Marcos

Había pasado unos días desde que descubrí que Alexa baila en aquel lugar, sin que ella o alguien más supiera, he ido un par de veces y pude averiguar que va dos veces a la semana, esa noche quedé inoptizado con su forma de bailar, por supuesto intente actur frente a Xander y Alex, porque ya tendria toda una serie de preguntas que responder, pero eso si al bailar y transmitir esa sensualidad hizo que mi amigo quedara un poquito loquito lo bueno es que pude solucionarlo, pero casi pierdo el control de subir al escenario y despachar a su compañero, ver como paseaba su mano por sus caderas o incluso la pierna, por lo que investigué el baile tiene algunas libertades, pero siento que se aprovecha demasiado, es una mezcla de posesión, pero también me gusta que los demás vean y la admiren, su belleza es digna de ser mostrada siempre y cuando sea desde lejos.
No quería parecer un acosador, pero no lo pude evitar, también en esos días en la oficina le llegaban ramos de flores y eso ocasionó que la oficina revolucionará preguntándose quién era su enamorado, y algunos chismes comenzaron a difundirse, aunque quise evitar que ella quedara mal parada, su comportamiento y su desinterés no ayudaba mucho.

Pude darme cuenta de que no le importa mucho lo que dicen de ella y tener esa seguridad me gusta pero en este caso la desfavorece, se dice muchas cosas, una de ellas que la había dejado por alguien mejor o que ella me engañaba y por eso la deje.

Al final si ella que es la protagonista de dichos rumores no le importa porque tengo yo que defenderla, que lo haga su nueva conquista.

Ya toda esta situación me enfada.

Alexa

Me encontraba mirando las flores cuando el mensajero me trae otro ramo, con una tarjeta y la misma pregunta de los días anteriores, había tenido dos citas, y desde entonces todos los días me envía un ramo con flores diferentes, culpa de ello ya se armaron toda una película mis compañeros, no digo que sea un gesto lindo, pero también siento que es demasiado, es como si indirectamente me estuviera obligando y eso no lo soporto, que siga así con su insistencia y lo mandare a volar.

Por un momento me distraje de mi computador y de mis pensamientos y me quedé viendo en dirección a mi amiga que al igual que yo no se encontraba trabajando, más bien veía hacia la oficina del Gerente como si algo esperase, su actitud me hizo sospechar más, cuando iba a mandarle un mensaje para preguntarle, la puerta de la oficina era abierta, descaradamente como es ella levanta la pierna derecha sobre la mesa y casi gritando dice que un punto de su media se había roto, los demás que no la prestaban atención después de su grito tenía todos los ojos puestos sobre ella, tal vez preguntándose que le pasa ahora, y es lo mismo que me pregunto en estos momentos, en cuanto al Gerente solo la miró unos segundos y siguió su camino hacia la oficina del Director, al cabo de unos minutos vuelve y esta vez llama a mi amiga, no sé por qué. Pero me quedé esperando a que ella saliera, y después de unos cinco o seis minutos la veo salir, con una diferencia, ya no lleva las medias que ella había asegurado que se le rompió y su rostro está levemente rosáceo algo inusual en ella, pues difícilmente se sonroja.

Sospecho que aquí hay gato encerrado, tendré que hacer una investigación. Pero será para después, ahora sospecho que tendré algo más urgente que atender.

—¡Alexa! Querida.

¿Y ahora que hago? porque Marcos no me había dicho que vendría su madre.

—Ven que te echaba de menos —me dice mientras me arrulla en sus brazos, su perfume es tan fuerte que me hace separarme de inmediato.

—Señora, bienvenida —digo un poco incómoda, pues al observar a mi alrededor noto más de una mirada en nosotros.

Autora: Danna
Univers

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