sexo y desean verso como aquello que desean, un hombre identificándose en todos los sentidos con el género femenino, moldeando su cuerpo con el fin de lograr serlo y reconocerse a sí mismos como mujeres abrazando su identidad, pero ese no es su caso, le gusta ser un hombre y verse como tal, algo molesto por sus rasgos delicado y con eso no puede hacer nada, así que a su conclusión en ese momento es, que Shaka diga la verdad, pues aunque fue muy divertido y todo vestirse de mujer no lo volverá a hacer, al menos que sea Halloween.
Shaka esta entre la espada y la pared, quería hacer las cosas por paso, primero confesársele a Mu y luego pedirle el favor de apoyarlo en la confesión de la mentira a sus amigos, pero las cosas se le juntaron, Mu con cara de ''di la maldita verdad de una'' últimamente el de cabellos lilas se molesta si alguien hace referencia a lo de sus rasgos.
Y para dar inicio a una crisis, todos sus amigos están juntos y a su mala suerte el único que puede darle apoyo moral no está. Aioria sabe su secreto y aun que lo regaño por llegar a esos extremos, se ofreció en ayudarlo y darle su apoyo. Comprende que Mu se sienta algo molesto, pero él quiere echar a correr.
Camus, Aphrodite y Sorrento sienten algo de pena ajena por el rubio a la vez que quieren sacar a Mu de ahí, en opinión de los tres, solo Shaka les debe explicaciones a sus amigos, el de cabellos lilas no tiene nada que ver ahí. Bueno, tampoco serían unos desconsiderados y tratarían de calmar a Kanon, Ángelo, Shura y Milo en caso de reaccionar de manera exagerada, comprenden que se enojen por semejante teatro que se montó Shaka, pero no creen que sea normal una reacción extremista.
Shaka estaba por iniciar su discurso de disculpa cuando sus amigos se abalanzaron hacia Mu con una serie de preguntas referente a su género ¿Qué si era hombre o mujer? ¿Cómo se sentía más cómodo de tratarlo? ¿Mia es tu verdadero nombre? Lo primero que pensó fue que son unos irrespetuosos mal educados y que Mu lo matara por meterlo en todo ese asunto siendo atosigado por un sin número de preguntas incomodas.
- ¡ya basta! – el grito detuvo las preguntas molestas y Shaka se dio por muerto, los amigos de mu que habían sido ignorados olímpicamente dieron un paso atrás al ver como Mu se enojaba, prefirieron salvarse a sí mismos y dejar a su suerte a los otros. – no soy mujer, tampoco travesti, mi nombre es Mu y Shaka les debe muchas explicaciones a todos ustedes.
Todos giraron para ver al rubio que trago grueso por las diferentes miradas hacia su persona en especial por la de Mu, quien esta notablemente molesto.
- Bien... yo debo confesarles algo... antes de todo ¡es culpa de ustedes! ¡son irritantes, entrometidos y me desesperan!... – volteo a verlos a todos con cara de ''no me digas'' Shaka dejo caer los brazos al costado y se dispuso a confesarse frente a las ''victimas''- les mentí cuando dije que tenía novia, le pedí a Mu que se hiciera pasar por mujer y se los presente, Mia no existe.
Prolongados minutos sin reacción de los presentes a Shaka le parecieron eternos, todos procesaban la información y dirigieron sus miradas a Mu, quien se sintió intimidado por los mayores y como respuesta los vio con molestia, haciendo un gesto hacia su novio.
- ¿nos mentiste?
- ¿Por qué?
- Me desespere. – el rubio agacho la cabeza incomodo.
- Espera, nos mentiste vilmente. – la risa de Milo llamo la atención de todos. – hay Shaka te quiero, pero ahora no te salvas. – Shaka rodo los ojos y desea que la tierra se lo trague.
- Es verdad, nos debes ser engañados cruelmente, a nosotros tus fieles y amorosos amigos. – la risita de Ángelo puso de malas al rubio.
Y sin previo aviso todos empezaron a ser un alboroto, mencionando lo cruelmente que fueron engañados, pero lejos de escucharse molestos, daban la impresión no creerse lo que Shaka había hecho y dicho, claro, sin dejar las bromas hacia el rubio, quien desea que la tierra se lo trague. Mu al ver cómo iban a terminar con la cordura de su novio de menos de 30 min, se le ocurrió algo para torturarlo, pero que no fuera por mucho tiempo empleado. Quizás sobrevive, quizás no sobreviva.
- Propongo algo. – su voz suave y autoritaria resonó en el lugar, llamando la atención de sus amigos y los de Shaka, el rubio enarco una ceja con algo de temor. – propongo algo para que Shaka expíe su culpa, a cambio de que olviden de este asunto, ya paso, no fue para tanto ¡y no me hagan esa cara! Se muy bien que no están molestos, sorprendidos sí, pero enojados no. Y bueno, considero que Shaka tampoco debe salir bien librado. – los mayores se quedaron viendo entre si considerando la situación.
- Bien ¿Qué propones Mia?
- Mi nombre es Mu, Kanon. Y lo que propongo es que por un día Shaka haga lo que ustedes deseen, sin importar lo que sea. – el rubio volteo a ver a su novio con los ojos bien abiertos, sin terminar de procesar lo que el menor acababa de decir.
Shaka se acercó a su novio, mientras los otros conversaban acerca de la propuesta.
- ¿es una broma?
- No, no lo es.
- Pero... ellos...
- Shaka, un día o lo que queda de tu vida, escoge. – el rubio se la pensó un poco, por donde la vea todo está en contra de su paz mental, suspiro con cansancio ese era el pago a su error.
- Nos parece perfecto. – hablo Milo en nombre de los cuatro. – además, creo que Camus, Aphrodite y Sorrento, también nos engañaron y nos deben disculpas.
- Ni lo intentes bicho rastrero, ni se te ocurra meternos. – el rubio trago grueso por la mirada amenazante de Camus.
- Camus tiene razón Milo, no les debemos nada, desquítense con Shaka. – intervino Sorrento apoyado por sus amigos.
- Bien.
- Acepto. – dijo sin ganas Shaka.
Una vez todo acordado y resuelto decidieron ir a un lugar para conversar entre todos, pues hicieron todo el espectáculo en medio de la plaza. Sorrento y Aphrodite trataban de aligerar el ambiente, con intención de pasar el resto de la tarde en calma, ya al día siguiente los otros se las arreglarían con Shaka.
Una vez tranquilo, feliz y hambriento, Mu jalo a Shaka para buscar comida.
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