Capítulo 28: Noche de confesion y algo más
Ya la noche había llegado y con eso la hora de la cita estaba cada vez más cerca.
Marcos, se había cambiado de ropa cuatro veces, se habia visto tres veces al espejo, peinado y despeinado más de una vez y se echó dos veces perfumes, con todo eso pensó que ya era suficiente.
Miró su reloj por última vez y se dirigió a tomar sus llaves, para luego cerrar la puerta y caminar hasta donde tenía aparcado su auto.
Se encontraba ansioso, nervioso y paranoico, una mezcla que le es extraña para él.
Después de unos quince minutos llego al restaurante, al entrar lo recibieron y lo acompañaron a su mesa, con cada paso su corazón latía más y más. Una vez que llegó a donde seria su mesa noto que Alexa ya se encontraba allí, y al estar de espaldas pudo notar lo descubierta que vino el dia de hoy, de inmediato y sin perder tiempo se quito su saco y lo coloco sobre su espalda desnuda, esta al notar el objeto sobre ella giro y se encontró con la mirada intranquila de Marcos.
-Hace frío, no debes de confiar en la calefacción -se defendió.
La saludo y se sentó bajo su atenta mirada.
Alexa viste un hermoso vestido rojo cereza, con un escote que hacía que la mirada de Marcos se desvíe cada dos segundos, fue como si lo hubiera hecho a propósito.
«necesitaba cubrir esa parte también» pensó.
-Discúlpame, pero mi rostro se encuentra más arriba -se burló ella.
-Tú tienes la culpa, yo quiero hablar de algo serio y solo vienes a seducirme y se me olvida.
Ambos rieron, pero el ambiente ya se encontraba diferente, algo iba cambiando segundo a segundo y cada uno lo notaba con cada respiración.
-¿Y cuál es eso serio que quieres hablar?
-De lo que siento por ti, de este sentimiento que ha estado creciendo en mi pecho, primero fue como una chispa y ahora se ha convertido en un fuego amenazador que amenaza arrasar con todo a su paso.
-Tanto así te afecté.
-Tanto que ya no quiero fingir que me gustas, sino que sea real, tanto como tú y como yo lo somos.
Alexa no se esperaba tal confesión, pero su corazón salto de alegría y comenzó a latir muy rápido y fuerte, por un momento se asustó con la idea de que Marcos oyera como se emocionó con su confesión.
-Me habías dicho que te sentías mal mintiendo a mi familia, y mucho más ahora después de la última noticia, que te parece si llevamos nuestra falsa relación a una verdadera, yo quiero intentarlo, ¿y tú? ¿Quieres intentarlo conmigo?
-Primero, también siento que algo cambia consecuentemente entre nosotros, pero creo que solo fue una emoción pasajera, por la cercania que mantuvimos todo este tiempo, talvez tú estés pasando por eso y solo estés confundido.
El pelinegro no espera aquello, esperaba un "yo también siento lo mismo" por parte de Alexa.
-Estoy muy seguro de lo que siento, no estoy confundido y después de saber que aquella niña que me acosaba y me había marcado como su futuro marido de niños eras tú, me alegre, solo porque eras tú.
Pasaron unos minutos en silencio, como si ambos estuvieran meditando y analizando el panorama, que hacer o que decir.
-Si tienes miedo o por el contrario, no sientes lo mismo por mí, dilo directamente, no me engañes a mí, ni tampoco a ti. Se sincera.
-Siento miedo -confeso- hay una sensación que me invade siempre que estoy feliz, es como una premonición de que la felicidad tiene fecha de caducidad y no quiero pasar por eso.
Fue en ese momento que Alexa se sintió avergonzada de todo lo que sentía y lo poco que podía decir, agacho la cabeza, Marcos no lo soporto, se levantó de su lugar y llegó hacia donde ella se encontraba, se apoyó en una rodilla y se inclinó para tomar su mentón y hacer que levante la mirada.
-No sientas vergüenza por tus emociones, son reales y auténticas como tú, sino puedes decirlas puedes utilizar otro método, como el de mostrar.
Se levantó y volvió a su lugar dejándola más tranquila.
Terminaron de cenar, pero Marcos siente que aún no ha dicho todo, necesita decir algo más.
Pero no podía decirlo, fue como si se hubiera instalado un nudo en su garganta.
Se ofreció a llevarla a su casa, hasta la acompaño a la puerta, si su madre lo viera estaría orgulloso, pero él se sentiría de lo más avergonzado.
Fue un microsegundo donde se sintió seguro para decirle aquello que no pudo en el restaurante, tomo una bocanada de aire.
-Alexa yo...
Su confesión fue abruptamente interrumpida por un beso repentino.
Aquella boca que lo tiene hambriento todo el tiempo desde el primer beso, ahora lo está besando y fue ella quien tomó la iniciativa y eso hace que su parte irracional tome el control haciendo que suba de intensidad a la velocidad de la luz.
En un momento se separan para respirar, ella aprovecha de abrir la puerta, una vez que ingresa no pierde tiempo y la arrincona contra una columna que se encontraba en la entrada, utiliza su mano para recorrer su cuerpo.
«Todo parece irreal entre ella y yo, en la claridad de su casa noto su mirada lujuriosa con un toque de ternura, una mezcla que logra darme escalofríos, sus toques son como chispas que logran encender cada parte de mí, sus besos son fuego y juntando con los míos, todo se descontrola»
«Es sin duda una tentación, hecha mujer»
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