—¡¡Louis!! —gritó, con todo el amor y dolor que había acumulado por años, escapando por cada célula de su sistema, aquel alarido desgarró su garganta mientras llamaba un nombre a miles de kilómetros lejos.

La voz de Louis diciendo "Es tu hijo" retumbó en su pecho igual que un trueno en el firmamento; mientras el llanto lo liberaba de su prisión. Y rió en alto también, porque la vida era caótica e impredecible, pero pintaba para ser maravillosa.

Durante mucho tiempo, una parte de sí había muerto, esa parte que añoraba ser padre, quizás podría recuperar su trabajo, su dinero, su confianza incluso, pero nada de eso importaría porque su paternidad seguiría siendo inexistente y eso lo destruyó un poco más, Fue entonces que Louis llegó, extendiendo su abrigo hacia Harry, compartiéndole una manta cálida llamada Ted.

Esa parte que creyó muerta antes, los Tomlinson la revivieron.

Aquel descubrimiento irrumpió su desequilibrio con un golpe súbito, "Ted es tu hijo" seguía repitiéndose como el bucle más hermoso, una frase simple pero poderosa, una frase que se asentó cálida en sus entrañas, una verdad que desterraba sus anhelos de volver a sentir que pertenecía a una familia... su familia.

Después de colgar la llamada a Zayn, Harry ni siquiera tuvo tiempo de buscar una maleta, sin dejar de abrazar su portátil, apenas pudo tomar su billetera y pasaporte y corrió. No reparó en la facilidad de un taxi, él solo quería correr a su encuentro. Habría volado directo a casa si pudiera, pero los límites físicos eran un problema, lo supo cuando el aire comenzó a faltar y sus pulmones y piernas entraron en conflicto.

Un caudal de sensaciones refrescó su alma mientras la luna brillaba en lo alto y él esperaba en la sala de un aeropuerto, buscó el siguiente lugar donde su chico se estaría presentando y rogó al Universo por una última oportunidad.

Mientras esperaba su vuelo, abrió de nuevo su portátil y reprodujo los videos una y otra vez, sus ojos no se cansaban de ver a sus chicos, riendo, jugando, o simplemente viviendo felices y libres como lo merecían. Había visto tantas veces cada video hasta memorizarlos, podía fácilmente repetir e incluso anticipar cada monólogo de Louis, cada palabra se había grabado en su memoria, igual que cada imagen de SU hijo.

Pensar en Ted como suyo, como su hijo era desconcertante y sobrepasaba todo lo que había conocido, no podría amarlo más incluso sin conocerlo realmente, ese niño representaba todo lo que un día le había sido arrebatado, Louis tenía razón, Ted era esa nueva brújula que lo estaba guiando a casa, era la llave de la felicidad, aquello que le recordó que ningún mal es para siempre.

Creyó que era su final pero solo era la puerta nueva para su transformación, su nueva realidad: ¡era padre! Y esta realidad era más grande que todas sus pesadillas vividas.

Mientras el avión comenzaba a despegar, Harry tomó aire y sonrió con nervios, tenía miedo de cómo resultara, pero estaba harto de la culpabilidad y la tristeza, no podría seguir sumido en la miseria cuando su niño esperaba conocerlo, Louis lo había dicho así en el último video y Harry se aferró a eso, suficiente motivo para no abandonarse más.

La emoción por estar cerca de Ted era indescriptible, pero no era lo único, cuando Harry declaró irse a casa, era en Louis en quien pensaba, su hijo era la brújula... Louis era el hogar.

Cuando sus pies finalmente tocaron suelo, Harry estaba envuelto en nervios y ansiedad, tenía una sobrecarga de emociones que se contraponían, pero cada que vez que pensó en dar marcha atrás, la pregunta de Louis se repetía "¿Vendrás a casa?".

Pensó en ellos esperando por él y sonrió, decidió que esa sería su mejor arma para ir por sus sueños, por su familia. Nunca antes se sintió tan listo como para darle cada parte de su ser a alguien, pero allí estaba, corriendo por calles desconocidas que lo llevaran hacia aquellos a quienes amaba locamente.

(...)

Miró el reloj en su teléfono por tercera vez, el concierto comenzaría en diez minutos, aún había tiempo, pero; ¿para qué? Desde que se marchó, los días habían pasado con furia y no hubo un instante en que no esperara que Harry se apareciera y dijera "Louis, volví a casa, y no volveré a irme", pero la puerta solo se burlaba sin dar indicios de su llegada.

Semanas enteras habían transcurrido desde que se vieron por última vez, Harry seguía lejos y en silencio, y los días solo acrecentaban las ansias.

Había derramado su corazón en cada video, en especial en el último donde dejaba las puertas abiertas para él pero el silencio fue todo lo que obtuvo. Pese a cada circunstancia, nunca cambió las cerraduras para que, cuando Harry volviera, encontrara que sus llaves todavía podían abrir sus puertas.

Cuando hizo sus maletas todavía le quería, nunca dejaría de hacerlo, lo quería tanto que aceptó que Harry necesitaba su espacio y digerir la noticia de su paternidad con la mente en claro, le daría la libertad para elegir sus siguientes movimientos, sin importar si eso significaba que la única relación que estableciera el rizado fuera solo con Ted.

Terminó de hacer su último ejercicio vocal antes de que el concierto comenzara, se acomodó el cabello antes de salir, estaba en un área restringida donde solo él y su coach permanecieron alrededor de media hora, hasta que la mujer le dejó volver a su camerino para terminar de prepararse.

Caminó por el pasillo hasta encontrar su nombre escrito en una puerta, observó aquellas letras y sonrió satisfecho, envió un beso hasta el cielo para que Janine, su madre, supiera que lo había logrado.

Sus ojitos azules se abrieron en demasía y brillaron como si estuviesen conteniendo la luz de una estrella en ellos, cuando la puerta se abrió y Louis observó a su alrededor. Sus instintos le gritaron que el tiempo era perfecto, que la tormenta se estaba transformando en recuerdos del pasado y que el sol comenzaba a brillar.

El lugar estaba inundado con veintisiete arreglos florales.

El aroma que se desprendía en el aire era dulce debido a los pétalos excesivos, su madre alguna vez le dijo que no solo los muertos merecen flores, pero a veces las personas tardan en descubrirlo. Así que, ver su camerino lleno de tantas flores le hizo sentir más amado que nunca y una vez más, sus instintos susurraron que el Universo le estaba enviando señales.

—¡Hey Louis! Parece que la primavera llegó a ti, mira ésto —Niall dijo señalando la cantidad enorme de flores, sus amigos y su hijo le esperaban desde hacía una hora, habían llegado casi al mismo tiempo desde Londres.

—Sin embargo, creo que este es el mejor —respondió Zayn mientras mostraba con un movimiento de cabeza hacia un arreglo de narcisos amarillos atados con un delicado listón verde.

—Esto es una locura, nunca habían llegado a tanto, —refiriéndose a sus fans —lo digo en serio hombre, esto es nuevo.

—Mhh, aquí hay una tarjeta ahí —Liam extendió la tarjeta hacia Louis y los tres lo miraron expectantes —¿Qué dice?

"El molino ya no está; pero el viento sigue todavía." ... Te veré desde donde tú estás; desde lo alto.

—¿Qué significa?

—No lo sé,—su corazón martilleó más fuerte, como una gloriosa alerta cuando recordó a una sola persona que amaba al pintor, Harry...—es ¿Van Gogh?

—No, no creo Tommo, porque ese ya está muerto.

—¿Murió? —Ted respondió desde la espalda de Liam que lo cargaba.

—¡Joder Niall! Deja de asustar a mi sobrino con tus malditos zombis —reclamó Liam.

—Cállense los dos, dejen en paz a mi bebé —sentenció Louis, mientras arrullaba a su niño entre los brazos —El próximo que mencione un muerto, pasa la noche en la caja.

Zayn tomó la nota y miró los narcisos, las flores favoritas de su mejor amigo. Releyó la nota y entonces dio su opinión.

—Creo que se refiere a la proclamación de lo que permanece, es decir; la vida se sobrepone al pasado —argumentó el precioso moreno, plenamente convencido de sus palabras —El molino sigue, como el amor, que nunca muere, permanece.

—Awww, —Liam le tocó la barbilla y acarició su mejilla con exceso de amor —¿ves por qué me enamoré de Zayn y no de ti, Niall?

—Asquerosamente cursis, voy a vomitar.

—¿Tienes un bebé en tu pancita tío? —preguntó el pequeño Ted al escuchar los síntomas del rubio —tía Lottie también vomita, pero es porque tiene un bebé en su pancita ¿tú también?

Un pálpito retumbó dentro de su pecho, sostuvo la tarjeta un momento para luego depositarla junto al arreglo, su mente estaba agitada y necesitaba concentrarse, ya tendría tiempo de pensar en eso después.

—¡Dos minutos Louis! —se escuchó la voz de su manager que anunciaba el inicio del show.

...

El concierto comenzó en el tiempo señalado y Louis sintió que todo ajustaba, había estado más de 4 años en silencio, permaneciendo a la sombra, peleando contra un estigma y una etiqueta que lo minimizaban como artistas, pero aquella noche; el cielo lo miró y la luna dejó que fuera él quien brillara, porque después de tanto, se lo merecía.

Las fans tenían una energía como nunca, la voz potente de Louis llenaba los espacios de todo el lugar, cada persona cantó y vibró como nunca y Louis se impregnó de esa energía, entregándose a la libertad que un escenario le provocaba.

De pronto, hubo un cambio en la iluminación, las luces se apagaron casi por completo y solo quedó iluminada una vip box, en la parte más alta del recinto. Un trasfondo luminoso que parpadeó por apenas unas fracciones de segundo, suficiente para llamar la atención de Louis, una silueta se dibujó dentro de ese espacio y el corazón cobró un ritmo loco, casi frenético.

Juró que sus ojos eufóricos por el show estaban jugándole una broma, aquella silueta parecía conocida a la perfección, su mente había guardado cada trazo, incluso creía conocer su sombra.

Lo veía en todas partes, alguien de espaldas se parecía a él, alguien de rizos, con un suéter como el suyo, simplemente no había aprendido en 4 años a despedirse realmente.

Cualquiera en su sano juicio diría que vivir así era una locura que le difuminaba la realidad, pero el pasado había sido avasallante y Louis sabía que era imposible que Harry estuviera ahí, la velocidad de sus pensamientos sumado a la euforia lo hicieron sonreír ante la ingenuidad de sus pensamientos, pero se aferró a la felicidad que aquello le causó y durante la siguiente canción, prefirió mirar hacia ese punto y regalarle una sonrisa a quien estuviera mirándolo.

La oscuridad y el ruido eran abrumadores como una lluvia torrencial pero ahí, en medio de una multitud, Louis pensó en él.

Después de todo, el viento nunca supo cómo borrar sus huellas.

—Esta noche quiero cantar una canción muy especial, ha sido así desde que la escribí hace años y continúa de la misma forma. Por fuera cambiamos, pero por dentro todo sigue igual —confesó ante un público entregado. Home no estaba planeada para esta noche, pero aquella noche, la aguja de la brújula descansó sobre el norte.

El final del concierto fue increíble, los coros de cincuenta mil personas cantando cada estrofa de sus canciones, fans que gritaban, bailaban y lloraban de alegría por verlo sobre un escenario.

Después de aproximadamente una hora, finalmente quedó libre de fotografías, autógrafos y pudo retirarse a su camerino para cambiarse e irse.

Recordó la tarjeta, la tomó entre sus dedos girándola, la letra había sido impresa y no tenía firma, más que un ligero toque de una colonia conocida. Inhaló con los ojos cerrados y la llevó hasta su pecho.

Miró a su alrededor apreciando el gesto de sus fans tan entregadas que llenaron su camerino con todo tipo de flores.

—Veintisiete —dijo, con una sonrisa en su rostro, aludiendo a la cantidad de arreglos y suspiró fuerte.

El sonido de la puerta lo sacó abruptamente de sus cavilaciones y su columna se erizó cuando escuchó una respuesta.

—Veintiocho...

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"Cuando terminemos con este silencio, podemos volvernos a amar" ... Louis Tomlinson.

Tuve que dividir el capítulo, pero prácticamente es el final.

¿Opiniones?

El siguiente es el final y quiero agradecer infinitamente por dejarme contarles esta, que fue mi primera fic.

Besos.

MAKI <3