Mason

No sé con exactitud lo que siento cuando llegó a casa y me tropiezo con un carrito de policía, con el cual, de no ser porque me sujete de la puerta me habría caído de culo al suelo.

Patee el carrito fuera de mi camino y me adentre en la casa.

Al cabo de un rato, me di cuenta de que Max no había venido a recibirme, algo raro.

Al llegar a mi habitación me encuentro con escenario que me sorprende.

Amelia tiene a Hanzel entre los brazos y Max está echado sobre ambos, los tres están dormidos.

Mi esposa y mi perro me habían cambiado por el mocoso rubio.

Al cabo de un rato de mirarlos me voy a la cocina y me sirvo una copa de vino tinto y divagó en mi cabeza sobre si fue o no lo correcto acceder a tener a Hanzel con nosotros.

Heist y Hanzel nunca se llevaron demasiado bien, a pesar de que el segundo es demasiado pequeño tiene una personalidad muy simple y Heist tiene un problema excesivo con destacar.

—Padre —gire mi rostro hacia abajo para encontrarme con Hanzel a escasos pasos de mí —, ¿Cuando volverá mamá?

—Ella no va a volver —corte la conversación o más bien, eso creí.

—¿Por qué?

—No lo sé.

—¿Y por qué no lo sabes? ¿A caso los adultos no lo saben todo?

—No lo sé.

Hanzel solto un resoplido de frustración.

—La mujer me agrada —dijo con una sonrisa y luego me miró — ¿Me la puedo quedar como nueva mamá?

A veces me sorprendía las cosas que llegaba a decir, pero tenía la oportunidad perfecta para que Hanzel dejara de hacer preguntas, así que la tomé.

—Porsupuesto, pero es más mía que tuya.

—¿También quieres que sea tu mamá? —me miro extrañado.

—No, la quiero para otras cosas.