Formarlo
Mason.
Desde la visita de esos tres Amelia se ha vuelto mas paranoica que de costumbre.
—Kaia iba a ir por Ady y Amy, esa perra estúpida iba por mis pequeñas —bramo entre dientes. La forma cariñosa en la que recorta el nombre de Audrey y Amanda es mas territorial que cualquier cosa. Ella parpadea, nerviosa mientras camina de un lado a otro jugando con un cuchillo, aventándolo y atrapándolo por el mango —. Fleur vendrá por Hanzel...
—Si —afirme, mirándola fijamente, ella me miro de reojo y gruño por lo bajo —. Yo no me preocuparía tanto por ella, el problema es...
—La reina roja no me preocupa —sentencio, vagando ligeramente entre sus recuerdos, entreabrió los labios y la mire curioso antes de que ella agitara la cabeza.
—Confiarse es un mal habito, uno que adquiriste de mi, pero me temo que tu no eres yo, preciosa.
Bufo, ligeramente irritada. Sonreí encantado.
—No me estoy confiando, solo soy sensata.
—¿Crees que la reina roja se quedara de brazos cruzados viendo a Fleur sufrir?
La vi mirar fijamente por un momento la pared, estaba pensando.
—¿Tal vez?
Alce una ceja por su respuesta, ella balbuceo ligeramente.
—Quiero decir, ella solo sale cuando Fleur esta en peligro, no veo como Hanzel seria un peligro para ella.
Solté una pequeña risa mientras me levantaba y la tomaba de la cintura para atraerla a mi, Amelia soltó un pequeño suspiro.
—Hanzel le pateo el culo a Kaia, Kaia es la mejor peleando de ellos, quizá no lo consideraba un peligro, ¿Pero ahora?
Ella no dijo nada, solo lo medito, su cuerpo se puso ligeramente mas rígido.
—No creo que los haya mandado por él... —susurro y atrajo mi atención —. Los mando para ponerlo a prueba... quería ver de que era capaz.
Algo hizo click en mi cabeza.
—Esa hija de...
Los ojos de Amelia se abrieron de la impresión.
—No lo enviaron para que pudiéramos cuidarlo... —la interrumpí.
—Lo enviaron para que lo entrenáramos. —maldije internamente, al dejarme guiar por los deseos maternales de Amelia había autoanulado mi juicio y ni siquiera pude predecirlo. Ellos encontraron una grieta en mi y la usaron.
Dio un paso atrás mientras ambos nos mirábamos fijamente.
Amelia suspiro.
—Esto es mi culpa... la vi tan desesperada que confié en ella... mierda —resoplo.
—Ella quiere a Hanzel de vuelta porque ya no solo es un peligro emocional para ti, sino también uno físico.
—Es una perra —murmuro entre dientes y solté una pequeña risa.
—Si, pero ahora ya sabemos lo que intenta y supongo que también debió ser aunque sea un poco consiente de que no tardaríamos mucho en adivinarlo, así que no tardara en actuar —la mire con cierta duda y ella pareció leerme la mente. Amelia no deja de encantarme.
—Ni siquiera lo pienses —negó con la cabeza, contundente.
—Aunque sea deberías considerarlo.
—No, Hanzel no es peligro para nosotros, tu mismo lo dijiste, nosotros lo entrenamos, y mi valor mas grande es "con mi familia, no". Eso Hanzel lo sabe, por eso casi mata a Kaia cuando la encontró queriendo hacerle daño a las gemelas.
Suspire.
—Estas siendo confiada —le recordé y ella bufo y volvió a dar vueltas por la habitación.
—No me des tu mierda psicótica ahora, Mason.
Me rei.
—Solo soy precavido, sabes que en si no le haría daño a Hanzel, pero si te hace daño... Lo voy a matar.
Suspiro frustrada.
—Él no me hará daño.
Mire a Hanzel, que ahora estaba parado en el marco de la puerta, viéndonos, impasible. Sonreí, ni siquiera Heist, mi propio hijo, me tenia tan impresionado.
—Ahora sabe que pasara si lo hace —sentencie y Hanzel me sonrió. Amelia lo noto y se giro a verlo.
—Nada mejor que una amenaza de mi padre antes de ir a dormir, ¿Verdad? —se burlo entrando en la habitación por completo, abrazo a Amelia y esta se relajo al instante. Lo mire burlón, Hanzel solo tenia catorce años y aun así ya había rebasado a su madre, tenia las características gentiles de Adam, esa mirada dulce y aun así, al verlo fijamente a los ojos, podía verme a mi mismo.
—Es para que no pierdas la costumbre.
Se rio y soltó a Amelia antes de pararse a lado de ambos, volviéndose un poco mas serio.
—Ustedes son mi hogar, son mi familia y no voy a traicionarlos —me miro — incluso si de vez en cuando eres un idiota.
Bufe y le di un golpe en el hombro que lo hizo reír, Hanzel miro a Amelia fijamente, con ojos cariñosos.
—Te quiero, ma.
Amelia sonrió, cálidamente, luego Hanzel me miro y lo detuve.
—No lo digas. —él se rio.
—Tranquilo, solo iba a decir que puedes contar conmigo, si ellos vienen, seguramente podre darle pelea a Pierce.
Me reí.
—Eres demasiado arrogante para tu edad, ¿Sabes?
Hanzel sonrió y se encogió de hombros.
—Me junto demasiado contigo.
Me rei.
—Si, claro.
Hanzel nos dedico una ultima risita burlona y salio de la habitación. Amelia se acerco y me envolvió en sus brazos.
—Confía en mi, confía en él —susurro y suspire.
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