Poemas sin amor 4
Hola mis amados lectores, diablos que esto es emocionante el capítulo anterior ha sido Karaichi puro y ahora viene un Osochoro puro. Ya verán que estará genial.
Como siempre respondo reviews al final del capítulo, los invito a leer mis demás trabajos y comentar siendo respetuosos.
Disfrútenlo
YYY
Poemas sin amor 4.
Se supone que la noche buena debe pasarse en compañía de tus seres queridos. En Japón se tiene la tradición de pasar estas fechas en alguna cita o con tu pareja. El pobre Osomatsu nunca ha pasado en pareja estas fechas. No tanto porque no tuviera con quien, sino porque no había querido. Generalmente tontea con los chicos dulces y pasivos con los que suele salir. Disfruta el sexo más que la compañía de los chicos y suele dejarles claro que no hay nada formal entre ellos. Algunos no entienden esa parte del acuerdo pero es parte de este juego de seducción. Sigue sin comprender como por el contrario Karamatsu lleva años quejándose de que siempre lo han usado solamente para el sexo y no ha tenido pareja ¡ojala más de uno de los chicos que lo acosaba pensara eso!
Todo había cambiado el día que conoció al príncipe jade.
Estaba jodido porque por primera vez daría lo que fuera por pasar su tiempo a su lado. Incluso cuando eso significa no pasar con nadie más o no tener con quien acostarse en más de una ocasión. Era consciente de que podría hacerse con la virginidad del joven pero eso tomaría su tiempo poder hacerlo, no considera que tanto como Ichimatsu con Karamatsu, porque él es más lanzado que Kusomatsu –adora el apodo- y porque Choromatsu es difícil pero tampoco tanto.
Aun así hay días como hoy que lo hace enojar sobremanera pese a lo enamorado que esta. Se negó rotundamente a pasar con él las fiestas. Total y completamente rechazado por quien ama para pasar una noche buena en una cita como la jodida gente normal.
Bueno, lo cierto es que lo más cercano que tiene a una persona amada en estas fechas es el idiota del francés, eso y que pasar noche buena con su madre a esta edad y a estas alturas le suena tan patético que por eso odia hacerlo. No odia a su madre, a su retorcida forma, la ama. Es una mujer graciosa, burlona con buen corazón y buen estómago. La mujer siempre ha sido terriblemente fuerte. Ahora tener que pasar la navidad solo con ella es algo triste, pues conociéndola no tardara en burlarse de él por ser un solterón empedernido. Su madre siempre estuvo enamorada de Karamatsu, porque seguro ella hubiera preferido un hijo como el tarado francés.
Aquí esta Osomatsu, frente a la pequeña casa de su madre esperando a que le habrá la puerta. Soñando con que a estas horas pasaría la noche buena abrazando y manoseando al dulce profesor de ojos jade. O en el peor de los casos embriagándose en casa del francés mientras platican de estupideces. Sin embargo el muy tsundere de Choro se había negado a pasar las fiestas a su lado y el muy cabrón de Karamatsu había logrado convencer a la gata rabiosa que tiene por novio para pasar las fiestas a su lado.
/En este momento deben de estar todos melosos y dándose miraditas, mientras yo sigo aquí; tocando el timbre de mi madre/
─Vaya quien diría que mí desagradecido hijo vendría a verme en noche buena. Creí que habías olvidado que existo.
Tras esto una mujer con una nariz y sonrisa iguales a las de Oso apareció en la entrada con un pantalón de jean y una camisa roja sencilla, el cabello castaño obscuro casi de tono chocolate amarrado en un chongo de cebollita, se le veía madura pero tampoco muy anciana.
Sonrió de forma igual a la que Osomatsu suele hacerlo antes de estirar los brazos a modo de invitarlo a abrazarla, cosa que el hombre no dudo en hacer, incluso de la fuerza la alzó del piso.
─Cada vez que te veo estás más anciana.
Ella le dio un coscorrón ante su falta de tacto.
─Y yo cada vez que te veo, te veo más solterón. Sino fuera porque eres un picaflor diría que morirías solo y virgen.
Eso hizo que el otro solo torciera los ojos.
─Creo que tu también estas sola.
─Si bueno, eso pasa cuando el padre de tu bebé resulta ser todo un Don Juan y te toca criar a tu muchacho sola.
─Para colmo el muchacho es un idiota.
─Vaya que si es un idiota. Pero es el idiota que más amo en la vida.
Tras esto le acaricio el rostro al tonto de Oso. Era su hijo y dio todo de ella por él. Porque lo amaba. Entraron a casa y como siempre, ya olía al estofado de res que ella solía preparar. No tenía lista la mesa porque en estas fechas a ella le gustaba comer viendo televisión. Casi nunca tenían permitido ver la televisión mientras comían por lo que era algo especial en noche buena darse permiso de hacerlo.
─Como siempre hiciste el estofado de res.
─Cada año les envió mucho a mi hijo y a su mejor amigo. Les encanta porque es mi especialidad.
Sonrió altanera en este punto y Oso sabía que había sacado mucho de esta mujer. Tal vez por eso había ocasiones en que no toleraba convivir mucho con ella: era como verse en un espejo y por mucho que odiara admitirlo, a veces no era muy buena vista precisamente.
─Hablando de tu mejor amigo, ¿Dónde está el dulce y atractivo Karamatsu?
Ahí estaba de nuevo. Torció los ojos fastidiado. Sabía que cualquier mujer notaba que el extranjero era guapo pero su madre lo decía de forma sucia pese a que era obvio que lo quería como a otro hijo más. Lo hacia así con el fin de irritarlo. Y lo lograba.
─A estas horas ha de estar cogiendo con su gata. Ojala salga todo arañado.
─ ¿Qué clase de lenguaje es ese? Además ¿Qué es eso de cogiendo con su gata? Tu y yo sabemos que él no es de la clase de muchacho que pase noche buena con alguna prostituta. Eso es algo que esperaría más de ti.
─Tampoco soy tan perverso mamá. Pues es que Karamatsu se hizo novio de un jovencito que es tan arisco como un gatito asustado.
Fue aquí cuando ella llego finalmente con un gran plato de estofado para él y uno para ella, se sentó a su lado y comenzaron a ver a algún deportista.
─Vaya, Karamatsu con novio. Eso sí que son buenas noticias. El pobre muchacho se merece alguien que lo ame. Le hace falta. Aunque si no funcionan las cosas entre ellos yo siempre estaré esperándolo. Ya sabes, porque si pierde su oportunidad conmigo es como negarse al mejor sexo de su vida.
Tras decir esto le guiño un ojo a su hijo quien escupió parte del bocado que tenía en la boca mientras ella se carcajeaba sonoramente. Jamás podría ver a Kara de esa forma pero seguía incomodándolo con ese tema solo porque era una bromista incansable.
─Vamos entonces estas todo irritado con Kara porque estas celoso. Él tiene una cita en noche buena y tú no tienes nada mejor que hacer que pasar las fiestas con tu solterona madre. Eso es triste.
Ella sí que era perversa. Solía quejarse de él pero ella era el diablo.
─Mamá juro que algún día extrañaras el hecho de que pase las noches buenas contigo.
─No tienes pareja y aun así no vienes seguido. Lo único que quiero es que me presentes al que será tu compañero de vida en algún momento. Lo cierto es que me haría sentir tranquila saber que no terminas como yo. Al menos tienes a Kara pero ¿Qué harás cuando él tenga pareja?
─Vamos mamá no empieces.
─Está bien. Yo no he dicho nada. ¿Dime al menos mi amor se acordó de mí?
─Ya sabes que siempre lo hace. Te manda saludar.
─ ¿Cómo van las cosas en el trabajo?
─Igual que siempre supongo. Mi jefe es un tarado.
Ambos se carcajearon.
─La mayoría de los jefes lo son.
En eso, en un hecho sin precedentes tocaron a la puerta mientras ambos se sorprendían sobremanera.
─ ¿Esperas a alguien?
─No y no recuerdo haber pedido a domicilio hoy. Espera aquí, iré a ver.
Mientras su madre se iba Osomatsu tomaba algo del sake que tenía en un estante y se servía en lo que la esperaba. Se quedó mirando la televisión cuando escucho pasos a su lado. No alzó la vista antes de preguntar.
─ ¿Quién era?
─Osomatsu, ¿Por qué no me dijiste que tenías un novio tan lindo?
─Y-yo...n-no....
Alzó la vista solo para ver al profesor tsundere ahí tiernamente sonrojado en manos de una encantada madre de rojo, el pobre se veía que no podría ni hablar de lo nervioso que estaba. Diablos en momentos así quiere ir y hacerlo gemir su nombre.
─ ¿Choromatsu? ¿Qué haces aquí? Dijiste que irías a una reunión familiar.
─Mis padres se ganaron un viaje en crucero por lo que me quede sin planes para hoy.
─Claro y decidiste venir aquí sin previo aviso ¿Qué tal si estaba portándome mal? Ya sabes buscando consuelo por tu cruel rechazo.
Tras eso se acercó peligrosamente al de verde.
─O vamos hijo, no te hagas el interesante. Llevas soltero más tiempo del que me gusta admitir.
Eso hizo que el de verde se sonriera burlón.
─Deja de hacerte el dolido, Osomatsu.
─Nada de eso, después tú tendrás que darme algún tipo de compensación.
─ ¿C-como que tipo de compensación?
Osomatsu se le acerca peligrosamente mientras lo toma de la cintura, acercándolo a él.
─Ya se me ocurrirá algo.
─P-pervertido.
─ ¿Se quedan a cenar o quieren ir a comer otra cosa?
La madre de Osomatsu sí que era parecida a su hijo.
─Y-yo creo que nos quedamos a cenar.
Dijo el de verde todo ansioso y el de rojo supo entonces que no pudo decir que querían un tiempo a solas dejando a la mujer sola de esa forma tan brusca.
Fue así como la madre de Osomatsu, por primera vez en la vida había puesto la mesa en noche buena pues ni con las visitas de Karamatsu lo había hecho.
─Debes haberle agradado mucho a mi madre. Ni siquiera por Kusomatsu ha puesto la mesa. Supongo que tienes ese efecto con personas como nosotros: con solo verte esos ojos verdes nos hechizas.
Tras esto le guiño el ojo y el otro intentaba alejarse lo más posible.
─Si van a hacerlo háganlo en un hotel. En esta casa las paredes son de papel.
Choromatsu se había sonrojado por millonésima vez en esta noche. Ya sentados a la mesa la mujer los miro largamente.
─La cena esta deliciosa señora.
─Gracias muchachos. Es el estofado de res que mi bisabuela ha aprendido a hacer en uno de sus viajes al extranjero y modifico la receta para darle el toque especial. Solo unas cuentas somos las elegidas para que se nos diga cuál es la receta. Es mi especial de noche buena, aunque tenga rato sin venir a mi hijo y a Karamatsu les encanta. Por eso siempre hago para enviarles algo. Además cuando Karamatsu viene de visita suelo preparárselo. El chico es fanático de la carne y es su favorito. Ahora que si lo que tú quieres es darle una sorpresa a mi hijo, le gustan los mariscos y la salsa de soya.
Le guiño el ojo a ambos y el de verde se sonrojo. Esa mujer sí que era bastante directa.
─Y díganme ¿Cómo se conocieron?
Choromatsu no pudo detener a Osomatsu de contarle la historia.
─Eso fue tan lindo. Qué bueno que finalmente mi hijo deja de ser como su padre y es más como yo.
─ ¿el padre de Osomatsu?
─Bueno era un hombre tan atractivo como mi hijo. Al igual que él era un aventurero que no se tomaba ninguna relación en serio. Haces mal en enamorarte de alguien así si no te corresponde tus sentimientos. Por eso para mí siempre fue el amor de mi vida, mientras que yo fui una más. Pero no deberías preocuparte por cosas así. Si mi Oso te invito a una cita en noche buena entonces de verdad le importas. Jamás lo había hecho antes.
Eso hizo sentir algo culpable al de verde.
─Mamá deberías de dejar de sonrojar a Choromatsu.
─O hijo, se perfectamente que ese es tu trabajo y que eres celoso. Lo siento.
Tras esto la mujer se rio de lo mucho que eso había sonrojado al pobre profesor.
─Mi madre nunca sabe cuándo comportarse, lo siento.
─Oh mira quien lo dice. Si tú hubieras sabido lo que era comportarse no habrías terminado de cocinero en el negocio de tu único amigo. Todos sabemos que si tienes trabajo es porque tu mejor amigo es demasiado bueno.
Esto hizo sonreír de forma burlona a Choro de nuevo.
─ ¿Entonces era un niño problemático?
─ ¿era? Sigue siendo. Un mocoso malcriado. Educarlo no fue nada fácil. Lo cierto es que hubo una temporada en la que él tenía muchos problemas. Yo ya no sabía cómo ayudarlo. Fue en esas épocas cuando conoció a los primos Matsuno. Todos los inviernos se volvieron maravillosos e incluso el muchacho quiso aprender a cocinar mejor que otros y a hablar francés. Supongo que fue algo en su relación lo que al final lo salvó. Aun así no quiso entrar a la universidad. Pensé que viviría en esta casa como un nini de por vida cuando Karamatsu se vino a vivir de planta y finalmente consiguió un departamento y un trabajo.
Choromatsu se sintió bastante emocionado. Sabe relativamente poco del de ojos marrones. Odiaba admitirse en su afuero interno que eso de que la vida de Osomatsu cambiara radicalmente por Karamatsu le había sentir algo celoso. Solo un poquitín.
─Pero esta navidad sí que ha sido maravillosa. Estoy emocionada de que finalmente mi hijo tenga sentimientos más profundos por alguien que solo atracción.
Osomatsu abrazo a Choromatsu.
─ ¿a qué hacemos una pareja ideal?
─Suéltame tonto...
Su mamá se rio sonoramente.
─Lo cierto es que mi hijo verdaderamente es un idiota como su padre pero con un corazón de oro que ciertamente no sé de dónde sacó.
Choromatsu la observa mirarlo con ternura por primera vez en la noche y sabe que la mujer adora a su atolondrado muchacho. Además que tiene razón que pese a lo raro y pervertido Osomatsu tiene un gran corazón.
Finalmente Osomatsu acompaño a casa a Choromatsu y el de verde sintió la satisfacción de que poco a poco, el hombre de rojo dejaba de ser solo su extraño acosador. Al menos podía saberse importante para el de rojo.
─Quisiera saber cómo diste con la casa de mi madre.
Eso sí que sorprendió al de verde. ¡No pensó que el tonto ese se lo preguntaría!
─Yo...b-bueno fui buscarte a la cafetería y cuando obviamente no te encontré venia de regreso cuando me tope casualmente con Karako-san e Ichiko-san. Karako-san me dijo que sueles pasar navidad con su primo, pero que como era obvio que este no iba a estar por su cita con Ichimatsu; entonces me dijo que lo más seguro es que pasarías las fiestas con tu madre. Me dio la dirección.
Eso inflo el pecho del de rojo, el lindo chico intelectual sí que era adorable a veces. De la nada lo tomo de la nuca para estamparle un beso necesitado. El de lentes se sorprendió pero no se quitó y poco a poco correspondió al beso. Que se había convertido en un contacto bastante húmedo, incluso para sorpresa del de verde el cabrón de Osomatsu le estaba tocando el trasero en el proceso. Cuando finalmente se separaron el más joven esta rojo y sorprendido. Osomatsu se deleitó con la vista antes de reírse.
─Tomare eso como mi compensación y mi regalo. Feliz navidad príncipe jade.
Tras esto dejo en las afueras de su casa a Choromatsu quien solo lo vio irse algo atontado antes de enfurecerse ¡Ese maldito violador no se podía comportar ni en navidad!
YYY
Sé que parece que esta pareja progresa más rápido que el Karaichi pero lo cierto es que mientras que Ichimatsu se admite a si mismo que haría todo por Karamatsu porque lo ama, aún falta bastanteeeee para que Choromatsu haga lo mismo. En pocas palabras mientras esta pareja tiene más progresos en cuanto a contacto físico aun no los tienen en cuanto a la profundidad de su relación y sentimientos (sobre todo por parte de Choromatsu) por eso el contacto entre Karamatsu e Ichimatsu es más significativo pues mientras que para ellos es como una probadita de paraíso y momentos de una intimidad como pocas. Choro lo ve como una atracción apenas, y una que no admite para colmo.
No me odien por especificar es solo que no quiero que piensen que les doy menos importancia a nuestra pareja principal que a ellos. Ojala les haya encantado el capítulo y amen a la mamá de Oso a quien no sé cómo llamar si tienen ideas serán bien recibidas. Adiós.
MsoNormd2
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