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Capítulo 17

Wisconsin, Estados Unidos 🇺🇲

Fui abriendo los ojos poco a poco y la verdad me fue entrando un dolor insoportable en todo el cuerpo, pero ese dolor se centró en mi vientre y cada vez se está haciendo más intenso, tomé el botón para llamar a una enfermera, pero solo hizo mucho ruido, abrieron la puerta y entró mi mamá.

—Hija, ¿estás bien? —me pregunto mi madre, aunque en realidad fue una pregunta muy obvia, ella debe saber que estoy fatal.

—Mamá tengo un dolor sumamente terrible —le dije y ella comenzó a sobarme la cabeza —¿dónde está Edward? —le pregunté.

—Él está afuera, no se ha querido mover de aquí.

Yo sonreí.

—Mamá, ¿cómo está la bebé? —ella se alejó, pero me seguía mirando —¿qué pasa mamá?

—Perdiste a la bebé y no solo eso, sino que jamás vas a ser mamá, porque te hicieron una histerectomía.

¡Qué! eso no puede ser, ahora sí Edward me va a dejar, traté de medio sentarme, pero me dolió hasta el alma.

—Mamá tu no me puedes decir que perdí a la bebé y más que jamás seré mamá, Edward me va a dejar.

—Hija cálmate, no te preocupes porque Edward está demasiado mal como para pensar en dejarte, no pienses eso.

—Acaso no entiendes que Edward estaba conmigo por esa bebé, yo no le importo.

—Pues eso no es lo que parece ahora, créeme está demasiado preocupado, tanto así que... —ella se quedó callada, pero luego hablo —maldita Amelia, ella mato a la bebé y fuera de eso te dejo estéril, la vamos a demandar, ella se va a pudrir en una cárcel.

—Mamá, Amelia no tuvo nada que ver, yo me caí por las escaleras, pues si estaba discutiendo con ella, pero fue un accidente y si la llegamos a demandar, ellos pueden pedir la grabación de las cámaras y en vez de ayudarme será todo lo contrario ya que me va joder más mi matrimonio.

—¿De qué hablas? —me pregunto mi mamá.

—Edward me va dejar en el preciso momento en que se entere que Amelia está embarazada —mi mamá quedó con los ojos abiertos.

—¡Embarazada! —ella comenzó a caminar de un lado a otro —déjame adivinar, el papá es Edward.

—Aunque ella me dijo que el papá es Eduardo, yo estoy segura que ella está embarazada de mi marido.

—Edward no te va a dejar y mucho menos por Amelia.

—Mamá entiende, Edward está enamorado de Amelia y por eso te digo que él me va a dejar, por eso no podemos demandar a Amelia —dije y mi mamá asintió.

—Está bien, no vamos a demandar a Amelia, pero eso sí la vamos a dejar por el suelo, sobre todo con Edward, ahora que él entre a verte vas a hacerte la mártir, pero lo más importante es que no se te vaya a ocurrir decirle nada del embarazo de Amelia o bueno le puedes decir que el papá es Eduardo como te lo dijo Amelia.

—Está bien mamá —le dije.

—Ahora me veré con el abogado amigo de Federico y haremos una cláusula de matrimonio, que va a durar hasta que nos de la gana, o sea toda la vida.

—¿Y cómo vamos a hacer que Edward lo firme? —le pregunte.

—Ya vas a ver —me dijo.

Yo sonreí, me parece muy bien estar con Edward toda la vida, entro una enfermera.

—Que pena la demora, pero es que tenemos muchos pacientes —me dijo mientras me organizaba la canalización.

—Me estoy muriendo del dolor —le dije.

—No sé preocupe, le voy a poner dipirona —ella se dirigió a mi mamá —ya debe salir, hay otras personas que quieren ver a la paciente —mi mamá asintió y se levantó, se me acercó.

—Iré a la casa a traerte cositas, recuerda lo que te dije —yo asentí, ella me dio un beso en la frente y salió.

....

Elena salió de la habitación y al estar en la sala de espera se acercó a Edward.

—Ya puedes pasar, Susan quiere verte —él asintió y comenzó a caminar hacia la habitación, Elena se acercó a Violeta.

—Necesito que me lleves a un lugar —le dijo.

—Claro que sí, yo te llevo —ellas tomaron sus cosas y se fueron.

....

Abrí la puerta y entre a la habitación, me acerqué a Susan.

—Hola Susan —le dije, ella me miro y me sonrió.

—Hola Edward, no sabes cómo estoy de feliz por verte —me dijo.

—Yo estoy feliz de que estés viva.

—Estoy viva, pero no estoy completa —dijo Susan y soltó una lágrima —Edward perdí a nuestra hija, no sabes cómo me siento.

—Yo también estoy muy triste de que se haya muerto nuestra hija, no sabes con la ilusión que la estaba esperando —dije mientras tomé su mano.

—Ella no se murió, Amelia la mato y no contenta con eso, fue la culpable de dejarme estéril —añadió Susan.

—¿De verdad Amelia es la culpable? —le pregunté.

—No quiero hacerle una mala imagen a Amelia y menos porque sé que la amas, pero ella se encargó de hacerme caer por las escaleras.

—Pero es que suena bastante ilógico, dime Susan ¿qué ganaría Amelia al hacerte perder a nuestra hija?

—Pues obviamente separarnos, ella sabe que te casaste conmigo porque estaba embarazada.

—Susan yo no te voy a dejar y mucho menos después de que perdimos a nuestra hija.

—Bueno, entonces me empujó porque me odia  y no se tocó el corazón para hacerme daño sabiendo que yo también estaba embarazada —me dijo Susan.

—¿También? —pregunté, ella asintió —no entiendo.

—Así es, porque ella está embarazada —cuando Susan me dijo esto, me quedé estático, ¿Amelia embarazada?, ¿desde cuándo?, Susan siguió hablando —Amelia está embarazada de Eduardo.

—¿De Eduardo? —la verdad no entiendo nada.

—Si, eso me lo dijo ella y entonces por eso Amelia me tiro por las escaleras.

—¿Y qué tiene que ver una cosa con la otra? —le pregunté a Susan.

—No lo sé, pregúntale a Amelia —me dijo, yo rodeé los ojos.

—Susan mejor olvidemos esto por ahora solo preocúpate por recuperarte —le di un beso en la frente, entró una enfermera.

—Ya debe salir, la paciente ya no puede tener más visitas.

—Vendré mañana, cuídate mucho —ella me sonrió y yo salí de la habitación de Susan, David estaba en la sala de espera.

—Tienes una cara, ¿tan mal está Susan? —me pregunto David.

—Amelia está embarazada —le dije, él abrió los ojos como platos —no me hagas esa cara que estoy seguro que tú ya lo sabías —añadí.

—No, no, no, te juro que no sabía nada, a mí Samanta no me dijo nada —me dijo David y la verdad por la cara que puso significa que está diciendo la verdad —¿quién es el papá? —pregunto finalmente David.

—Según Susan el papá es Eduardo —le dije —mejor vámonos para la casa es que estoy demasiado cansado y un poco estresado.

—Vamos y la verdad es que te entiendo hoy no ha sido tu día —comenzamos a caminar y salimos del hospital, la verdad es que David tiene razón hoy no ha sido mi día, primero: Susan tuvo un accidente, segundo: perdí a mi hija y tercero: la mujer que amo puede ser la culpable de la muerte de mi hija y además me entero que está embarazada de Eduardo.

Ya quiero llegar a mi casa, necesito dormir para que se acabe de una vez está pesadilla.

....

Elena y Violeta llegaron al lugar, pidieron el ascensor, presionaron el piso, al llegar caminaron por el pasillo hasta el apartamento.

Toc, Toc ✊🏻

Nadie abría, volvieron a tocar.

Toc, Toc ✊🏻

Les abrió Emma.

—¿Ustedes qué hacen aquí? —les pregunto Emma.

—Vengo a hablar de lo que la zorra de tu hija le hizo a mi hija —añadió Elena.

....

Llegamos al apartamento y apenas abrimos la puerta, aparecieron mi mamá y Ricardo bastante alterados.

—Hija ¿qué fue lo qué pasó? —me pregunto mi mamá.

—Como te dije en el mensaje, Susan tuvo un accidente —dije, mientras me sentaba y Sammy se sentó a mi lado.

—¿Qué le pasó a Susan? —me pregunto Ricardo.

—Ella se cayó por las escaleras, todo fue porque estábamos discutiendo —suspiré —Susan se enteró que estoy embarazada y además está segura que el papá es Edward, mientras yo trataba de negarlo, ella tuvo el accidente —les conté.

—Pero ahora Susan está acusando a Amelia de que ella la empujó por las escaleras —dijo Sammy.

—¡Qué! —dijeron mi mamá y Ricardo al mismo tiempo.

—Ahora Elena está encima mío y me quiere meter una demanda —dije.

—Entonces siendo así vamos a pedir una copia de las cámaras de seguridad —dijo Ricardo, yo negué —¿por qué no?, es una buena defensa para ti.

—Es que si muestran el vídeo Edward se va enterar de mi embarazo y no quiero eso —dije finalmente.

—Susan perdió a la bebé y ahora la única que está embarazada de él eres tu —dijo Samanta.

—Me quedó muy claro en el hospital que Edward ya no quiere saber nada de mí —añadí, mi mamá se me acercó y se sentó al frente mío, me tomó de las manos.

—Él actuó así por lo que le hicieron creer, pero ya después se lo puedes explicar —me dijo mi mamá, yo le sonreí y me levanté.

—Iré un segundo a mi habitación, necesito pensar algunas cosas —exclamé.

—¿Quieres qué vaya contigo? —me preguntó Sammy y yo asentí, ella se levantó y camino conmigo hacia mi habitación.

....

Emma y Ricardo se quedaron en la sala de estar.

—Estoy muy preocupada por Amelia —dijo Emma.

—Yo también estoy muy preocupado —añadió Ricardo.

—Mejor me pondré a hacer la cena a ver si me distraigo —dijo Emma.

—Yo iré a revisar algo de la empresa —Ricardo se levantó y se fue hacia su despacho, luego de unos minutos

Toc, Toc ✊🏻

Emma se lavó sus manos para ir a abrir, volvieron a tocar.

Toc, Toc ✊🏻

Ella abrió y se encontró con Elena y con la amiga de Susan, la tal Violeta.

—¿Ustedes qué hacen aquí? —les pregunto Emma.

—Vengo a hablar de lo que la zorra de tu hija le hizo a mi hija —añadió Elena.

—¿Perdón? —preguntó Emma.

—No te hagas la loca Emma, tu muy bien sabes que la estúpida de tu hija intento matar a mi hija, pero no lo consiguió, en su lugar mato a mi nieta y fuera de eso dejo estéril a Susan —le dijo Elena.

—Lo de Susan fue un accidente —añadió Emma.

—Si claro un accidente —dijo Elena sarcástica.

—Amelia ayudo a Susan, la acompaño a urgencias, además le prestó los primeros auxilios y ustedes la tratan de hundir, pues les cuento que están muy equivocadas y les aseguro que no van a conseguir nada —le dijo Emma.

—Amelia lo único que quería era estar segura que mi amiga se murió, para ella quedarse con Edward —está vez hablo Violeta.

—Violeta tiene razón, porque Amelia siempre se ha metido en la felicidad de mi hija, ella se la ha pasado de zorra.

—Si serás cínica Elena, tu muy bien sabes que Susan es la que se ha metido siempre en la felicidad de mi hija, primero se metió con Simón, luego en la universidad se la ha pasado restregándole que tú te revuelcas con Federico, finalmente mi hija se enamora de Edward, y Susan sale embarazada de él, más bien la que ha andado de zorra no es Amelia, sino Susan, pero de alguien lo habrá aprendido.

—¡A mi me haces el favor y me respetas!  —gritó Elena.

—¡Tu fuiste la que vino aquí a tratar de agredir a mi hija, pero se te olvidó que Amelia tiene una madre que la sabe defender muy bien! —está vez gritó Emma —además mi querida Elena el respeto se gana.

—¡Claro, pues entre zorras se entienden! —añadió Elena.

—¡Asi como tu con Susan, tu le enseñaste a ser una zorra!

—¡A mi me respetas!

—¡Tu respeta a mi hija!

Ambas ya se estaban acercando mucho.

—¿Qué está pasando mi amor?, desde  el estudio escucho los gritos —le preguntó Ricardo.

—Mira quien vino a visitarnos —le dijo Emma mientras le mostraba a Elena.

—Elena, ¿qué haces aquí? —pregunto Ricardo.

—Supongo que ya supiste lo de mi hija —dijo Elena, Ricardo asintió.

—Amelia es inocente y si ustedes quieren demandarla quiero decirles que ya tenemos una copia de las cámaras de seguridad —le dijo Ricardo.

—Ni Susan ni yo la vamos demandar, yo solo quiero que Amelia deje en paz a mi hija, se aleje de su marido y que respete que ellos acaban de perder a su hija.

—Tranquila Elena que Amelia no quiere saber nada de Edward —le dijo Emma, ella sonrió.

—Más le vale que de verdad se aleje de Edward, porque si no yo misma me encargaré de eso.

—No te atrevas a hacerle nada a mi hija —le advirtió Emma.

—No le voy a hacer nada a ella, sino a su bebé —añadió Elena, Emma y Ricardo quedaron sorprendidos.

—Si algo le llega a pasar a mi hija o a mi nieto, tú serás la única culpable —le dijo Emma mirándola desafiante.

—Ya están advertidos, nosotras ya nos vamos, Ricardo siempre es un gusto verte —dijo finalmente Elena y se fue acompañada de Violeta.

—No le vayas a decir nada de lo que dijo Elena sobre el bebé, no quiero preocuparla más de lo que ya está —dijo Emma.

—Tranquila, no le voy a decir nada a Amelia —prometió Ricardo.

—¿Qué no me van a decir? —preguntó Amelia que acababa de llegar acompañada por Samanta.

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