Capítulo 3: "¿Dos cartas?"
Un nuevo día amanecía, los rayos de sol entraban por la ventana de la habitación donde una bella jovencita pelinegra se encontraba sentada sobre el borde de su cama guardando en su mochila el sobre que contenía la carta que escribió el día anterior, mientras pensaba: Hoy inicia este juego, ¿a quien le abre tocado yo?.
La bella pelinegra, dejo su mochila sobre su cama y se dirigió a darse una ducha.
Minutos después:
Con el uniforme puesto y con la mochila al hombro la bella jovencita pelinegra salió de su habitación y fue a desayunar junto a su padre.
¡Buenos días papá¡ dijo Milk con una dulce sonrisa.
Siéntate hija, dijo un gigantesco hombre.
¡Gracias papá¡ dijo la pelinegra tomando asiento frente a su padre para que compartan juntos el desayuno.
Casa de Gokú:
Gokú desayunaba junto con su familia, mientras pensaba: ojala y lea mi carta y le guste lo que le envié a mi gusto mucho.
Hijo, ¿quieres más?, decía su madre mirando a su hijo ofreciéndole unos sándwich que había preparado.
Si mamá, dijo Gokú tomando uno.
1 hora después: "Preparatoria Dragón"
Lunch tal lo acordado llegó antes que todos al aula y dejo la pequeña caja sobre el pupitre del, siendo ella la primera que dejo su carta.
Conforme los alumnos entraban se dirigían a la pequeña caja y sin mirar las cartas que habían dentro dejaban su suya y se dirigían a sus respectivos asientos.
Gokú entro al aula junto a su grupo de amigos, acercándose junto a ellos a dejar sus sobres sin que nadie notara que en vez de colocar un solo sobre en la caja colocó dos.
Minutos después:
Los alumnos tomaron asiento al ver entrar a su maestro al aula.
Ya quiero que sea la salida, dijo despacio Bulma para que Milk y Dieciocho la escuchan.
¿Para qué?, dijo Milk despacio.
Para ver que me escriben en la carta y para ver el rostro de la persona que lea mi carta, dijo Bulma sonriendo.
Pues aún falta, mejor guardemos silencio si no queremos que el maestro nos saque del aula, dijo Dieciocho mientras Milk asentía.
Mientras tanto:
El atractivo jovencito de cabello alborotado de manera disimulada mientras fingía mirar el pizarrón miraba a la bella jovencita pelinegra mientras pensaba: ojala y le guste lo que le escribí, estoy ansioso por ver que tenga mi carta en sus manos.
Gokú ya resolviste el ejercicio, pregunto Krilin sacando de sus pensamientos al jovencito de cabello alborotado.
¡Eh¡ aún, no, dijo Gokú sonriendo.
Vaya, al menos no soy el único, que aún no lo resuelve, dijo Krilin riendo despacio para que el maestro no lo escuche.
Luego de algunas horas el receso llegó y algunos jovencitos salieron del aula, mientras otros que aún no habían colocado sus cartas en el cajoncito que estaba sobre el pupitre del maestro se acercaban a hacerlo.
Cafetín:
Un grupo de chicos platicaban en el cafetín:
¿Entonces tu familia se quedará, ya no se mudará a otro pueblo?, decía Piccolo.
Así es dijo un joven de cicatriz.
Que bueno así, todos seguiremos dentro del mismo gimnasio, dijo Gokú sonriendo.
Mientras en otra mesa:
Lunch, ¿por qué no repartes ya las cartas?, decía Marón.
Aún, no, quedamos que sería a la salía, aunque créeme, que yo también siento mucha curiosidad por saber que me escribirá mi amigo secreto o amiga secreta, dijo Lunch.
Pues no sean tan curiosas, como bien dijiste ya lo sabremos a la salida, dijo Mai.
Luego de algunos minutos el receso concluyo, y los jóvenes que estaban en el cafetín y pasadizos volvieron a sus aulas.
Una bella jovencita pelinegra volvía apresurada por el pasadizo sin darse cuenta que en sentido contrario a ella un atractivo jovencito de cabello alborotado también venía apresurado junto a su grupo de amigos, al llegar a la puerta ambos jóvenes por poco y chocan contra el otro deteniendo sus pasos a escasos centímetros mientras se miraron de manera fugaz sin que nadie lo notase ni siquiera ellos antes de entrar al aula sin siquiera cruzar palabra alguna.
La pelinegra camino hasta su carpeta y se sentó mientras el atractivo jovencito de cabello alborotado hacía lo mismo.
Milk, pensamos que no llegarías a tiempo, ¿por qué viniste junto al grupo de Vegueta?, dijo Bulma con curiosidad.
Me los encontré al llegar a la puerta, dijo Milk mirando disimuladamente al joven de cabello alborotado que platicaba con sus amigos.
¿Qué lastima que siendo tan guapos solo tengan cabeza para sus tontas artes marciales?; dijo Bulma.
Si, tienes razón, para ellos solo existe eso, dijo Milk, abriendo su libro.
Ya chicas, no se quejen, igual así ellos les gustan dijo Dieciocho.
Cállate no te vayan ha escuchar esos vanidosos, dijo Bulma.
Hay Bulma, tú eres igual, sobre todo a Vegueta, porque Gokú, no es vanidoso, más bien despistado e inocente, diría yo, además yo siempre les dije que ustedes tomen la iniciativa, al menos tu Milk, porque Bulma si me hizo caso, dijo Dieciocho.
Y no me sirvió de nada, ese hombre ni siquiera me miró a pesar de haber estado saliendo con él, parecía que ni existía para él, dijo Bulma con tristeza.
Entonces chicas supérenlo, dentro de unas semanas terminamos los estudios, ya no los verán, más y en la universidad podrán conocer a otros chicos, dijo Dieciocho.
Claro para ti es fácil, porque a ti Krilin si te hace caso, dijo Bulma, mientras Milk escuchaba la plática de sus amigas con tristeza.
2 horas después:
El maestro salió del aula y Lunch se paro de su carpeta y le pidió a Dieciocho que le ayude a repartir las cartas.
Chicos y chicas aun no se vayan a ir, Dieciocho y yo pasaremos por sus carpetas repartiendo su carta del día dijo Lunch.
Las rubias, pasaban dejando sobre la carpeta de cada uno de sus compañeros sus cartas del día.
La pelinegra se encontraba guardando la carta que había recibido de Lunch, cuando su amiga Dieciocho coloco otra carta sobre su carpeta y continuó su camino, dejando las otras cartas a sus otros compañeros.
Pero,......, iba a decir algo Milk, pero al ver su nombre escrito sobre la carta, abrió su mochila para verificar si la otra carta también tenía su nombre o fue un error, al ver que la otra carta también llevaba escrito su nombre al igual que la que tenía en su carpeta con letra a computadora prefirió guardar ambas cartas pensando que la persona que le estaba escribiendo quiso tal vez hacerle dos cartas en esta ocasión.
Una vez que todos los alumnos recibieron sus cartas salieron del aula para ir a sus casas.
A la salida:
Mañana platicamos que dicen sus cartas chicas, dijo Dieciocho separándose de su grupo de amigas para ir junto a su novio.
Nos vemos mañana, dijo Milk despidiéndose de su amiga mientras movía una de sus manos.
Ya no soporto la curiosidad, espera un minutos Milk decía Bulma abriendo su carta ante la mirada divertida de Milk que detuvo sus pasos.
¿Qué dice?, dijo la pelinegra al ver el rostro de desconcierto de su peli azul amiga.
En realidad, no mucho, solo que le da gusto que le haya tocado, dijo Bulma con decepción mostrándole a la pelinegra la hoja escrita a computadora.
Tal vez no tuvo mucho tiempo para escribirte más, o es alguien poco expresivo o expresiva, dijo Milk sonriendo.
No lo sé, pero yo si me esforcé por escribir una bella carta y no es justo que yo reciba esto, dijo Bulma con tristeza.
Ya Bulma, no le des importancia, mañana seguro te escribe algo mejor, además parece que allí hay algo más, dijo Milk señalando el sobre.
¡Si tienes razón¡ dijo Bulma, sacando una pequeña cajita que contenía un chocolate.
Bueno al menos para el camino, dijo Bulma, haciendo reír a Milk.
Te pasas Bulma, dijo Milk sonriendo mientras se paraban con su amiga en el paradero a esperar a chófer de la peli azul.
Mi chófer te llevara a tu casa Milk, mejor abre tu carta, dijo Bulma.
¡Gracias por pedirle a tu chófer que me lleve¡ y esta bien abriré mi carta, dijo Milk tomando una de ellas al azar mientras Bulma se acercaba a verla.
Vaya tampoco es una persona muy expresiva la que te toco, dijo Bulma mirando las escasas dos líneas escritas en la carta.
De seguro, no pudo escribir más, como te dije estamos en exámenes, decía dulcemente Milk, tratando de encontrarle alguna justificación a las inexpresivas cartas que recibieron ella y su amiga peli azul.
Horas después: "Casa de Milk"
Una bella pelinegra se encontraba sentada en su escritorio resolviendo los ejercicios que su maestro de matemáticas les había dejado, cuando se acordó que ella ese día había recibido dos cartas, inmediatamente abrió su mochila y saco el sobre que le quedaba que era más grande que el anterior e incluso tenía peso, mientras pensaba: que raro mi amigo o amiga secreta, no le basto con enviarme una carta con poco texto, sino además hizo otra, voy a ver que contiene, pensaba la bella jovencita abriendo el sobre, encontrándose con una carta escrita también a computadora pero que a diferencia de la otra estaba completamente llena la página y una caja de chocolates.
Milk leyó la carta, mientras leía sintió una opresión en el pecho al percibir aún sin saber quien escribió la carta el sentimentalismo de la misma.
Carta
Mi querida y bella Milk Ox, de seguro estarás confundida o sorprendida al ver recibido el día de hoy dos cartas pero no se me ocurrió otra forma para poder expresarte lo que siento desde el primer día que te conocí, y ahora que estamos a puertas de terminar los años que compartimos juntos en la escuela y en la preparatoria no quiero irme de estás aulas sin que tu sepas lo que despiertas en mi con solo verte o estar junto a ti.
Desde que te vi por primera vez me convertí en tu admirador secreto, todos estos años mis sentimientos por ti han ido creciendo mientras te miraba a escondidas sin que tú ni nadie lo notara. Llevo años haciéndolo, mirando tu bello rostro, imaginándome junto a ti caminando de la mano compartiendo bellos momentos juntos, pero soy tan tímido aunque no lo aparente que me da miedo confesarte lo que siento y que tu me rechaces por eso prefiero mantenerme aún en el anonimato, tal vez más adelante me anime a confesarte quién soy, claro si reúno el valor suficiente para hacerlo, te envió junto a esta pequeña carta unos deliciosos chocolates, espero y sean de tu agrado.
Espero mi bella Milk no haberte incomodado con esta pequeña carta, te enviare otras espero y no te moleste mi atrevimiento pero es la única forma que encontrado de expresarte lo que tu me haces sentir.
Con todo mi amor.
Tu admirador secreto.
Milk doblo la carta y la guardo dentro del sobre, luego la coloco en uno de los cajones de su mesa de noche mientras pensó: Un admirador secreto, esto debe ser un error, de seguro alguien me quiere jugar una broma, pero estos chocolate, pensaba la bella pelinegra tomando de la pequeña cajita uno de ellos y llevándolo a su boca.
Están deliciosos, dijo Milk, mientras sonreía al pensar que nunca hubiese imaginado tener un admirador secreto dentro de su aula.
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