Un grupo de chicos escuchaban a la presidenta de su aula dirigirse a ellos.

Chicos como bien saben la próxima semana solo asistiremos por horas ya que las clases prácticamente hoy se terminan y solo vendremos a rendir exámenes pero eso no quiere decir que el juego termine, de igual manera yo traeré la caja y la dejare sobre el pupitre del maestro para que todos coloquen sus cartas, cuando termine la evaluación del día las cartas se repartirán, nadie puede irse si dejar o recibir su carta, decía Lunch.

Bombón ¡te extrañare¡ decía Marón de manera melosa al atractivo jovencito de cabello alborotado que estaba sentado cerca de ella.

Qué cosas dices Marón, dijo Gokú.

La verdad, ¿en verdad no piensas estudiar algo en la universidad?, dijo Marón con curiosidad.

¿Para qué quieres saberlo, para que lo sigas?, dijo Vegueta irónico.

Contigo no estoy hablando, no seas envidioso y si yo deseo seguir viéndolo es porque Gokú me gusta y no tengo por que ocultarlo, dijo Marón.

Mientras Gokú al escuchar ello solo miro a la jovencita y pensó: como ella pudo decir algo así tan fácil y a mi se me hace difícil hacerlo con Milk.

Gokú dile algo a la pobre Marón, se te declaro frente a nosotros, decía Krilin mientras los demás asentían.

Marón no se que decirte, tu sabes que yo te considero mi amiga, dijo Gokú.

Lo sé bombón, pero yo te conquistaré ya lo verás, dijo Marón dándole un sorpresivo beso en la mejilla que Lunch vio desde el lugar donde se encontraba hablando frente a sus compañeros y también llego a ver una entristecida pelinegra que giro su rostro en otra dirección para ocultar su tristeza.

Chicos, dejen de perder el tiempo y pongan atención a lo que estoy hablando, dijo Lunch molesta mirando en dirección a donde estaba el grupo de Gokú y Marón.

Horas después: "Receso"

En una de las mesas del cafetín un grupo de chicas platicaban:

Lunch, no debiste ponerte así, tu también actúas así con Gokú y yo no me molesto contigo, decía Marón.

Si es cierto, pero no ando coqueteando con él dentro del aula, dijo Lunch molesta.

Ya chicas no discutan, además el solo las ve a ambas como amigas, dijo Mai.

Mientras tanto: "En el pasadizo"

¿A dónde fue Gokú?, dijo Piccolo.

Dijo que a traer algo que se le olvido en su mochila, dijo Ten.

Últimamente anda muy olvidadizo, dijo Vegueta irónico.

¿Estará enamorado?, dijo Krilin.

¿Enamorado?, no bromees Krilin, Gokú solo tiene cabeza para las artes marciales al igual que Vegueta que prefirió terminar con una chica linda para seguir con las artes marciales, dijo Yancha riendo.

Yo no termine con ella por las artes marciales, dijo Vegueta.

¿A no entonces, por qué?, dijo Yancha.

Ya les dije que esa mujer es una gritona, dijo Vegueta.

Pero así te gusta, dijo Ten.

Ya dejen de decir tonterías, entre ella y yo no hay nada, dijo Vegueta.

¿Entonces puedo pedirle que sea mi pareja de baile para la fiesta de despida?, dijo Yancha.

Has lo que quieras insecto, dijo Vegueta molesto retirándose de su grupo.

Ya no lo molestes, sabes que les es difícil reconocer sus sentimientos, pero el aún está enamorado de ella, solo que su orgullo no le permite ceder, pero si ella le pide ir al baile, él de seguro acepta, dijo Krilin.

Aula:
Un atractivo jovencito de cabello alborotado salía a prisa de su aula.

¿Por qué la prisa?, cualquiera diría que hiciste algo indebido, dijo Vegueta irónico.

Vegueta, ¿qué haces aquí?, ¿no estabas con los demás?, dijo Gokú nervioso.

Pues si, pero ya me cansé y regrese al aula pero esa no era mi pregunta, ¿qué estabas haciendo aquí?, dijo Vegueta mirando a su amigo.

Vine por mis llaves, dijo Gokú.

¿Y para qué necesitas tus llaves aquí?, dijo Vegueta riendo.

No, yo quise decir....., decía nervioso Gokú.

Para suerte del joven de cabello alborotado el timbre sonó y los alumnos empezaron a entrar al aula.

Te salvo la campana, dijo Vegueta riendo.

Horas después:

Milk recibía una bolsa de papel y un sobre de manos de Dieciocho.

Vaya que tu amigo secreto o amiga secreta, te quiere mucho, para hacerte regalitos antes de la fecha, dijo Dieciocho, mientras los alumnos que escucharon que la rubia dijo giraron a ver a la pelinegra.

Que suerte, Dieciocho, no se dio cuenta, que no es de la misma persona pensó Gokú.

Enséñame Milk, ¿qué te enviaron?, dijo Bulma.

Espera que todos reciban sus cartas y a la salida te lo muestro, dijo Milk.

Minutos después: "Pasadizo"

Tres lindas chicas miraban la bella muñequita de porcelana de cabellos y ojos negros.

¡Qué bella¡ dijo Bulma mirando a la muñeca.

Se parece a ti Milk, dijo Dieciocho, mientras Milk sonreía.

Si es cierto, se parecen, es muy extraña la persona que te escribe la carta, es demasiado detallista, creo que es un hombre y está enamorado de ti, solo así explico que sea tan detallista contigo, dijo Bulma, haciendo ruborizar a la pelinegra.

Qué cosas estas diciendo Bulma, solo es una coincidencia, es una persona detallista nada más, a lo mejor es una chica que le gusta quedar bien y por eso me envía obsequios, dijo Milk.

Bueno, si tu lo dices, pero yo insisto en que no es normal que te envíe primero un peluche y ahora una muñeca y a las demás incluyéndome solo recibamos caramelos o chocolates, dijo Bulma.

Si, Bulma tiene razón a lo mejor de casualidad le toco tu nombre a alguno de tus admiradores y mira que tienes muchos, eso es más razonable, de seguro está aprovechando esta oportunidad para conquistar tu corazón, dijo Dieciocho.

No lo creo, dijo Milk sonrojándose.

Hay Milk deberías de darte la oportunidad de conocer el amor y si este juego te lleva hacia uno de tus admiradores sería muy romántico, además no es justo que quieras esperar a alguien que ni si quiera se fija en ti, eres muy bella amiga no te niegues la oportunidad de amar, dijo Bulma, mientras la pelinegra la miraba y trataba de esbozar una sonrisa.

Una oportunidad de amar, a alguien que no eres tú, tal vez ellas tengan razón, ya falta pocos días no volveré a verte en cambió la persona que me escribe las cartas me ama en secreto como yo he amado por tanto tiempo alguien que ni se fija en mi, tal vez a llegado el momento de olvidarme de ti y dejar que mi admirador secreto conquiste mi corazón, pensaba Milk.

Por la noche: "Casa de Milk"

Una bella pelinegra miraba la bella muñequita de porcelana que estaba junto al pequeño osito de peluche en su mesita de noche, mientras desdoblaba la carta que su admirador secreto le había enviado para leerla nuevamente.

Carta

Mi bella Milk, ayer fui a una feria y en ella encontré algo que me gusto y lo compre para ti, se que quedé en no enviarte algo que te cause problemas pero al verla en una de las tiendas tan idéntica a ti, llevado por mi impulso la compre para dártela.

Nunca pensé que existiera algo tan parecido a tu belleza, pero esa muñeca es como tú, tú en verdad eres tan perfecta que pareces una muñeca, eres la muñeca a la que yo quiero cuidar y proteger siempre.

Eres tan frágil, dulce y bella como esa muñeca, sin duda eres perfecta no me cansare de decírtelo nunca mi bella niña.

Milk leía la carta, mientras detenía su mirada en la parte final de la misma donde decía en una frase:

"Si me das una sola oportunidad yo prometo amarte siempre"

Creo que extrañaré tus cartas este fin de semana, ya me estoy acostumbrando a recibirlas, creo que con cada carta y con cada uno de tus detalles estas conquistando mi corazón aun sin que lo sepas, pero quiero conocerte ya, ¿pero cómo hacerte saber lo que deseo?. Claro si lo comento de manera intencional tal vez llegué a tus oídos y decidas darme la cara, pensaba la pelinegra.

Casa de Gokú:

El joven de cabello alborotado hablaba por celular con su amigo mientras caminaba de un lado para otro por su habitación.

¿Entonces también iras?, decía Gokú.

Sí, pero voy por la película no por otro motivo, decía el joven cabello de flama a través de la línea telefónica.

Yo no he pensado en otro motivo, ¿o lo hay?, dijo Gokú intrigado.

Claro que no insecto, mejor dime, ¿por qué estabas tan nervioso en la mañana?, ya no tuve tiempo para preguntártelo ya que abandonaste el aula con rapidez al igual que el gimnasio, decía Vegueta.

¿Yo nervioso?, ¿cuándo?, decía Gokú haciéndose el desentendido.

En la mañana cuando nos encontramos en el aula, dijo Vegueta.

No lo recuerdo, dijo Gokú.

Ya no te hagas el payaso insecto, confiesa, decía Vegueta con molestia.

No hay nada que confesar y no estaba nervioso, mejor mañana nos vemos en el cine, dijo Gokú dando por terminada la llamada.

Tengo que ser más cuidadoso, hoy por poco Vegueta me descubre y él es tan intuitivo que de seguro ya ha de estar sospechando algo, pesaba Gokú mientras se dirigía a la ducha.

Horas después: "Casa de Milk"

Una bella pelinegra se encontraba acostada en su cama tratando de conciliar el sueño mientras pensaba: Estos días serán eternos para mí, necesito dar contigo, necesito ser tu amiga, solo contigo podré olvidarme de él.