Marcos

Esto se está saliendo de control, como haré que todo vuelva a su lugar, por un lado se encuentra mi madre que se ha propuesto seguir mis pasos de cerca, nos acosa a mí y Alexa, por lo menos por teléfono podría darles más vueltas y darle más excusas, pero tenía que venir, pareciera que quiere comprobar algo, ya no sé talvez me esté volviendo loco, después se encuentra Daniel amenazando con contarle todo a Alexa, Paulina que no quiere dejar a Daniel y me chantajea con contarle a Alexa que todo fue planeado desde el principio y para completar la ecuación el estúpido que intenta conquistar a Alexa enviándoles regalitos todos los días, nose quien es pero ya me resulta un pesado.

Pero con solo ver su rostro, ya todo eso queda en segundo plano, solo quiero alargar esta falsa relación un poco más, sería mentirme si dijera que no me gusta, pero no quiero ser yo el primero en torcer el brazo, quiero que ella me quiera como soy, en pocos días de conocerla siento que podríamos llevar esta falsa relación a algo real, quiero pensar que solo acepta los alagos de aquel tipo con tal de mantener distancia conmigo, aunque él es lo que menos me importa, lo que de verdad me incomoda son las mentiras que nos rodea, si se entera de que solo me acerque por un favor que debía cumplir no me lo perdonara y eso me asusta de una manera que no creía posible.

—Madre, ¿cómo se encuentra papá?

—Ahora se encuentra descansando en la casa de la ciudad, mañana tiene consulta con el doctor.

En ese momento Alexa vio pasar a su amiga y no creyó mejor momento para huir de ese incómodo reencuentro.

—Si me disculpan, saldré un momento —se disculpó

—Claro querida, nos vemos en la noche. —dice alegre la señora.

Alexa llegó hasta el baño donde su amiga se encontraba arreglando su maquillaje, concentrada en su imagen que no la noto cuando entró.

—OYE, TU PERRA

—Alexa, me asustaste.

—Que hiciste para estar asustadiza.

Su pregunta quedó flotando como las partículas de suciedad de ese baño.

—Cuéntame, ¿por qué la señora te trata como si ya te conociera?, incluso se refirió a ti como su nuera, de que me perdí.

—Es una historia larga, te la contaré más tarde, este no es el momento ni el lugar. Y ahora tú dime, ¿qué pasa entre tú y el Gerente?

—Te lo contaré si tú lo haces, trato.

—Desde cuando debemos pactar algo para contarnos las cosas.

—Desde hoy, trato.

—Me indigna, pero trato

Después salieron del baño y cada una volvió a su lugar de trabajo, hasta que llegó la hora de salida, fue directo a su departamento, después de haber abandonado la sala de reuniones no volvió a cruzar palabra con Marcos ni con su madre.

Al poco tiempo de haber llegado, recibió un mensaje de Marcos avisando que pasaría por ella a su casa.

Se dispuso a buscar un bonito atuendo, se puso a pensar que debía dejarle claro, que después de esta noche será la última vez que fingiría ser su novia, una vez estuvo bien, pero esto ya se pasó de límite y cada vez se vuelve más complicado salir.

Una vez lista solo esperaba a que llegarán por ella.

Tocaron el timbre, pero no era Marcos quien se encontraba del otro lado.

—¿Axel, Que haces tú aquí?

Axel es aquella persona con la que Alexa ha tenido dos citas, la primera por insistencia de su amiga y la segunda por parte de él. Ha estado enviando flores toda semana, es tanta la insistencia que ya hasta es incómodo rechazarlo, ella solo le ha puesto escusa tras otra para que entendiera que no habría otra, pero no ha captado la indirecta, al principio parecía amable y gentil, pero su personalidad es difícil de entender.

—Perdón, quería verte.

Alexa sintió un escalofrío extraño, a pesar de haber tenido dos citas, en ningún momento le dijo donde vivía, pero aun así no tenía por qué venir hasta su casa sin avisar.

—Está bien, pero ahora estoy a punto de salir, si me disculpas.

Después de haberle dicho indirectamente que se fuera, seguía ahí mirándola de una forma extraña, ya no le parece tan amable y gentil.

—¿Nos vemos mañana? Como no me respondiste en estos días, quise venir personalmente.

Estaba a punto de responderle de la forma más sutil que pudiera encontrar, pero alguien se le adelantó.

—Acaso eres tonto, te dijo claro que te vayas, no escuchas o que.

—¿Y tú quién eres? quien te crees para involucrarte en una conversación privada —respondió a la defensiva.

—Yo —decía mientras se acercaba a Alexa y la rodeaba protectoramente —soy su novio.

Axel quedó petrificado con aquello, pero aun así no quitaría su dedo del renglón, se fue pero no será la última vez que se verían, eso se prometió.

—¿Quien es ese sujeto? —Pregunto Marcos una vez que lo vio alejarse.

—Se llama Axel.

—No pregunte su nombre, ¿es tu novio?

—No, es solo alguien con quien tuve dos citas, y ahora esta de insistente conque tengamos una tercera.

—No me gusta, su actitud es sospechosa.

—Si también lo creo, debo de ser más firme y decirle de una vez que ya no quiero, su insistencia me pone incomoda.

—Es... ¿quien te envía las flores?

—Si.

—Puede que después de lo que vio, no vuelva a buscarte.

—Ojalá ¿podemos irnos ya?

—Si, vamos.

Después de unos quince minutos de manejar llegaron a un hermoso y lujoso Restaurante de cinco estrellas.

Un joven acompaño a la pareja a una mesa donde ya se encontraba la Señora y el Señor Fernández conversando.