Capítulo VII.

You used to dealing with basic bitches

I'm a new classic, upgrade your status

Pop out your past life, and I'll renovate your future

Damn, this is the life

Exclusive shit with all access granted

In the country where the accents are grand,

And they landing on top of foreign mansions

If you could listen more than you speak

I get you everything that you need

And everybody just lookin'

But ain't no nigga gon' holla

And let me show you that watch you supposed to wear

Ain't no time for stress

Have you ever wished your life would change?

Woke up and you lived your dreams

Baby I could help you make that change

I could show you how to do this thing

Change Your Life - Iggy Azalea ft. T.I.

Cuando regresamos al motel, conocimos a un vagabundo muy apañado -con el nombre de Hollywood-.

Después de haber montado toda la parafernalia que montamos con la cera en el motel, salimos dispuestas a darnos una vuelta por si veíamos algo que nos llamara la atención, pero lo único -o mejor dicho, a los únicos- que vimos fueron a los gilipollas de los gemelos que estaban entrando a una pastelería -casualmente en la que estábamos nosotras-.

Entonces, para formar follón, salimos corriendo llamándolos y gritando, atrayendo la atención de la gente.

-¡Hola Enrique! -grité yo toda dispuesta, partiéndome el culo, a lo que giraron -él y su hermano- la cabeza, para saber de dónde puñetas había salido ese grito. Y sin darme cuenta, también estaba Heather gritando, cosa que me hizo más gracia. Toda la situación era embarazosa, pero como no había ni Dios que nos conociese aquí, nos importaba -básicamente- una puta mierda.

-¡Hola Eduardo! -escuché a Heather.

Ya no podía más, simplemente por el hecho de ver sus caras asustadas y estupefactas -de nuevo- hacía todo esto descojonante. Las pocas personas más adultas que había a estas horas por la calle nos miraban con cara de situación, y otras en cambio pasaban de nosotras.

Heather, que llevaba la bolsa con nuestras palmeritas de chocolate dentro, la lanzó hacia atrás dándole a una pija, la cual se puso a quejarse con su voz de pito. Para coger aliento de tanto correr y reírme, me paré y me giré, aprovechando para echarle un vistazo a la puta pija de los cojones, que no paraba de cagarse en nuestr... un momento.

Me acerqué a ella por detrás, que estaba quitándose "un pegote de chocolate" del pelo -según ella, cosa que era mentira- y con toda la mala hostia que pude le solté:

-¿En qué te estás cagando, bonita? -la calle se quedó en silencio de momento, y supe que era ahora mismo la atracción de diversión de los gemelos, ya que Heather vino al escuchar lo que le había dicho a la putona esa.

Se giró, lentamente porque seguro se esperaba que no escuchara su retaíla de maldiciones, y me miró. Desafiándome. ¿Con que esas tenemos?

-Pues obviamente, si no hubiérais hecho el idiota de esa manera y mucho menos haber lanzado las palmeritas de chocolate, no me hubiese caído en el pelo, que acabo de salir de la pelu. -Me quería reír en su puta cara. Cosa que hice.

-Y.. ¿te has parado a pensar que tal vez me importe una mierda de dónde vienes o a dónde vas? Porque desde luego, la palmera de chocolate no sería la única cosa que te restregaría por ese pelo de mierda que tienes.

-Y habla la rubia teñida. -me miró sarcásticamente, como dando la conversación por ganada.

-¿Teñida? Pero si la teñida de las dos serás tú, con el pelo ese que parece que has metido la cabeza en una chimenea. Y desde luego que yo te ayudaría a meter la cabeza. En la chimenea. Con fuego dentro. Y.. -cuando estaba a punto de decir algo más, la muy estúpida me pegó una hostia que sonó hasta eco por la calle. Podía sentir la mirada de los gemelos detrás mía esperando algo peor, y estaba casi a punto de hacerlo cuando vi a Heather agarrarla del pelo en un puñado y tirarla abajo para que se pusiera de rodillas.

-¿A que ahora no tienes cojones para pegarle otra vez, eh, listilla? -la alientó, gritándole en el oído.

La pija no paraba de chillar cosas como "suéltame", "llamaré a la policía", "ay que se me estropea el pelo". Y eso fue el colmo.

Esta vez fui yo quien le dio la hostia en la cara. Y no una vez, sino dos. Y las dos veces me quedé de puta madre. Así sí.

***

Acabamos soltando a la pija estúpida por petición -mejor dicho obligación- de Harry y Edward que vinieron en busca de nosotras para que parásemos porque la estábamos acribillando. Y qué. Que no hubiera dicho nada, la malnacida.

Al final, nos chantajearon con sus palmeritas de chocolate, diciéndonos que si la dejábamos, nos la daban. Y encantadas accedimos. El chocolate ante todo. Íbamos ahora los cuatro andando por la calle. Eran altas horas de la noche y había un silencio sepulcral. No era incómodo -un poco, bastante a decir verdad- pero nadie sacaba conversación, así que eso era lo que había. Y había que joderse.

Entonces al darme cuenta de cómo íbamos reaccioné. Iba Heather y Edward un poco -DEMASIADO- pegado a ella. Y miré a mi lado y Harry estaba que un poco más y se me echaba encima. Pegajoso de mierda.

Me fui sin decir palabra por detrás de Heather y la agarré del brazo llevándomela un poco más adelantada de lo que iban ellos para que no pudiesen escuchar ellos dos.

-Tía, ¿por qué estamos con estos dos otra vez? -susurré un poco alto, como si estuviese gritando, pero en susurros. Yo me entendía.

Ella me miró, un poco confusa por no saber a qué venía esa pregunta -que yo no lo sabía tampoco- y mucho menos por no saber qué decir -cosa que yo no sabía qué decir tampoco-.

Ella miró un poco hacia atrás, viéndolos a ellos, y se giró de vuelta a mí. Cogiéndome por los antebrazos y mirándome a los ojos, me frenó. Cosa que no importaba porque íbamos un poco más adelantados que ellos.

-Mira, Sav, la ventaja de todo esto, es que estos dos son tan imbéciles que podemos aprovecharnos de ellos y ni se darán cuenta.

Asentí dudosa, porque aunque nos habíamos aprovechado de ellos más de una vez, sabíamos que se darían cuenta y nos mandarían a la mierda y no tendríamos de quién aprovecharnos.

-Sav, -me sacó de mis pensamientos- sólo... míralos. ¡¿Qué idiota no se da cuenta de que son tan manipulables como títeres?! Les gustan mucho las tías, y se dejan llevar a ciegas por un buen par de tetas y un buen culo. Si quieres, de ejemplo con lo de las tetas, tienes a Harry, que parece que tienes la cara aquí abajo. -me dijo de coña, a lo que me reí. Aunque realmente era cierto. Ella era de las dos la que tenía el mejor culo y yo... bueno, tenía bastantes tetas. De las cuales estoy muy orgullosa. Y sí, me da igual decirlo.

-Bueno, te haré caso..

-¡Esa es mi Sav! -me interrumpió

-Espera, espera. ¿Y si nos pillan qué?

-Pues... -me miró con sorna, y parece que se le ocurrió algo, porque me miró con una sonrisa torcida y dijo- ya se nos ocurrirá algo. -Y me guiñó, y sin darnos cuenta, Edward y Harry estaban más adelantados que nosotras, obviamente a su bola, pero a la vez, casi esperándonos.

Heather aceleró el paso y se fue al lado de Edward, al cual le empezó a sacar conversación. Yo, sin embargo, me quedé un poco atrás pensando en todo lo que me había dicho.

¿Y si salía mal? ¿Y si...?

-¿Savannah? -era Harry. Miré hacia él y vi que me estaba sonriendo de lado, con el hoyuelo izquierdo marcado. Esa maldita sonrisa me mataría cualquier día.

¿Pero qué coño estoy diciendo?

-Qué. -le dije todo lo indiferente que pude. Disimulando.

Pero ya no estaba, se había ido con Edward y Heather y me había dejado pensando -y casi hablando- sola.

Entonces los vi, no iban muy lejos, pero sí lo suficiente como para que tuviese que correr. Y me veía escoñada en el suelo. Literalmente.

Entonces lo supe. Supe que si no vivía ahora, ¿cuándo lo iba a hacer? Si no vivía como yo quisiera ahora, ¿entonces cómo? Sabía que tendría que hacerle caso a Heather, era ahora o nunca. Además... ¿qué podría salir mal? Sabía que ellos dos tan solo serían unos polvos muy buenos -buenísimos- para nosotras, pero nada más. Sólo... sexo. Alcohol y diversión.

Esto era Las Vegas. Aquí la mierda esa del romanticismo no va. La mierda esa del compromiso -excepto si es con el dinero- tampoco. Y lo único que veníamos buscando era.. libertinaje. No es lo mismo ser libre que un libertino. Y eso era algo que Heather y yo sabíamos muy bien.

Había llegado a la misma altura que ellos, e íbamos los cuatro como antes, -con antes me refiero a antes de arrastrar a Heather para hablar-.

-Por cierto, -empezó Heather. La miré y ella se dio cuenta de que la miraba y me miró de vuelta, guiñandome un ojo- gracias por las palmeritas, majos.

Solté una ligera risita, acordándome de toda la pelea con la pija. Eso ha sido otra cosa para apuntar a nuestra lista de "momentos épicos en Las Vegas".

No era real esa lista, pero me estaba empezando a plantear hacerla de verdad, porque al ritmo que íbamos, no llevábamos ni una semana aquí y nos habían pasado más cosas que horas tenía el día. Y joder, eso ya era decir. Y cuando saliéramos de aquí, estaba dudando de que nos acordásemos de todo. Aunque no se sabía si íbamos a salir de aquí o no. Le estábamos cogiendo cariño a esto.

-Las gracias y el dinero de nuestras palmeritas nos lo tiene que dar la puta pija esa. Que nos ha salido cara. -gruñó Edward. Pero, de repente, sentí unas manos en mi cintura: Harry.

-Eddie, Eddie... qué poco piensas.

-¿Qué dices tú, idiota? Te he dicho cuatrocientas mil veces que no me digas Eddie, Harold.

-Qué pesadito. -rodó los ojos. Yo me miré confusa con Heather, que estaba igual que yo, con miedo por lo que estaba a punto de salir de la boca del idiota este.- ¿No ves que lo que ganamos son ellas?

-¡¿Perdona?! -dijimos incrédulas Heather y yo, alzando las cejas a más no poder.

-Suéltame, bastardo -le dije a Harry, que cada vez que intentaba quitar sus manos de mí, apretaba más.

-Creeme que hasta que no te tenga en mi cama, no te suelto. -me susurró lenta y roncamente en el oído, haciéndome parar por un momento. La había cagado en parte al pararme porque si él tenía dudas de que con esa voz me ponía, ahora mismo se lo acabo de confirmar.

-Y créeme, Sav, -apretó el hueso de mi cadera, haciéndome jadear leve e inaudiblemente, pero para él perfectamente perceptible, ya que lo hizo reír- será en menos tiempo de lo que crees...

Sabía que esto había cambiado algo.

Pero qué coño, ¿a quién pretendo engañar? Sabía que desde que conocimos a estos dos cambiaría radicalmente nuestra vida, dándole un giro de ciento ochenta grados. Y que esto no era más que el principio de problemas, y momentos inolvidables.

Pero sobre todo de problemas. Muchísimos problemas.

¿Y qué mejor que crear problemas en la ciudad donde ya tan solo oír su nombre ya sabes que anuncia PROBLEMAS en gigante y luces de neón?

HOLA BABIES

PUES AQUÍ OTRO CAP DE AMERICAN BASTARDS ;)

PREGUNTAS,

¿CÓMO CREÉIS QUE VA A TERMINAR EL 'PLAN' DE HEATHER Y SAVANNAH?

¿QUÉ ESPERÁIS DE LOS SIGUIENTES CAPÍTULOS?

¿OS GUSTA EL RUMBO QUE ESTÁ TOMANDO LA HISTORIA?

¿QUÉ OPINÁIS DE HEATHER?¿Y DE SAV?

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