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Capitulo 12

Hola mis amados lectores ando emocionada, jamás en todos mis años de autora había llegado a los cien reviews y gracias a ustedes logre incluso superarlos!!!! Dios solo puedo darles las gracias. Sin ustedes y todo su apoyo este fic no habría avanzado tan rápido. Muchas gracias por leer mi historia. Los quiero.

Como siempre los invito a leer mis demás trabajos, y a comentar siendo respetuosos.

Disfrútenlo

YYY

Capítulo 12. Remedios para el estrés

Ichimatsu se despertó con uno de esos dolores de cabeza que sientes que te van a perforar por dentro. Tu cerebro explotará y las náuseas están a la orden del día.

Era normal que los estudiantes de la universidad tuvieran jaquecas. Entre las juergas y los exámenes cierto es que los universitarios siempre andan en precarias condiciones en ese aspecto. Siendo tan poco sociable como es el chico despeinado, su madre no había tenido que preocuparse tanto por ese aspecto, aunque si un poco por el hecho de que Ichimatsu disfrutaba del licor. Lo ingeria de forma consiente pero solitario. En su habitación, o en el tejado rodeado de gatos. A su madre esa imagen le era poco alentadora.

La verdad era pues, que Ichi es de los que cualquier cosa los estresa. Nunca se termina de sentir mentalmente preparado para muchas cosas, entre ellas cabe destacar están las exposiciones orales. Odia a muerte hablar en público. Los trabajos de investigación eran cosas más individuales, junto con la mayoría de ensayos, y demás trabajos. Hablar en público es uno de sus más acérrimos enemigos. No solo era que desde ese acontecimiento a la fecha ahora escuchaba algunas burlas por parte de un montón de descerebrados haciendo referencia a su obvio fracaso, sino que siempre ha tenido problemas con eso de saber expresar lo que desea expresar. En el papel es más fácil decir lo que se piensa y siente, pero hablarlo en público es otra cosa muy diferente. Es como estar en la mira de una lupa, como si fuera un objeto de estudio en el microscopio de alguien. Algo así era como se sentía por esas horribles torturas que, lamentablemente, son parte de los programas educativos.

Ichimatsu que siempre anda sufriendo de los nervios (aunque no se le note) y estas cosas sí que son de sus principales dolencias.

Pero como suele sucederle, su cuerpo tiende a reaccionar ante las sensaciones que el propio chico de ojos morados se niega a exteriorizar. El cuerpo es sabio y cuando las personas no exteriorizan ciertas dolencias mentales, estas siempre encontraran una forma de salir. Esto es psicosomático. Así que con frecuencia que el pobre chico anda enfermándose cuando sus dolencias mentales han sido demasiadas. El ejemplo perfecto es ahora, con este dolor de cabeza insufrible, demostrándole lo estresado que esta por esa maldita exposición.

Por norma general que esto le pasa, se encierra en su habitación hasta que los malestares dejan de martirizarlo. Sin embargo tiene una sensación tan extraña y poderosa que le dice que por primera vez en mucho tiempo, en lugar de liberar de esta forma el estrés debería de salir de casa.

No sabe porque pero si sabe que necesita salir de su casa con urgencia.

Se levanta como puede, dado su lamentable condición y baja las escaleras de manera lenta. En la sala su madre y hermana estaban charlando amenamente cuando lo miran bajar las escaleras en esas precarias condiciones.

─ Ichimatsu ¿Qué haces levantado? Te ves bastante mal esta noche, creí que te quedarías arriba a descansar.

─Voy a salir.

Afirmo el chico lo que dejo sorprendidas a ambas mujeres.

─ ¿Salir? Son casi las nueve de la noche ¿A dónde crees que podrías estar saliendo tú a estas horas? No te ves nada bien como para andar solo en esas condiciones, más de noche.

El aludido no hizo sino suspirar con frustración. Él tampoco entendía nada de nada, pero siente que necesita salir, necesita ir a ver a Karamatsu. Algo le dice que debe de hacerlo. Sin embargo no sabe cómo explicarle eso a su madre.

─No te preocupes mamá, él estará bien. Dar un paseo ayuda a tranquilizar la mente. Permite pensar. Déjalo salir, lo necesita. Estará bien.

Su hermana lo había vuelto a sorprender. Ichiko sí que sabía interpretar lo que él estaba pensando y siempre estaba apoyándolo cuando podía porque sabía que era importante para él. Ella había logrado convencer a su madre, aunque esta aún estaba medio reacia a dejarlo salir, aun así lo dejó. Motivado por una extraña fuerza (esa fuerza que en un principio lo había llevado a seguir yendo a la cafetería) se dirigió en busca del francés de ojos azules.

Porque al parecer ahora el estrés no solo le provocaba esos dolores de cabeza infernales, sino también momentáneos episodios de locura.

/Maldita adicción al café. Seguro lo que necesito con tanta desesperación es ese café para sentirme mejor/

Tal vez eso pensaba de forma consiente, pero en el fondo sabía que lo que necesitaba con tanta urgencia era al hombre que le prepara dicho café. Su presencia es como una droga, cuando lo tiene cerca siempre está un poco alterado, aun así es como si alguien le recargara las baterías y se sentía bien a gusto, tranquilo consigo mismo. Definitivamente era como esas drogas que al principio te eleva, luego suavemente te relajan.

Su cuerpo y mente le pedían a gritos su analgésico favorito.

Solo rogaba que el idiota ese siguiera en la cafetería a estas horas.

YYY

Ahí estaba Ichimatsu a poco más de las nueve de la noche enfrente del local. Todo era muy diferente a en el día, aún recuerda hace unos meses cuando vio por primera vez aquella cafetería, tan encantadora pese a la fuerte lluvia. De noche se veía más cálida de ser eso posible. Las maderas del lugar hacían que las tenues luces la hicieran resaltar en tonos naranjas, rojos y marrones, el letrero de la entrada se veía luminoso con ese juego de luces blancas que había elegido Karamatsu.

Karamatsu.

El motivo del porque estaba ahí a esas horas de la noche preguntándose ¿Por qué cuando mi mente está sufriendo siempre mis pasos me traen a este lugar? De un tiempo para acá eso era así.

No pudo evitar ensimismarse mirando por la ventana, vio a Karamatsu, Osomatsu y Karako jugando cartas mientras bebían cerveza, comían unas botanas, y platicaban amenamente. Al fondo estaba Homura sonriendo enormemente porque seguramente estaría terriblemente divertida con lo que estaban diciendo el trio de más enfrente. Tomaba un té con unos dangos. Sinceramente Ichimatsu recuerda vagamente la primera vez que la vio. Tan rota y vacía. Ahora lucia resplandeciente. Todos en ese lugar se veían tan contentos. Tal vez en el fondo por eso cuando su alma estaba herida terminaba en ese lugar. Tan cálido y confortable. Tan lleno de gente que se aprecia entre sí. Un cuadro encantador.

Todo unido por ese hombre extranjero.

Sin él nadie de ellos estaría ahí en primer lugar. Todos iban por curiosidad o el mismo destino los llevaba para terminar quedándose por el café. Luego eso se convirtió en algo más.

Sin embargo en esta ocasión no necesitaba atención de todos. Solo del francés. Karamatsu le había reparado el alma en más de una ocasión y de nuevo sentía que le era vital.

¿Pero cómo podría interrumpirlo en su felicidad con los demás con sus pretensiones egoístas? Incluso, podría darle igual el ser egoísta y quererlo solo para él, pero el verdadero problema era ¿Cómo pedirle algo así a Karamatsu sin quedar como un loco o algo peor? Odiaba esa maldita sensación de vulnerabilidad que le dejaba el pensar en Kara de esa forma.

Había sido arrastrado por esa fuerza extraña otra vez y de nuevo dicha fuerza parecía perder su voluntad cuando estaba frente a la cafetería. Eso o que su miedo sigue siendo más grande. Así que ahí está parado como un estúpido. Tan sumido en sus divagaciones se encontraba que no sintió cuando Homura avanzo y lo noto en la obscuridad, y le señaló dicho hecho a su "sensei".

Quien con la habilidad que posee para leerlo (una que ha ido mejorando con el tiempo) le bastó con observarlo para saber que algo requería.

Con toda la calma, fue por su chaqueta al perchero, se la puso y tras un "Te encargo que cierres." Soltado al aire, se fue sin decir más. A los presentes no les hacía falta que dijera más. El chico arisco siempre era prioridad en la atención de Karamatsu. Aun cuando pocos parecían comprender al de mirada cansada, el de ojos azules parecía conocerlo al grado de entender muchas cosas solo con ligeros gestos o acciones. El cocinero había dicho "Son efectos del amor. Sin mencionar que el tarado tiene una habilidad para eso de la observación"

Lo miraron atravesar la calle en dirección al amante de los gatos y decidieron darles algo de privacidad ignorándolos.

Bonne nuit, mon doux chaton noir*

El aludido brinco un poco.

─No me andes dando esos sustos, Kusomatsu.

El antes mencionado se rio.

─Procurare no hacerlo, dime sweet Ichimatsu Vous sentez-vous d'humeur à sortir sur un voyage dans l'inconnu? *

Siempre tan doloroso. Con esas cosas solo aumentaría su dolencia, o eso debería pasar pero al parecer tiene mal un cable y en lugar de empeorarlo, lo hacía sentirse mejor.

Que extraño es todo.

Suivez-moi*

Dice el de azul y el de morado lo hace, lo acompaña detrás de la cafetería.

─ ¿Qué hacemos aquí?

─Esto.

Dice para ir y quitar una manta sobre un bulto, dejando al descubierto una hermosa motocicleta color azul eléctrico.

voilà*

─ ¿Tu usas una motocicleta?

Il est l'un de mes plus grande fierté.*

─ ¿No preferirías usar algo menos peligroso, como un auto?

─Oh vamos mi querido chaton noir, esto definitivamente es mucho más cool.

Al estudiante le cayó una gota.

─Estás loco.

El otro se le acercó peligrosamente, rozándole su nariz con la nariz del contrario.

Vous fou moi *

Susurro de forma ronca antes de pasear sus dedos pulgares en el rostro sonrojado de Ichi quien se puso algo tenso ante el contacto. El francés entonces se alejó para tomarle la mano y arrastrarlo.

YYY

Termino llevando a Ichi a ver una película de esas extranjeras que nadie entiende. Karamatsu parecía maravillado, y pese a su gusto por lo artístico, Ichimatsu no pudo disfrutarla al cien. Por suerte a su lado, el hombre francés le explicaba las situaciones y traducía la mayor parte de los diálogos. Para el menor no había sido de las mejores películas que había visto, pero si el otro estaría así con él siempre que fueran, este estúpido cine acababa de convertirse en uno de sus favoritos.

Lo único que el despeinado no podía decir a ciencia cierta era si odiaba o amaba la moto. Odiaba todo de ella en general, pero el hecho de poder ir abrazado a Karamatsu, bajo la fachada de que era para evitar caerse era toda una pasada.

Lo cierto era que esta noche finalmente luego de tanto intentarlo, su dolor de cabeza se había ido con una sencillez como pocas ¿Cómo pasar unas cuantas horas al lado de este hombre, podían tener ese efecto en su persona? ¿Cuánto poder le había concedido sobre sí mismo sin darse cuenta?

─Si aún tienes tiempo, Je voudrais prendre la dernière place.*

El otro despertó de su ensoñación y accedió de "mala gana".

Finalmente en cierta calle el conductor le pidió "si confías en mi cierra los ojos" a lo que tras un "No hagas nada raro" cerró sus ojos. Sentía como la moto seguía en movimiento hasta que cuando se detuvo, unas manos se posaron en su espalda y uno de sus hombros:

Pourtant, vous les ouvrez*

Informo, el otro obedeció. Cuando de repente el de chaqueta negra se detuvo.

─ ¡Sorpresa!

Dijo y cuando Ichi abrió los ojos vio que estaban en una de esas ferias que están prácticamente abandonadas, cerca del muelle.

─Debes estar bromeando.

El francés le sonrió de forma amable.

─ ¿Es que acaso no te gusta?

Ahí Ichimatsu sintió un balde de agua fría. Había herido los sentimientos del hombre frente suyo, y aun así no se veía enfadado o decepcionado.

─Sus juegos siempre me han parecido tontos.

─Es que no les has dado una oportunidad. Allez allez, vous aurez du plaisir. *

Tras esta frase el de mirada despeinada suspiro frustrado para dejarse arrastrar.

─Que remedio.

Dijo fastidiado.

Karamatsu lo hizo subirse a casi todos los juegos, ver prácticamente todas las atracciones y le compró comida en varios locales. Cierto era que nunca fue amante de esos juegos de velocidad, pero la verdad era que no había sido tan horrible al lado de Karamatsu.

Finalmente, fueron a sentarse a descansar y comer tranquilamente en una banca que daba de vista al lago.

─Lamento mucho si hoy no ha sido particularmente un buen día.

Comenzó de la nada Kara mientras veía al frente.

─ ¿De que estas hablando?

─No creo que te hayas divertido mucho hoy. Viniste a verme porque no te sentías bien y quería animarte, pero al parecer no funcionó.

Estaba algo decepcionado, pero muy equivocado.

─ ¿Tu sabias que no estaba bien?

─Te conozco lo suficiente para notarlo.

─ ¿Y no vas a preguntarme al respecto?

─Pensé que no era necesario hacerlo. Por el momento, en mi deber esta animarte, no hacerte preguntas inadecuadas.

Ichimatsu sintió algo en su interior crecer mucho.

─Estaba estresado.

─ ¿Eh?

─Estaba estresado, ya sabes eso de que odio hablar en público y la otra semana tengo una exposición.

El de ojos azules tardó un segundo en procesarlo. Ichimatsu acababa de hablarle sobre su molestia sin habérselo preguntado.

─ ¿Tiene algo que ver con que te están molestando en la escuela?

Eso dejo muy sorprendido al de ojos morados.

─ ¿Cómo lo supiste?

─Bueno un par de Parajitos m'a dit*

Internamente el menor se recordó a si mismo golpear luego a Choromatsu y a Jyushimatsu.

─No tiene tanto que ver eso como que sencillamente lo odio.

─Deberías simplemente escribir antes lo que vas a decir y leerlo mentalmente mirando por encima de tu público, a sus cabezas para no verles el rostro.

─ ¿No es eso un truco un tanto estúpido?

Peut être* pero siempre que recuerdes que no debes estresarte porque si lo haces les darás el gusto de verte nervioso. Si de verdad quieres darles una lección demuéstrales que todo te saldrá perfecto et vous remarquerez une dose de "sur leurs visages"*

Ichimatsu se sorprendió ligeramente para luego reírse. Karamatsu lo conocía y sabía que más que impresionarlos quería callarles la boca.

─Oye Kusomatsu....gracias....

El otro abrió grandes sus ojos y el de morado no necesito decir más. Se pusieron en marcha y el francés fue a dejarlo a la puerta de su casa, ahí como siempre le dio la rosa, para luego perderse en la obscuridad.

Ichimatsu comprendió que casi nunca se tomaba su tiempo en disfrutar muchas cosas que al lado de Karamatsu son más dulces. O tal vez solo es que estar a su lado es el mejor remedio para eliminar los miedos.

El mejor remedio para su estrés.

YYY

Bonne nuit, mon doux chaton noir- Buenas noches, mi dulce chaton noir

sweet Ichimatsu Vous sentez-vous d'humeur à sortir sur un voyage dans l'inconnu?- dulce Ichimatsu ¿Te sientes de ánimos para salir a un viaje a lo desconocido? *

voilà*- el clásico "vuala" como diciendo "he aquí" o "listo" algo así como el "ta da" latinoamericano jaja

Suivez-moi- Sígueme

Il est l'un de mes plus grande fierté- Es uno de mis grandes orgullos.

Vous fou moi- Tú me enloqueces*

Je voudrais prendre la dernière place.- quisiera llevarte a un último lugar.

Pourtant, vous les ouvrez- Aún no los abras

Allez allez, vous aurez du plaisir- Anda vamos, te divertirás

Parajitos m'a dit- parajitos me lo dijeron

Peut être- Puede ser

et vous remarquerez une dose de "sur leurs visages"- y les darás una dosis de "en sus caras"

Buu mis amados lectores, espero les haya gustado mucho este capítulo cursi. Espero me sigan dejando reviews de verdad, estoy tan agradecida por eso, gracias a su apoyo este fic ha crecido tanto. Bueno como siempre agradezco su tiempo en leer mis choco-inventos, nos estamos leyendo.¡Shao!

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