Alexa en estos momentos se encuentra como un gato asustado, miraba con desconfianza la puerta de la oficina del Director, mejor dicho de Marcos. Tiene miedo de lo que pueda suceder cuando ingrese.

Marcos había llamado a un representante de cada área, y como el Gerente aún no se ha dignado en presentarse, ella fue la elegida como fue la secretaria y mano derecha del antiguo Gerente, tiene conocimiento de todo.

«Porque de todos, me tuvieron que elegir a mí, ¿qué le diré? ¿Y como lo veré a los ojos?»

Respiró hondo, y con la mirada en el suelo entró, con cautela y sin hacer mucho ruido.
Ya había otras personas dentro, solo faltaba ella, en forma discreta y sin que nadie lo notase, se ocultó en un rincón.

En todo el rato no he parado de mover los pies, me encontraba muy nerviosa y un poco observada, ya lo pensé y tenía una estrategia, haría como si fuera la primera vez que lo veo, pero Él no sé qué hará y eso me tiene preocupada.

—¿Se encuentra el Gerente de Marketing? —pregunta entonces.

«Diablos»

—No, señor —habla un hombre de edad— de hecho el nuevo Gerente aún no se presenta, pero con nosotros vino la ex asistente del anterior.

—Está bien, y ¿dónde está?

En eso, los hombres y mujeres se abrieron paso simultáneamente para dejarme al descubierto, todo parecía una película en cámara lenta . No podía creer, mis ojos se encontraron con los de él y juro que podría morir de vergüenza, si fuera eso posible.

Por un milésimo de segundo lo creí sorprenderse, pero no, fue como si ya supiera que nos encontraríamos, eso me sorprendió tanto que pasaron unos segundos para recomponerme, fue ahi que comprendí que él ya sabia que yo trabajo aquí, pero nose ¿como? Y ¿Porqué? Lo sabe.

Se encontaba esperando con su porte de grandeza, de Jefe, muy diferente a la otra noche. Ahora se puede ver una clara diferencia, esperaba a que yo diera el primer paso, fue como si me retara con la mirada, reto que acepté.

—Señor, me presento soy Alexa Cabac, soy la ex asistente del señor Cortez, cualquier cosa puede preguntar.

Sonó un poco extraño, más por nuestros acontecimientos anteriores, mejor dejo de pensar en eso.

Me encontraba incómoda, cada vez que podía me veía de una manera que hacía que cada nervio palpite, y no entiendo por qué actuó de esta manera, no suelo ser así, me desconozco.

La reunión acabó, y me disponía a salir primero, sentía que me faltaba el aire.

—Señorita Cabac —habla con una voz que logró erizarme los bellos de la nuca ¡carajo! — podría esperar un momento, quiero aclarar algunas dudas con usted.

Trágame tierra y escúpeme en el pasado, justo minutos antes de aceptar el plan de este hombre.

Con sonrisa fingida, me doy vuelta para verlo a la cara.

—Dígame Señor, ¿cuáles son sus dudas?

—Eres buena actuando —dice divertido— pero solo de palabra. Tus acciones te delatan, cualquera que te viera con atencion se darian cuenta que estas nerviosa, el trapiqueo de tus pies, el movimiento contante de tu cuerpo dice que no estas comoda.

—No sé a qué se refiere.

—No se haga la tonta, ya no necesitas actuar, estamos solos.

—¿Y? Precisamente ahora somos jefe y empleada, no puede haber otro trato que no sea ese.

—¿De verdad? Solo tendremos ese trato, ¿y si te dijera que quiero algo más?

—No puede haber nada más, lo de la otra noche solo fue un desliz, si hubiera sabido que serias mi nuevo jefe no habría aceptado aquel trato.

Un silencio se formó un poco incómodo.

—Puede retirarse, cuando la vaya a necesitar la volveré a llamar.

—Si puede no lo haga, cualquier duda me puede mandar un correo, o habla directamente con el nuevo Gerente cuando se presente.

—Porque no personalmente, ¿acaso me tiene miedo?

—Por supuesto que no, solo quiero evitar que se vuelva un chisme aquí en la oficina.

—Te recuerdo que la mayoría ya me vieron en la fiesta y también me vieron contigo, si ahora te alejas sí que se volvería un chisme.

—No me importa, diré que solo me hacías compañía o que estaba borracha, no puede ser tan difícil.

—No será posible, porque ahora soy yo quien te necesita como novia falsa.

—¡Imposible!

—Entonces te despido.

Pasmada es poco, a como me encuentro en estos momentos, de verdad ¿sería capaz?