— ¡Busca algo para tirarle! —La voz de Nayeon era realmente exaltada, ella en sí estaba totalmente alterada.

— ¡¿Por qué no lo haces tú?! —Se quejó mientras intentaba no caerse de la silla donde se encontraba.

Ni-ki aún estaba boquiabierto, había visto una cucaracha pasar plácidamente y se lo dijo a sus amigos. Nunca creyó que iban a reaccionar tan exagerados como estábamos en ese preciso momento, incluso Heeseung estaba asustado.

— ¡Deja de Twitter un rato! —Le dijo Minho, estando al frente de Jisung para protegerlo.

— Actualizate ahora es "X" —Le señaló con una sonrisa burlona, mientras aún seguía en la silla tratando de buscar algo para defenderse.

— Lo que sea —Rodo los ojos.

Ahora todos nuevamente pusieron sus ojos en el inocente insecto, en ese pequeño momento donde todos estaban callados la cuchara se movió y comenzó a volar.

— ¡Esa cosa vuela! —Gritó Ni-ki ahora corrió hacia un lugar donde estuviera lejos del insecto.

— ¿¡Por qué esa cosa asquerosa tiene alas!? —Inquirió Heeseung totalmente alterado buscando alguna cosa para poder tirarlo a la cucaracha.

Minho imito a Heeseung y busco algo para lanzarlo también, tomó un zapato de Ni-ki qué encontró por ahí. Heeseung tenía un termo.

— Las cucarachas no mueren ni con veneno, esta será una guerra —Ni-ki miró desafiante al pequeño insecto que estaba en una pared, mientras buscaba el veneno que tenían.

Jisung, Jeongin y Nayeon eran totalmente espectadores de todo, bajando todos los santos para que la cucaracha no llegará hacia ellos.

Nuevamente la cucaracha volvió abrir sus alas para comenzar a volver por casi todo el departamento causando muchos gritos y sustos. Nayeon vio como iba en su dirección así que lo mejor que pudo pensar fue aventarse de la silla.

— ¡Matala Im Nayeon! —Le gritó Jeongin, estaba aguantando la risa con mucho esfuerzo al ver a su amiga ahí tirada.

— ¡No puedo es un ser vivo! —Chilló, tratando de huir.

— ¡Esa cosa no puede llamarse ser vivo!

Todos los presentes tenían un objeto en sus manos, en el caso de la mayoría era su zapato solo Ni-ki tenía un libro, Jeongin ya se encontraba riendo casi contagiando a la mayoría. Hasta que el pequeño insecto se posó en la puerta.

A todos les llegó la misma idea.

— Cuento tres y le tiramos todo —Dijo Ni-ki acercándose a la puerta.

Todos se prepararon listo para tirar el objeto que tuvieran en sus manos.

— ¡Uno! —Dio un paso más cerca.

— ¡Dos!

— ¡Tres!

En un abrir y cerrar de ojos todos los presentes tiraron los objetos hacia la puerta pero para su mala suerte la puerta se abrió.

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