9 - Colores y romance
Notas del cap:
Primero que nada ¡Bola de pekadores! Segundo... Muuuuuchoooosssssss, pero de verdad, mucha gente me estuvo pide y pide un buen lemon decente de esos dos y ya dije que sí, lo iba a poner (digo, si tanto me lo piden ¬u¬ yo no me niego) PERO. El lemon que me han pedido va a tardarse mucho en venir, ustedes preguntaran "¿Por qué?" fácil. Desde este capítulo y lo que le sigue son las partes de tensión... dentro de la misma historia no habrá lemon, ya verán ustedes a lo que me refiero; así que, hasta que se pueda crear la oportunidad de un lemon, esto va a tardar mucho, pero de que hare un lemon de esos dos, hare un lemon... ustedes solo tengan paciencia... ahora si
¡A leer!
9 - Colores y romance
-Arrg...- se quejo adolorido cuando sus ojos sintieron los rayos del sol sobre si. Se levanto muy lentamente, todo el cuerpo le dolía como el demonio... había ya tenido bastante con su cumpleaños, celebrado en sus tierras, en el centro, con sus amigos y su gente, grande, escandalosa, entre gritos y risas y bailes alocados y por supuesto, mucho alcohol...
Recuerda que le había dicho a Nazi que no lo esperara ese día pues no podría estar con él, además, era para no levantar sospechas... igual, era algo ya normal entre ellos. Nazi sabia que debía ser así para que a él no lo descubrieran y realmente no le molestaba al german según había visto y escuchado de sus conversaciones... recuerda que llego al día siguiente, con una cruda cabrona como siempre, aun con resaca y para colmo, también de un trabajo pesado pero ahí estaba Nazi, saludándolo, con champan de calidad que compro de quien sabe donde... bueno, igual se le haría demasiado bueno que el alemán no saliera de la casa. Supondría en algún punto que iría a salir y tener un intento de vida alrededor de la gente del pueblo que, gracias al cielo, es de esos pueblos casi incomunicados que no permiten mucho contacto... supondrá México que por eso aun no se ha sabido globalmente de Nazi... o tal vez ni siquiera le estaban prestando atención a su presencia por ser un "fuereño"
En cualquier caso ¿Qué paso después de ser recibido en la casa por Nazi y un par de perros que no se le fueron encima a morderlo y besarlo?... cree recordar el sonido de vasos y algo espumoso cosquilleando en sus labios... o tal vez era dulce combinado con alcohol...
Lo siguiente que cree medio recordar es siluetas rojas, algo extraño en su cuerpo, una sensación peculiar y de pronto... nada. Solo el típico dolor de cabeza y la resaca de beber demasiado. Se endereza, sintiendo dolor por todo su cuerpo, se queja bajito, logrando sentarse y encontrar su cuerpo desnudo. Que es la cama de Nazi y en especial, que tiene un putero de mordidas por todos lados... ni las pinches pirañas dejaban tantas marcas. Se dice un instante hasta que cae en cuenta... Nazi tenia dientes de picos... sus marcas si bien, serán de dientes, son dientes de picos... tiene moretones mas marcados entre sus piernas claramente dándole a entender que lo que fuera que hizo anoche, de verdad fue salvaje... y por extraño que pareciera, no era muy notorio el dolor de sus caderas...
*¿Qué mierda paso anoche exactamente?* se pregunto el latino, poniéndose de pie, encontrando al menos su ropa, entra rápido a darse un baño, sintiendo como algo escurre en su interior, lo limpia sin ver. Prefiere no ver por el momento. Cuando se encuentra limpio y fresco, sale de la ducha y se pone su ropa del día anterior, encontrando que solo Ikal, el pastor alemán viene y le saluda alegremente esperando por caricias
-Ikal, ¿Dónde está Nazi?- pregunta tranquilo. El perro ladra y corre en dirección a la habitación que tiene Nazi especialmente para sus pinturas y, habitación en la cual, por cierto, México no ha entrado en meses por respeto a Nazi y su privacidad
... ... ...
Toc toc toc
-¿Puedo pasar Nazi?- pregunto México a la puerta cerrada de la habitación, escucho movimiento de parte del interior y una negatoria. México tuvo que darle la espalda a la puerta y esperar a que Nazi saliera. Escucho la puerta abriéndose y cerrándose luego de ver a los perros rodeando a México en busca de atención... y aun cuando las ganas de ver hacia atrás era mucha, no hizo ningún tipo de movimiento y simplemente espero a que Nazi cerrara detrás suyo para pode volver la mirada hacia atrás y encontrarse por fin
Los ojos de México se abrieron y un sonrojo apareció en sus mejillas cuando noto que Nazi en su camisa abierta de tres botones, también dejaba al descubierto claras muestras de chupetones y mordidas en su pecho y cuello además de hombros y algunas en sus brazos bien ocultas por la tela de la ropa. El latino bajo la mirada sin saber que decir al respecto...
-Hmp... recuerdo que me dijiste una vez que habían ocasiones que bebías demasiado y olvidabas lo que hacías al día siguiente- dijo suavemente Nazi, avanzando hacia la cocina para preparar algo y poder desayunar. México no dijo nada, solo avanzo algunos pasos detrás de Nazi, avergonzado y sintiéndose estúpido, además de saber que sin desearlo estaba creando un ambiente incomodo
-M-Me disculpo por lo que hice... ni siquiera sé si tú estabas de acuerdo con lo... lo que paso- hablo bajito, cual niño regañado, pero tratando de darse el valor para afrontar lo que había hecho... subió la mirada lo mas que pudo, se puso de pie, derecho... pero su mirada no logro llegar a los ojos de Nazi, solo se quedaron en su pecho donde aun podía ver las marcas en su piel... no tenía el valor siquiera para ver sus labios luego de saber que tal vez habían pasado mas cosas de las debidas
Hubo un pesado silencio después de eso. Nazi tampoco sabia exactamente como decir lo que paso anoche... el logra recordar mejor lo que ocurrió en la noche y sabe de antemano que México lo hizo adrede, es decir, al menos, estando ebrio, era muy cooperador y bastante amoroso. Nazi se llego a preguntar en ese momento y aun ahora, si el latino seria así de cariñoso estando consciente o si solo podría verlo en ese estado. Fuera cual fuera la situación, suspiro cansado
-A decir verdad... es una enorme sorpresa para mí descubrir que eres tan despistado- se rio bajito, sentándose en una silla luego de haber apagado la estufa. México lo miro confundido, enarcando una ceja, Nazi por fin pudo ver por escasos segundos la mirada de México colindando con la suya. Al ver sus sonrojo y como se mordía el labio inferior, supuso que podría correr el peligro que no había intentado desde que llegó a esas cálidas tierras
-Sígueme- menciona poniéndose de pie y caminando de vuelta a su habitación especial para la pintura. Entra dejando la puerta abierta. Para sorpresa de México recibe una invitación a entrar. Lo primero que nota México es que los grandes ventanales están abiertos de par en par permitiendo una ventilación deliciosa. Hay plantas rodeando todo el lugar y un montón de cuadros, algunos apilados, otros colgados. Cada uno enmarcando algún paisaje hermoso, otros, siendo solo cuadros a medio acabar pero que ya denotaban belleza y equilibrio
México abrió sus ojos... cada obra de arte, aun las que todavía no estaban acabadas, eran preciosas, cada una más hermosas que la anterior, siendo, finalmente, que en el centro de todo, cubierta por una tela suave había el caballete principal y Nazi a su lado, observando con una divertida sonrisa las expresiones de México
-Tus obras son preciosas Nazi- susurra sin ser muy consciente de su boca, el alemán sonríe satisfecho de saberse reconocido al fin por alguien, aun si nunca lo dice a viva voz. Pero, luego de un pequeño carraspeo de su parte, México reacciona volviendo la mirada a Nazi quien, entre suaves sonrisas de medio lado, como esas de un niño pequeño que va a mostrar su plan maestro de travesuras. Nazi eleva la tela de golpe, al tiempo que avoca a una única frase
-¡Feliz cumpleaños México!- anuncia con seguridad. El latino abre sus ojos cuando, lo que encuentra pintado en aquel lienzo, no es un hermoso paisaje casi celestial, sino su figura, su rostro y cuerpo, plasmado en un gesto tranquilo, sonriendo apacible y casi como si destilara un aire de sabiduría... México abre sus ojos, imposibilitado a dar algún tipo de comentario, solo se encuentra ahí, avanzando a pasos lentos, viéndose en aquella pintura, cambiando por fin a ver al dueño de aquella obra de arte que, sonriendo divertido, se acerca, cerrando levemente su boca y uniendo sus labios en un beso casto y dulce que México corresponde por inercia
Ahora reconoce que ese sabor dulce que había en sus labios y que creía recordar, no era por alguna comida y o por la champan... sino por los labios de Nazi quien, luego de haberlo besado, se separa con tranquilidad, sonriendo de ese mismo modo que le recuerda cuando se conocieron por primera vez en el medio de aquel campo de batalla
-Te amo-
Aquellas palabras, simples y cortas, hacen a México sentir un fuerte estremecimiento en su cuerpo y en su alma completa. Sus mejillas se calientan violentamente, sus ojos no desean parpadear, su cuerpo se mueve por inercia y estrecha contra su cuerpo a Nazi con fuerza
¿En qué momento se volvió algo tan necesitado como el respirar, el escuchar esas simples dos palabras de labios del alemán? México no para de temblar, sus ojos apenas se encuentran levemente abiertos, sus manos toman con cuidado las mejillas del contrario y comienza a depositar desesperadamente besos por todos lados del rostro de Nazi. La desesperación de quien se estuvo conteniendo todo este tiempo. De quien necesitadamente descubre la necesidad del otro
Su necesidad se vuelve aplacada por las caricias del contrario... las palabras no salen de boca del mexicano, pero no es como que sean necesarias en estos momentos... México puede saberlo, le está diciendo con sus acciones, con sus besos desesperados, con sus caricias inocentes y amorosas, lo mucho que había en el corazón del tricolor oculto por si mismo
Había pasado el tiempo, si. México había hecho la vista gorda a esa amabilidad de Nazi para con él y esos coqueteos... que bueno, el mexicano es idiota pero Nazi era casi hasta burlesco y literal en sus acciones... era algo que atraía al latino pero que siempre se negó a aceptar porque sabía no solo que seguían en bandos opuestos, sino que Urss, al seguir vivo, no sería alguien de confianza... Nazi seguía siendo su enemigo acérrimo y, sabiendo que Urss y los aliados fuero los que ganaron la guerra, sabía que habría posibilidad de que algo malo pasara... tenía miedo
Tenía miedo por Nazi, tenía miedo por él y por su gente... pero a su mente siempre terminaba llegando el alemán y sus divertidas sonrisas, su aspecto serio, su forma de ser ególatra en ocasiones o sensible tratándose de la pintura y el arte que ambos disfrutaban por igual... México simplemente no quiso enamorarse de alguien como Nazi, porque también debía de apreciar que había una enorme posibilidad de que Nazi en realidad solo lo estuviera manipulando para crear una nueva guerra mundial y poder por fin ponerse en lo más alto de las potencias... era una posibilidad que aun en estos momentos México baraja
Pero el sentir los brazos de Nazi estrechándolo entre sus brazos, envolviéndolo dulcemente, sentir sus labios y su saliva combinándose con la suya propia, esos suaves suspiros, esos "te amo" que se dicen entre caricias inocentes y que lentamente van subiendo de tono... lentamente hacen a México perder de vista esos miedos y simplemente hacer lo que había estado queriendo hacer desde hace ya algún tiempo...
Entregarse a Nazi por amor
Notas finales:
Y se me había olvidado que Nazi era el seme XD pero bueno... son esos semes que tienen cara de uke ¿? Que se yo... por hoy no creo que haya necesidad de dato extras ¿cierto?
¿Les ha gustado?
Que tengan lindo día
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