Notas del cap:

Ok... no sirvo para los saltos de tiempo, soy un asco en ello... es todo lo que diré

Por mientras, hoy es mi cumpleaños y tengo ganas de volver a interactuar con todos ustedes... ¡Así que vengo con un mega pac de publicaciones! Espero les guste porque ya estoy de vuelta ¬u¬

¡A leer!

8 - Cálido tiempo

-¡Ya llegue!- grita ligeramente cansado el latino, abriendo y cerrando la puerta de la gran casa. Nazi, quien se encontraba en la habitación especial que había sido designada para él; gira la mirada curioso. Deja su paleta de pinturas en un banco y por fin se encamina a la salida al tiempo que va limpiando sus manos manchadas en pintura

-Hoy regresaste más tarde- anuncia el german encontrando al tricolor suspirando cansado, aflojando la corbata de su cuello y quitándose el saco. Nazi sonríe divertido cuando lo ve, tan cansado como siempre, pero en cuanto se miran, con una suave sonrisa, el latino le saluda desde la distancia

-Si... ahora que Urss está en guerra con USA las cosas son tensas para todos... me preocupo bastante por esos dos- suspira frustrado, comenzando a subir las mangas de su camisa y sonriendo de un modo más emocionado

-Pero eso es tema de otro día... ¿Qué se te apetece el día de hoy cenar mi estimado Nazi?- pregunta divertido e interesante. Nazi solo sonríe divertido ignorando la pregunta de México y encaminándose el mismo a la cocina

-Imagine que estarías agotado con todo el asunto, así que me tome la libertad de preparar yo la comida en esta ocasión- finaliza para asombro del tricolor. Luego de que México reacciona y mira a Nazi, su mirada se ilumina en emoción... tal y como se había imaginado, Nazi le preparo comida tradicional de sus tierras, cosa que le hace tener más emoción pues ahora es su turno de preguntar interesado por el nombre de la comida y cosas típicas de su gastronomía. Nazi se siente orgulloso de explicar cada cosa que le es preguntada, elevando a su propio país con orgullo. México ríe y como siempre que el latino llega a esa casa que ahora pertenece a Nazi... siempre se encuentran risas y un ambiente cálido y acogedor que no encontraba en su propio hogar

... ... ...

Nazi llevaba ya algunos años tratando con el latino; descubre el alemán que México es alguien que gusta bastante de la cultura. La escritura es algo impresionante en su gente, la literatura es hermosa, sus pinturas, su música, su forma misma de vivir es algo increíble y lleno de una vida que jamás había descubierto Nazi en otro lugar

Cierto es que los rusos eran gente extrema en su forma de vida, pero aun entre ellos; aun con su conocimiento de Urss antes de que iniciara la guerra que los hizo volverse enemigos, Nazi jamás vio tanta calidez como lo veía en ese tricolor siempre alegre he hiperactivo, su sonrisa; su gesto que en varias ocasiones volvía agotado a esa casa y se negaba a dejar de sonreír o gastar bromas bobas

Nazi encuentra interesante los siguientes descubrimientos de la sociedad... la televisión... sorprendente es la televisión a colores que crea un mexicano pero que, debido a la falta de posibilidades, tiene que hacerse en USA...

Nazi solo observa al mundo seguir delante de un modo lento luego del genocidio que el cometió...

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-¡Vacaciones! ¡Agradecido con el de arriba!- grita alegre el mexicano, estirando su cuerpo y entrando estridentemente en la casa, esto a Nazi ya ni siquiera le sorprende, solo el escuchar un pequeño ladrido que hace sorprenderle de su lectura. Alza la mirada encontrando que México traía entre sus manos un par de cachorros, un pastor alemán y un perro de color negro bastante similar

-Ha! Te encontré- sonríe divertido el latino trayendo entre sus brazos ambos cachorros que no paran de removerse y de mover sus colitas con emoción

-¡Feliz cumpleaños Nazi! ¡Espero que te guste!- dijo dejando en el suelo a ambos cachorros. Nazi deja de lado su lectura olvidando lo que estaba leyendo y se acerca a los cachorros que en cuanto lo ven, se abalanzan a su lado y comienzan a jugar y mordisquear sus ropas y manos a forma de juego

-Son preciosos- susurra observando a ambas criaturas que le ladran divertidas y juguetonas, ignorándolo poco después para jugar entre ellos y ponerse a investigar la casa con su olfato

-El pastor alemán lo traje directamente de tus tierras, tu hijo también tiene perros y su hembra acaba de dar a luz, así que le pedí que me regalara a uno de sus cachorros, me dio un chico y cuando venia para acá un criador de perros me regalo a esta pequeña diabla- dijo el latino viendo que ahora la ahora conocida perrita negra estaba haciendo del baño delante de ambos adultos... México ríe estresado... ahora tenía que limpiar y enseñarle a los perros donde debían de hacer sus necesidades... pero bueno, ni siquiera es algo malo en esos momentos

-¿Tu pequeña diabla también es un perro de raza? Jamás había visto un perro así- menciona Nazi inclinándose para tomar a la perrita negra y verla de frente. Su colita moviéndose inquieta, un ladrido fuerte y removiéndose emocionada para ser libre de nuevo. Nazi ríe al ver su energía y la deja bajar; en cuanto el perro esta en el suelo corre a seguir olfateando todo el lugar

-Me dijeron que era un calupoh... es un tipo de perro lobo que había en la antigüedad cuando los perros domesticados por los aztecas se mezclaban con los lobos grises volviéndolo a una raza intermedia... una especie de hibridación que ahora tomo la forma directamente de perro-lobo- se explica el latino buscando papel periódico para limpiar la orina de la perrita

-Fascinante- murmura divertido de ver al latino también enamorado de los animales y como, luego de un rato de estar hablando, terminan optando por ponerles nombres diferentes. En honor a México, Nazi nombra a la calupoh como Leyna, un nombre alemán que significaba luz, pureza y amabilidad. Mientras que México nombro al pastor alemán como Ikal, un nombre maya que significaba espíritu

-Ahora parece que somos padres de dos pequeños- se ríe divertido Nazi cuando encuentra la sonrisa divertida de México volverse un fuerte sonrojo y comenzar a tartamudear como siempre solía hacer. Nazi ríe mas abiertamente al tiempo que estrecha entre sus brazos a pequeño Ikal y se acerca a México para verse a los ojos, siendo el latino, aun entre tartamudeos, quien es callado cuando Nazi coloca el pequeño hocico del perro en la mejilla del latino

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El ladrido ahora más fuerte de los perros hizo volver unos segundos la mirada de Nazi hacia atrás; ambos perros salieron corriendo de la habitación que siempre tenía la puerta abierta y acto seguido, se escucho a escasos segundos de distancia, el grito del mexicano seguido de un fuerte golpe, Nazi suspiro con una sonrisa divertida, saliendo de su habitación de pintura y volviendo para encontrarse con el mexicano que estaba siendo "totalmente atacado" por ambos perros entre lamidas y patas que le pasan por encima

-Suficiente niños, déjenlo ponerse en pie...- ambos perros obedecen a Nazi corriendo ahora por toda la casa jugando entre ellos, Nazi estira su mano y le sonríe de un modo sutil y coqueto al mexicano con media sonrisa

-Después de todo, falta que venga a saludarme a mi- dice, aun cuando los perros ya ni se encuentran cercas. México muestra una gran sonrisa boba y ese leve sonrojo

-Si... hola... ¿Cómo te fue hoy?- pregunta avergonzado de que Nazi ocupa el momento para acercarse y plantarle discretamente un beso en una mejilla muy, pero de verdad, MUY cercas de sus labios

-Como todos los días- menciona tranquilo, acompañando al latino hacia la sala para sentarse juntos y charlar un rato sobre su día

-Por cierto Nazi ¿Cómo vas con tus pinturas?- pregunta amable el tricolor, después de todo, era cierto que desde que tenía recluido al alemán en sus tierras y en esa casa especial, no había visto ninguna de sus pinturas hasta la fecha; al menos en eso quería darle algo de espacio al de dos colores

-Voy mejorando mucho gracias a los libros que me regalas, de verdad es un detalle increíble- sonríe el german observando con una media sonrisa enamorada al tricolor que solo sonríe bobamente

... ... ...

¿Desde hacia cuanto habían estado "sucediendo" estos curiosos y simpáticos momentos? Es decir. Era más que bien sabido para el alemán, que el mexicano no habitaba en esa casa que ahora le pertenecía al de color carmesí, de hecho, sabia porque le había sacado la información, que en realidad México debía de vivir en el distrito, en lo más central de sus tierras y, sin embargo, ya no solía pasar ahí las noches, sino en esa enorme casa a su lado...

Se habían vuelto una especie de concepto familiar... Nazi se quedaba en casa, arreglaba algunas cosas, limpiaba rara vez, pero la mayoría de las cosas las hacia el mexicano. Siempre que llegaba y se iba, se despedía de todos, incluso de Nazi. Siempre que llegaba del trabajo, solía hacerse cargo de la comida, exceptuando de esos muy raros momentos en que Nazi optaba por hacerle algo de comer

Y luego de la comida preparada, acababan charlando de cosas triviales, conocimiento mutuo, cosas que solo pasan en sus países respectivos y, en muy raras ocasiones, cuando Nazi se encuentra entremetido en su pasado, pregunta por su hijo Alemania quien, aun pese a las complicaciones de la guerra, parece estar llevando bien las cosas. Eso alivia a Nazi

Nazi y México tuvieron una larga y muy analítica platica aquella vez que Nazi pregunto por el bienestar de su hijo... tanto Nazi como México querían que el alemán viera al germano que vivía en México... pero sabían que dejar ver a Nazi a cualquier otro country que no fuera México, sería un grito de traición y en especial, podrían caer represalias no solo contra ambos países y ambos countrys por supuesto, sino hacia su gente... ambos sabían que México no estaba en posición de poder defenderse después de la guerra y ahora sabiendo que Urss y USA estaban en una especie de guerra fría entre ambos bandos...

México solo se dedica a dar todos los informes que puede a Nazi, tratando de ser lo más positivo posible y, al escuchar los consejos de Nazi sobre cómo debería Alemania gobernar, México indirectamente le va guiando al contrario en sus tierras... era lo mínimo que Nazi, desde "el otro lado" podría hacer por su hijo...

Pero, obviando de esos momentos tensos y a veces algo deprimentes... Nazi se encuentra siempre con la misma escena. Con el mexicano llegando siempre con una sonrisa, si bien, cansado por su trabajo. Siempre, dentro de su concepto de puntual (que pronto descubrió que no existía tal concepto) llegando con una sonrisa; a veces con algún bocadillo, frutas, verduras nuevas, dulces tradicionales... tantas cosas que el latino siempre traía, que cada día era algo nuevo para ambos countrys que, pese a lo que se pudiera mostrar, la pasaban relativamente bien y a gusto con la compañía del contrario

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-Feliz cumpleaños México- esta vez, el sorprendido fue el mexicano que, al entrar a la casa, estando a punto de soltar su tan acostumbrado "grito" que anunciaba que había llegado, se encuentra con un corcho saliendo disparado de quien sabe dónde, delante suyo a Nazi con una botella de champan y a los perros sentados meneando la cola muy emocionados pero al menos, ya no saltándole encima, sino emocionados esperando a ser recompensados por su espera

A México le tomo algunos segundos el comprender la escena delante suyo. Ambos perros sentados (y reiterando, ya no saltándole encima) y Nazi, con la botella en mano, sonriendo divertido y avanzando para tomar al latino de la corbata de su traje para meterlo lentamente a la casa cerrando detrás suyo

-Vamos, celebremos-

... ... ...

-hmmppg... e-espera... N-Nazi- jadeo ahogadamente el tricolor al sentir los labios del alemán sobre su cuello y lentamente su camisa siendo abierta. Jadeo de nuevo, cuando después de esos labios húmedos y cálidos, sintió unos colmillos fuertes penetrando en su piel, casi al punto de perforarla. Sus ojos se abrieron, su mente se sintió mareada con tanto alcohol, pero solo se aferro a las ropas de Nazi, logrando empujar el cuerpo contrario y conseguir tirarlo a la cama, siendo el latino quien quedara arriba de su cuerpo, sonriendo suavemente de medio lado

México estaba seguro que quería decirle algo importante pero, cuando se vieron a los ojos, lo que fuera que le quería decir a Nazi, había pasado a ser algo sin importancia... así que, simplemente se inclino, uniendo sus labios a los de Nazi, sintiendo como sus caderas eran acariciadas por manos ajenas. El no negó, sino que con la torpeza del alcohol en la sangre de ambos, termina torpemente apartando la camisa de botones que también portaba Nazi en ese momento

Ambos cerraron sus ojos, ambos se unieron en un tierno pero necesitado beso por el otro...

-Te amo-

Y alguien susurro esas palabras a mitad de su unión

Notas finales:

Sé que se ve feo y que tengo un terrible sentido de cronología y que estoy pendeja para explicarlo, pero bueno, aquí esta... este fue el ultimo capitulo que escribí antes de gritar que me iba de vacaciones, por eso se ve tan feo... como sea, aquí está el capitulo

Datos extras:

*En principio, como había dicho, aquí Urss no está muerto y no se desintegra

*En este Au México es algo así como consejero de Alemania

*Se me van a tener que imaginar el lemon porque lo deje así... y si, ambos, borrachos, un lemon hard y alguien diciendo las mágicas palabras...

*No me pregunten quien es seme de quien... no tengo idea XD

Bueno, eso sería todo por ahora (con respecto a este fic) ya saben, una disculpa si ven errores de ortografía aquí y más adelante pero por dios que voy a corregir un chingo... ténganme paciencia

¿Les ha gustado?

Que tengan lindo día

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