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Parte Única

JongDae estaba verdaderamente molesto, tenía que gastar su tarde en cosas que no necesitaba y era ridículo y era en parte su culpa. Si tan solo hubiera cerrado la boca cuando Baekhyun y Chanyeol lo encerraron en el casillero, si tan solo hubiera mirado por las pequeñas rejillas de su casillero y se hubiera percatado de que todavía estaban ahí no hubiera abierto la boca para conversar con Jongin pero siempre sentía la necesidad de hablar con Jongin, era su forma de deshagorse.

Si hubiera cerrado la boca por solo 5 minutos no tendría que estar caminando al grupo de apoyo de la escuela para tener una sesión grupal que no necesita. Chanyeol y Baekhyun si la necesitan, hay que estar mal de la cabeza para meter a una persona en un casillero o en el retrete, o en el cubo de la basura o en el cuarto del conserje... Y bueno, en muchos sitios más donde habían metido a JongDae.

—¿Tú crees que esto sea tan raro como imagino?— le preguntó a Jongin cuando había llegado a la puerta 911 de la escuela.

—Tal vez más— respondió Jongin conteniendo una risa, JongDae iba a reclamarle pero suspiró y cambió de idea, era mejor tocar la puerta para comenzar (y terminar) con todo lo más rápido posible.

Cuando la puerta se abrió un chico un poco más bajo que él lo recibió, JongDae se le quedó mirando desde arriba y el chico le sostuvo la mirada por dos segundo y luego JongDae se sonrojó y el chico se sonrojó también y retrocedió rápidamente chocando contra un joven de gafas que lo sostuvo por los hombros y le comenzó a susurrar cosas.

—Fue de mala educación quedarse mirando así al chico— le susurró Jongin a JongDae mientras este solo paseaba su mirada por todo el lugar.

JongDae se llevó una mano a la boca antes de responderle—, Él también pudo dejar de mirarme o pudo hacerse a un lado.

—Toma iniciativas JongDae.

—Ya haz silencio idiota— susurró JongDae mucho más alto de lo quería ganándose así la mirada de varios—, Yo... Eh... Es-esto... S-soy...

JongDae se quedó sin habla, sabía que no fue bueno gritarle, porque había gritado, a Jongin. Y ahora sentía todas las miradas de las personas en la sala encima de él y la verdad no estaba cómodo, para nada cómodo. Un chico que llevaba lápices entre ambas orejas y el cabello lo miraba levantándose las cejas con los dedos, otro llevaba el gorro de lana hasta la barbilla y llevaba unos lentes de sol y por como movía la cabeza en forma despectiva suponía que de alguna forma lo estaba viendo.

¿Él estudiaba con tantos raros? ¿Cómo no los había notado?

Incluso el chico que lo recibió lo estaba viendo de forma extraña. Un bajito sentando al lado de un joven alto que el reconoció como Sehun, el chico que el colegio llevaba para hacer charlas de motivación en el auditorio que nadie escuchaba, se reía a carcajadas que pretendían ser malvadas. Era el loco que se encerraba en los baños de la escuela y paseaba sobre la cornisa de la azotea.

Ay señor. Pensó JongDae, estoy aquí con todos estos raros, soy uno de estos raros.

Quería salir de ahí, e iba a salir de ahí pero en cuanto comenzó a retroceder el joven con gafas que había calmado al chico con el que compartió la mirada paso un brazo por sus hombros.

—Tranquilo JongDae. Si tienes alguna inquietud, puedes hablar conmigo, me llamo JunMyeon, soy el guía de las sesiones— le dijo en voz baja y era una voz tan comprensible que algo dentro de JongDae dolió y sanó al mismo tiempo. Nunca nadie le había hablado de esa forma que lo hacía sentir comprendido, nadie aparte de Jongin—, ¡JongDae es nuestro nuevo compañero!— anunció con entusiasmo al resto de los chicos en la sala—, Vamos JongDae, escoge la silla que quieras— JunMyeon hizo un movimiento con la mano, alentando al chico a escoger una silla en el círculo que de a poco se iba formando, todos estaban acomodando sus asientos para formarlo.

Definitivamente no se iba a sentar al lado del suicida, ni del ladrón con lentes de sol; el chico que lo recibió no dejaba de mirarlo y de apartar la mirada cada dos segundos. Su mejor opción era el chico de los lápices que parecía perdido en el espacio. Cuando tomó asiento este le preguntó de forma condenadamente tierna si podía ser su amigo, como si estuvieran en primaria. JongDae no respondió.

—Vamos hombre, sé bueno con él— le susurró Jongin—, Aunque sea presentate.

—Soy JongDae— le dijo a el chico a su lado, de otra forma Jongin sería insistente.

—Mi nombre es Yixing, tu nombre es lindo.

El cumplido hizo que JongDae se sonrojara, aunque también fue ese hoyuelo que se formó en la cara de Yixing.

—Mi nombre es más bonito— dijo el chico del gorro de lana, destapando solo su boca y acercándose demasiado a JongDae—, Ya verás que es más bonito.

Eso fue jodidamente extraño.

—Son las cuatro de la tarde, la sesión está por comenzar— anunció JunMyeon abriéndose camino hasta el centro—, ¡Y con un nuevo invitado!— exclamó emocionado.

A JongDae le pareció grosero, ¿cómo rayos le parecía bien tener a otro chico ahí? Se supone que solo van raritos.

—Explico la dinámica para nuestro amigo JongDae, comenzaremos como siempre hacemos cuando tenemos un chico nuevo— JunMyeon se veía muy animado, eso es a lo que JongDae llama verdadero amor a la profesión—, Sehun, ¿te gustaría explicar?

El chico alto le sonrió a JunMyeon como si este sacará el sol cada mañana y caminó al centro del círculo, guiñandole un ojo al guía en el camino.

—Soy Sehun, su segundo guía— se presentó y JongDae se imaginaba que los demás debían encontrar pesado eso, que por culpa de él tuvieran que escuchar toda esa retahíla de palabras una vez más.

—No importa lo que piensen los demás tonto— susurró Jongin en su oreja y JongDae le sonrió. Siempre sabía que decirse.

—La dinámica consiste en levantarse, decir su nombre y la razón que los trajo hasta acá— JongDae se mordió el labio y Jongin apretó su mano—, Después JunMyeon o yo, o si alguno se anima hará preguntas dirigidas a alguien sobre alguna inseguridad. JunMyeon y yo tenemos la creencia de que hablar lo cura todo.

—La forma en que pronuncia el nombre del de lentes es diferente a la forma con la que pronuncia el resto de las palabras— dijo Jongin y JongDae no podía estar más de acuerdo—, Apuesto a que intercambian babas cuando todos se marchan— JongDae sintió unas inmensas ganas de reírse, pero no podía, además ya parecía que el puesto del que se ríe solo lo tenía un chico cabello color chicle que estaba sentado justo al lado del cacheton que lo recibió.

—¿Te gustaría comenzar JongDae?

—Demonios, claro que no— soltó y llevó las manos a su boca avergonzado, tenía que decirlo Jongin, no él—, Perdón.

—No te disculpes, podemos comenzar por Yixing— sugirió Sehun y el mencionado saltó de su puesto al instante, literal eso del saltó, se puso de pie sobre la silla y saltó. Sehun solo se regresó a su lugar, ignorando la alegría excesiva del chico al que había llamado.

—Soy Yixing, soy chino, ah~ extraño mucho mi país pero les juro que nunca he comido gatos o perros, no señor— tiene que ser una broma pensó JongDae—, Estoy aquí porque JunMyeon y Sehun me caen bien, me tratan bien.

—Ah... Yixing, la historia de como llegaste aquí por primera vez— le recordó JunMyeon con una sonrisa mientras rascaba su cabeza. Yixing comenzó a asentir repetidas veces, rápido.

—Llegué aquí porque me metí en problemas, le repartí a todo el mundo volantes que decían que el profesor de química se había acostado con el profesor de geografía— y aparentaba ser tan infantil, pensó JongDae—, ¡pero es que yo no sabía que la palabra acostarse tenía más de un significado! Unos chicos de mi clase simplemente me dijeron que los tenía que repartir porque era tierno eso. Me engañaron— el chico parecía molesto, y vaya que si era infantil, su labio inferior caía con ternura—, Al parecer soy demasiado ingenuo, me tomo las cosas muy literales y estoy algo eléctrico por eso estoy aquí.

—Debes decir hiperactivo no eléctrico— lo corrigió Sehun. Yixing se encogió de hombros y regresó a su asiento. El chico del gorro de lana para robar se levantó y al retirarse el gorro y revelar su rostro JongDae quedó impresionado. Era Wu YiFan, el capitán del equipo de baloncesto.

—Soy Wu YiFan y por supuesto que me conocen, además, viste chico nuevo, te dije que mi nombre era más bonito— le dijo a JongDae con descaro—, Ah, y estoy aquí porque soy muy guapo.

—YiFan— masculló JunMyeon y este suspiró.

—La verdad es que estoy aquí porque tengo un grave problema de narcisismo y estoy usando el gorro de lana hasta la barbilla para que no se enamoren de mi, será duro para ustedes, no están a mi nivel y  ninguno, ni de lejos, es mi estilo— se colocó otra vez su gorro de lana y sus lentes oscuros. No es un raro, es un idiota según JongDae.

—Para, siéntate YiFan— pidió JunMyeon con un tono de voz no tan amable.

—Odio a este tipo— le susurró Jongin a JongDae.

El chico bajito que daba miedo se levantó, poniendo los ojos en blanco cuando observó a JongDae.

—Estoy aquí porque no me importa nada, bueno, eso dicen, ya saben, caminas un día por la cornisa y ya has perdido el interés en la vida— el chico con cabello color chicle comenzó a reírse haciendo a Kyungsoo gruñir. JongDae notó que no se reía de lo que decía Kyungsoo, también notó que intentaba parar de reír. ¿Era un psicópata?

—¿Hace falta que siempre pienses lo peor?— le preguntó Jongin con mal humor y JongDae lo ignoró.

—Es decir, ¡que exagerados son!— exclamó Kyungsoo indignado—, Estaba buscando algo divertido que hacer, todo es aburrido, la escuela es muy fácil, las personas tan predecibles, me caen mal.

JunMyeon soltó una carcajada como si lo que acabará de decir Kyungsoo fuera un chiste, la carcajada de él si era debido a las palabras del bajito, no como las de Luhan.

—No mientas, te llevas bien con Sehun, no puedes ser cortante con Yixing y te encanta echarle el ojo a YiFan cuando se saca el ridículo gorro de lana. Aquí consigues gente que te importa—Kyungsoo le dedicó una mirada mortal al guía de sesión principal y volvió a su puesto—, Luhan, te veo algo impaciente, pasa tú.

—Podremos saber si es un psicópata o no— murmuró Jongin y JongDae se moría por responderle, pero no podía.

Luhan hizo una reverencia torpe sin razón y se comenzó a reír otra vez, luego puso las manos en su boca y sus ojos se llenaron de lágrimas. JongDae estaba asustado y nadie más parecía estarlo. JongDae lo vio llevar las manos a su rostro y luego cuando las retiró tenía una sonrisa tímida en su rostro y parecía haber recobrado la compostura.

—JongDae, no estoy loco, no soy un psicópata— fue lo primero que soltó, como si todo ese tiempo los pensamientos de JongDae hubieran llegado hasta la mente del chico—, Te explico, estoy aquí porque todos creen que soy un psicópata pero no, lo que pasa es que no puedo controlar acciones como las ganas de llorar o las de reír, llevo todo el  día recordando un chiste que vi en weekly idol y por más que lo intente no me puedo dejar de reír y hace un par de segundos recordé que vi un perrito desnutrido en la calle y-y-y...

Luhan no continuó hablando y se fue a su puesto llorando otra vez mientras el chico de mejillas regordetas acariciaba su espalda.

—Todavía tengo la duda de si es psicópata o no— susurró tan disimuladamente como pudo JongDae a Jongin. Cuando JongDae levantó la mirada Sehun lo observaba fijamente. Mierda.

Llevó su vista hacia la persona que acaba de levantarse para evitar la mirada del otro guía pero se encontró con los ojos grandes del de mejillas regordetas observándolo fijamente para luego sonrojarse y hacerlo sonrojarse a él también. No, no, no.

Nada iba bien ese día.

—Soy Minseok y-y-y estoy a-aquí p-porque me coloco muynerviosotodoeltiempo— lo último que dijo salió todo demasiado deprisa y JongDae creía que lo decía así para no tratabarse más—, Co-comienzo a tartamudear y b-bueno, n-no mu-muchos tienen paciencia para a-alguien así.

Cuando Minseok volvió a su asiento JongDae se comenzó a sentir mareado pero la mano de Jongin en su hombro lo recorfontaba un poco, pero no lo suficiente.
Luego la mano de Jongin fue su plantada por la de Yixing de forma tan rápida que JongDae no se percató, igual se sentía un poco menos abrumado.

—Es tu turno JongDae— le avisó Sehun.

—Yo quiero saber más sobre ti, eres mi nuevo amigo— le dijo Yixing.

—Habla y hazme cambiar de opinión, tal vez seas mi estilo— confesó YiFan.

JongDae abandonó lentamente su sitio y se fue al centro del improvisado círculo, desde su silla Jongin levantaba los pulgares tratando de darle ánimos. Pero las miradas de los demás en la habitación lo colocaban nervioso tan nervioso que no quería hablar porque después de escuchar a cada uno de los chicos en el aula le daba miedo ser el más extraño.

—¿Qué fue lo que te trajo aquí?— preguntó JunMyeon con su delicada voz y de pronto ya a JongDae no le agradaba esa voz.

—Oh por favor, no se haga, usted sabe porque estoy aquí tiene un informe sobre mi— respondió altanero. JunMyeon no se inmutó.

—Pero creo que todo el mundo tiene derecho a contar su versión de la historia.

—Está bien, estoy aquí porque soy un raro como todos ustedes.

JongDae observó a Sehun fruncir el ceño y dedujo que sería el primero de los guías en hablarle.

—No hace falta decir cosas que duelen, afuera ya hay suficientes personas que dicen cosas que duelen. Este es un lugar seguro— le aclaró Sehun y JongDae comprobó quien de los dos guías era el "policía bueno" obviamente el blando de JunMyeon, Sehun era el policía con seseo.

—Estoy aquí porque soy un imbécil descuidado— dijo y escuchó como la puerta se abría revelando a una persona en la que JongDae no se fijó pues en lo que observó la puerta abierta salió corriendo por ella, sin importarle que acaba de chocar su hombro con un desconocido o que probablemente JunMyeon y Sehun deberían agregar ese arranque impulsivo a su expediente. Sólo quería irse a su casa.

Cuando estaba por doblar en una esquina que daba hacia el pasillo principal una voz conocida resonó dentro de su cabeza.

—¡JongDae no me dejes!— el nombrado se dio la vuelta para encontrase con Jongin corriendo, claro, lo había olvidado y entonces JongDae se percató de que no sólo Jongin corría por los pasillos, Minseok también y cuando concentró toda su atención en el más bajo Jongin parecía haber tomado otro camino al último minuto, ya no estaba en ese pasillo.

¿Por qué pare? Fue lo que se preguntó cuando observó al más bajito plantarse frente a él. Jongin sabe donde vivo, no me hubiera detenido.

—¿Por qué me persigues?— siseó de mala gana haciendo que Minseok retrocediera un poco.

—T-te veías c-como si necesitarás hablar des-de que pusiste u-un pie dentro del aula. S-sé que solo saliste porque estás a-abrumado— JongDae escuchaba Minseok pero lo único en lo que podía pensar es que con todo el tiempo que se tomó el mayor para decir eso ya él hubiera llegado corriendo a su casa.

—¿Cómo estás tan seguro de eso?— le preguntó JongDae sintiéndose estúpido.

—T-todos los que estamos a-ahí nos sentimos de esa fo-forma la primera vez.

—Escúchame Minseok— pidió JongDae acercándose y poniéndolo un dedo sobre el pecho —, No soy como ustedes, claro que no.

Minseok puede desbordar ternura, pero esa acción, esas palabras, lo molestaron y retiró el dedo de JongDae de su pecho sin ningún cuidado.

—No somos malos, ni patéticos— pronunció sin tartamudear, cosa que no sucedía casi nunca—, No es malo ser como nosotros.

—No Minseok, no me malinterpretes— JongDae se metió las manos en los bolsillo y le dio la espalda a Minseok, no quería que viera su cara, o sus ojos que no soportaban más la presión—, No soy como ustedes, soy peor.

Concluyó el menor y se marchó.

(...)

JongDae después de aquel día no hubiese regresado más al club, se hubiese marchado tranquilo a su casa y hubiera ahogado su miseria en algún videojuego, inventando excusas para no aparecer más en aquellas sesiones grupales pero no fue así la cosa. Porque en lo que JongDae comenzó a caminar para dirigirse a su casa Minseok lo siguió y aunque JongDae le advirtió varias veces que lo dejara de molestar el mayor le decía que de todas formas vivía cerca de su casa, para JongDae era una vil mentira pues nunca había visto a Minseok por esos lares.

Resulta que si era verdad y resulta que vivía a cuatro casa de él. Lo que fue una total sorpresa para JongDae pero luego apareció Jongin recordándole que desde que se habían mudado a esa casa apenas y salía para ir a la escuela y nunca le prestaba especial atención a nada.

Y ese descubrimiento fue la que cambió los planes de JongDae.

Minseok apareció por la casa de JongDae el día después de ese, y el que le seguía y todos los que venían después. Presentándose frente a su madre como un amigo de las sesiones, lo cual a su progenitora le encantó, su hijo hacía amigos por primera vez en mucho tiempo por lo que ella misma se encargaba de invitar a su vecino en las tardes para que visitara a JongDae.

El menor no tenía cara para decirle a su mamá que corriera a Minseok cuando se apareciera, que no eran amigos pues la mujer estaba feliz por él y no preocupada por él. Así que no iba a devolver un peso a los hombros de su mamá que tan duro había trabajado por él.

Esas horas de visita se basaban en su mamá llevando bandejas con postres a la habitación de JongDae que Minseok se acababa solo con gusto mientras JongDae le preguntaba cuando iba a dejar de intentar ser su amigo.

«Hasta que tu cara de soledad se desaparezca»

«Hasta que hables, hablar lo puede curar todo»

Esas eran las dos respuestas típicas del mayor. Claro, él las tartamudeaba.

Además de las visitas por la tarde, Minseok casualmente había comenzado a caminar hacia la escuela a la misma hora que él y también lo buscaba los días que tenían sesiones grupales, en las que se había negado a compartir mucho más que un "si"  o un "no" y se entretenía con las curiosas anécdotas de los chicos.

Y bueno, tuve que llamar a la policía mientras estaba comprando un libro, les juro que la señora de la caja registradora no dejaba de mirarme— contaba YiFan como si estuviera realmente afligido y no presumiendo su rostro—,  Y para el colmo de los colmos cuando llegó la policía me llamaron la atención a mi, porque supuestamente no se puede llamar a la policía si no hay emergencia real.

YiFan era un tonto entretenido de escuchar, JongDae debía admitirlo.

Pero de todas formas JongDae tenía una rara sensación en el pecho. La presencia de Minseok en su vida le parecía muy abrumadora porque no podía estar todo el rato con Jongin, no podía sentirse bien todo el rato.

Fue un día que el mayor llegó a su casa con un montón de CD's en el que JongDae comenzó a cambiar su punto de vista.

Había sido agradable pasar la tarde escuchando música indie con el mayor, discutiendo sobre las letras de The Kooks y Arctic Monkeys y no sobre la insistencia del mayor en hacer amistad con él.

Unas semanas después ya no solo escuchaban música, Minseok también había comenzado a traer sus novelas gráficas y algunos de sus libros. También discutían sobre eso.

Tiempo después y sorprendiendo a Minseok fue JongDae quien propuso una nueva forma de entretenerse por la tarde, sacó su antigua Nintendo y descubrió que Minseok era un gran fan de los clásicos de Nintendo; luego JongDae también le enseñó sus películas favoritas y su fascinación por el cine de los noventas y por sagas de ficción como Star Wars y el Señor de los anillos.

Y entonces ocurrió lo que el menor suponía que Minseok quería lograr desde que se propuso hacerse su amigo. Le habló, con el alma.

Era un día en el que JongDae no se sentía bien y en el que Chanyeol y Baekhyun se habían encargado de fastidiarlo durante toda la clase de educación física en la que se comenzó a sentir ansioso otra vez, tenía ansias de hablar y no parar pero Jongin no estaba ahí. Y tampoco lo iba a llamar. Es más, hacía días que el chico al que consideraba su único amigo no se aparecía. Y JongDae sabía que era porque no lo llamaba. Sabía que no lo debía llamar. Y entonces llamó a Minseok quien tardó 20 minutos en colarse por la ventana de JongDae, pues era tarde muy tarde.

Esa noche JongDae le contó todo a Minseok. La razón por la que estaba yendo a las sesiones grupales.

Esa noche también se dio cuenta de que no necesitaba hablar con Jongin.

(...)

Después de aquella noche JongDae estaba listo para abrirse ante los demás, por fin había destapado ese secreto y sentía justo contarlo en las sesiones, después de todo estaba ahí para eso y de cierta forma se lo debía a los demás, los había escuchado todas aquellas semanas y él no se había dejado escuchar. JongDae ahora quería más amigos y la forma más fácil de hacer amigos es hablando. Y para hacer amigos de forma correcta debía ser sincero.

—Soy Kim JongDae— habló como si fuera el primer día y JunMyeon le sonrió como gesto de aprobación—, Estoy aquí por culpa de Park Chanyeol y Byun Baekhyun— vaciló un poco pero cuando sus ojos se encontraron con los de Minseok se sintió más seguro—, La verdad es que no todo es su culpa, ellos solo manifestaron con intenciones maliciosas y exageradas lo que escucharon— JongDae hizo una pausa y contuvo el aliento, Sehun lo miró con esa mirada de calma que le regalaba a cada uno de los adolescentes del aula cuando parecían tener problemas para expresarse entonces lo hacía sentir en calma también—, Ellos le dijeron al orientador principal de la escuela que cuando me encerraron en un casillero comencé a hablar y a maldecirlos, a decir cosas malas que quería hacerles como si estuviera hablando con otra persona.

—Vale, dañaron tu imagen, te hicieron parecer un loco— dijo Kyungsoo y no de forma mala, lo dijo casi con tristeza—, Pero solo estás siendo molestado por ese par de idiotas, no eres un loco.

—Las cosas no son solo así, hay algo de verdad en lo que dijeron esos dos— confesó el castaño y pudo observar como las diferentes caras del aula se inundaban de sorpresa menos la de JunMyeon, la de Sehun y por supuesto la de Minseok—, Yo hablo... solo— la voz de JongDae lo traicionaba pero una vez más observando a Minseok recuperó la confianza—, No, solo no, yo hablo con Jongin pero Jongin no existe— La mirada de casi todos se volvió de preocupación y JongDae cerró los ojos para continuar—, Sé que no existe, no me he creído en ningún momento que sea una persona real pero hace mucho tiempo que me siento tan solo, mudarse seis veces no es fácil, decirle adiós a los amigos que haces no es fácil y entonces cuando por fin encontramos un sitio donde vivir permanentemente ya no tenía confianza para hacer amigos y ya había traído a Jongin, no necesitaba más porque me daba miedo perder amigos otra vez, no podía afrontar esos sentimientos otra vez, preferí esa soledad que ni estaba tan vacía, solo necesitaba a Jongin— hizo una pausa y la imagen que le dio a Jongin apareció en su cabeza—, Yo traje a mi amigo imaginario de la infancia otra vez al presente, y lo hice mi amigo y lo convertí en los pensamientos que no me atrevo a decir y lo convertí en mi otra voz, lo convertí en la persona a la que acudir, lo convertí en mi único amigo y sé  que no existe pero no quería sentirme tan solo, tan triste.

JongDae dejó de hablar pero mantuvo los ojos cerrados y los puños cerrados y entonces sintió una mano en su hombro

—Has dicho que necesitabas a Jongin, en tiempo pasado— mencionó JunMyeon que era la persona que tocaba su hombro con cariño.

—Hace muchos días que ya no hablo con él, no me lo imagino a mi lado y creo que es tiempo de dejar ir a Jongin— dijo el muchacho abriendo sus ojos y observando a cada chico en el aula, todas las miradas volvieron a ser normales—, Por eso por fin tengo fuerzas para hablar, quiero dejar mi miedo y hablar porque hablar es una buena forma de resolver problemas y quiero amigos, quiero que ustedes sean mis amigos porque son coloridos y únicos y quiero que JunMyeon y Sehun me ayuden porque son pacientes y comprensibles. Y le quiero dar las gracias a Minseok por ser la persona  que ha marcado un cambio en mi, por hacerme hablar, por convertirse en mi amigo.

El muchacho de mejillas regordetas no se pudo resistir en envolver a JongDae en un abrazo, era un sentimental. JongDae solo necesitaba alguien que lo entendiera, que lo escuchara y él estaría ahí para el castaño porque era una persona especial.

—Espero que con el tiempo no sólo seamos amigos— susurró el menor haciendo que en el cuerpo de Minseok estallaran fuegos artificiales de sorpresa.

—¡Abrazo grupal!— gritó Yixing uniéndose a Minseok y JongDae, seguido por los demás, incluso por Kyungsoo.

JongDae se sentía más querido que nunca, no se sentía solo y ya no se sentía mal.

Por detrás de Minseok y de Sehun que se había unido al abrazo por ese lado pudo ver a su amigo imaginario saludando, no, despidiéndose de él. Luego lo observó convertirse en un niño, como la imagen que solía ver cuando tenía 6 y luego desapareció, sin dejar un vacío en JongDae.
Ya no necesitaba a Jongin.

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Yo quiero dedicarle complemente este fic a whatxiuwants

Aurora, te has convertido en alguien especial para mi ❤✨ gracias por leer cada cosa que te escribo y por estar ahí para mi✨

¡prometo que este será el primero de muchos!

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