Capítulo 2.

Back door cracked

We don't need a key

We get in for free

No V.I.P sleazy

Drink the cooly and follow my league

Now you're one of us

You're counting with me.

It's time to kill the lights

And shut the DJ down

This place about to...

Tonight, we're taking over

No one is gettin' out

Ke$ha - Blow

Heather's POV.

Ahora mismo estaba literalmente flipando. Los tíos eran completamente iguales, y cuando digo iguales quiere decir clavaditos. Ambos con el pelo castaño claro, uno más alborotado que el otro y unos ojos verdes intenso, que titilaban bajo las luces del lugar. Extrañada, levanté la mano y palpé con cuidado la mejilla de uno para acto después hacerlo con otro. De carne y hueso. Miré a Savannah completamente asustada, ¿qué mierda llevaba el tequila?

-Savannah joder, ¿qué coño le han echado al puto tequila?

Savanna se llevó las manos a la cara y se la restregó progresivamente, con los ojos abiertos de par en par.

-¿Qué chicas?¿Sorprendidas?- preguntó uno de ellos sonriendo. El otro, el de los tatuajes había dejado de reírse, porque tampoco es que lo hubiera exagerado como el otro.

Tenía pinta de amargado.

-Acojonadas.- acoté- ¿en serio sois reales o estamos flipando?

-Bueno, dado que mi hermano está cubierto de tatuajes y yo no, pues no, somos completamente reales. Lo que me pregunto yo es que si esas curvas son reales...- suspiró mirando a Savannah de arriba a abajo. Esta elevó ambas cejas y se cruzó de brazos, pero su vestido no le ayudaba demasiado ya que tenía mucho escote y era corto, al igual que el mío.

-Te metería una hostia, pero temo darle a tu hermano en vez de a ti.- guñó Savannah.

El que era su hermano sonrió con cierto ápice de ironía e introdujo sus manos en los bolsillos delanteros de sus pantalones. Dios que ceñidos...

No pude evitar morderme el labio acaloradamente y una pequeña sonrisa se asomó por sus labios.

-¿Os invitamos a algo?- preguntó el no-tatuado.

-Claro.- se adelantó Savannah.

Los cuatro nos abrimos paso hasta la barra, donde un par de tíos y una chica servían copas a gente medio derrumbada sobre la barra. La tía, la cual por cierto era putísima, se acercó pavoneándose y se apoyó de una manera que a un tío se le hubiera empinado hasta la luna. A mi me dio arcadas.

-¿Qué queréis guapos?- miró a ambos chicos repetidamente para luego mirarnos con asco a Savannah y a mi.

Savannah como es muy hija de puta, se aferró al brazo del no-tatuado y apoyó su cabeza sobre el hombro de él.

-Un Cosmopolitan para mi, ¿tú qué quieres?- preguntó dirigiéndose al no-tatuado, o al gemelo 1.

-A ti.- Savannah abrió mucho los ojos y escondió su sorpresa forzando una sonrisa, a la vez que aplastaba su pie bajo su grueso tacón- Una cerveza por favor.- se apresuró en pedir.

La morena se dio la vuelta refunfuñando pero justo entonces llamé su atención chasqueando los dedos.

-¿No te han enseñado que hay que atender a todos los clientes o qué?- se cruzó de brazos, dispuesta a rebatirme cuando levanté la mano.- Cállate. Quiero un Black Moon, y rapidito, no tengo toda la noche y a ti no te pagan por zorrear con los clientes.

Savannah no pudo contener la risa y estalló en carcajadas, al igual que el gemelo 1. Justo entonces una risotada ronca resonó en mi oído y dos manos se posicionaron en mis caderas.

-Yo quiero ron con Coca-Cola morena.- murmuró sensualmente la voz detrás mío- y haz caso a la señorita y deja de zorrear.

Me giré sorprendida por sus palabras y me choqué contra el torso del gemelo 2. El tatuado. Levanté la mirada y me topé con sus verdes ojos destellando bajo los luminiscentes de la discoteca.

-¿Te gusta lo que ves?- su aliento olía a alcohol. Obviamente estaba pasado de copas. Igual que los otros tres que quedábamos.- Soy Edward Styles. Y el gilipollas que babea por tu amiguita es mi hermano, Harry Styles.

Enarqué una ceja a sabiendas de que Savannah me miraría con el ceño fruncido porque ella no sabe hacer eso y solté una carcajada cuando efectivamente, me giré en su dirección y me miraba malhumoradamente.

-No es justo. Todo el mundo sabe hacerlo excepto yo.- se quejó cruzándose de brazos.

-Puedo enseñarte yo nena. Esto y mucho más...- Harry escondió un mechón de su pelo tras su oreja. Justo entonces la zorra morena llegó con nuestras bebidas y Harry sin dejar de mirarla estiró un brazo hasta alcanzar el Cosmopolitan y depositó el borde del vaso cristalino bajo los labios de Sav. Ella sin dejar de mirarle, abrió los labios y bebió.

-Se me ocurre otra manera mejor de probar esto.- susurró Edward demasiado cerca mío. Repitiendo las acciones de su hermano, agarró mi Black Moon y bebió de él. Entonces agarró mis mejillas entre sus manos y presionó sus labios contra los míos. Iba a abrir la boca para replicar o morderle para que se detuviera pero entonces un líquido fresco entró en ella, acompañado de la suave textura que conformaba la lengua de Edward. El sabor dulzón de la bebida y su lengua rozando con la mía me hicieron perderme durante unos instantes, pero entonces reaccioné, dándole a Edward un fuerte puñetazo en la mandíbula.

Miré hacia mi derecha y Harry intentaba besar a Savannah, la cual le empujó hacia atrás propinándole una patada.

-¿¡Estáis locos o qué!?- preguntó enfurecida.

-Locos por vosotras.- bramó Harry mientras trataba de aprisionarla contra la barra, pero ésta le dio otro pisotón.

Edward ahora me miraba con odio.

-¿Para qué mierda me pegas?- me exigió encolerizado.

-¿Para qué mierda me besas?- repetí su acción.

-Quería probar un punto.

-¿Un punto?

Se lamió los labios, mordiéndolos levemente, cosa que me dejó atontada. Tenía que ser pecado ser tan sexy.

-Si, pensaba que eras una perra cualquiera. Pero para el caso, que viene a ser lo mismo, eres como un puto rottweiler.

Fruncí el ceño y entonces le solté otra torta.

-¿Lo ves?- gruñó enfadado.

-Te jodes.- me encogí de hombros como si el tema no fuera conmigo.

Le arrebaté mi vaso de sus manos y me lo bebí de un sólo trago. El alcohol golpeó con más fuerza aún.

Entre copa y copa. Los cuatro nos aproximamos tambaleándonos hacia la salida del casino. Un hombre trajeado nos abrió la puerta hacia la salida y el aire cálido me hizo estremecerme. Savannah vomitó justo después de dar un paso hacia adelante. A duras penas pude comprobar, por encima del dolor de cabeza, como Harry sujetaba su pelo y le daba torpes palmaditas en la espalda.

Cuando Savannah terminó de vomitar, empujó a Harry lejos y se acercó a mi dando traspiés.

-Deberíamos coger un taxi.- propuso arrastrando las palabras.

No pude evitar una risa de gilipollas y por poco no me meo encima.

-Sav vamos volando.

-¡O arrastrándonos!

Los gemelos nos miraban extrañados desde donde estaban. Estaban borrachos pero supuestamente habían venido en moto y debían controlarse así que estaban un poco más sobrios. Aunque no creo que estuvieran en condiciones de conducir porque se tambaleaban bastante.

-¡Podemos correr desnudas!- Savannah empezó a descojonarse ante mi propuesta y justo cuando estábamos por quitarnos los vestidos, Harry se acercó seguido por Edward.

-Oye, ¿os importa reservaros el strip-tease para nuestra casa y os llevamos en moto?- propuso arrastrando las palabras ligeramente.

Sav y yo nos miramos por unos instantes y efectivamente asentimos.

(...)

-¡Para la moto Edward!- grité mientras me reía como una loca.

Nos habíamos saltado como cuatro semáforos delante de la policía, que parecía gilipollas porque no nos había prestado atención.

De repente, dejamos a un lado todo el tráfico y entramos en una urbanización, justo cuando íbamos a doblar una curva, se escuchó un estruendo y vi a Savannah deslizándose por el suelo como el perezoso de Ice Age. Me empecé a mear de la risa pero justo entonces Edward, quien se había distraído, perdió el control de la moto y acabamos deslizándonos por el suelo también.

Me acerqué a Savannah, con lágrimas en los ojos de tanto reírme y la abracé mientras nos meábamos de la risa y caíamos abrazadas al suelo.

Edward se acercó tambaleándose.

-¿Estáis bien?

-¡Soy un trapo!- se carcajeó Sav. No pude evitarlo y caí al suelo de nuevo, puesto que estaba de rodillas.

-¡Te quiero tía!- chillé.

Sin duda. Las Vegas era nuestro lugar.