Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 2

Hola mis amados lectores me hace sentir terriblemente halagada tener tantos reviews en tan poco tiempo, sus ánimos tan lindos me inspiran a seguir con la historia (eso y que la neta esta idea no deja de darme vueltas por la cabeza) si siguen dejándome reviews seguiré apurándome.

Como siempre los invito a leer mis demás trabajos, y a comentar siendo respetuosos.

Disfrútenlo

YYY

Capítulo 2. Llamado

El tipo ese no había tenido nada de nada de razón en esa estupidez. El idiota lo más probable es que consumiera muchas drogas y estaba viajado cuando dijo aquello, además ni que le importara una mierda su opinión de todas formas, no es su amigo ni nada. Si bueno si todo es cierto, entonces ¿Por qué no podía dejar de pensar en su rostro tan cerca suyo?

El simple recuerdo lo hizo temblar como gelatina.

/No es nada, es solo que me moje y me siento extraño por eso, nada mas/

Se intentó tranquilizar a si mismo pero lo cierto era que esa maldita noche en particular no pudo dormir, sobretodo porque de nuevo no había escrito en su maldito diario, tenía mucho que no lo hacía y eso era una de las cosas que antes le ayudaban a dormir, se convenció a si mismo que no le afectaba en nada esa situación, y menos aún la maldita esperanza del tipo ese "Una promesa de que volverá mañana"

Ichimatsu de nuevo recordó su voz y sintió un esclofrio recorrerle la piel.

/Es una completa estupidez ir solo porque el loquito ese estará esperándome, lo más probable es que ni siquiera recuerde el incidente de hoy/

Sin embargo se arrullo durmiendo con el recuerdo del sonido de la voz tan fuerte y seductora de aquel sujeto.

YYY

La maldita mañana había sido como cualquier otra solo recibiendo miradas de preocupación de su madre con esa maldita duda tan silenciosa pero irritante: ¿Ya retomaste tus diarios o algo de escritura?

Y la misma jodida respuesta cortante de todas las mañanas: No necesito tu puta lastima. Aunque claro en su familia eran expertos en comunicarse solo con miradas ya que ninguno de los tres eran especialmente conversadores.

Su hermana en cambio sabia cuando no hacer preguntas innecesarias, ella solo se limitaba a seguirlo en silencio a la universidad, era claro que seguía algo herida por lo de ayer, pero en lugar de mandarlo a la mierda estaba intentando no irritarlo porque ella comprendía que no estaba bien y que él realmente lamentaba sus palabras. Era por esta misma razón que escribir siempre le fue más sencillo que hablar, rara era la ocasión en que podía realmente decir lo que pensaba, y no hablar por hablar hiriendo y alejando a los demás. El papel es un fiel confidente y no da opiniones ni te juzga.

Solo personas específicas podían entender eso de él y aceptarlo, por eso no tenía prácticamente ningún amigo y no hablaba con nadie.

Ayer había sido el ejemplo perfecto, aunque en esta ocasión el tipo ese se lo ganó, y aun así dijo que lo esperaría.

Se detuvo en seco tan brusco que no le dio tiempo a Ichiko de frenar, termino chocando con la espalda de él mandándolos a los dos al suelo.

─ ¿¡Pero que mierdas te pasa!?

La furia de la chica se fue tan pronto como se llegó al ver a su gemelo totalmente nervioso y sonrojado, pocas veces lo veía tan tierno.

─V-vámonos.

Los malditos pensamientos lo traicionaron, pensar esas tonterías lo habían alarmado tanto que se detuvo a si mismo antes de poder seguir divagando, recordando esos sinceros, profundos y claros ojos rodeados de unas pestañas envidiablemente largas, esa intensa mirada penetrante sobre su persona...

─ ¡Deja de pensar mierdas!

Se dijo a si mismo mientras estampaba la frente contra un poste.

Muchos espectadores se alejaron a paso rápido o se le quedaron mirando.

Ichimatsu supo entonces que ese maldito día en particular sería muy largo.

YYY

Jyunshimatsu iba brincando de un lado a otro para ver a su mejor amigo, por el mal clima de ayer no terminaron la práctica del equipo de beisbol por lo que de nuevo no podrían irse juntos.

Ichimatsu solía ser callado, y no muy paciente, pero pocas eran las cosas que este no entendiera o lo apoyara, muchos dirían que era por indiferencia; pero el chico alegre sabía que era porque su mejor amigo era muy bueno en eso de fingir que no le importan las cosas para no salir herido o para no preocupar a los demás, prefiere ser algo ácido y cortante antes que ir y decir que realmente le dolía no irse juntos. Pero en esta ocasión Jyunshimatsu había notado que la expresión de Ichimatsu era diferente, se lo notaba atormentado, bueno más lo usual desde su primer fracaso significativo; y por muy contradictorio que sonora se veía tan pero tan feliz. Era como si tuviese miedo a estar feliz por lo que sea que lo tenga tan de buen humor. Siempre hacia eso, ir y sentirse raro por sentirse contento pero si la extrañeza se pasaba o regresaba a ese modo inexpresivo suyo o bien se dejaba arrastrar por lo que sea que lo estuviese alegrando (aunque esto último pasa en muy contadas ocasiones) Jyunshimatsu esperaba que fuera lo que fuera su amigo se dejara llevar para así irse recuperando poco a poco de su dolorosa experiencia.

YYY

/No se cómo demonios termine aquí/

Se maldijo por millonésima vez Ichimatsu, cuando estaba justo cruzando la calle donde estaba tan alegre local como lo era ese café, ahora si con el menú de los especiales por fuera junto con las mesitas, y con la luz del sol se le podía ver mucho más encantador de ser eso posible.

Era como si la mismísima cafetería fuese la que quería que fuera y no el loco ese que tiene por dueño.

¿Cómo un francés demente había terminado aquí en Japón, como dueño de una cafetería tan encantadora?

Bueno para ser justos una cosa si entendía: ese sujeto sabía hacer un magnifico café.

Ese maldito y delicioso café, ese exquisito café que con solo un sorbo le había devuelto esa sensación cálida de poder estar tranquilo en casa leyendo tapadito en el kotatsu* comiendo unas mandarinas y tomando un te; tenia rato que no se consentía a si mismo con placeres banales como esos dado sus preocupaciones que le quitaban los ánimos de hacer otra cosa que estar el mayor tiempo encerrado en su habitación.

/No sé ni que hago aquí, me iré antes de hacer más el ridículo de mí mismo/

Pero apenas pudo dar la vuelta escucho una melodía con una guitarra acústica saliendo de la cafetería, se quedó completamente ensimismado por lo bella de esta, en cierto punto una voz comenzó a cantar al compás de la música.

Se concentró en la voz que tan magníficamente estaba cantando hasta que la reconoció.

Era su voz.

La voz seductora del francés.

Contrario a sus primeros pensamientos, esa melodía era como un llamado, como si el cafetero ya lo hubiera visto y ahora le dedicaba la canción para invitarlo a no ser tímido y entrar.

Lo que al final termino haciendo.

La música se detuvo cuando él entro silencioso, y desde el pequeño escenario estaba el francés que lo miraba con esos insufribles ojos azules, y esa cálida sonrisa que te gritaba que ser amable para luego matar gente con su dulce expresión era una de las malditas especialidades del sujeto ese.

Doloroso. El tipo de ahí era infinitamente doloroso de ver.

Entonces como cansando de que no se acercara, dejo la guitarra a un lado y se bajó del escenario, hasta pararse frente a frente de Ichimatsu quien no pudo evitar crisparse cual gato.

bonjour*, chaton noir.

Esa maldita voz jodedora de pensamientos coherentes termino por fregar la poca habilidad para hablar que le quedaba a Ichimatsu, quien solo se volteó a otro lado fingiendo indiferencia.

─Te reserve un lugar.

Tomo de la mano al de ojos morados quien juro que iba derretirse por lo agradable e irritante de aquel simple tacto.

Cuando lo hizo lo llevo a la mesa que había elegido ayer y noto que en ese lugar estaba una nota encima que decía "Reservado para chaton noir" ¿Qué carajos era eso de chaton noir? Pero más importante aún, ¿Le había reservado un lugar? En pocas palabras: el estúpido sí estuvo esperándolo.

Para cuando se sentó ya estaba ahí la taza de café de gato, antes de tomarla el de ojos azules fue y la quito.

─Está frio, iré a calentártelo.

Entonces el tonto le había estado esperando con el café y todo desde hacía ya algunas horas, sino no entendería como es que el café estaría frio.

Ichimatsu intentaba ignorar la cálida sensación que se produjo en su pecho ante estos pensamientos cuando la voz de Karamatsu atrajo su atención.

─Reserve el lugar para ti tôt* preocupado de que alguien fuera a quitarte el lugar, pero Qui dois- je triche ?* Casi nadie viene aquí porque no saben apreciar un buen café y prefieren uno de esos hechos de maquina...

Ichimatsu escuchaba como Karamatsu le contaba todo aquello dejando espacios entre las frases por si quería agregar algo, como no lo hacía, el otro continuaba, parecía que más que contarle algo estaba divagando cosas en voz alta.

/Cada vez más confirmado que está loco o drogado/

Mon cœur est rempli de joie qui vint enfin *

Dijo mientras se acercaba con dos tazas en mano: la de gato y una azul con mucha pero mucha brillantina.

Si, doloroso hasta los huesos.

Cuando le vio las intenciones de sentarse a su lado Ichimatsu no pudo con ello, era demasiada cercanía, si tenerlo cerca unos instantes lo ponía súper mal, no podía darse el lujo de tenerlo cerca durante minutos e incluso horas, desesperado se crispo estirando el brazo para evitarle al otro la posibilidad de sentarse.

Atónitos ambos, Karamatsu se quitó sin decir una palabra.

/ ¡Mierda no fue esa mi intención!/ Pero pese a que quería decirle eso tampoco quería que pareciera como si le importara por lo que lo vio con esa expresión suya, decidió tratar de ignorar el dolor de su pecho ante el pensamiento de que seguramente él también se alejaría cuando de la nada escucho un ruido fuerte cerca suyo, al girarse vio a Karamatsu cargando una mesita y una silla para ponerlas justo al lado de su mesa.

Cuando sus miradas se encontraron el extranjero le sonrió de esa forma que solo él sabía y se sentó con un par de libros en la mesa y su taza de café.

─Espero a esta distancia este mejor.

Mierda que si era un tarado.

Un jodido tarado de buen corazón, amable y paciente hasta el cansancio.

Ichimatsu se sonrojo e ignorándolo de nuevo comenzó a tomar su café, maldición que ese café valía la pena, se ensimismo en ese momento y cuando lo termino se preguntó a si mismo hacia cuando no disfrutaba una sensación así.

─Espero haya sido de tu agrado, chaton noir

El otro no respondió pero como ocurre cuando esta con su familia y con Jyunshimatsu no hubo necesidad de expresarlo en voz alta para sentirse comprendido.

─Sabes, si gustas todos los días puedo recibirte con música, digo, si es de tu agrado. Los griegos creían que tener clases de música o artes eran esenciales para el alma. Yo creo firmemente en el poder de realizar cosas que te devuelven la alegría. Y por eso mismo creo en la música y la poesía como remedios para el alma, curioso es que dos grandes ejemplos de expresión de la misma sean formas para curarla.

Ichimatsu se quedó de piedra, podría ser doloroso y extraño, pero era mucho más de lo que aparentaba, pese a las poses extravagantes que hacia al decir eso, el extranjero tenia de hecho, una manera culta e interesante de ver las cosas.

Pero pensar eso a decírselo había una brecha.

─Eres tan doloroso, Kusomatsu.

Pensó que el aludido se molestaría o algo por semejante insulto, por toda reacción se rio de forma encantadora.

─Y tu tan adorable, chaton noir.

Jamás se había puesto tan rojo en toda su vida, por toda respuesta fue y le aventó una cuchara, que pese a dar en el blanco provoco más risas en el otro.

─Terriblemente adorable.

Luego fue, abrió un libro y se puso a leer en voz alta.

A veces uno siente un frio que viene desde adentro que nada lo quita, uno sabe que no es el clima sino el alma...*

Aquella voz terriblemente seductora usada para recitar poesía de ese modo, tanto como para cantar estaba haciéndole estragos dentro. Luego miro el reloj y se precipito a levantarse. Ya habían pasado 3 horas, ¿Cómo demonios se había ido el tiempo sin que lo notara? Su madre iba a preocuparse y escucharla decir un sermón es mucho más insufrible que cuando le lanza esas miradas preocupadas.

Al notar su intención de retirarse Karamatsu le dejo una rosa en la mesa de nuevo.

─La promesa de que volveré a verte pronto, chaton noir.

Salió de ahí sin tomarla y dejando el dinero del café de hoy y del de ayer sobre la mesa, dado que el tonto ese se había negado a recibírselo, pero como no quería sentirse que le estaba regalando algo o que no pensara que esperaba algo gratis lo dejo ahí de todos modos y se fue.

Al estar cruzando la calle, le dio una mirada al lugar de nuevo, que justo como cuando había llegado, parecía que se unía a la súplica de su dueño para pedirle que regresara pronto.

YYY

¿Solo Jyunshimatsu se siente intrigado por el cambio de su amigo? Lo sabremos en el próximo capítulo.3. El inutile.

*Kotatsu: es un marco de mesa bajo hecho de madera y cubierto por un futón o una cobija pesada, sobre el cuál se apoya la superficie de la mesa. Debajo hay un brasero, calentón o estufa, que a veces es parte de la estructura de la mesa misma.

*bonjour: Hola

* tôt: desde temprano

*Qui dois- je triche? :¿a quién engaño?

* Mon cœur est rempli de joie qui vint enfin: Mi corazón rebosa de alegría al ver que viniste al fin

*A veces uno siente un frio que viene desde adentro que nada lo quita, uno sabe que no es el clima sino el alma. V Manuel Oseguera J.

Buu mis amados lectores, ósea espero que cada vez más quieran un Karamatsu como el de este fic. Gracias por sus comentarios, por leer mis choco-inventos, nos estamos leyendo (si no dejan reviews no hay conti hasta nuevo aviso (?) ¡Shao! 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro