Salvarlos
Maratón 4/4
N/A: dije que con cada fin
De tempo se venía otro año, pero
Acá solo han pasado como
Seis meses, sin más disfrutad.
Odio los psiquiátricos.
Jeff se la pasaba jodiendo con que me enviaría a uno y, lastimosamente acabo de terminar en uno.
Las razones son mucho mejores, pero no más sencillas, lastima.
Tomé la pala con ambas manos, Mason y yo habíamos acordado un lugar en el que yo dejaría entarredas las armas que pudiera llegar a necesitar por si algo surgía, ya que la que se encargaría de asesinar a la mayor parte de estorbos sería yo.
Tener a Pierce de entrenador fue, particularmente útil, me dió una gran cantidad de palizas y se rió, mucho. Yo diría que nunca lo ví tan contento como cuando me saco el aire de un puñetazo en el abdomen.
Aún faltan dos meses para que den inicio oficial a nuestro plan, hacer las cosas de logística fue lo más sencillo, ayude a Pierce y a Mason a armar las coartadas, revisamos los planos del hospital y armamos casi en una coreografía lo que debíamos hacer y cuál era el papel de cada uno en esto.
Mason me ayudó a crear una barrera, todos sabíamos que era muy probable que yo diera en el blanco por mi experiencia en cacería, pero el quería asegurarse de que yo no me derrumbaría junto con mi victima. Se encargó de moldear mi cabeza a su antojo para que fuera capaz de llevar a cabo la tarea que se me había sido asignada sin padecer en el proceso.
Ver a Fleur en el estado de la princesa roja como ella misma se autoproclama, es extraño, diría yo que demasiado, es como si estuviera enamorada de mí. A los chicos los trata como si fueran unos completos imbéciles, pero conmigo es muy amable.
—Cuida que no se maten entre si.
Me había dicho antes de dedicarme una sonrisa coqueta.
Termine de enterrar las arma y me sacudí la tierra de las manos.
Ya los vería muy pronto.
Resulta que vivir sola no es tan malo como yo creía, Pierce a conseguido un pequeña casa cerca de la carretera que lleva al psiquiátrico, está a poco menos de una hora, pero igualmente el camino para llegar en coche es una mierda, por lo que suelo ir a pie por una ruta que hemos encontrado en nuestras pequeñas exploraciones pre ser metidos en el psiquiátrico.
Mi rutina se basa más que nada en ver televisión, comer, dormir y platicar algunas veces con Adam cuando su madre le da permiso de tomar el teléfono y llamarme.
Al parecer todo va muy bien, pero el estúpido de Pierce anda metiendo nariz dónde Fleur. Idiota.
El teléfono de la casa comenzó a sonar, atendí.
—Por fin pasaran a Mason al nivel dos. —me anuncia Adam al otro lado de la línea y doy un pequeño brinco.
—Joder, si, todo está saliendo perfecto.
—A estás alturas creo que tendremos que adelantar un poco las cosas —se escuchaba un poco preocupado —pero estate tranquila, te mantendré al tanto. Mason quiere hablar contigo, te llamará en la noche.
—Perfecto —dije emocionada —, estaré esperando su llamada.
—De acuerdo, cuídate Amelia.
—Tu igual, Adam.
Colgó y solté un ligero suspiro.
—¿Me extrañaste, preciosa?
No tenía ni idea de cuánto podía extrañarlo hasta ese momento.
—No, de hecho no —miento y me muerdo el labio ocultando una sonrisa.
—¿Ah, si? Eso no fue lo que Adam me dijo, el cito explícitamente que "te escuchabas como un alma en pena"
Adam, maldito traidor.
—Bueno, tal vez solo un poco.
—Es muy probable que llevemos el plan a cabo dentro de unas semanas. No vas a fallarnos, ¿Cierto Amelia?
—No, no voy a fallarles, haré todo lo que esté en mis manos para ayudarlos.
—Esa es mi chica.
Sonreí como una idiota.
—Ya estoy ansiosa por verte —murmure.
—Ya tendré tiempo de mostrarte lo mucho que te he extrañado, preciosa.
Sentí mis mejillas enrojecer.
—Ya lo estoy esperando.
N/A 2:
La mayoría, por no decir todas las cosas del libro que menciono son cosas del libro físico para que no se me confundan. Jsksjsjsks
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