Capítulo 9: "Dando pistas"
Un atractivo jovencito de cabello alborotado se encontraba sentado en su escritorio pensando en la plática que tuvo con uno de sus amigos.
Creo que Vegueta tiene razón, tal vez ha llegado el momento de darte algunas pistas para ver si así aunque sea intentas verme entre todos pensaba Gokú mientras prendía su computadora para redactar la carta que enviaría al día siguiente.
En un café:
Un grupo de jovencitas platicaban:
Bulma, ya deja de ser tan caprichosa y cede un poco, decía Dieciocho.
Yo le dicho lo mismo, ella al menos tiene esperanzas en cambio yo no tengo ninguna, dijo Milk con tristeza.
Ay chicas, ustedes sufren porque quieren, tú Bulma con una disculpa y una platica podrías arreglar tus problemas con Vegueta y tu Milk, pues tienes a muchos chicos tras tuyo, no entiendo esa fijación tuya de serle fiel a un chico que desconoce lo que sientes por él, dijo la rubia.
No se preocupen chicas eso ya no será así, e decidido olvidarme de él y darme la oportunidad de conocer a otros chicos, de tratarlos no conformarme solo con mirarlo de lejos como lo hago con él, dijo Milk.
Pobre amiguita, cuanto abras sufrido ayer teniéndolo cerca de ti, pero no se me ocurrió otra manera de sentarlos para que Bulma y Vegueta resolvieran sus diferencias, dijo la rubia.
Krilin y tú lo planearon todo, ya lo imaginaba, dijo Bulma fingiendo molestia.
Pues sí, pero ya ves, no valió de nada, dijo la rubia.
No digas eso Dieciocho, si valió de algo, dijo Bulma.
¿Así de qué?, dijo la rubia.
Valió para darme cuenta que por más que lo intente no podré olvidarme del orgullos de Vegueta es como un karma que me persigue al extremo de................., decía Bulma haciendo reír a sus amigas.
Por la noche: "Casa de Milk"
Una bella pelinegra miraba los obsequios que su admirador secreto le había dado mientras pensaba: Mañana nuevamente recibiré una carta tuya, es extraño pero espero con ansias leer lo que me escribes, no se porque pero aún sin saber quién eres siento como si estuviésemos conectados.
Al día siguiente: "Preparatoria Dragón"
Un grupo de jóvenes ingresaban a su aula a dar una de sus últimas evaluaciones del año.
Chicos no se vayan a ir, si terminan antes del tiempo que el profesor indica les pido que esperen en le pasadizo para la entrega de su carta del día decía Lunch antes de tomar asiento.
Kakaroto, ya colocaste tu carta, dijo Vegueta.
Si, ya lo hice, dijo Gokú.
¿Y seguiste mi consejo?, dijo Vegueta.
¿Qué consejo?, dijo Krilin que había escuchado la platica entre los dos jovencitos.
El comprar cartas escritas, dijo Vegueta.
¡Ah, era eso¡ dijo Krilin.
¿Sí, que más podría ser?, dijo Gokú sonriendo.
Nada, nada, tienen razón, dijo Krilin.
El maestro ingreso al aula y empezó a repartir los exámenes de ese día.
Recuerden que el examen se da en silencio, si algunos de ustedes intentan copiar a su compañero o decirles las repuestas, reprobaran este curso. Tienen una hora para resolverlo, dijo el maestro.
40 minutos después:
Una bella pelinegra fue la primera en acabar su examen de matemáticas y se acerco a su maestro a entregar su prueba para luego salir del aula a esperar el término del examen.
Gokú al ver salir a la pelinegra, miro su prueba, mientras pensaba: Aun me quedan 4 ejercicios, tengo que apresurarme, esta es una buena oportunidad para empezar a acercarme a ella.
El atractivo jovencito de cabello alborotado resolvía presuroso su prueba mientras los minutos avanzaban.
Ya esta, aún quedan 10 minutos, creo que no salió nadie más ¿o sí?, es que estuve tan ocupado con estos ejercicios que no me di cuenta, pensaba Gokú intentando ver si alguien más había acabado.
Joven Son, ¿ya termino?, dijo su maestro.
¡Eh¡ sí maestro, dijo Gokú parándose rápidamente y acercándose a entregarle su examen a su maestro, luego salió del aula, mientras lo hacía se percato que también otros alumnos habían salido después de la pelinegra pero el no lo noto.
Gokú salió al pasadizo, donde estaban algunos jóvenes parados esperando la culminación del examen para recibir su carta. El joven de cabello alborotado logro ver a la pelinegra parada sola junto a una muralla y camino rápidamente hacia ella, justo cuando estaba a escasos metros suyos, Lunch se interpuso en su camino.
Bombón, ¿qué tal tu examen?, dijo Lunch.
Creo que bien, dijo Gokú intentando continuar su camino.
Ya acabo el examen, ya podemos volver al aula, dijo Mai, mientras Gokú entristecía ante su mala suerte.
Ya será en otro momento, pensó Gokú al ver pasar cerca a él a la bella pelinegra mientras platicaba con Broly que parecía decirle algo de manera insistente.
Milk, no te comprendo, si aun no tienes pareja para el baile, porque no aceptas ir conmigo, decía el rubio.
Porque tú no eres la persona que estoy esperando que me lo pida, dijo Milk, ya cansada de la insistencia del jovencito mientras pensaba: Diecisiete y así como tú también está descartado, ustedes no son el chico que me escribe las cartas.
Minutos después:
Cada uno de los jóvenes había recibido ya su carta. Milk como desde que inició el juego, había recibido sus dos cartas sin que Lunch ni Dieciocho que eran las encargadas de la entrega de cartas lo notasen.
Hasta mañana chicas, dijo Milk al terminar de guardar sus cosas en su mochila.
Horas después:
Después de haber almorzado junto a su padre, la bella jovencita pelinegra subió a su habitación en donde abría emocionada el sobre que le pertenecía a su admirador secreto y que ella había empezado a distinguir pues era mucho más grande que el de su amigo secreto.
La pelinegra al abrirlo se encontró con una bella carta esta vez en forma de rosa, además dentro del sobre había una pequeña caja, que la pelinegra abrió y se encontró con un caracol que producía el suave sonido de las olas de mar.
La pelinegra abrió la carta y empezó a leerla mientras lo hacía algunos recuerdos brotaron a su mente.
Carta
Mi bella Milk, no sabes cuanto extrañe no poder escribirte este fin de semana, tuve ganas inmensas de ir a tu casa y dejarte una carta bajo tu puerta, pero luego recordé que una vez dijiste que tu padre es muy estricto contigo y para evitarte algún problema con él preferiré esperar hasta el día de hoy para darte esta carta.
¿Te preguntarás el por qué te envió un caracol como regalo?.
La respuesta es sencilla mi niña, el día que tú llegaste a mi vida fue en tercero de secundaria, ese año, nuestro grupo tuvo un viaje a la playa, los dos estábamos en el mismo grupo, aún me acuerdo de ese día como si fuera ayer tú siempre fuiste la más bella de todas las niñas, desde entonces me gustas. Tu aquel día dijiste que te gustaban los caracoles, pues ellos te recuerdan el mar y a tu madre que le encantaba la playa, cada vez que los vez en alguna tienda o en algún otro lugar te vienen a la mente los recuerdos vividos con tu madre.
Sabes como me acorde de ello, decidí comprártelo para dártelo, para que ahora que lo veas no solo te acuerdes de tu madre y del mar, sino de este tu fiel admirador que te ama cada día más en secreto.
Milk al terminar de leer la carta, trato de recordar aquel viaje a playa cuando estaba en secundaria.
Si es cierto, yo dije eso en ese viaje, claro esa es la clave, el grupo de ese día estaba conformado por 5 chicos y tres chicas, dijo Milk mientras recordaba.
-.Recuerdo.-
Un grupo de jovencitos de aproximadamente 14 años se encontraban reunidos esperando a su maestro.
Y es por eso que me gustan los caracoles, decía una bella jovencita pelinegra.
Entonces te regalo uno, Krilin, me dio muchos, decía Dieciocho riendo.
Es muy linda la historia que nos contaste de tu madre, que pena que ella falleciera dejándote tan niña, decía Bulma.
Si, como les dije ella era bióloga marina su vida era el mar, por eso cada vez que podía me traía con ella a bucear y los caracoles eran su animales marinos preferidos, decía Milk sonriendo sin darse cuenta que un jovencito escuchaba con atención la platica que tenía con sus amigas.
-.Tiempo actual.-
Ese día estuvimos: Dieciocho, Bulma, Vegueta, Krilin, Gokú, Ten y Yamcha.
Pero si descarto a Vegueta, Gokú y Krilin, me queda Ten y Yamcha, uno de ellos es el chico de las cartas o alguien más estuvo ese día cerca y no me di cuenta, decía Milk intrigada.
Si eso debe ser, porque Yamcha y Ten, no pueden ser, ¿o si?, cada día me confundo más, porque no fuiste más claro en tú carta y si les pregunto a ellos, no que vergüenza, además yo no podría corresponderle a ninguno de ellos en este momento, solo le quebraría el corazón más, aunque podemos iniciar una amistad, si eso haré intentaré acercarme más a ellos para así despejar mi duda, además yo misma dije que me olvidaría de él, si Ten o Yamcha es mi admirador secreto y me pide ir al baile con él yo aceptare la invitación, pensó Milk.
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