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Capítulo 16

Wisconsin, Estados Unidos 🇺🇲

—Susan, Susan —le hable y ella fue abriendo un poco los ojos.

—Me duele mi abdomen —me dijo.

—Espera llamo una ambulancia, no te muevas —le dije y busque en mi bolsillo mi teléfono y tristemente no lo tengo —Susan ¿tienes tu teléfono? —le pregunté, ella asintió —lo necesito, es que no tengo el mío.

—Está en mi bolsillo —me dijo, le metí la mano suavemente y saqué su celular, le puse su huella para desbloquearlo y marqué al 911.

Llamada

911: Gracias por comunicarte a nuestra línea de emergencia, ¿qué necesita?

Yo: Aló señorita, necesito una ambulancia al conjunto cerrado Las Perlas, bloque siete en el octavo piso, es urgente.

911: Ya mismo le estamos mandando una unidad, más o menos le llega en cinco minutos

Yo: Muchas gracias.

911: Gracias a usted por comunicarse con nosotros.

Fin de llamada

—Ya viene la ambulancia —le dije, ella cerraba los ojos y apretaba los dientes.

—Amelia me duele mucho mi abdomen —me dijo.

—No te muevas —le dije.

—Llama a Edward —volví a desbloquear su celular y busqué su contacto, lo tiene agregado como MI AMOR , le marqué.

Llamada

Edward: Hola Susan, ¿pasa algo?

Yo: No soy Susan, soy Amelia.

Edward: ¿Amelia?, ¿qué haces con el celular de Susan?

Yo: Edward, Susan tuvo un accidente, por eso estoy con ella.

Edward: ¡Qué!, no puede ser, ¿qué pasó?, ¿está bien?

Yo: Ella rodó por las escaleras.

Edward: Ya mismo voy para allá.

Yo: No es necesario que vengas, ya llamé una ambulancia, nos vemos mejor en el hospital.

Edward: Vale, allá nos vemos.

Yo: Listo Edward, y por favor avísale a Elena.

Edward: Claro, ya la llamo y llegó con ella al hospital.

Fin de llamada

Guarde nuevamente el celular de Susan, escuche el ascensor y además unas ruedas, yo creo que llego la ambulancia.

—Buenas tardes —dijo uno de los paramédicos.

—Buenas tardes —le dije, él se acercó a Susan y le tomó sus signos.

—¿Cómo se llama la paciente? —me pregunto.

—Susan James —dije, ella negó.

—Susan Wilson —me corrigió.

—Listo entonces la registrare con el segundo apellido —dijo el paramédico —vamos a subirla a la camilla, iremos al hospital central, ¿usted podría venir con nosotros? —me pregunto el paramédico, yo mire a Susan y acepte.

—Por favor tengan cuidado, ella está embarazada —le dije.

—¿Cuántos meses tiene? —me pregunto.

—No lo sé con exactitud —dije.

—Bueno con un ultrasonido sabremos los meses de embarazo —él comenzó a mover la camilla, pero antes le puso a Susan el proveedor de oxígeno, nos dirigimos al ascensor y de ahí a la ambulancia, nos subimos y nos fuimos rápidamente.

Le mandé un mensaje a mi mamá.

Yo: Mami, Susan tuvo un accidente así que voy con ella en la ambulancia.

Luego de mandarle ese mensaje a mi mamá, se lo mandé también a Sammy, pero ella si me lo respondió de inmediato.

Conversación WhatsApp

Sammy: ¿Cómo qué un accidente?, y tú estabas con ella eso es nuevo.

Yo: Después te cuento, ahora llega al hospital, te necesito.

Sammy: ¿A cuál hospital van?

Yo: Al hospital central.

Sammy: Listo, allá nos vemos.

Fin Conversación WhatsApp

La ambulancia iba con las sirenas prendidas y menos mal no había autos así que llegamos rápido, bajaron a Susan y entraron con ella de inmediato, yo me quedé en la sala de espera.

Dios quiera que no le pase nada a Susan, lo único que pude hacer fue comenzar a orar, aunque en realidad estoy muy nerviosa ya que Susan sabe sobre mi embarazo y más que está segura que el papá es Edward...

Hablando del rey de Roma y él que se asoma y bastante alterado, detrás de él venía Elena, pero al verme no hizo precisamente la mejor cara.

—Amelia, ¿qué pasó? —me pregunto Edward, yo me levanté y le dije.

—Estábamos discutiendo, luego la ignore, ella siguió gritando y mientras me perseguía, se rodó por las escaleras.

—¿Pero no pues que ustedes habían hecho las paces? —me pregunto Edward, yo me quedé en silencio.

—A mí nadie me quita de la cabeza que tú tienes algo que ver con el accidente de mi hija —me dijo Elena y yo negué.

—No tengo nada que ver se los aseguro —dije.

—Pues no te creo nada, tu odias a mi hija — exclamó Elena.

Más bien ella me odia a mí, Edward fue a preguntar por Susan a la recepción, Elena y yo nos sentamos, pero obviamente en lugares diferentes, yo comencé a pasarme las manos por la cabeza, la verdad sentí estrés, no quiero que me echen la culpa porque todo fue un accidente, levanté la mirada y Samanta estaba entrando junto con David.

Esa es buena, quiere decir que estaban juntos, me acerque a ellos.

—Amelia, ¿estás bien? —me pregunto Sammy, yo asentí.

—Si, ahora me preocupa es la salud de Susan —dije, Sammy me abrazo.

—Vas a ver que todo va a estar bien —me dijo Sammy, yo la abracé fuerte.

—Si, tu tranquila todo va a estar bien —añadió David.

—Gracias David —le sonreí y él me devolvió la sonrisa.

—Iré a buscar a Edward, ahora vengo con ustedes —nos dijo y a Sammy le dio un beso, para luego irse, yo la mire divertida, ella entendió mi mirada.

—Él termino con Violeta y decidimos darnos una oportunidad —me dijo y yo sonreí.

—Me alegra mucho por ti —le dije, nos sentamos nuevamente, Edward y David llegaron, se sentaron a nuestro lado.

Violeta llegó bastante alterada.

—¿Cómo está Susan? —pregunto.

—Aún no sabemos nada —le dijo Edward, ella me miro y me dijo.

—Si serás zorra Amelia, viniste a verificar si mi amiga se murió para quedarte con su marido, no tienes vergüenza —me levanté y me acerqué a ella.

—Te equivocas Violeta, yo fui la que ayudo a Susan y la traje a este hospital —ella se rio.

—Sabrá Dios sino fuiste tú la que le hizo algo, porque de las mujeres como tú se puede esperar cualquier cosa —me dijo.

—Estoy muy de acuerdo contigo —añadió Elena, yo no dije nada más así que volví a mi lugar, Violeta miro a Samanta y luego a David, ellos tenían sus manos entrelazadas

—Ustedes son el colmo del cinismo —les dijo, Sammy la ignoro, pero David si le dijo.

—No es el momento Violeta —eso la hizo llenarse más de ira.

—Pero si es el momento para lucir a la zorra de tu novia —exclamó Violeta.

—Ya basta Violeta, por favor luego peleas con David, ahora solo debemos estar pendientes es de Susan y de mi hija —Edward se levantó, Violeta solo rodó los ojos y se fue a sentar al lado de Elena.

Pasaron diez minutos y el doctor salió y nosotros nos acercamos.

—¿Cómo está mi hija doctor? —le pregunto Elena.

—La paciente está estable, no tiene ninguna factura ni trauma cráneo encefálico —hablo el doctor —sin embargo, les tengo una mala noticia, Susan perdió a la bebé —todos nos quedamos en silencio, Edward comenzó a llorar, David se acercó para darle consuelo.

—¿Tan fuerte fue el impacto doctor? —le pregunto Elena.

—Así es, y Susan no dejaba de sangrar así que tuvimos que hacerle una histerectomía total para salvarle la vida, es decir que ella no podrá ser mamá jamás.

Elena comenzó a llorar y Violeta trataba de consolarla.

—Mi amiga no se merecía este accidente, ella estaba esperando con mucha ilusión a su hija, que injusta es la vida —dijo Violeta.

—De hecho señorita, cuando la paciente ya estaba consciente nos dijo que lo suyo no fue ningún accidente, sino que la persona que estaba con ella la empujó por las escaleras —hablo finalmente el doctor.

Todos me miraron, incluso Edward.

—Yo sí decía que Susan no había tenido ningún accidente, tú eres la culpable —Elena se me acercó desafiante —lárgate de aquí, no mataste a mi hija, pero si a mi nieta, eres una maldita asesina, ve y dile a la insípida de tu madre que contraté un buen abogado porque te vamos a demandar —me quedé estática.

—Ya escuchaste a Elena, lárgate de aquí Amelia, sino quieres que yo misma te saqué así sea del cabello —me dijo Violeta, yo la ignore así que me acerqué a Edward.

—Edward tú tienes que creerme yo no le hice nada a Susan, todo fue un accidente, te lo juro —le dije.

—En estos momentos tengo muchas ideas en la cabeza Amelia, por ahora solo te diré que sí es verdad lo que dice Susan, jamás te voy a perdonar que hayas matado a mi hija —él termino de hablar y se alejó.

—Edward por favor tú tienes que escucharme —le insistí caminando detrás de él.

—Dale el lugar que le corresponde a mi hija, saca a esta mujer de aquí —le habló Elena a Edward.

—Amelia por favor vete, no compliques más las cosas —me dijo Edward, yo asentí y mire a Sammy, ella entendió perfectamente mi mirada.

....

Edward estaba siendo demasiado duro con Amelia y yo la verdad sí le creo que sea inocente, ya sabía yo que Susan se iba a aprovechar de la situación para echarle la culpa a Amelia.

—Me voy contigo —le dije, ella asintió, me acerqué a David.

—Me voy a ir amor, en estos momentos Amelia me necesita —él asintió.

—Yo por obvias razones me quedaré, pero apenas esto se calme te llamo —me dijo.

—Está bien amor —le dije y él me dio un corto beso.

—Cuídate y cuida mucho a Amelia, te amo —me dijo finalmente, yo le di un abrazo y salí rápidamente, al alcanzar a Amelia le coloqué mi brazo encima de su hombro, ya que se debe sentir muy mal, la están acusando injustamente, decidimos caminar y así podríamos despejar nuestra mente.

....

Luego de despedirme de Sammy, me le acerque a Edward, él estaba inconsolable, su hija había muerto y él la estaba esperando con mucha ilusión.

—Lo siento primo, estoy contigo —le dije, él volvió a llorar.

—No sabes cómo me siento —me dijo, yo le di un abrazo —no solo perdí a mi hija, sino que Susan acusa a Amelia de ser la culpable, no sabes lo que siento al pensar que la mujer que amo intento matar a Susan y termino matando a mi hija, me siento fatal.

—No me quiero imaginar cómo te sientes, pero algo si te quiero decir, yo meto las manos al fuego por Amelia porque ella no sería capaz de hacer algo así, más bien Susan se quería deshacer de la bebé y por eso se echó a rodar por las escaleras —le dije, él negó.

—Yo ya no sé qué ni que creer —añadió Edward, yo sí estoy completamente seguro que Amelia es inocente.

....

Ambos nos acercamos a donde estaba Elena hablando con el doctor.

—¿Puedo verla? —le pregunté.

—Claro que sí, pero de a uno —añadió el doctor, yo asentí

—Edward te importaría si primero entro yo —me dijo Elena.

—No claro que no, Elena adelante —le dije, ella me sonrió y se fue con el doctor, yo me senté y David se hizo a mi lado, Violeta se hizo al frente de nosotros.

—Menos mal se fueron esas zorras, a eso volvieron a dañarnos la vida ya que una acabó con mi relación metiéndose en tu cama —le dijo a David —y la otra acabó con la vida de Susan y de pasó arruinó la tuya —me dijo.

—Violeta por favor no estoy para tus comentarios —le dije.

—Si Violeta, aún no se sabe si de verdad Amelia es culpable o no —añadió David.

—Pues yo le creo a Susan, es evidente que Amelia la odia y se quiso deshacer de ella para quedarse contigo Edward, pero solo mato a tu hija —hablo Violeta, yo me niego a creer que Amelia sea así.

—Pues yo le creo a Amelia —dijo David.

—Como no le vas a creer a Amelia si es la amiga de tu amante en turno —añadió Violeta.

—Sammy no es mi amante en turno.

—Si lo es, y mira que aparecerse por aquí sí que es descarada, pero bueno que se puede esperar de una zorra como ella.

—Violeta deja de actuar como una mujer ardida y acepta que lo nuestro se acabó —le dijo David, ella solo rodó los ojos.

—Está bien, después de todo no vales la pena —añadió Violeta, David le iba a responder, pero me adelante.

—Ya basta, respeten que no estamos en una plaza de mercado, además respeten el dolor que estoy sintiendo, acabó de perder a mi hija —les dije mientras me levantaba y creo que lo mejor será tomar un poco de aire, así que salí.

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