Louis siempre supo que él no podría darle a Harry lo que tanto anhelaba: un bebé.

El deseo de ser padres nunca fue un secreto entre ellos, una casa llena de niños por todos lados se había vuelto una meta, ésa era la razón por la que habían iniciado la gestación subrogada a través de Lottie, pero ahora Candice Rowe abría ese camino, sin embargo era únicamente para Harry.

Louis había sido desechado.

Una pantalla con luces artificiales le dejó ver cuán real se había vuelto todo, ahí estaba, el hombre que había llamado "el amor de su vida" caminando de la mano junto a la futura madre de su hijo.

Sus ojos se concentraron en el agarre de sus manos, su corazón se aceleró con la mención de aquel nombre que por años había pronunciado entre noches de amor y mañanas perezosas, un nombre que había gemido cuando se volvían uno, el mismo nombre que deseaba ver en un papel de ayuntamiento junto al suyo, gritando a través de firmas que el mundo no los había vencido.

No habló ni se movió por unos instantes, lo único que su cuerpo pudo hacer fue respirar de forma autónoma sin que su razón interviniera mientras todo desaparecía a su alrededor, con el peso abrumador de un grito que se obligó a tragar.

Se estremeció con las palabras que el televisor repetía, su pecho se oprimió y sus pulmones dolieron por la falta de aire cuando su respiración se cortó momentáneamente, no podía inhalar porque el aire estaba infestado de dolor, de corazones rotos.

Todo aquello eran los últimos vestigios de una historia de amor que se marchitaba lentamente.

Una oleada de opresión lo golpeó más fuerte cuando las imágenes mostraron a un Harry cambiado, más maduro y serio, quizá eran los primeros rasgos de un futuro padre. Aquella lozanía se había desvanecido un poco y las arrugas de su ceño se habían profundizado, parecía ligeramente más delgado y había ojeras bajo sus, ahora, tristes ojos verdes.

Louis quiso traspasar aquel cristal que separaba a Harry y abrazarlo, quería besarlo hasta que sonriera, anhelaba desesperadamente esconderlo entre sus brazos mientras le susurraba que todo estaba bien.

La mano de Candice lo trajo de vuelta porque ahora, ella era la encargada de consolar a Harry, no había ninguna oportunidad de volver a ser su apoyo porque él ya no figuraba más en su vida. La ayuda idónea vendría de ella.

Su mano buscó un soporte para que su cuerpo no colapsara, pero a su alrededor todo era oscuro y de pronto dejó de escuchar nada, sus ojos estaban fijos en la imagen del vientre abultado de la chica, apretó sus ojitos azules y la primera lágrima de deslizó. Aquello era simple pero devastador en términos masivos.

—Louis, escúchame —intervino Liam después de apagar el televisor — Él es un idiota, él perdió Louis no tú, ¡mierda Tommo! —sacudió sus hombros para hacerlo reaccionar pero la mente de Louis ya estaba muy lejos —¡maldición! esto no está bien, ¡Niall llama a Janine!

—Harry...

Apenas fue un susurro, pero dolió, no solo a Liam que lo tomaba en brazos para llevarlo a su habitación, fue una sola palabra cargada de demasiado amor que le dolió a Chris porque el mismo dolor que sacudió a Louis, le golpeó a él al sentirse invisible para el cantante.

Solo rogó a la vida que aquel sentimiento de invisibilidad no se mantuviera durante todo el tiempo que tenían por delante, tragó con dificultad cuando su corazón le susurró Louis no le correspondía y que el rechazo es una herida que sangra en silencio y nunca sana.

Había inventado en su imaginación un futuro de tardes tranquilas bajo las mantas con el castañito, invirtió tiempo imaginándose a sí mismo despierto por la noche amando a Louis o consolando al bebé cuando llorara por la madrugada y cancelar esos sueños no era el plan A.

Louis despertó en su habitación unas horas después, Liam y Niall permanecían en un sofá mientras Janine acariciaba su cabello, se movió todavía con los ojitos hinchados mientras en su mente; las imágenes se repetían sin cesar, ella se veía feliz, él era indescifrable.

Chris se acercó cuando Janine comprendió que en ese momento él podría hacer algo más que ella y salió rumbo a la cocina por un té para su hijo.

Louis mantenía la mirada en el techo sin que el peso extra en la cama lo volviera a la realidad, esa misma realidad que dolía demasiado para un solo hombre.

Chris llevó su mano hasta su mejilla y le regaló una suave caricia, aquello despertó un recuerdo profundo en Louis e instintivamente se inclinó hacia el toque, envolvió la muñeca de Chris y con sus ojos cerrados y sonrió.

Posiblemente fue el aroma tan diferente o la voz del rubio lo que hizo que despertara de su ensoñación, éste no era Harry y por mucho que lo intentara, el corazón quiere lo que quiere.

—Bonito, ¿qué quieres? ¿cómo puedo ayudarte? Dime lo que necesitas y lo haré.

—¿Chris? —Louis lo miró, confundido. No pudo evitar la decepción e intentó en vano ocultarlo —sigues aquí.

El pinchazo en su pecho no fue agradable pero él era un hombre inteligente y comprensible, entendía cómo era, así que calló ese sabor amargo y en su lengua solo hubo palabras dulces para Louis.

—¿Quieres que me vaya?

—No.

—¿Qué puedo hacer por ti para que sonrías?

Las sombras cubrían gran parte de la habitación, aun así no pudieron ocultar la tristeza del chico de ojos azules.

—Eres un buen amigo.

"Amigo" fue una palabra que casi llevaba la condena en sí misma, pero Chris la tragó con dolor y fue capaz de hacer aun lado aquello y concentrarse en Louis.

—Y tú eres una estrella, volverás a brillar. >Si por mí fuera, nunca más volverías a llorar...<pensó.

—Chris tiene razón Cariño—susurró Yanine que había regresado —el corazón de una estrella arde por siempre, aún después del choque, su luz no muere.

—¡¿Seguiremos ignorando esto?! —confrontó Liam, harto de ignorar el hecho de que Harry no había vuelto a sus vidas y aun así, los había jodido de nuevo.

—No estoy molesto, —Louis habló—si se lo preguntaban, no lo estoy, nunca pude estar enojado con él más de un día, eso se mantiene, todos estos meses quiero decir, no he estado molesto, por lo menos no con él, sino con los que ocasionaron esto... pero estoy triste y esta tristeza no se va... sé que quieren ayudar pero justo ahora lo único que quiero es hacerme más pequeño y no ocupar tanto espacio, pero al mismo tiempo quiero que el espacio vacío se acabe porque no me gusta la guerra. Tal vez no logro explicar cómo me siento, pero si pudiera parafrasear diría que estoy muriendo de frío, y sé que estúpidamente sigo buscando un calor que solo me ha quemado pero pasé los últimos años de mi vida amando ese fuego, así que me tomará un tiempo encontrar dentro de mí ese abrigo, pero llegaré a ello.

—¡Es un infeliz! – Liam habló apretando los puños.

—Ése es el mayor de mis miedos —los dos chicos lo miraron confundidos, pero continuó —que no sea feliz, que todo este dolor no sea suficiente y que no logre la felicidad que tanto se merece.

—Louis, —reprochó Liam — él escogió ésto, déjalo, y si le va mal es porque él solo se lo buscó.

—No. No merece lágrimas, merece ser feliz —defendió como si fuese una jauría contra Harry —¿Cómo podría desear el mal para la persona que más he amado en la vida? No habría aprendido nada si así fuera.

—Creo que él ya es feliz —respondió con un bufido que solo dejaba ver su enojo por alguien que seguramente ya había superado a su amigo.

—La vida puede ser una lucha muy dura detrás del escenario perfecto Payne, nosotros lo sabemos mejor que nadie y tu comprensión; quizás haga la diferencia. No me gustaría que lo odies, no quiero que te llenes de rencor, si quieres demostrarme tu apoyo; no hables mal de él, no lo juzgues, ni lo condenes.

—Tommo —habló Niall —tal vez Harry tiene una explicación para todo esto y-

—¡¿Explicación?! —gritó Liam sin reparar en su volumen —¡¿pero qué explicación sería esa? ¡Él es un bastardo al que no le importó una mierda Louis! ¡Es un egoísta que solo pensó en él y no le bastó con largarse con otra persona, ahora volvió a Inglaterra para restregarle en la cara que rehízo su vida y lo dejó atrás! —bufó— ¡no puedes defender lo indefendible Niall!

—Tú no sabes lo que pasó realmente!

—¡¿Y tú sí?!

—No, pero Harry ...es mi amigo.

—¡¿Y Louis?! —exclamó encolerizado —¡¿Te olvidas quién te defendió de Salomon?! ¡Olvidaste tan rápido que fue Louis quiente daba su maldito micrófono cada vez que ese basura te lo apagaba?! ¡¿Tan mierda serás tú también Niall?! ¿Acaso se te olvidó todo lo que él ha pasado?!

—Liam...

—¡No Louis! Niall tiene que entender, Harry fue un hijo de puta que lo destrozó!

—Basta Liam.

—¡Harry no es así! —se defendió Niall —Algo tuvo que haber pasado y tú solo juzgas cuando no sabes una mierda! ¡viejo, no lo hemos visto, no sabemos qué pasó por su mente!

—Liam, cálmate.

—¡Él te destruyó! ¡Maldito infeliz! Si tan solo lo tuviera frente a mí, te aseguro que lo golpearía y...

—¿Quién dice que estoy destruido? —increpó Louis aun cuando las lágrimas nublaban sus ojitos —llegaré a tierra firme, solo dame tiempo.

La discusión se prolongó por algunos minutos, ninguno podía entender la actitud de Harry, los hechos hablaban por sí solos. Después de algún corto tiempo, cada uno salió de la habitación para retirarse, Chris se acercó de nuevo y tomó su mano una vez más.

—Eres admirable —acarició con la otra mano el dorso y la llevó a su propia mejilla mientras lo miraba fijamente su mirada descendió hasta los labios del castañito y suspiró.

Había una maraña de emociones dentro suyo y por un momento solo deseó besarlo hasta que su dolor desapareciera.

Se contuvo sin embargo porque temía la reacción, así que solo mantuvo su mano en la mejilla y con su pulgar frotó en círculos. Decidió acercarse un poco más y Louis inhaló de nuevo su perfume, no olía a lavanda como el jabón de Harry, Chris tenía un aroma más fuerte pero agradable, cuando su nariz estuvo tan cerca del rostro de Louis recorrió con ella el hueso de su tabique nasal y Louis tembló, habían pasado meses desde que tuvo ese tipo de contacto, pero no el suficiente para dejarse llevar.

—Lo tuyo no son las coronas, sino el coraje —dijo en un susurro muy cerca del rostro ajeno —. Nunca vi a alguien como tú, eres único Louis Tomlinson y todavía me pareces irreal.

La voz de Chris sonaba dulce y baja y de alguna manera le traía recuerdos, por un momento deseó sentirse reconfortado y descansar su cabeza entre el hombro y el cuello del rubio, pero sabía que aquello podría significar demasiado para el actor, Chris lo abrazó y fue él quien hundió su nariz en el cuello de Louis.

Su piel era cálida y tan tersa como lo imaginó y su lengua casi tocaba la piel cuando Louis se alejó.
—Perdón...

—No, discúlpame tú a mí...

—Bonito...yo.

Louis lo miró y supo lo que Chris estaba por decir, Chris se estaba enamorando...

—Ahora no por favor...

—Dame una oportunidad, déjame amarte.

—Chris...

—Solo una.

ENERO 2019

La cuna finalmente fue ensamblada, Liam y Chris estaban colocándola donde Louis ha designado mientras Niall lo tenía en su regazo dando un masaje a sus hombros, arreglar las cosas entre ellos después de aquella discusión hace un mes no fue difícil, aunque Liam todavía guardaba mucho rencor a Harry. Todos saben que Louis no está bien, y aunque todos cuidan a Lottie, el castañito seguía siendo muy importante.

Al caer la tarde, Chris entra de nuevo a la habitación del bebé, llevaba una hermosa silla mecedora en tonos blancos y una almohadilla azul, como los ojitos de Louis.

—Todos estamos pensando en el bebé, pero yo pienso en ti —mencionó —esto es solo para ti, cada vez que quieras pasar tiempo con el bebé por las madrugadas, incluso...—dudó —es suficientemente fuerte como para mí, si alguna vez quisieras que yo te acompañe.

El rubor del castañito cubrió sus mejillas cuando Liam le codeó y luego guiñó un ojo.

—Dice que acepta —respondió en su lugar.

Louis lo miró bajo su sonrojo algo incómodo, ojalá pudiera devolver esa sonrisa enamorada de Chris, ojalá estuviera enamorado de él y ese corazón latiera por él.

El teléfono de Niall rompió el ambiente incómodo, Louis miró la pantalla y de nuevo se estremeció. Es la misma foto que él conserva en su teléfono, un chico con camiseta oscura, cabello alborotado y una bandana en la cabeza.

Harry...

Observó en silencio cada movimiento de su amigo mientras éste se alejaba de la habitación por el pasillo.

—¿Hola? —sí, sí te escucho ¿Dónde estás? Si, ok voy para allá ¿necesitas algo? De acuerdo, nos vemos —. Volvió a la habitación mientras Louis lo miraba, esperando que dijera algo —hmm tengo que irme.

—Niall...

Su corazón latiendo con rapidez no le dejaban pensar con claridad, los nervios recorrieron su cuerpo imaginando escenarios catastróficos. Niall no respondió pero ya había tomado sus cosas y se dirigía a la puerta .

—Niall...

—¿Sí?

—¿Qué pasa?

—Nada amigo, solo tengo que, olvidé que tenía que... irme, eso es.

—¿Él está bien?

Júzguenlo, reclámenle si se atreven, pero él no podía evitar preocuparse, después de todo, Harry siempre sería importante. 

—Vamos Niall, no puedes ocultarlo, sé que es él —los dos restantes en la habitación miraban fijos la escena hasta que Liam habló.

—¿De qué están hablando? ¿Niall?

—Era Harry, Candice está en el hospital, su bebé está por nacer .

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"Deja que tu próximo amor te bese tan fuerte que saque las mariposas muertas de tus ex amores"

En serio, sé que la historia va lenta pero denle una oportunidad, no abandonen la lectura, prometo que la historia vale la pena.

Besos.

MAKI <3