II
Es viernes en la noche, y los amigos de Jeon Jungkook suelen reunirse en su hogar, para compartir algunas risas e incluir bebida, estimulando su organismo por unas horas.
Ésto no era algo aprobado por Eunsoo, aún así, no iba en contra de su voluntad, no los odiaba, pero nunca le comentaba a su esposo que las actitudes de sus amigos les parecían descaradamente hipócritas.
Estando la fémina en la cocina, Jungkook decide acercarse cariñosamente a ella. Habían pasado un par de días desde el incidente con Park Jimin, quien quedó como un supuesto amigo gay.
—Amor— saluda él, abrazando su cintura por detrás— ¿Todo bien?
—Sí, Jungkook— saluda ella, un poco más fría— ¿vendrán tus amigos hoy?
Repentinamente él la suelta y ella se voltea con una expresión seria, viéndolo directamente a los ojos.
—Siempre te pones así cuando vienen, ¿te han hecho algo malo?
Eunsoo sonríe con falsedad notoria.
—No, amor, claro que no— su sarcasmo no pasó desapercibido por Jeon Jungkook.
Éste chasqueó su lengua y rodó sus ojos.
—¿Qué puedo hacer para que mi consentida esposa se sienta mejor?— indaga él, compartiendo el mismo tono de su esposa.
—Nada, Jeon— vuelve a voltearse a continuar cocinando, pero su esposo habla nuevamente.
—¿Quieres invitar a tu amigo gay?— cuestionó, pero las últimas dos palabras las soltó con asco.
Eunsoo no puede evitar tragar en seco ante su propuesta, claramente no se esperaba eso de su esposo. Ella lo observa y él sonríe forzado.
—¿Jungkook? ¿Por qué quieres que lo invite?— indaga nerviosa.
—Fue una simple propuesta, amor. Quizás se ponen a hablar de sus..— hace una pausa para alzar una ceja— cosas, y no te molesta tanto la presencia de mis amigos.
La chica guardó silencio unos segundos, observando fijamente a su esposo, toma un respiro para posteriormente responder.
—Bueno, lo llamaré entonces— hace saber, intentando sonar normal, pero por dentro estaba bastante nerviosa.
Se separa de su esposo para dirigirse a su habitación, pero éste toma su mano, acercándola nuevamente hacia su cuerpo. Sin más que agregar, el pelinegro le regaló un beso en los labios a su esposa, el cual ella correspondió para posteriormente sonreír y abandonarlo de manera lenta.
Subiendo las escaleras de la habitación su sonrisa desaparece y su mirada se torna triste.
Eunsoo se enamoró perdidamente de Jungkook cuando se conocieron en la universidad, no estudiaban en la misma clase, pero el varón era medianamente popular y el amor platónico de la mayoría de las estudiantes, todas admiraban sus cualidades físicas y su atractiva forma de actuar. La chica, en su tiempo escolar, no poseía el mismo físico, era un poco diferente del actual.
Jungkook en aquel momento no estaba demasiado enfocado en tener una novia, ni en citas, pues era parte del equipo de fútbol y la vida universitaria es bastante ajetreada. El varón tampoco poseía el mismo físico que cargaba hoy en día, pero aún así era muy codiciado entre las estudiantes.
La fémina siempre fue muy solitaria, nunca tuvo una mejor amiga, ni un mejor amigo, había vivido demasiado en su pasado, y pensaba mal de todo el mundo a su alrededor. La única persona que le interesaba en ese gran lugar era Jeon Jungkook.
A diferencia de las demás, ella no se acercaba a él, más bien veía desde lo lejos lo pegajosas que se ponían con este, desde donde se encontraba parada Eunsoo podían sentir la tensión de Jungkook, porque él nunca fue un hombre de lastimar a una mujer, físicamente ni psicológicamente. Pero aún así les hacía saber que él estaba enfocado en sí mismo.
Pero el pelinegro ya había notado la presencia de Eunsoo, aunque no le hablaba, ni se le acercaba, él la veía y ella fingía no haberlo estado mirando por horas y analizándolo en detalle. Ésto le pareció tierno, y un poco misterioso, así que fue él quien se acercó a hablar con ella.
Un día normal, terminando el entrenamiento de fútbol, ella estaba ahí. Claramente no se encontraba escondida; estaba en las gradas, sola. Cada vez que Jungkook la miraba a los ojos y sonreía, ella rápido bajaba la mirada o la dirigía a su celular, evadiendo el contacto visual, porque sentía muchísima inseguridad frente a Jeon Jungkook, el más codiciado de la universidad.
Cuando todos abandonaron el lugar, sólo quedó el equipo del pelinegro. Eunsoo estaba a punto de irse, pero un avión de papel en el suelo llamó su atención, frunció el ceño y lo recogió para abrirlo y leer lo que adentro decía:
“¿Puedes bajar un segundo, por favor?”
Quedó un poco confundida, pero aún así decidió hacerlo, ¿Qué podía pasar?
Bajando las gradas, se topó inmediatamente con el equipo de fútbol, éstos sólo la observaron por un instante y se retiraron, le resultó confuso que alguien le pidiera que bajara y cuando bajó todos la ignoraron, debía suponer que era una broma.
Suspiró bajando su cabeza, lista para abandonar el lugar, pero antes de que esto sucediera, una voz la hizo detenerse en seco.
—¿Así que tú eres mi acosadora?
Los nervios comenzaban a apoderarse del cuerpo de la pelinegra, quien no se giró a ver quién era el interrogante, no era necesario.
Él se acercó a ella y sonrió sintiendo ternura.
—¿Puedes mirarme a los ojos? Nunca me sostienes la mirada y.. me da mucha curiosidad, sinceramente.
Observándolo de reojo, termina girándose completamente, cayendo en el encanto de sus ojos café, pero muchísimo más de cerca. Tenía ganas de suspirar como una pequeña boba enamorada, tal y como hacía desde lo lejos, pero no se sentía en el momento correcto para hacerlo. Este la observó muy fijamente, a veces Eunsoo se preguntaba si Jungkook era un chico arrogante o creído, no estaba segura porque la mayoría de los chicos guapos de la universidad eran extremadamente vanidosos; pero su mirada decía todo lo contrario, y los ojos son el reflejo del alma.
—Soy Jeon Jungkook— comenta él, sin dejarla de observar, pero sonríe levemente— ¿me dices tú nombre?
La pelinegra se sintió derretir cuando el chico le mostró su encantadora sonrisa, pero tuvo que recomponerse rápidamente. Aclaró su garganta, sintiendo inquietud.
—Jung Eunsoo..— respondió rápidamente, para que no le diera tiempo a confundirse.
Este asintió con la cabeza, seguía observándola fijamente. Ambos se sorprendieron cuando escucharon el sonido de un trueno y dirigieron sus miradas hacia el cielo, cayendo en que llovería en instantes.
—Bueno, Eunsoo, vámonos ya que va a llover— indica él.
Con una última mirada por parte de ella y una afirmación, se retiran juntos de la cancha.
Así fue el comienzo de la historia entre Jeon Jungkook y Jung Eunsoo.
Luego de tanto tiempo, habían cambiado muchas cosas, Jungkook siempre fue un caballero con su esposa, pero Eunsoo comenzó a sentir cierta confusión cuando conoció a Jimin, sin mencionar que le molestaba los celos de su esposo. Sin duda quiso experimentar.
Pero en el fondo sabía que Jungkook no merecía esa actitud de su parte, un hombre perfecto para cualquier mujer siendo engañado por su esposa, no era algo muy bonito de apreciar.
Alejando todos esos pensamientos de su mente, decidió marcarle a Jimin, con tal de no quedar mal con su esposo.
—Dime, bonita.
—Lindo, necesito un favor tuyo urgente.
—¿En qué puedo servir?
—¿Puedes venir en un rato? Por favor.
—¿Quieres que tu esposo me saque los ojos?— bromea.
—¿Tienes miedo?— bromea de igual forma.
—Nos vemos en un rato, bebé. No sé para qué es exactamente, pero espero que no sea para que me maten.
—Jimin, ¿tan mal piensas de mí?
—No te lo tomes personal, pero no siempre se termina de conocer una persona, ¿lo sabes?
—Lo sé..— se preguntaba internamente a qué habrá venido ese comentario, pero Jimin era una persona un poco misteriosa, así que era normal.
—Bueno bebé, nos vemos más tarde.
—Adiós, Jimin.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro