Capítulo 30: la preocupación de marcos
Alexa Había despertado, parpadeo un par de veces para comprobar que ya se encontraba despierta y no era parte de un sueño, debido a que del lado opuesto de la cama se encontraba durmiendo plácidamente, Marcos.
Lo observo en silencio unos segundo o Talvez fue unos minutos, no podía creer todo lo que tuvo que pasar en estos dos meses, tantas locuras que hizo solo para terminar así, enamorada.
Si le hubieran dicho que así estaría despues no se lo creería, pero hoy no se cambia por nadie. Espantó sus pensamientos y decidió bajar para preparar un desayuno decente a su invitado, ahora era momento de poner en práctica lo que su abuela le enseñó.
Con lo que no contaba era que al abrir la alacena solo encontrará dos rodajas de pan lactal y en la heladera un huevo y un frasco de mermelada casi vacía... Para ella eso sería suficiente, pero hoy no se encuentra sola.
Pensando solo tenía dos opciones, bajaba e iba al supermercado que quedaba a dos cuadras o pedía un desayuno a domicilio. La segunda opción le fue más tentadora, rapido y sin esfuerzo, si su abuela la viera estaría decepcionada, pero no quiere salir a estas horas, asi que esta vez Marcos se tendra que conformar.
Y solo le tomo un minuto ordenar.
Rápido y eficaz.
Luego de comprobar que Marcos se encontraba en la ducha, se dirigió a la cocina a limpiar, suena el timbre, penso que su orden ya habia llegado, dejo lo que hacía y se dirigió a abrir la puerta, pero quien se encontraba del otro lado no era el repartidor, sino Juan, su vecino con el rostro abatido y unas profundas ojeras, señal de que no había dormido bien en dias, sostenía una taza. Taza que ya había visto varias veces en la manos de Maria, su hermana.
—Hola Juan, ¿cómo te encuentras? Perdón sé que es una pregunta tonta, pero me entiendes, verdad ¿te encuentras mejor? —Pregunto otra vez dudosa.
—Trato de sobrellevarlo, día a día me despierto y me encuentro que todo es una dolorosa realidad y no un sueño, es lo malo de despertar, en estos días he tratado de mantener mi mente ocupada, pero es muy difícil.
—Es un gran avance y que hoy estés aquí lo demuestra, ella donde te vea se sentirá orgullosa de tu fuerza.
Al terminar aquella oración, el chico frente a ella se desmoronó y comenzó a llorar, parece que solo necesitaba una escusa para recibir un abrazo, Alexa de inmediato le ofreció su hombro para que llore y se descargue tranquilo.
El chico volvió a su lugar y después de llorar comenzó a reír, se sentía mejor y en parte era gracias a Alexa que lo ayudo a desahogarse.
Tomo la taza de sus manos y volvió con el azúcar, cuando ya se estaban por despedir sintió una presencia detrás de ella y con solo ver la expresión de Juan supo que era Marcos, aunque quien más podría ser, si no había nadie más con ella.
Sintió como un brazo la tomaba por la cintura, todo a su alrededor se inundó con el aroma del jabón, él se acercó a su oído.
—Cariño, regresa te extraño —le hablo bajito, pero seductor.
No lo podía crear, el descaro de este hombre no tiene límite.
Giro para encararlo y echarlo, porque todo este tiempo solo veía a Juan, pero fue mala idea, ahora entendía por qué su vecino estaba sorprendido, Marcos no iba vestido formalmente, solo llevaba una toalla envuelta en la cintura, su cabello aún se encontraba mojado tanto que goteaba, paeciera que apenas salio de la ducha, se quedó observando una gota que recorrió todo su cuerpo y desembocó justo donde se encontraba la toalla.
Tomo conciencia y lo mando a cambiarse, parecía un niño chiquito refunfuñando, antes no habría imaginado presenciar tal escena, pero le divertía verlo así.
—Bueno, Alexa nos vemos después, gracias por todo.
—No hay de que, cuando me necesites, puedes buscarme.
Y así se despidieron, Alexa volvió al interior de su hogar, para encontrar a Marcos sentado en el sofa cruzado de piernas sin aún cambiarse.
—¿Por qué que aún no te has cambiado?
—¿Quién es ese fulano? Y ¿por qué está tan pálido? Hasta podría hacerse pasar por un Collen.
—Ve a cambiarte primero.
—Por qué, yo me encuentro bien cómodo, y tú puedes aprovechar y disfrutar de la buena vista. —dice descaradamente.
—No seas pretencioso y ya vístete.
—Pues no lo digo yo, lo dice tus ojos que no dejan de observarme y tu boca que cada segundo tragas saliva, no creas que no me di cuenta.
Después de que al fin Marcos decidió vestirse llegó el ansiado desayuno, no era uno ostentoso, un desayuno clásico, medialunas, jugo, huevos y tostadas, café no pidió porque ese si le quedaba.
Ambos se encontraban sentados frente uno del otro, cuando Marcos preguntó otra ves quién era el joven de antes.
—Solo espero y no te ande cortejando porque voy ahora mismo y le dejo las cosas bien claras.
—Primero, el solo es mi amigo, dos creo que con lo que vio hoy, si alguna vez tuvo esa idea la descarto.
En ese momento de charla, se percato que le había llegado un mensaje, fue a tomarlo y se frustró de inmediato.
—¿Quien es?
—Daniel, quiere hablar conmigo, hace unas semanas que esta insistiendo, dice que es importante.
La expresión de Marcos cambió a una más seria y preocupada, sabe bien porque la está buscando.
Hola, lo siento por dejar
de actualizar, me pondré más
al día para traer todos los
capítulos lo antes posible,
besos y a votar⭐️
Autora: Danna
Univers
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro