Un atractivo jovencito de cabello alborotado veía salir del aula rápidamente a la pelinegra mientras las palabras que ella le dijo hace unos minutos retumbaban en su cabeza: Que te importa, que te importa, que te importa.

¿Por qué me hablo así?, pensaba entristecido Gokú, cuando escucho:

Toma hermoso.

El joven levanto la vista y se encontró con Lunch que lo miraba y le sonría coquetamente.

¡Gracias¡ dijo Gokú recibiendo la carta y guardándola en su mochila para luego salir del aula mientras pensaba: ¿Por qué me hablo así?, yo solo le pregunte porque estaba preocupado.

Horas después:

Una bella jovencita guardaba la tarjeta que había recibido de su amigo secreto mientras comía el chocolate que le había enviado y pensaba: Cuando falta tan poco para dejar las aulas intenta ser amable conmigo, que se ha creído, él ya no me interesa, ya no, él nunca mereció mis sentimientos decía la bella pelinegra mientras unas lágrimas brotaban de sus bellos ojos negros.

Casa de Gokú:

Al menos, las palabras de esta carta me dan consuelo, de este terrible día, al menos para mi amigo secreto si soy alguien valioso, decía Gokú mientras miraba en su cuaderno el rostro de Milk que había dibujado a lápiz.

Al día siguiente: "Preparatoria Dragón"

Un par de jovencitas platicaban en el pasillo mientras esperaban a su amiga.

Qué alegría Bulma, que bueno, que ya limaron asperezas, dijo Dieciocho.

Si, hemos decidido por ahora ser amigos, no forzar nada, eso sí, él irá comigo al baile, dijo Bulma.

¿Se lo pediste?, dijo Dieciocho riendo.

No, claro que no, como se te ocurre, él fue quien me lo pidió, dijo Bulma sonriendo.

Yo sabía que ustedes dos tendrían que volver hacer amigos a menos por ahora, porque no creo que sabiendo como son los dos duren mucho de amigos, dijo riendo la rubia.

Dieciocho no digas eso, dijo Bulma.

Bien que quieres volver hacer su novia, dijo la rubia.

Si, si, es lo que más deseo, pero lo no pienso presionar, no esta vez, las cosas serán como él quiera, ya no quiero discutir mas, quiero recuperarlo pero esta vez para siempre, dijo Bulma.

Así será, ya lo verás, dijo la rubia, viendo entrar a su entristecida amiga pelinegra.

Milk, dijeron la rubia y peli azul abrazándola.

Milk, cambia esa carita, aquí la entristecida debería ser yo, que seré quién exponga por todos, dijo Bulma, haciendo sonreír a la pelinegra.

Horas después:

Bulma recibía el aplauso de sus compañeros después de la brillante presentación de su trabajo.

Bulma es muy buena, dijo Gokú mientras Milk no le respondía nada.

¿Te pasa algo?, ¿te estoy hablando?, dijo en tono de tristeza Gokú mientras Milk giro a verlo confundida.

¿Y tú de cuando aquí me hablas?, dijo Milk con seriedad mientras evitaba mirarlo a los ojos.

Siempre lo e hecho, dijo Gokú con preocupación por la actitud de la bella jovencita

Si, ¿qué raro?, entonces no me di cuenta, dijo Milk mirando a la pizarra.

Solo intento ser amable contigo, somos del mismo grupo ¿no?, dijo Gokú.

Pues que tarde te das cuenta de ello y como bien dijiste somos del mismo grupo, más no somos amigos, dijo Milk.

Milk, ¿qué te pasa tú no eres así?, dijo Gokú.

¡Ah no¡ ¿entonces cómo soy?, dijo Milk en tono desafiante.

Señorita Ox, joven Son, salgan fuera a discutir el problema que tengan, están interrumpiendo mi clase. ¡Ah¡ tienen dos puntos menos en su promedio general por no prestar atención en clase, dijo el maestro.

Pero profesor, yo no fui la que empezó, fue él, decía Milk.

Señorita Ox, salga del aula si no quiere que termine reprobándola en el curso, dijo el maestro mientras Milk salía del aula entristecida y tras de ella salía Gokú, mientras los amigos de ambos los miraban preocupados.

¿Qué les pasó?, dijo Dieciocho despacio.

No lo sé, dijo Bulma.

Minutos después en el pasillo:

Todo es por tu culpa, dijo Milk furiosa.

¿Por mi culpa?, pero si yo no hice nada, dijo Gokú.

No hiciste nada, si no me hubieses empezado a hablar nada de esto hubiera pasado.

Yo solo te pregunte algo, porque estaba preocupado por ti, dijo Gokú.

Tú preocupado por mí, no me hagas reír, dijo Milk.

Milk, ¿Qué tienes?, tú no eres así, dijo Gokú.

Qué tengo, que tengo, estoy harta de ti, harta de tu indiferencia, harta de que ahora quieras fingir preocupación por mí cuando nunca lo has sentido, ya deja de molestarme si, dijo Milk caminando por el pasillo dejando desconcertado al joven de cabello alborotado.

Minutos después:

La bella jovencita pelinegra se encontraba sentada en el piso con las manos cubriendo su rostro mientras sollozaba.

Qué se a creído el estúpido de Gokú para confundirme más, no es justo, ahora que estoy intentando olvidarme de él, viene a fingirse preocupado por mi, decía la pelinegra mientras se limpiaba las lágrimas que rodaban por su bello rostro con las palmas de sus manos.

Milk te andaba buscando, dijo Bulma acercándose a la pelinegra.

¿Para qué?, dijo Milk limpiando las lágrimas de su rostro.

Para darte tu carta y tu mochila, dijo la peli azul.

¡Gracias¡ dijo Milk recibiendo su mochila y su carta.

Milk, ¿Por qué lloras?, ¿Qué fue lo qué paso?, dijo Bulma preocupada.

Nada, nada que valga la pena, dijo Milk poniéndose de pie.

¿Y por nada lloras?, dijo Bulma.

No te preocupes Bulma, estás fueron mis últimas lágrimas por él, ahora estoy decidida a olvidarlo para siempre, dijo Milk.

Pasadizo:

¿Qué pasó con Milk?, ¿Qué le dijiste?, dijo Vegueta preocupado.

Nada, solo le pregunte si estaba bien, pues la vi triste, dijo Gokú.

Las mujeres son muy susceptibles, ya vez que Bulma y yo nos distanciamos mucho tiempo por un mal entendido, dijo Vegueta.

Si, ya lo sé pero en este caso no fue un mal entendido, dijo Gokú.

Bueno amigo, tienes todo el fin de semana para encontrar la forma de obtener su perdón, dijo Vegueta.

Pues espero encontrarla, pues me duele mucho que me mire con rabia, dijo Gokú mientras pensaba: parece que el intentar acercarme a ella fue mi peor decisión, mejor debí seguir siempre en el anonimato.

Fin de semana:

Un atractivo jovencito caminaba de un lado para otro buscando la forma de obtener el perdón de la bella pelinegra.

Creo que lo mejor es que me olvide de ella, ella me odia, si llega a saber que soy yo el de las cartas me odiara más, pensaba Gokú entristecido, cuando el sonido de la puerta interrumpió sus pensamientos.

Adelante, dijo Gokú.

Hermanito, el abuelo me dijo que me andabas buscando, dijo Raditz.

Si, es que estos días casi no te e visto por lo de tus viajes y tuve un problema terrible hace unos días, decía Gokú con tristeza.

Cuéntamelo, dijo Raditz sentándose en el borde de la cama del joven de cabello alborotado.

Lo que paso es ...............................

Gokú le comento a su hermano, lo del incidente que tuvo con la pelinegra. Raditz escuchaba con atención lo que su hermano menor le platicaba.

Minutos después:

Creo que lo mejor es olvidarme de ella, ¿verdad?, dijo Gokú con tristeza.

¿Eso es lo que quieres?, dijo Raditz.

No, pero soy un torpe, la única vez que inició una conversación con ella es para hacer que le quiten dos puntos en su promedio, dijo Gokú con tristeza.

Sabes hermanito, yo creo que tú ya tienes ganado el corazón de esa niña, solo que ella está molesta contigo por la forma como la has tratado este tiempo, a ella le dolió ver tu cambió de último momento, por eso actúo así, ella esta acostumbrada a tratar con el Gokú indiferente, el que no la mira, dijo Raditz.

¿Entonces, qué hago?, dijo Gokú.

Gánate su perdón, dijo Raditz.

Pero si no me quiere ni ver, dijo Gokú.

A ti no, pero ¿Qué hay de su admirador secreto?, dijo Raditz.

¿Entonces debo seguir ocultándome tras una carta?, dijo Gokú.

No, yo no he dicho eso, creo que ha llegado el momento de que ella sepa quién le ha estado escribiendo las cartas, ya tienes pocos días para invitarla al baile, ¿no?, dijo Raditz.

Entonces, me pongo frente a ella y le digo que yo soy el de las cartas, dijo Gokú.

No hermanito, harás esto, pero prométeme que lo harás, tal cual yo te lo diga, dijo Raditz.

Lo prometo, dijo Gokú.

Entonces escucha con atención, dijo Raditz.

Gokú escuchaba atentamente lo que su hermano mayor le decía.

Casa de Milk:

Una bella pelinegra se encontraba acostada sobre su cama abrazando el pequeño peluche que su admirador secreto le había regalado, mientras pensaba: No me ha vuelto a escribir más. Dieciocho y Bulma ya tienen pareja para el baile, solo falto yo, pero me da vergüenza pedírselo a la persona equivocada, en verdad será tan tímido, bueno, en una de sus cartas me escribió que era tímido aunque no lo pareciera. Tendré que terminar aceptando a Diecisiete o a Broly.

Nota:
¡Gracias por seguir, votar y comentar esta bella historia de amor navideña¡ la cual la escribo con mucho cariño para todos mis seguidores.

PrincesaLirio.