Hola mis amados lectores este capítulo será intenso, mucho. Espero esto los emocione de forma masoquista como a mí.

Como siempre los invito a leer mis demás trabajos y comentar siendo respetuosos.

Disfrútenlo

YYY

Capítulo 51. El declive

Hundido, jodido hasta la medula.

Solo había estado así cuando falleció su padre y cuando sufrió del amargo fracaso de forma tan estrepitosa. Lleva una semana encerrado, mal comiendo, en la habitación del idiota más egoísta de la Tierra. Probablemente ambos fueron egoístas solo mirando sus propios problemas horribles y guardándolos en su interior cuando debieron afrontarlos como una pareja, juntos. Jyushimatsu y Homura eran los únicos que tenían problemas y sabían enfrentarlos. Ichiko y Karako tenían un extraño método poco ortodoxo. Las cosas que destruyen una relación son esas.

Entre los dos pudrieron su relación llena de amor real por sus miedos. Aunque de los dos, el único que encontró una catarsis entre los glúteos de un chico afeminado fue su asqueroso ser.

Llevaba llorando bastantes horas. Sentía los ojos más rojos e hinchados al grado que probablemente no podría abrirlos en semanas. Se había encerrado como el emo melodramático que es. La pareja feliz estaban tan preocupados en este punto que no dudaron en llamarles a todos. Medio mundo había intentado convencerlo de salir de ahí, la mayoría primero sufrió por la noticia de la pérdida de su bien amado cafetero para luego pasar a preocuparse sobremanera por la salud del universitario. Osomatsu fue el único que no estaba preocupado y que dijo que tenía que regresar a limpiar la cafetería pues su mejor amigo se le había encargado. Casi todos creyeron que era porque seguía molesto con el de morado, mas solo intenta que aprenda una lección.

Mientras se va del edificio se topa a Choromatsu, quien parece totalmente jodido con solo mirarlo. Pareciera que con solo encontrarse algo entre ellos se rompe. El de rojo le mira con intensidad antes de avanzar. El de verde le mira la espalda.

─ ¿Eso es todo? ¿No dirás nada? Cuando nos conocimos no dejabas de acosarme y ahora...

─Amarte es la cosa que más me ha lastimado en la vida y a pesar de todo, lo repetiría mil veces. Mientras que para ti, para ti solo fue un error que ensucio tu reputación. Yo fui capaz de lanzarme por mis preferencias. Fui capaz de soportar tus humillaciones porque para mí valía la pena. Yo te prometí que no insistiría y no lo hago solo por mi dignidad, lo hago porque no quiero que a la larga me termines odiando. Finalmente esta guerra es entre tú y tus demonios. Yo solo soy el que pago los platos rotos. Tengo que irme.

Antes de que el príncipe jade pueda hacer algo el amor de su vida se va, demostrando que de los dos, el único que dio todo de si por amor fue él. Choromatsu le culpo de sus problemas y se dejó consumir por sus miedos sin darle una oportunidad. Se va sin entrar al departamento de Karamatsu, no está de humor él tampoco.

YYY

─Ichimatsu, tengo pescado.

Ofreció Osoko sabiendo que el chico gato era adicto al pescado.

─También hay sushi.

Igualmente ofrece Karako.

Sigue sin haber respuesta, mas es Homura quien se va a la cocina y de repente, huele a café. Al chico encerrado le llega el aroma tan delicioso que un vuelco en su corazón le crea la necesidad de abrir la puerta, lo hace y lo primero que hacen todos es darle su espacio, pasa entre la multitud y la chica le pone una tacita de gatito en la mesa, él le da un vistazo, y deja que el aroma le cale los huesos. Pareciera que el café le repara el alma, le da un sorbo y pese a que sabe terriblemente familiar sigue sin ser exactamente idéntico. Aunque el sabor le renueva pese a todo. Su cansancio es obvio pues tan pronto lo toma todo, cae entre los brazos de su hermana. Se le acurruca como gatito.

─No sabe igual, pero supongo que está bien.

─Karamatsu-kun dejo un recetario para hacer todos sus cafés. No somos igual de talentosos por eso iban a quitarlos, rogué porque no lo hicieran y a cambio, los pasamos a especiales. Ahora tenemos máquinas y recetas más tradicionales. Este café lo tiene bajo el nombre "Chaton noir"

Con eso, el de morado siente que es como el único nexo que tiene con su pareja. Lo único que le dejó además de su fotografía, la cual tiene dentro del diario que igual le regaló. Las rosas se marchitaran pero eso, eso será eterno. Ya no lo hace sentir igual, pero lo hace sentir cerca del francés. Era justo lo que le hacía falta. Pese a todo, Homura ha demostrado ser una amiga de verdad.

YYY

Luego de este suceso, ha pasado una semana.

Ichimatsu va fielmente a la cafetería a la misma hora como si Karamatsu siguiera ahí. Sabe que ahora no estará su música, ni su café, ni sus amigos. Tras tantas rupturas, la clara división ha dejado todo tan solitario. En un sentido metafórico, porque el lugar siempre está a reventar, pero ya no hay calidez ni esa sensación de familiaridad. Como al inicio, solo es Ichi en su mesa de emo viendo por la ventana, tomando el café que Osomatsu o Homura le preparan. El de rojo se sienta a comer o conversar, Jyushi y Homura lo cuidan constantemente. Se siente sobreprotegido.

El cocinero llega con su café a sentarse a su lado.

─Puff estoy cansando.

─Solo ya no tienes al jefe bonachón que te dejaba flojonear y ahora tienes que comportarte como el adulto que se supone que eres.

─Supongo entonces que tú no eras el único que se aprovechaba de la amabilidad de mi francés amigo.

─No vayas a empezar con tus estupideces.

─Si es una forma sutil de sacarlo al tema para que te diga cosas sobre él, pierdes tu tiempo. No te diré como contactarlo, y habla conmigo a diario. Está bien.

─Nadie te ha preguntado.

Dice el de morado fingiendo indiferencia.

─Como digas amigo mío.

Le responde el otro con altanería. El estudiante lleva un rato esperando verlo meterse un cigarro a la boca, pues ha estado presionado y nada que lo ha visto fumar. Tanto su idiota como su mejor amigo eran fumadores empedernidos, es extraño no ver al de rojo fumar desde hace un tiempo. Es malo disimulando hoy, porque el otro nota la mirada intensa sobre su persona.

─ ¿Qué es lo que sucede Ichimatsu? Si te has enamorado de mí, lamento decirte que uno ya estoy enamorado y dos, jamás le quitaría el novio a mi mejor amigo.

─Eso es tan deja vú. Me dijiste lo mismo el día que nos conocimos.

El otro se ríe con nostalgia.

─Vaya que como pasa el tiempo, poco más de un año. La vida nos cambió con esos encuentros que fueron lo mejor que pudieron sucedernos.

El de morado asiente recordando al ojiazul, andando por todos lados en su cafetería, con ese aroma especial de flores y café que solo tenían cuando el dueño cursi doloroso las colocaba.

─Aunque ya no soy su novio.

─Esta respuesta sigue siendo mejor que el "no es mi novio" tan tsundere que solías darme.

─ ¡Yo no soy ningún tsundere!

─tú y el príncipe jade lo son, cada uno a su forma pero lo son.

─ ¿Lo extrañas?

─Tanto como tú extrañas a Karamatsu.

─tú eres el que extraña a ese idiota, no yo.

─La verdad es que lo extraño a morir también a él. Me quede sin novio y sin mejor amigo. Tú solo perdiste al amor de tu vida.

─ Yo lo aleje pero tú no hiciste nada malo con el profesor, si insistieras...

─No le haré eso a nuestra relación. No nos haré pasar por eso.

─Igual él te echa de menos.

─Necesita demostrármelo, yo ya hice mi parte, él tiene que hacer lo propio. Si estamos destinados a estar juntos, pasara. Sino, al menos tendré la conciencia limpia.

─Te envidio.

─Supongo que soy el que menos errores cometió, siendo un idiota.

─ ¿Y dónde está tu método de autodestrucción favorita? ¿Dejaste el cigarro?

El otro lo mira con atención antes de mirar con nostalgia la nada.

─Nunca he sido un fumador empedernido, esa era la función de mi jefe francés.

─ ¿No lo eras? Yo siempre te veía fumando, Kusomatsu odiaba tus cigarros y hacia los berrinches más graciosos cuando fumabas.

─ ¿Verdad que era divertido verlo hacer sus berrinches?

─Si, lo era.

A ambos les había dolido hablar en pasado.

─Veras nunca fui amante del cigarro, pero Karamatsu si y se tomaba personal que la gente no fuera "selectiva" a la hora de elegir cigarrillos. Por eso encontré la marca más corriente que pude y fumaba cerca de él. Hacia los berrinches más divertidos, e incluso cambiaba de colores. Era hilarante. Entonces...yo solo lo hacía para hacerlo enojar, ahora que no está fumar esas porquerías ya no tiene sentido ¿comprendes?

Ichi asiente lentamente, muchas cosas habían perdido sentido el día que el francés los había dejado, pero tenía un raro presentimiento de que tendría que encontrarle un sentido a todo esto, como si les sucediera por alguna razón, eso o Kusomatsu lo había contagiado de su positividad.

YYY

Buu!! Ojala este capítulo les haya gustado mucho, en una forma masoquista. Bueno gracias por dedicar su tiempo a leer mis choco inventos (espero dejen otro) ¡Nos estamos leyendo, shao!

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