Alexa

De apoco fui abriendo los ojos, por alguna razón me sentía cansada, al ser más clara mi visión noto que estoy abrazada a algo o mejor dicho a alguien, quien resulta ser Marcos. Rápido como puedo me alejo de su cuerpo, él solo se movió un poco pero no despertó, gracias al cielo quizás no se dio cuenta que lo abrase en la noche.

Mientras voy al baño recuerdo algunas cosas de la noche anterior, como cuando me beso en el mirador del parque, fue tan sorpresivo que por un momento me deje llevar como una chiquilla de dieciséis y luego como yo lo seguí con más intensidad como la mujer adulta que lo desea, me avergüenzo de mis acciones y pensamientos, finalmente como me apartó, su rechazo si me dolió, pero creó que fue mejor así y no me hago ilusiones falsas.

Después de comerme el postre que me ofreció Manuel, todos los recuerdos se vuelven borroso como si de a poco perdiera la conciencia, lo más probable es que me haya quedado dormida.

Salgo del baño después de refrescarme, bajo y voy Directo a la cocina donde me encuentro a Sabrina y Analise hablando mientras hacen el desayuno.

Por más que piense y piense, siento una conexión con Analise, es como si ya la conociera, fue la misma sensación que sentí cuando conocí a Marcos fue por eso que me sentí cómoda con él.

-Buenos días

Ambas giran y con la mirada me invitan a que me les una.

-Alexa, ayer ya no terminamos de hablar ¿a que se dedican tus padres? -Sabrina pregunta despreocupada

-Ellos ya no están en este mundo, pero siempre los llevo en mi corazón.

-Lo siento, ¿hace mucho ya fallecieron?

-¡Sabrina! Hay momentos donde tienes que dejar de preguntar -dice la mujer mayor.

-Lo siento, no quise ser irrespetuosa.

-Esta bien -trato de tranquilizarla- fallecieron en un accidente cuando yo tenia alrededor de seis años, ya fue hace mucho, así que no duele como antes.

Un silencio incómodo se formó, mientras terminamos de acomodar la mesa.

El desayuno, fue tranquilo hasta que llegó Manuel con los niños, el sabe ocupar bien el papel de hijo menor y tío consentidor, mientras que sus hermanos son más serios cuando a caprichos o juegos se refiere.

Al cabo de un rato me encontraba en la cocina, la presencia de Analise me sorprendió y más lo que me dijo.

-Alexa, no se si ya sea por la edad, la menopausia o que se yo, pero ¿nos habremos visto antes? Te me haces conocida.

-Sabe me pasa lo mismo, en realidad cuando conocí a Marcos ya sentí esa misma sensación.

Estaba pasando un lindo día, cuando recibí una llamada que hizo que de inmediato saliera corriendo sin importar nada más, Marcos se ofreció a acompañarme para qué no este sola y toda la familia me brindo su apoyo emocional y económico si lo llegase a necesitar.

Todo el rato que duro el vuelo, me la pase llorando, sentir la impotencia de no poder ayudar hace que quiera llorar más fuerte y la opresión en mi pecho hace que no pueda respirar con normalidad.

-Tranquila Alexa, tu tío estará bien por favor tranquilízate, ten pensamientos positivo.

-No lo puedo perder, es la única familia que me queda, se que que eventualmente me dejara, pero aún no estoy preparada, si se va me quedare completamente sola.

Habia permanecido un rato recordando cuando era niña y ellos con todo el amor me acogieron y me llenaron de amor puro, luego ya cansada me dormi con una ligera caricia que me hacían en la cabeza, como un masaje relajante y reconfortante.

Al cabo de unas horas aterrizamos, al despertar sentía mis ojos hinchados, en mi pecho permanecía esa sensación de abandono, de soledad. No podía pasar por lo que pase de niña, no quería, no quiero.

Marcos en todo momento no ha soltado mi mano y eso me da un poco más de estabilidad, porque sino fuera por él, no sabría como dar un paso, mi tío abuelo es todo para mi y no puede irse sin ante cumplir con la promesa que le hice.

Después de pasar varias veces mis manos por mi rostro, tomé valor y entramos al hospital, todo lo que sabía era que se resbaló en la cocina y cuando la enfermera lo encontró, se encontraba inconsciente.

Con el corazón en la boca, nos encontrábamos fuera de la sala de operaciones, rezando para que todo salga bien.

Autora: Danna
Univers