16 - Mas Ardiente que el Fuego
Notas del cap:
Este y el capítulo anterior son un único capitulo dividido en dos... y lo prometido es deuda ¡Lemon! Que tanto me pidieron desde los primeros capítulos, al menos se los he venido a cumplir mucho tiempo más tarde XD pero hey, algo es algo XD
Aclaremos (solo por si las dudas) a partir de este capítulo, Nazi ya ha vuelto el tiempo atrás al punto donde conoce a México inconsciente en el atentado contra Francia. De hecho, el inicio de este capítulo es un tiempo después de ese encuentro. Ok, ahora si
¡A leer!
16 - Mas Ardiente que el Fuego
—Esto es una maldita mala idea —Expresa Imperio, observando a Nazi que, aunque concentrado en preparar un camuflaje para pasar inadvertido entre los humanos, asiente a las palabras del nipón
—Pero es la mejor idea tengo hasta ahora —finaliza con seriedad, desprendiendo la mirada de las ropas que ha preparado y girando para observar al nipón que le mira sin terminar de creer lo que observa
Bueno, las cosas se pusieron raras un día. Precisamente luego de que invadieran Francia y dejaran huir a tantos militares, Nazi se encerró por varias horas con Imperio Japonés para hablar sobre el counrtry mejor conocido por ambos como México. Nazi le explico a santo y seña ciertas cosas particulares que el imperio no conocía, cuando, por supuesto, el country tomo a Nazi como que se le había zafado mas de un tornillo, Nazi le conto cosas que solo sabían Imperio y México, amigos de muchos años y cosas que solo México sabia de Imperio y cosas que solo sabría del futuro Japón, hijo de Imperio. Hijo del que solo sabían los integrantes del Eje y amistades cercanas de Imperio
—¿Qué tal enviarle un mensaje para que venga? Pienso que sería más seguro para ti —anuncia Imperio cruzado de brazos, observando a Nazi colocado un saco a su espalda y observándose mutuamente— después de todo, si eres consciente del peligro que estas corriendo —afila su mirada—, sería mejor traerlo aquí y explicarle todo
—No pensaras que no fue lo primero que hice —se explica— La primera vez que comencé la guerra, le envié un mensaje, así como hizo mi antecesor, en busca de su ayuda para acabar con Estados Unidos —continua— pero fue interceptada y jamás llego a el —ambos countrys guardan silencio— esta es la única carta por la que puedo apostar ahora mismo —observo a Imperio negar con cansancio
Era claro que era una muy mala idea, que ponía en peligro la vida de Nazi y por tanto, en peligro toda la guerra. Pero Imperio había escuchado atentamente y, por la forma en que había hablado por más de cuatro horas con respecto a México, su supuesta relación y las tres formas en las que Nazi lo vio morir, sabía que, más allá de lo que estaba diciendo, estaba en juego la cordura del líder del Eje. Y siendo honestos, no es que no quisiera al latino de su lado del bando. Aun mas importante, era mantener a su líder cuerdo y centrado
Y desgraciadamente, si esta era la única forma de hacerlo concentrarse en la guerra, Imperio lo haría, porque no solo habían en juego territorios, sino vidas inocentes. Mucho en juego y necesitaban a Nazi para hacer su parte del trabajo en todo esto. No podían simplemente quedarse de brazos cruzados y rogar por que todo saliera bien al final del día... si Nazi no estaba pensando fríamente las cosas, él tendría que ponerse manos a la obra y pensar en algo que valiera la pena en caso de que las cosas se salieran de control, como prometía ser
—¿Y que piensas hacer si aun explicándole todo lo que me has dicho el dice que no? —pregunta, observándolo una ultima vez, con su porte serio, a punto de salir de su hogar. Nazi se detiene, girando para verse mutuamente. Imperio suspira, viendo ese brillo de duda de parte de Nazi que cambia a un gesto serio pero que, por primera vez tal vez, desde que llevaba de conocerlo, demostraba una determinación y esperanza honesta y pura, tal vez hasta inocente
—Sera suficiente para mi —susurra— si simplemente logro mantenerlo lejos de la guerra —Imperio niega en un jadeo cansado
—Ve con cuidado entonces —suspira, sabiendo que no podrá hacer entrar en razón a su líder, dando media vuelta y dejándole ir allá a donde su corazón le guía, tal y como siempre decía el latino tricolor
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Toc Toc Toc
Tras el sonido de la puerta siendo golpeada y un permiso de parte del latino para entrar, los ojos del mexicano se abren con un gesto de sorpresa grande al observar en la puerta de su oficina a un country que jamás había visto, pero del que conocía su bandera
—Buenas tardes —saluda de un modo serio y calmo Nazi luego de entrar a la oficina, cerrando tras de sí la puerta— disculpa que haya venido sin invitación y que haya entrado tan bruscamente —sonríe burlón haciendo a México afilar la mirada con desconfianza—. Tranquilo, nadie sabe de mi estadía aquí, ni siquiera tus empleados o guardias —continua, avanzando hacia el interior, sentándose en uno de los sofás de la habitación y observando al latino que avanza con paso lento, escudriñando y cuidando cada uno de los movimientos de Nazi
—¿Qué hace aquí señor Third Reich? —pregunta desconfiado el latino
—¿Has recibido una carta mía acaso? —pregunta, sabiendo que el latino negaría, no porque mienta, sino porque, realmente nunca llega la carta a manos latinas, así que, suspirando, sonríe de un modo calmo. Tenía que hacer todo de un modo lento, se dijo, observando al latino y señalando hacia el sofá frente suyo—. Si me permite, quisiera hablar de algo serio con usted
Pese a que sabía que México no tendría tanta confianza, aun así acepta, sentándose y observando a Nazi quien, con un gesto tranquilo; se acomoda en el sofá y, con un silencio algo pesado por la tensión que se siente, ambos countrys se miran fijamente
—Ambos somos personas ocupadas —comienza Nazi— así que, seré directo —cruza sus dedos y observa al latino que le mira sin terminar de comprender que es lo que ocurre. Nazi cierra sus ojos un segundo, intentando pensar que era lo siguiente que iba a decirle. Se siente tan nervioso y enamorado de volver a verlo, vivo, a salvo, seguro y a la vez, a la defensiva como lo había conocido la primera vez en persona. En su interior suspira enamorado, solo observando con tranquilidad al tricolor que parece enarcar una ceja curioso de las acciones del contrario—. Quisiera invitarlo a unirse a nuestro lado en la guerra —tan pronto como anuncia aquello, puede ver el gesto de descontento del tricolor y como abre sus labios para negarse, sin embargo, Nazi coloca una mano frente suyo, en señal para detener lo que fuera que iba a hablar México—. Si me permite, tengo información importante que creo que sería conveniente que escucharas
Pronto, entre los diálogos, México descubre que esa amabilidad y forma de dirigirse de Nazi hacia él, va cambiado, cada vez, volviéndose más cercano, dejando de llamarlo señor, comenzando a llamarlo por tú, diciendo su nombre, a veces llamándolo con los apodos con los que los demás latinos le llaman. México enarca una ceja, si bien, ha descubierto ese punto en Nazi y le hace sentir inseguro, lo que de verdad tiene ocupada su mente en estos momentos es, precisamente lo que está hablando Nazi y que de verdad debe de tomar en cuenta en estos momentos
Alguien, muy posiblemente USA, estaba planeando involucrarlo a la fuerza a la guerra. En este caso, Nazi explica que su inteligencia había conseguido llegar a puntos "secretos" dentro de USA y que, precisamente, sabía de antemano que estaban tendiéndole una trampa a México para unirlo contra su voluntad, bajo el plan de destruir buques petroleros en sus propias tierras con la intención de que lo vieran como un directo enemigo y, a sabiendas de que querían hacer verlo a él (a Nazi) como un enemigo, Nazi alega sospechar acertadamente que, así como evitaron que su carta llegara a manos de México, seguramente negarían algún tipo de correspondencia entre ambos países (y countrys) para que el odio se formara en el país y el country y así, conseguir meterlo del lado de los aliados
México escucha en silencio, asintiendo o negando cada tanto de las palabras de Nazi, escuchando con duda y sospecha por sus palabras. Habían cosas que eran demasiado... ¿Cuál sería la palabra correcta? ¿Demasiado sospechosas? ¿Demasiado directas? Es como si Nazi supiera lo que iba a ocurrir. Es decir, una cosa es la estrategia y poder "predecir" lo que sus enemigos podrían hacer, pero lo que estaba hablando el German era algo muy diferente. Era casi como si pudiera ver el futuro... o como si en realidad lo estuviera planeando todo al detalle para hacerse pasar como el santo en todo esto
Pero también estaba su corazón y algo aún más importante. México había conseguido tener una amistad con USA aun después de las guerras que habían tenido entre ellos y... y el honesto robo de los territorios mexicanos por el gobierno de USA. Sabía que eso eran resentimientos que debía de dejar pasar pero, siendo realistas. Si bien, dudaba que USA (su amigo country) hiciera algo así. No creía demasiado descabellado suponer que su gobierno de verdad haría algo así o peor con tal de tenerlo de su lado. En sí, ya estaba amarrado (por los huevos) a capricho del americano... pensar que harían artilugios ruines con tal de hacerlo a su lado y tenerlo como arma, sería algo estúpido y descabellado. Pero peligrosamente posible que tenía que tener en cuenta el mexicano
De hecho, pensándolo bien, despacio, a detalle y de un modo analítico. Fingiendo que no lo está escuchando del enemigo de USA. Si suena a algo que USA y su gobierno haría, mas su gobierno. Lo sabe, sabe de lo que son capaces los humanos y sus estrategias más brillantes. Pero también estaba el asunto que venía a poner el peso sobre la balanza de la lógica en México. Ese que le estaba contando todo, con buena cantidad de lógica pero parecía fantasioso, casi como si conociera el futuro, era ni más ni menos que Nazi, el actual enemigo de USA y Urss. Para colmo de México, ambos countrys. Si bien, ha tenido su historia con ambos países directa e indirectamente (tratándose de Urss y sus antecesores) la verdad es que también tenía que tener muy en cuenta que era precisamente Nazi, enemigo de ellos, quien le estaba diciendo estas palabras
Es, como esos niños pequeños que, cuando vendían, se ponían juntos y atrapaban a algún pobre posible comprador, se peleaban entre ellos y decían pestes sobre los productos del contrario. Algo así, sentía que estaba haciendo Nazi en estos momentos y no podía verlo de otro modo. Aun si Nazi tenía un punto muy certero y preocupante en todo esto
—No parece que me estés creyendo —susurra Nazi, acabando con su explicación, observando a México que soba sus sienes con cierta incomodidad, sabiéndose visto por su invitado no deseado y desviando la mirada a cualquier lado ¿De verdad esperaba que fuera a creerle a la primera algo tan descabellado a el? (*)— Entiendo si no me crees —se expresa con tranquilidad— después de todo, has conocido por mucho tiempo a USA —continua—, te sería raro pensar algo así de el —México sube su mirada, observando a Nazi quien, con un gesto tranquilo, continúa observándolo fijamente— pero no te estoy mintiendo
—Desgraciadamente —habla por fin México— temo recordarte que eres enemigo de USA en estos momentos —se aclara el tricolor— no es descabellado por mi parte, el pensar que lo que me estás diciendo es meramente un pretexto para que entre a la guerra de tu lado —continua—, así como también es posible que lo haga USA como has dicho ya
—Pero eres neutral ¿O me equivoco? —contra resta velozmente Nazi, haciendo a México mostrar un leve gesto de sorpresa que se convierte en un leve asentimiento— te seré honesto —suspira, suponiendo que no lo iba a convencer realmente; se recarga tranquilo sobre el respaldo del sofá, observando al latino por escasos segundos— no quiero que entres a esta guerra, en ningún bando de ser posible —se aclara esta vez, subiendo su mirada hacia el tricolor que le mira confundido— no quiero que seas parte de los aliados y, aunque sería eternamente feliz teniéndote a mi lado... —susurra, poniéndose en pie, rebasando la pequeña mesa de té que separaba ambos sofás y, acorralando al latino contra su propio sofá, lo mira a los ojos, con un brillo de esperanza y suplica silenciosa oculta pero que el tricolor puede ver—. Tu seguridad es primero para mí y en una guerra, donde es seguro que alguno de nosotros morirá, si tu estas a salvo —susurra, tomando una de las manos de México para besar suavemente sus nudillos—, yo estaré mas que feliz
—¿Por qué te preocupas tanto por mí? —inquirió, sin quitar su mano que era sujetada por la de Nazi. Ambos se miraron, sintiendo el latino el calor en sus mejillas tras aquellas palabras de Nazi y la duda inocente en su persona— Jamás nos habíamos visto hasta ahora ¿Por qué te importa tanto mi seguridad como para llegar al extremo de arriesgar tu vida al venir aquí? —pregunta, sintiendo su corazón latiendo con velocidad y fuerza, observando los ojos de Nazi brillar con una extraña calidez que solo lo hace sentirse nervioso, con un deseo por escapar de aquella mirada que le tenía atrapado y que le niega a huir. México era consciente de los peligros que había llevado Nazi para poder encontrarse ambos
La guerra ya había comenzado, y sabía que para estas alturas USA ya era parte de los aliados, así que pensar que Nazi haría algo tan alocado y estúpido como venir hasta territorios mexicanos que eran los vecinos de USA, era un acto de suicidio asegurado. México debía de suponer que Nazi estaba completamente a su merced en estos momentos. Un intento de parte de Nazi para cualquier cosa significaría sin lugar a dudas en su muerte... y aun así, ahí estaba el, tentando a su vida y coqueteándole a la muerte para poder tener una plática seria ¿Acaso era un plan elaborado de Nazi para convencerlo de algo más peligroso?
—"¿Por qué?" preguntas —sonríe divertido el german, dando otro beso dulce en los nudillos de México. Sin dejar de verlo a los ojos, Nazi libera su mano y lentamente se va acercando a los labios del latino. No puede más, se dice en su interior— porque eres la gema más valiosa para mí en el mundo, mi ángel, mi musa —susurra, acercándose lentamente, cada vez más a los labios latinos que, con sorpresa, observan al German avanzando sin miedo, lento, con cuidado, entregando el perfume de su propio aroma sin desprender sus miradas— porque eres el ave que robo mi corazón y a quien, a fe ciega, puedo entregar mi vida si así me lo pides incluso ahora mismo —susurra sobre sus labios— el único dueño de mi corazón —finalizo, robando por fin, un beso, lento, cuidadoso, gentil que lentamente, al pedir permiso a los labios ajenos, profundiza con cuidado, con amor, con pasión y deseo, pero, aun mas allá de los deseos banales. Con amor real
México cerro sus ojos, con ese cosquilleo inquieto que no lo había abandonado desde que vio a Nazi entrar, acentuado al escuchar sus palabras más románticas. Una cosa era una advertencia, otra, era lo que estaba experimentando en ese momento ¿Por qué lo estaba tocando de ese modo? No se conocían de nada, se repetía una y otra vez en su cabeza ¿Porque Nazi sentía tanto por él? ¿Por qué sus besos eran tan intensos?
—Mmgg~ —gimió dentro del beso cuando las manos de Nazi dejaron de sostener su peso, pasando a acariciar las mejillas del latino con mimos dulces. La lengua de Nazi se introdujo aún más, jugando con la contraria, succionando suavemente sus labios entre mordidas y volviendo a introducir su lengua dentro del latino en un éxtasis que confunde al latino
Sus ojos se cierran, su respiración pierde ritmo y sus manos solo se aferran de los hombros de Nazi en busca de algún tipo de equilibrio en todo esto. Se aferra tanto como puede, sintiendo como una mano del contrario pasa a sujetar una, enredando sus dedos en un agarre cálido que nadie había intentado con él y que le hace a su corazón dar otro vuelco igual de intenso. De pronto, Nazi tiene la amabilidad de separase del beso, dejando a México tomar una bocanada de aire más grande, con sonrojos en sus mejillas, aun viéndose a los ojos
—Te amo México —susurra Nazi, sonriendo con amor hacia el contrario
—Pero ni siquiera nos conocemos —susurra intentando que su voz salga baja y no llamar la atención de nadie a los alrededores de su oficina
—¿Y si te dijera —susurra Nazi— que estábamos destinados a conocernos? —pregunta, dando otro beso más corto y suave sobre los labios del latino— ¿Qué estaba deseando verte a la cara para decirte cuanto te amo y te adoro? —insiste, jalando con sus dientes, suavemente el labio inferior del latino, introduciendo su lengua una vez en más en un beso necesitado por seguir amando al tricolor entre besos— que incluso por ti —se ahoga entre los besos que no para de entregarle— aceptaría renunciar a esta guerra —finaliza, observándolo a los ojos
México muestra un sonrojo, sus labios ya se muestran hinchados por la intensidad de los besos de Nazi, lagrimas brotan en sus ojos ante las sensaciones que experimenta, viendo con asombro como Nazi parece hablar muy en serio y aun así, sentir como el mismo, entre besos más cortos, comienza a bajar despacio, pasando de su rostro, bajando lentamente hasta su mentón, bajando aún más a su cuello para lamer despacio la zona y dar una lenta mordida que cuida las heridas del tricolor
No hay mucho después de eso. México solo ahoga un gemido bajo, de placer ante la mordida que no crea heridas, solo una sensación cosquilleante que se atora en su vientre. Nazi lame la zona, mordisqueando con cuidado sus hombros sobre la ropa, jalando suavemente su piel y las telas, México aprieta el agarre que tenía con el German, su mano entrelazada con la de Nazi es suficiente para ayudarle a tener algo de estabilidad. Y de pronto, el latino es empujado suavemente en dirección del costado del sofá en busca de hacerlo recostarse. Sus ojos se abren, parece que ha reaccionado ante esto, pero sigue sintiendo el aliento caliente de Nazi, rosando sobre su oído, mordiendo suave, dando besos sobre su piel y lamiendo con cuidado su cuello por sobre las vendas
—Está bien si no quieres, no te obligare a nada —susurra sobre su oído, dando un beso y una mordida suave, bajando entre besos. Con su mano libre, desabotonando el saco, acariciando sobre las telas hasta abrir la camisa de botones y la corbata. México ahoga otro gemido, tras sentir su pecho descubierto y la mano de Nazi pasearse sobre su piel descubriendo puntos erógenos en el cuerpo del latino que este ni siquiera sabía que tenia
Nazi se dijo, que muy seguramente la había cagado en grande. Su plan no acababa en el punto donde se estaba acostando con México... pero simplemente su mente ya no había aguatado demasiado. Lo había visto tantas veces morir, que aunque había soportado el tiempo suficiente, hablando del modo más serio, su mente solo suplico porque lo tocara, por abrazarlo, por saciarse del calor de su piel y amarlo como sabía que el latino se merecía más allá de la locura y el libido
Tenerlo cercas de su rostro había sido el punto y aparte que le dio rienda suelta a sus deseos básicos. No había sido tan fuerte como lo había deseado, había perdido y terminó siendo cegado por su deseo, por su amor y su anhelo por volver a acariciar la cálida piel tricolor. Paso su mano con cuidado sobre el pecho del latino, aun cubierto con vendas, sus manos, cuidadosas a su piel, acariciaron donde ya sabía crear placer en su pareja y entonces, empujo suavemente una de sus rodillas sobre el pantalón del tricolor dando una caricia en su entrepierna que hizo a México soltar otro delicioso gemido que hizo a Nazi perder la sensación de donde es que estaba
Simplemente volvió a besar sus labios, mirándolo a los ojos. Esos ojos brillosos por el placer, confusos por la situación, besos repartidos por su rostro y un suave "no hagas demasiado ruido" de parte de Nazi antes de bajar despacio entre besos y lamidas adorando el cuerpo del tricolor. La mano izquierda de Nazi seguía aferrada y entrelazada con determinación a la del latino en ayuda a mantenerlo algo calmado. Era algo que amaba hacer con su pareja; amaba saber, que más allá del placer del acto (y del apetito insaciable de su pareja) ese simple acto de tener sus manos entrelazadas era un gesto de amor más allá de la lujuria, un acto dulce que ambos adoraban y que jamás evitaban mientras estaban en el acto, ya fuera amoroso o más intenso
—Na-Nazi —se ahogó el latino, Nazi ya había pasado de besar sus pezones, chuparlos y acariciarlos hasta dejar ambos duros. Su rostro se había desviado, entre sus abdominales hasta el vientre, lamiendo sobre la ropa el bulto que ya demostraba entre sus pantalones el latino. Nazi libero entonces las manos de México, solo para bajar el pantalón y dejar por fin, en completa desnudez el cuerpo del latino, subiendo despacio entre besos por su piel, a los labios del tricolor, volviendo a devorar otro beso del mexicano
—Eres tan hermoso —susurra— ni siquiera en mis sueños habría podido imaginar a un ser tan hermoso como tú —suspiro, lamiendo los labios ajenos, notando un tenue estremecimiento de parte del tricolor y como, un pequeño quejido de placer se ve atorado por la boca del tricolor cuando, la mano de Nazi toma el falo de México y comienza a acariciarlo despacio—. Tan hermoso —susurra, observando sus gestos, como se aferra de una almohada cercana a su cabeza, como sus ojos se cristalizan por el placer y se cierran en placer, luchando por no hacer tanto ruido al tiempo que muerde su labio inferior
La mano de Nazi comienza a moverse con más velocidad, tal y como sabía que volvería loco al latino, tal y como había practicado durante tantos años al lado de su amada pareja. Para estas alturas, volverlo loco en placer no era complicado para el, se dijo, observando con amor sus gestos y como a punto de correrse, sus caderas comienzan a moverse suavemente. Nazi sabe que es el momento. Da besos sobre su barbilla, bajando lentamente de nuevo por el mismo camino, pasando por su pecho, bajando a su miembro y siguiendo, abre con cuidado las piernas del tricolor hasta llegar a su verdadero punto importante (*)
—¡Haaaaa! —ahoga un grito de placer y sorpresa el tricolor tras sentir una humedad profunda en un lugar donde jamás lo había sentido. Sus ojos se abren, su boca se cubre con nervios, sus dientes muerden el dorso de su mano y la sensación vuelve a repetirse otra vez. Otro gemido igual de fuerte, apenas callado por el dorso de su mano, sus ojos se cierran, otra caricia húmeda y cálida, de pronto, algo empujándose en su trasero, haciéndose paso entre sus entrañas de un modo tan extraño y apetecible que hace a su espala arquearse y su esperma salir disparado por el placer
Nazi observa con una sonrisa de amor (aunque discrimínate victoriosa) su amado (tras varios años por supuesto) había conseguido no correrse tan rápido ante el placer, pero, al ser esta la primera vez que lo tocaba en esta línea de tiempo, ver lo poco que había podido soportar le pareció lo mas lindo y tierno del mundo. Sonrió enamorado, enderezándose para quedar de rodillas frente al latino que, con respiraciones lentas, intenta calmar su agitado corazón. Nazi baja su pantalón, liberando su adolorido miembro y, luego de darle un suave masaje, acercarlo a la entrada del tricolor que, parece reaccionar al acto. Nazi se inclina, besando los labios del latino y viéndolo con amor
—Iré lento —susurra— si te duele avísame
Se empujó entonces, de un modo despacio, observando los gestos incomodos y de dolor del latino. Nazi también cerro sus ojos, acercándose para besar al latino y llenarlo de caricias. México correspondió, abrazándose al cuello de Nazi, intentando relajarse y buscando con su lengua, la necesidad de ser consolado ante el dolor que siente, va a partirlo en dos
Los minutos se vuelven eternos y pesados para ambos, lentamente, haciéndose camino entre ambos, Nazi suspira aliviado cuando se introduce por completo en su interior. México lo observa, los detalles, los cuidados, como aun con el deseo que muestran sus caderas por comenzar el movimiento, Nazi, con sus ojos cerrados, contiene la respiración, tratando de resistir hasta que el latino le dé la señal
—Muévete Nazi —susurra, moviendo suavemente sus caderas. Aun sentía dolor, sí. Pero por algún motivo, sentía esa necesidad por ya moverse, por ya sentirlo aún más profundo de lo que ya estaba en estos momentos. Ambos se miraron a los ojos, Nazi aun no creé comprender la permisiva así que México mueve sus caderas una segunda vez, afirmando con la cabeza antes de que el alemán mueva sus caderas despacio
Suaves y cortados gemidos brotan de ambos. México aún estaba muy apretado y a ambos les dolía ligeramente pero, tras unas cuantas envestidas, el movimiento se hizo más pasable y, antes de comprender, mientras el latino se aferra a la espalda de Nazi, siente al German golpear un punto en su interior que le hace soltar un gemido más fuerte que es callado por los labios de Nazi
—No hagas tanto ruido o podrían descubrirlos —sonríe divertido Nazi, sabiendo que su amado jamás había sido demasiado silencioso y menos cuando él ya sabía dónde golpear para volver loco a su pareja. Escuchó una maldición y un insulto de parte del latino, pero Nazi solo sonrió, moviendo sus caderas cada vez más fuerte
El chapoteo húmedo de las carnes se hace presente, aderezado por los suspiros y gemidos contenidos del latino, así como los suspiros de placer de Nazi. Ambos, mirándose a los ojos, llegando mas allá de un momento de calentura. Nazi se funde de nuevo con México en un beso desesperado, el latino se aferra esta vez de brazos y piernas contra el contrario, sus caderas se mueven, Nazi carga con el cuerpo de México y se sientan en el sofá, ahora es el latino que, arrodillado y apoyándose del sofá, comienza a mover sus caderas de un modo torpe pero necesitado, marcando un ritmo diferente que lo hace aferrarse de los hombros de Nazi, mirándose a los ojos con deseo y placer, disfrutando de ser su cuerpo acariciado por el contrario y llenado de besos y mordías por su cuerpo, cuidando de no ser marcas muy notorias o no ser fáciles de ver a menos que el latino estuviera desnudo
—Estoy a punto —se ahoga entre embestidas, Nazi asiente, besando sus hinchados labios, acariciando su cuerpo pero, al bajar sus manos hasta las caderas del latino, hacerle moverse más radio y fuerte. México se aferra a los hombros de Nazi, con sus ojos cerrados y, al sentir que su voz se vuelve a hacer fuerte, muerde el hombro de Nazi, sintiendo un quejido ahogado de parte del contrario y el cómo se empuja con más fuerza contra el cuerpo contrario hasta que, en un frenesí de ambos cuerpos, México se ahoga en un quejido de placer clamando por Nazi y llegando al orgasmo al mismo tiempo que Nazi llena el interior del latino
El silencio se hace pesado un rato, ambos tratando de contener su respiración, México abrazado por Nazi, Nazi acariciando el cuerpo de su amado mientras reparte dulces besos y susurra cuanto lo ama. El latino se siente casado, pero también acaricia los cabellos del German con cuidado, observando sus hebras y suspirando
—No prometo que seremos aliados —suspira luego de creer que ha recuperado la tranquilidad en su respiración— pero te puedo dar mi palabra que nos mantendremos neutrales no importa que pase —menciona, alejándose del abrazo cálido que tenía con Nazi, observándose a los ojos y viendo como Nazi sonríe con alivio y amor
—Es más que suficiente para mi
Notas finales:
*Y suena "Esa hembra es mala" XD siento que Nazi se la está dedicando a México tratando de hacerle ver que USA es la perra aquí XD dios mío... acabo de perder el hilo de lo que estaba haciendo haahahaha
*Pinches manos, ya se cansaron y están escribiendo con un chingo de erros DX debo descansar pero no hay tiempo DX
¡A huevo! ¡conseguí acabar este lemon (y el capítulo) en una sola sentada! XD ahora, a descansar las manos porque ya no me reaccionan bien XD
Datos extras:
*La eterna pregunta de siempre ¿Qué clase de datos extras quieren tratándose de un lemon? Aunque bueno, Nazi dijo la verdad, solo había ido a hablar con México, su idea no acababa con el ukeandose a México pero bueno XD un pequeño bonus para él y para todos los que querían un lemon detallado de estos dos XD lamento si no es de mis mejores trabajos pero bueno, al menos a mí me gusto ¬u¬ y puedo asegurar que a Nazi y México también hehe
*México no esperaba la aparición de Nazi en sus territorios y, aunque si, cayó en cuenta más adelante del peligro que había corrido Nazi al venir a sus tierras, lo primero que realmente pensó, es que Nazi lo quería muerto. Esto debido a que nunca se habían conocido cara a cara. No sé si, históricamente hablando, el país de Alemania (las otras alemanias) habían tenido tratados comerciales con México antes de la segunda guerra, así que, basándome en mi nula información, aquí pongo que México jamás había visto cara a cara a Nazi ni a ninguna Alemania anterior a Nazi. Si, ya se lo de las cartas, pero no necesariamente se tenían que conocer para enviarse cartitas ¿cierto?
*De las pocas veces que me sorprende la forma de pensar de este México y, cuando lo comparo con el México que todos conocemos en la actualidad... yo me pregunto ¿Le golpearon tanto la cabeza que perdió neuronas o que pedo? En serio, parece más pendejo ahora que en el pasado... ¿Qué rayos conmigo? ¿Qué mierda contigo México????
*Según la ley de la lógica (que no existe en mis historias). Ya, hablando en serio, si alguien llegara así con pintas de "te quiero ukear" yo pelearía, y estoy bastante segura que México sería igual ¿Por qué no lo hizo? Me imagino que pese a volver el tiempo atrás, algo queda, un mínimo resquicio de ese sentimiento que compartió con Nazi... tipo, cuando ves a alguien por la calle y no lo conoces de nada, pero tienes la sensación de que lo has conocido de tiempo en algún lugar... algo así esta México cuando ve por fin a Nazi y habla con él. También, por lo mismo, acaba dejándose hacer por Nazi, porque, aunque su cerebro (y muy sabio) le grita que corra y que no estaba bien lo que ocurría, la verdad es que todos sabemos que México se guía más por su corazón y sus instintos y bueno, esto le salió
*Si, México escucho tooooodo lo que Nazi le dijo, sus palabras de amor, sus coqueteos, etc ¬u¬ así que si, sabe que Nazi lo ama y eso le parece chocante por lo mismo de que no se conocen de nada a según de México
*Sé que muchos me van a decir o que seguro están pensado ¿No sería más fácil si Nazi le explica a México sobre el reloj del tiempo, las regresiones que ha hecho y demás? Y yo les respondo ¿Cómo responderían si alguien que nunca has visto, viene y te explica algo del supuesto futuro y te habla tan natural como si de verdad se conocieran de toda la vida? Honestamente, lo primero es mantenerse alejado y verlo como lo que es, un bicho raro que muy seguramente habrá dado miedo en el momento... Bajo ese pensamiento, no hago una versión así... aunque igual podría ser posible... no lo se
Bueno, eso es todo por ahora ya que aún no he acabado el siguiente capítulo y por cierto, una disculpa por haberme tardado unos días en volver, pero me quede aferrada con una idea que no me puedo sacar de la cabeza XD haha, una disculpa, pero aquí esta XD ya saben, si tienen dudas pregunten que yo con mucho gusto respondo
¿Les ha gustado?
Que tengan lindo día
¡Comenten!
Feliz semana del pecado ¬u¬
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