Cuando vuelvo al día siguiente ya no está la cuerda.

Está vez salgo cuando aún hay luz del sol, merodeo por el lugar, no hay rastro de que alguien aparte de mí haya estado aquí.

Me agaché y toque el suelo, escuché un silbido, me congelé.

Mientras lo escuchaba me percate que no se trataba de un silbido común, es uno burlesco y divertido. 

—Eres tan pequeña —escucho a una voz varonil y ronca decir. Los bellos de mi piel se elevan.

Escucho sus pasos alejándose y después de un rato me atrevo a girarme. No hay nadie.

Está vez vuelvo a casa sin hacer mi camino normal, solo corro, corro tan rápido como puedo.

Tampoco vuelvo a casa, mi cumpleaños es mañana así que voy a la cima de una colina, a la parte más alta.

Es mi lugar, hay una casa de acampar y madera rodeada de rocas.

Me deje caer sobre la hierba a observar las luces del pueblo, es muy bello, eso no se lo niego.

El último día de mi vida siendo, medianamente normal termina ahí, después de eso todo se volvió borroso.

Recuerdo haber recibido una llamada, era Lori, mi tía, estaba por dar a luz, pero había alguien con ella, alguien que le impedía salir de casa. Jeff no estaba, se había quedado a beber en casa de uno de sus amigos.

Al día siguiente desperté en el suelo de una casa en medio de la nada, llena de sangre.

La madera estaba cubierta de polvo, pero a pesar de ello se veía en buen estado, había muebles cubiertos con bolsas para evitar que se ensuciaran.

Estaba recostada sobre una manta, había dos almohadas sobre esta, lo que me llevo a pensar que no había dormido sola, mi ropa seguía en su lugar, solo estaba el detalle de la sangre.

Cuando intenté levantarme un dolor punzante me atravesó la cabeza, lleve mi mano a la zona afectada, tengo una venda, una venda al rededor, posiblemente cubriendo una herida.

Hice una mueca y me asomé por una de las ventanas, estoy en el bosque, está a punto de hacerse de noche, el viento mese las copas de los pinos. He corrido muchas veces por el lugar, y no recuerdo nunca haber visto esta parte del bosque.

Retrocedi y observe el lugar con más atención, en la esquina hay una mesilla y sobre ella hay una nota bajo un jarrón transparente que tiene una rosa dentro.

Me aproximé lentamente, quite el jarrón y tome la nota.

ᴇɴ ʟᴀ ᴏsᴄᴜʀɪᴅᴀᴅ ᴇsᴛᴀʀᴀs ᴀ sᴀʟᴠᴏ
ʟʟᴇɴᴀ ᴅᴇ sᴀɴɢʀᴇ ᴇsᴛᴀʀᴀs ᴀ ᴍɪ ʟᴀᴅᴏ
ᴏʙsᴇsɪᴏɴᴀᴅᴀ ᴅᴇ ᴍɪ ᴛᴇ ᴍᴀɴᴛᴇɴᴅʀᴇ
ʏ ᴀ ᴄᴀᴍʙɪᴏ ʀᴏsᴀs ᴛᴇ ᴅᴀʀᴇ.

Deje la nota sobre la mesa, había dejado mis huellas dactilares en una mancha de sangre, tome la rosa y temblé, por alguna razón el miedo comenzó a invadirme.

>>No puedo quedarme aquí<<

Corrí por la cabaña buscando la salida, cuando la encontré tire de la manija y la puerta rechino mientras se abría.

El viento helado me golpeó, ya se había hecho de noche. Corrí lo más rápido que pude entre los árboles, saltando ramas y rocas.

Después de unos largos minutos ya me había cansado.

Me detuve y coloque mis manos sobre mis rodillas, ya estoy lo suficientemente lejos.

Otra vez el silbido, un escalofrío helado recorrió mi columna y alce lentamente la vista.

Un chico, tal vez de mi edad, estaba de pie en medio de dos árboles, usa una camisa negra de manga corta y unos jeans del mismo color con aberturas en las rodillas, su piel es pálida y ahí entre la oscuridad de la noche pude distinguir sus ojos de colores diferentes.

Por más que intente obligar a mis pies a separarse del suelo, se negaron, se mantuvieron pegados a la tierra como si mi vida no dependiera de echarme a correr lejos de él.

Ladeo la cabeza y su voluptuoso cabello negro se inclino con el movimiento, una inmensa sonrisa lobuna se extendió por su rostro.

—Feliz cumpleaños mi asesina.

Mi corazón se aceleró y en ese preciso momento mis piernas reaccionaron. Corrí de vuelta.

Lo escuché reír y luego comenzó a perseguirme.

Después de un rato corriendo visualice la cabaña de vuelta, antes de que pudiera continuar, salió de atrás de uno de los árboles a los que me aproximaba, no me dió tiempo de frenar, por lo que me estrellé en su pecho y lo lleve conmigo a abajo.

Soltó una risita mientras se aferraba a mi torzo y yo me removía intentando safarme.

—¡Suéltame! —le pedí en un grito, él se levantó aún sujetándome.

—Caiste en las garras de Mason, la única forma que deshacerte de mi es que te mate.

Nota.

Me gustaría hacer una aclaración antes de continuar.

Este fanfic está en la línea de tiempo antes de que Mason conociera a Fleur, según lo que Ariana ha dicho es su peor etapa, así que sí, mi nena lo conoció en su peor faceta, haré todo lo posible para lograr que los eventos encajen con Mi desesperada decisión y Heist.

Dejando eso de lado. ¡Que tengan lindo fin de semana!