Capitulo 48
Hola mis amados lectores este capítulo me tenía confundida.
Como siempre los invito a leer mis demás trabajos y comentar siendo respetuosos.
Disfrútenlo
YYY
Capítulo 48. Retomando el sueño
Ichimatsu y Karamatsu no se han visto en tres meses. Los cuales han sido un inferno en la tierra para ambos. Han estado atravesando por una de las etapas más duras y cabronas de toda su vida.
Pese a lo devastador de la noticia en su círculo de amigos, estos entendieron que no querían hablar del tema tanto como en su momento Osomatsu y Choromatsu no quisieron hacerlo tampoco. Con todo el ambiente tan tenso que les dejo la ruptura del profesor y el cocinero nadie quiso tener que lidiar con la del cafetero y el estudiante de literatura. Osomatsu era el único que parecía tener permiso para hablar de ese tema con Karamatsu, pues ambos estaban dolidos apoyándose entre ellos. Por un tiempo, el grupo se ha dividido momentáneamente. En los que están consolando a Ichi o los que apapachan a Kara. Todos ellos son de un mismo grupo de amigos, pero pareciera que tienen un acuerdo silencioso de no incomodar a los involucrados con la presencia de alguien que le podría causar la ansiedad de hacerle preguntas para saber que ha sido de su ex. Karako es un ejemplo de las que ha evitado a Ichimatsu, Osoko a Choromatsu y cosas por él estilo.
Cada uno lo ha lidiado con lo mejor que puede. Ichimatsu tiene una necesidad insana de volver a la cafetería, no solo porque extrañe a muerte al dueño de esta sino que necesita un jodido café. Estuvo en estado depresivo extremo un mes entero antes de sentirse mejor, esta vez quiere superar las cosas de una forma más adecuada, trabajarlas y no solo estar acostado lamentándose su suerte.
Todomatsu y él no han hablado para nada tampoco. El de rosa lo ha intentado pero el de morado no se siente moralmente listo para enfrentarlo. Supone, que no se siente moralmente listo para enfrentar a Karamatsu tampoco. Cree que cuando esté listo, intentara conversar con ambos para que puedan quedar en mejores términos y así posiblemente dar la oportunidad de rearmar el grupo de amigos, siendo eso solamente aunque por dentro se muera de amor por ese ojiazul al que ha echado tanto de menos.
Aunque pareciera que las cosas no saldrán como quiere, un día llega su mejor amigo con un semblante desesperado a verlo. Se nota que se debate mentalmente entre si decirle algo o no hacerlo. Se ve angustiado como pocas veces lo ha visto.
─Suéltalo ya, Jyushimatsu.
Su amigo beisbolista se ve tan descompuesto.
─Hay algo que tienes que ir a ver.
─ ¿De qué se trata?
El de amarillo comienza a brincotear nervioso.
─Tenemos que ir a la cafetería.
Ichimatsu se paraliza y siente un escalofrió recorrerle la espalda.
─Debes estar bromeando.
─Yo sé que tú y Karamatsu-niisan han pasado por una etapa difícil, pero no te lo pediría sino fuera importante.
Lo dice de una forma tal que le deja tan malditamente claro que es algo delicado como el infierno, sino no estaría ni siquiera pidiéndolo. Suspira derrotado.
─No estoy listo para algo como esto, pero si tanto insistes.
Tras esta resignación, Jyushimatsu le toma la mano la cual aprieta con fuerza.
─Yo voy a estar para ti, Ichimatsu-niisan.
Dice y tras esto, ambos comienzan a caminar con rumbo a la cafetería, mientras a Ichimatsu le brinca el pulso, no se siente preparado para esto, ni un poco, pero definitivamente quiere llegar a ver a ese extranjero, tanta falta le ha hecho que se conforma con verlo un poquito.
YYY
Jyushimatsu lo tiene asustado. Ha ido mortalmente callado y serio todo el camino y eso es sin duda alguna, una terrible señal.
Visualiza la cafetería a lo lejos y siente un vuelco. La extraño tanto, han pasado meses pero se sintieron como años lejos del hermoso local. Una vez cerca, se siente a morir cuando nota que es una de las pocas veces que llega al local y no es recibido con su música. Eso era algo tan imborrable. Tan inigualable.
Por fin atraviesan la puerta y el de morado se sorprende. Por fuera es la misma pero por dentro ahora se ve menos hogareña y ha pasado a lucir, totalmente moderna, incluso con esas máquinas para café que tan populares son. Por primera vez en mucho tiempo, el lugar está casi a tope. Karamatsu nunca tenia tantos clientes, hay filas y es demasiado incomodo avanzar.
Su amigo se abre paso entre el gentío y llega hasta la barra. Ya no están las fotografías de Karamatsu y sus seres queridos, la única que sigue en la pared es la de Oso y Kara enfrente de la cafetería el día de su reinauguración.
─ ¡Jyushimatsu!
Llama una voz y finalmente luego de todo este tiempo, ahí está el cocinero. El chico de rojo que se veía igualito a como lo recordaba. Este parece algo sorprendido y no de una forma grata al parecer.
─Osomatsu-niisan...
─Creo que fui muy claro en que no quería que le dijeras.
─Tiene derecho a saber.
─Perdió todo derecho el día que terminaron.
─Osomatsu, sé que estás enojado conmigo por lo que paso, pero no deberías de desquitarte con Jyushimatsu, él solo hace lo que cree correcto.
─Yo no sigo enfadado contigo, ya no. No creo que lo que hicieras fuera correcto, aunque también creo estás triste porque jodieron su felicidad, se aman.
─Osomatsu yo...
─No quiero escuchar explicaciones, esas no te corresponde dármelas a mí. Solo no quería que te avisara porque lo que sucedió es algo muy fuerte y quería evitar que sufrieras. Pese a todo, eres mi amigo también.
Ichimatsu siente algo de nostalgia, extraño eso de Oso, el ser como un hermano mayor a veces. Se le llenan los ojos de lágrimas, mas no las demuestra.
─ ¿Y bien, me dirás lo que pasó?
Con solo decir esto, el ambiente se volvió insoportable de repente. Más que haber hecho una inocente pregunta, pareciera que hubiera soltado una bomba nuclear u ofendido a alguien al grado de ser enemigos mortales. Ahora la intriga se volvía lentamente en desesperación.
─ ¿Me van a decir que mierda está pasando o no?
Los otros se miraron entre ellos, antes que el de los ojos marrones les indicara con la vista que pasaran a tomar asiento en una de las sillas.
─No soy de las personas que se anden con rodeos así que lo diré de una vez: Karamatsu obtuvo una oportunidad de retomar su sueño de ser cantante, así que se fue por tiempo indefinido a nueva Orleans.
Así como así le soltó semejante bomba a Ichimatsu, Jyushimatsu lo miro con reproche. Mientras el de ojos amatistas lo miraba sorprendido.
─Déjate de bromas Osomatsu.
Tras notar que ninguno de ellos decía nada y que Jyushimatsu le ponía una mano en su hombro, siente un balde de agua helada caerle encima y sale corriendo a la cocina solo para notarlo: Karamatsu se había llevado la esfera de cristal con la flor que le regaló en su cumpleaños. Se deja caer hincando, totalmente en estado de desesperación pura.
Jyushimatsu sale corriendo a su lado, abrazándolo.
─ ¡No puede ser verdad! Kusomatsu nunca se iría tan lejos...y menos sin despedirse...
Unas lágrimas estaban resbalando por sus mejillas, furiosas mientras se mecía. El pecho le pesaba, le ardían los pulmones, su corazón se le rompía de nuevo, todo le daba vueltas, iba a vomitar. Jyushimatsu no lo dejo en ningún momento. Mientras Osomatsu lo miraba desde lejos sin una expresión.
─Intente convencerlo de no irse, pero no hubo nada que lo lograra, estaba tan decidido. Según recuerdo por esa mierda de que según él es mejor irse cuando le estorbas a las personas que amas, pues así les demuestras que las amas de verdad. Pocas veces lo he visto así, sabes. Cuando eramos niños y él venia de vacaciones me emocionaba pensar que pasaría conmigo la mayor parte del tiempo, entre la cafetería y nuestros juegos. Nunca pasaba tiempo con sus padres pero eso no le quitaba el ánimo, su dulzura, su alegría aun así Nunca antes lo vi tan contento como cuando se enamoró de ti. Estaba tan determinado a "curarte el alma" y a ganarse tu confianza. Disfrutaba consentirte, se emocionaba tanto cuando demostrabas valorarlo, pudo haberse pasado la vida entera feliz con solo sentarse a leer a tu lado en silencio, tomados de la mano bajo la mesa. –Lo note aunque no lo dijeran- Siempre aprecio que les diera su privacidad en esos besos largos de despedida que solían darse. Solo lo he visto tan mal dos veces antes que esta: cuando renuncio a la música y cuando murió su abuelo. Sé que él decidió venir a vivir a Japón porque era mejor que aventurarse a un lugar sin conocer a nadie, creo que es la primera vez que hace algo parecido. Se fue de aquí sin guardarte ningún rencor, Ichimatsu, lo único que le importa es tu felicidad. Sé que tú también estas sufriendo, pero de nuevo, solo Karamatsu se molestó en demostrarlo.
Se alza en el mostrador con las tazas para bajarle una a Ichimatsu, su taza de gatito negro. La pone enfrente de este.
─Esa taza, nadie antes o después la ha usado, Karamatsu fue muy claro al respecto de que es para ti por ser tu favorita.
Tras estas palabras deja a ambos amigos a solas, pues Ichimatsu estará llorando un largo rato. Le ha dicho esto para que recapacite en sus cosas y no para hacerlo sufrir, porque pese a todo, Ichimatsu también es su amigo.
Tras unas horas, este sale del local completamente solo sin decir una palabra y sin que Jyushimatsu lo pueda evitar. Sabe a dónde va y sabe que ahí descubrirá más cosas que le rompan el corazón. Sera una noche difícil para el gatito, pero es necesario que él aprenda de esto como Karamatsu se esfuerza por hacerlo.
Suspira derrotado. Todos consolaran a Ichimatsu por la partida de Karamatsu cuando no es el único que la está sufriendo, ahora se ha quedado sin príncipe jade y sin jefe tonto al cual molestar. Siente su vida algo vacía.
Por su parte, Ichimatsu sale corriendo con desesperación pues tiene algo que ver con sus propios ojos, o no estará tranquilo.
YYY
Buu!! Sé que me odian, y espero hayan notado por dónde van los tiros y les esté gustando un poquito jaja Bueno gracias por dedicar su tiempo a leer mis choco inventos ¡Nos estamos leyendo, shao!
DW<
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