—Entonces... ¿se fue?

—¡Por supuesto que se fue! ¿Qué esperabas? ¿Que se quedara a llorarte? Louis ya aprendió que llorar no traerá de vuelta nada ni a nadie —Liam reprochó.

Se había dado por vencido con Louis, el castañito seguiría amando a Harry, entonces Liam decidió que, si no podía contra eso, lo único que podría hacer sería empujar a Harry.

—Necesitas aprender que, el llanto es bueno, pero no es la solución.

—Liam...—intervino Zayn y su mirada suplicaba menos tensión.

—No Zayn, Harry tiene que entender que alejarse de nuevo ¡no soluciona nada!

—¡¿Y para qué querría yo que Louis se quedara, eh Liam?! ¿Qué harías tú en mi lugar? ¿Serías tan egoísta como para destruir a Zayn? ¿mandarías a la mierda toda su carrera solo para estar con él?

Harry también estaba cansado, Liam debería ver desde su perspectiva, pero a este punto todos estaban demasiado frustrados e impotentes.

—Lo que yo haría sería hablar con él, —respondió Liam, aún con el ceño fruncido —dejar que me dijera todo lo que vino a decirme y juntos buscaríamos la solución, ¡dos contra el problema no uno contra el otro!

—¡Yo no estoy contra Louis! Estoy tratando de salvarlo ¿acaso no puedes verlo?

—¡Ese es el problema contigo! ¡Crees que Louis es una maldita princesa que necesita ser rescatada pero no es así! —se acercó hasta quedar frente a Harry, su mandíbula se apretaba a medida que sus palabras lo confrontaban de forma cruda y realista, pero no se detuvo cuando se dio cuenta que Harry estaba abriendo los ojos finalmente —Él ha superado demasiada mierda y nunca necesitó un puto príncipe azul, él puede salvarse solo, ¡lo que necesita es un compañero de batalla no un salvador!

—Pero... Salomon me dijo que debo alejarme de Louis, así no sufrirá y-

—¡Deja de escuchar a ese hijo de perra! ¡Todo lo que sale de su boca está podrido y es mierda! —resopló totalmente ofuscado —¡No seas un imbécil! Que no hagas ruido despidiéndote, no va a doler menos, Louis sufrirá igual. ¡Razona carajo!

—Es mejor si me alejo...

—¡¿Para quién?! ¿Para ti? —Liam lo enfrentó de nuevo, Harry tuvo que esquivar su mirada porque era demasiado dura —Porque te aseguro que no lo es para Louis, ¡ni siquiera le dejaste hablar de lo que quería! ¡No le diste opción, simplemente tomaste la decisión por los dos!

Liam caminó por la sala, estaba frustrado y cansado de caer en el mismo punto con Harry, llevaban más de una hora hablando, Louis había volado con Ted el lunes por la mañana, pero les había pedido que no lo dejaran solo. 

Liam se resistió al principio hasta que louis le dijo "Se trata de Harry, el mismo chico que te ataba las agujetas cuando tu mano herida no te lo permitía, el mismo que te llevó de viaje a Perú porque nadie más quiso ir, el mismo que te defendió de Salomon cuando intentó ponerte un hijo a los 17, el mismo que intervino para que Zayn no fuera obligado a permanecer con esa chica ¿lo recuerdas? Si quieres que yo me vaya tranquilo, trátalo de la misma manera en que él te trataría si las cosas fueran al revés."

—Entiendo cómo te sientes Harry, pero esta decisión no es la mejor. —Zayn se sentó junto al ojiverde y le palmeó la espalda con cariño— Cometiste errores ya está, ahora no sigas jodiéndote la vida. Lo digo en serio hermano, Louis ve tantas cosas buenas en ti ¿Por qué no puedes verlo tú mismo?

—No soy nada ¿Por qué nadie está escuchando? estoy arruinado y él se merece a alguien mejor! como Chris por ejemplo... —mordió su lengua después de eso, porque estaba contrariado, a sola idea de lo que acaba de decir lo mareó —él es perfecto para Louis y tal vez él pueda darle una mejor vida, una vida feliz.

—¡¿Se lo preguntaste?! ¡¿Le preguntaste a él qué es lo que él quiere?! No lo creo. ¡Estás sumido en tu maldita nube de autocompasión!

—Liam... — Zayn le miró y Liam solo rodó los ojos —Harry, no se trata de encontrar a alguien perfecto, ni tampoco de vivir en un cuento de hadas, quizá solo se trate de encontrar algo por lo que dos personas estén dispuestas a luchar.

—Louis te quiere —Liam habló de nuevo pero controlando su tono de voz —en realidad nunca dejó de hacerlo. Ni siquiera sé por qué lo digo, no es algo que me corresponda, pero él te ama.

—Louis no sabe lo que quiere, lo que le conviene.

—¡Pero claro que lo sabe! —elevó de nuevo la voz y se llevó las manos al rostro —Lo sabemos todos porque a diferencia de ti, él nos lo ha dicho! ¡Sin importar nada! ¿Escuchaste eso? Sin importar el día o la hora, ni la maldita distancia ni toda la mierda que los ha separado, ¡Louis te quiere!

—Vamos Harry —Zayn intentó conciliar, él mismo había estado en una situación similar y sabía que gritando no era la forma, así que decidió por la empatía —deja que el amor ocurra, no lo detengas ni te resistas.

—Deja de ser estúpido... es lo que Zayn está tratando amablemente de decir. Escucha Harry, Salomon no es tu dueño, no importa lo que diga, no lo escuches. Sé que he sido duro contigo pero estoy cansado de ver que te empeñas en castigarte, estás ofreciendo un sacrificio que nadie pidió. Busca a Louis, por lo menos llámalo. Él... escondió algo que Salomon jamás podrá tocar, porque lo guardó para ti.

—¿De qué hablas Liam?

—Louis... guardó un tesoro, pero digamos que ese tesoro ya creció y es hora de que tú lo sepas.

—Llámalo Harry. Dices que estás jodido, pero a veces se necesita un poco de oscuridad para apreciar la luz y Louis, bueno él...digamos que tiene el sol escondido.

Su mente vagó alrededor de un sentimiento de esperanza, un universo paralelo donde tal vez nada de todo lo vivido había sucedido y ahora están ellos dos acurrucados en su hogar.

(...)

—Listo, esta es la última firma —habló el abogado.

—Sí, sí como sea, me voy.

—Un momento señor Coldwell, mi cliente pide una entrevista con usted.

—¿Entrevista —bufó con fastidio, lo que Salomon quería era salir de aquella oficina, había ganado mucho dinero, pero había perdido a quien fuera su gallina de los huevos de oro,? lo había reducido demasiado cuando finalmente lo soltó, así que quería salir y comenzar a disfrutar de su nueva y sucia fortuna —no tengo tiempo para esto.

—Solo será un minuto.

Estaba de espaldas, cuando la puerta se abrió, escuchó un resonar de pasos acercándose y no fue hasta que escuchó su voz, cuando supo de quién se trataba.

—Salomon —Louis estaba impoluto, pulcramente vestido con un traje oscuro y Vans, muy a su estilo —nunca pensé decir esto pero, "no sabes el gusto que siento de verte".

—¡¿Louis Tomlinson?! Tú, ¿Qué haces aquí? ¿De qué se trata esto? —preguntó con total sorpresa, un hilo de sudor comenzó a deslizarse por su frente cuando las perlitas húmedas se posaron en ella —¡Seguridad!

—Oh, tranquilo hombre, pensé que estarías feliz de verme, pero te entiendo... uno siempre tiembla ante los jefes ¿no es así? Sobre todo, un desgraciado como tú.

—¡¿De qué mierda estás hablando?! ¿Por qué estás aquí? Tú no deberías, ya no formas parte de este sello —escupió con soberbia, se tomó el descaro de llamar a los guardias, con el propósito de humillar a Louis y echarlo fuera —¡seguridad!

—Sigues diciendo mierdas, no cambias —Louis chasqueó negando, detuvo su andar justo en la esquina del gran escritorio, estaban en una de las oficinas de SONY a petición del mismo Coldwell para firmar el acuerdo. —Has sido un hombre malo eh Coldwell? Papá Noel no te traerá nada esta navidad.

—No tengo tiempo para tus estupideces ¡Seguridad! —exclamó, esta vez tomó su portafolio para retirarse, pero la voz de Louis lo impidió.

—¿Crees en el karma, Salomon? Porque yo sí —Louis paseó un dedo sobre la superficie del escritorio y de un paso se acercó más a la gran silla ejecutiva de piel, pero se mantuvo de pie .

—¿Karma? Pff, por supuesto que no, soy un hombre de negocios, de ciencia, de estudios—bufó con desdén —esas tonterías son para gente ignorante, así que no, no creo.

—¿No? Pues hoy empezarás a creer.

Salomon hizo el amago de irse, el castañito chasqueó de nuevo y esta vez su voz fue más grave.

—Manipulaste a Harry, —extendió una fotografía donde Harry aparecía totalmente ebrio —le mentiste sobre su paternidad, —esta vez expuso los análisis de sangre que le practicaron a Amelie.— Le robaste todo su dinero, —una copia de su contrato y documentos que demostraban las transferencias hechas a sus cuentas, —lo acusaste de violencia doméstica, —una copia del encabezado de The Sun fue exhibida y el sudor corría veloz por la frente del tipo canoso —le hiciste creer que no valía nada y luego cerraste todas sus posibilidades de trabajo...

En ese momento Louis ya no hablaba, solo mascullaba las palabras, su mandíbula se apretaba más porque el veneno que tanto le había corroído, por fin estaba saliendo.

—¿De qué hab-

Salomon se sintió paralizar con la mirada fría que el ojiazul le brindó. Coldwell trató de mantenerse erguido, pero su pecho demostraba cuan afectado se sentía por dentro, y aquella fue la señal que le dio el último empujón al castañito para no quebrarse.

—Pero el karma es algo grandioso —sonrió, aquella sonrisa le erizó la piel a Coldwell porque imaginaba lo peor, supo que lo había subestimado todo este tiempo. Louis era un hombre gentil y noble; pero poseía la cualidad de convertirse en un lobo feroz, listo para defender —solo hay que tener paciencia, y yo he esperado este momento desde hace 4 años y un poco más.

—No sé de qué carajos hablas, pe-ro eres un imbécil si piensas q-que te t-tengo miedo, —soltó con un tartamudeo —Harry es un pobre diablo, un estúpido que jamás volverá a brillar, un borracho depr-

—Esa no es la manera de hablarle a tu jefe, deberías medir tus palabras —dijo con una elegancia fría que le heló más la sangre al otro.

Dos tipos altos se presentaron en el lugar en el momento en que Louis posaba su mano en la silla giratoria, Salomon respiró aliviado cuando los vio y a ellos se dirigió.

—Por fin llegan, ¡saquen a este tipo! ¡No es bienvenido en esta empresa!

Los dos hombres lo ignoraron olímpicamente y uno de ellos, Woolsey fue el único en hablar.

—Espero instrucciones, Señor.

—¡¿No me escucharon idiotas?! —Salomon se dirigió de nuevo a los dos guaruras pero éstos ni siquiera lo miraron —¡Que saquen a este tipo!

Louis tomó el respaldo de la silla y la retiró del escritorio con una delicadeza envidiable. Miró a Salomon y sonrió con autosuficiencia. Con el temple de un hombre que sabe que ha ganado la guerra.

—Creo que me estaba hablando a mí, en realidad.

—¡¿Qué?! —el horror ya se pintaba en el rostro pálido de Salomon, sus rodillas temblaron y su respiración se volvía más errática.

—Que el karma existe y que hoy, te ha traído ante mí, tu nuevo jefe —por fin se sentó sobre la elegante silla y apoyó su barbilla sobre sus manos entrelazadas.

—¡¿De qué diablos estás hablando?! —Coldwell intentó acercarse hacia Louis, pero Woolsey y Johny; los guaruras, lo tomaron de los brazos, inmovilizándolo —¡Eso no es posible! Yo soy el dueño de esta empresa, yo s-

—Awwww ¿te refieres a tu patético 20% de las acciones? —hizo un sonido de desaprobación con su lengua y se tiró de espaldas en su silla ejecutiva, encendió un cigarrillo y subió ambos pies sobre la superficie brillante de aquel escritorio y exhaló el humo —lo recuerdo vagamente, pero... estás ante el nuevo socio mayoritario, mi 70% me respalda.

—¡¿Qué?! ¡No! ¡No es posible! —el miedo por fin se apoderó por completo del canoso, sus manos y su labio inferior temblaban sin control, toda la furia se mezclaba con el miedo de aquella verdad que se cernía sobre él, la cólera enfrascándose en su garganta y sus puños apretándose más, incapaces de soltar un golpe porque Woolsey lo mantenía apresado —¡Eres un maldito mentiroso! ¡Jamás serás mi jefe! ¿Escuchaste eso? ¡Jamás!

—En eso tienes razón, porque a partir de este momento...—se acomodó el cuello de su camisa y los extremos de las mangas cuando sonrió preciosamente y sentenció —Estás despedido.

El mundo le cayó de un solo golpe a Coldwell. Aquellas palabras fueron como lanzas directas contra él que no pudo esquivar.

El aire comenzó a faltarle y su cara se descompuso ante la conmoción de lo que escuchó. Descubrir aquello lo impactó tan abruptamente que jamás se lo habría imaginado, ni en un millón de años se habría esperado que uno de aquellos niños que tanto oprimió, hoy lo estaba despidiendo.

—No puedes correrme de mi propia empresa, no pued-

—Sí que puedo, y para demostrarlo, acabo de hacerlo. —su mirada era poderosa, su ceja alzada y aquella maldita sonrisa, tan preciosa como el sol y tan increíble como el azul que reposaba en sus ojos... era una mezcla perfecta entre héroe, villano y diva. Simplemente Louis.

—Pero es impos-

—Mas vale que te consigas un buen equipo de abogados, —soltó con presunción, disfrutandeo de cada palabra que descomponía más el rostro de Salomon —porque ni siquiera tu 20% te servirá para pagarlo. Acabo de levantar una demanda en tu contra por abuso de poder, falsificación, desvío de fondos, además de manipular a las personas, ejerciste diferentes tipos de violencia, racismo y... cha-cha-chán —se mofó por un segundo pero rápido su semblante se volvió serio —homofobia. Dudo que salgas de esta, pero como dije: "es el karma".

—¡Yo no hice nada de eso!

—¡Oh claro que lo hiciste! —contraatacó — y para comprobar mi punto, Zayn, Liam, y Niall también han levantado demandas millonarias en tu contra. Por cierto, Jade, Leigh Anne, Perry y la señorita Rebeca F. te envían saludos...y también una demanda —guiñó un ojo.

—No, no pueden hacerme esto —su cuerpo se estremeció y su cabeza empezó a dar vueltas, estaba a punto de vomitar y solo escuchó la voz de Louis al fondo de todo el torbellino en el que estaba envuelto.

—Ahora sí chicos —se refirió a los guardias de seguridad —pueden sacar a este tipo de MI oficina.

Uno de los abogados que permanecía a su lado, le susurró algo y Louis sonrió todavía más.

—Si, casi lo olvidaba. Déjenlo —Salomon casi respiró aliviado hasta que el castañito remató —estos caballeros se harán cargo —dos policías entraron hasta esposarlo, Louis estaba seguro que Salomon gritó injurias y amenazas pero a esas alturas, había dejarle de importar lo que ese hombre dijera.

Tragó duro una vez que se encontró solo en ese lugar, el abogado también se había retirado y la oficina permaneció en silencio por un minuto hasta que el castañito exhaló fuerte, dejando salir el dolor y la dicha de haber vencido a ese gigante, su yugo estaba roto y jamás volvería a someterlo.

Sus hombros se desplomaron cuando evocó cada recuerdo, la primera vez que estuvieron allí, cuando eran niños ingenuos y pensaban que toda la gente era buena, recordó las risas y emoción cuando firmaron el primer contrato, los abrazos que se dieron cuando recibieron su primer cheque y cada momento bueno que trajo el encuentro con sus hermanos. Su garganta dolió y fue como si el dolor saliera en cada gemido lastimero que brotó de ella.

La oficina también se llenó de los recuerdos oscuros, aquella terrible tarde cuando Salomon los había llamado a él y Harry y los había avergonzado por sus sentimientos, todas aquellas veces que les hicieron creer que ser gays era un error en la naturaleza, se habían sentido extranjeros, como forasteros en su propio mundo, como si su caparazón y su esencia no encajaran.

Su mente se detuvo en Harry, todas las células de su cuerpo se sienten listas y más libres que nunca para dar la última pelea, su corazón no se dio por vencido, por el contrario; se abrazó más al de Harry aun en medio de la distancia que todavía los separaba.

Y era esa determinación lo que los mantendría a ambos juntos, a pesar de lo rotos que estaban.

(...)

Los días trajeron de nuevo su itinerario de trabajo y sus siguientes presentaciones se reanudaron. Había esperado por días a que Harry llamara, o algún indicio de su parte, pero no fue así.

Tenía claro que dejar físicamente a Harry era parte del proceso de sanación, no iba a presionarlo porque Harry necesitaba empezar a reconstruir su estima propia, pero lo extrañaba y Ted seguía preguntando cuándo vendría a casa.

A Harry le tomó varios días, diluir el amargo sabor de la despedida. El camino a amarse a sí mismo no era fácil, sanar llevaba tiempo, pero quería hacerlo.

Finalmente empezaba a comprender que se había autoimpuesto castigos y miedos dejándose caer cada vez más en un abismo de vergüenza y culpa. Pero la gente, más que las cosas, tiene derecho a ser reestablecida, revivida, reivindicada y redimida.

Él estaba camino a eso.

—¡Hey Harry! —la voz alegre de Niall sonó en el altavoz, desde muy lejos —¿estás en casa?

—Hey Niall, sí, por qué? ¿Vendrás?

—No, no estoy en Londres, pero necesito que enciendas tu televisor ya, se trata de Louis.

Niall no quiso dar más detalles, así que Harry buscó el control hasta encender el televisor y recorrió varios canales hasta encontrarlo. Era una presentación en vivo y Harry sentía su pecho hinchado de orgullo de verlo triunfar, su álbum había alcanzado cifras que le otorgaban una certificación de oro y justo en ese momento recibiría un premio por las altas ventas.

Louis fue abordado en el escenario por los presentadores y tenían un invitado sorpresa, Chris Evans salió detrás del escenario para entregar el premio. El encuentro originó un abrazo estrecho que duró más de lo debido para el gusto de Harry. El rubio susurraba en el oído del cantante y este sonreía más.

Cerró sus ojos en un intento de protegerse de los celos que solo le dañaban imaginando que aquello eran susurros de amor. Un golpe de realidad le trajo a la memoria lo distorsionadas que son las cosas en la pantalla, y luchó contra aquellos espasmos de dolor que le sacudían nuevamente. Y es que no siempre estaría completamente bien, pero había empezado a mejorar, a respetarse más, a cuidarse mejor y a poner límites a aquello que lo dañaba voluntariamente, entonces ¿por qué volver a revolcarse en el sentimiento de sabotaje y frustración? ¿Por qué dudar de Louis?

El castañito lucía feliz, dio un breve discurso de agradecimiento a sus fans, a su familia y dedicó el premio a Ted. Eso le arrebató una sonrisa al rizado, pero lo que realmente le impacto fue lo último.

—¿Alguien más a quien dedicar el premio? Creo que podrías estar olvidando un nombre —la conductora estaba refiriéndose al rubio a un lado de Louis, pero ambos sabían la respuesta a esa pregunta.

—En realidad sí...—tantos años en el clóset y jamás pudo dedicar nada directamente a Harry, ahora ya no desperdiciaría la oportunidad; miró directo a la cámara y dijo —Gracias por inspirar esto. Cada golpe en el camino ha valido la pena, pero tenemos algo queda pendiente, así que... ven a casa Amor, Ted y yo te estaremos esperando. Y si te preguntas ¿por qué hago esto? La respuesta es: tú siempre serás mi "porque" H.

La boca de Harry se abrió en un gesto de sorpresa, sus ojos muy abiertos miraban todavía la pantalla y sus oídos luchaban contra su mente, repitiéndole que no lo había imaginado, Louis acababa de batear a Chris y contra toda lógica, y a pesar de estar a miles de kilómetros separados, su compromiso con Harry era innegable.

Públicamente le estaba dejando en claro a todo el mundo que él ya estaba con alguien, y aún cuando no lo aceptara de vuelta, su corazón siempre le pertenecería a Harry.

—Dime que lo escuchaste Harry, esto tienes que entenderlo —habló Niall de nuevo aún en el altavoz.

—¡Contesta idiota! —Liam gritó exaltado.

—Harry —ahora era Zayn quien hablaba —Algo qué decir?

—Él... él se refería a... mí?

—No idiota, se refería a Jimmy Fallon ¡Claro que se refería a ti!

—¿Me ama? —era retórica pero anhelaba escuchar la respuesta —Louis todavía me quiere en su vida? ¿Zayn?

—¿Qué te dijo la última vez que hablaron Harry?

Su mente divagó un poco, muchos recuerdos, algunos borrosos, pero entonces reparó en aquella memoria USB que seguía en el mismo lugar, 10 días había permanecido allí, esperando. La tomó en sus manos y la observó por un tiempo, ¿qué habría querido decir Louis cuando dijo que era una nueva brújula?

—Él me dio algo y dijo que; era un camino a casa...

—¿Y qué estás esperando?

Harry no respondió, en su lugar, tomó su vieja laptop e insertó aquel dispositivo, finalmente descubriría aquel camino a casa.

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"Ser profundamente amado por alguien te da fuerza, mientras que amar a alguien profundamente te da coraje".- Lao-Tsé.

A veces, sólo a veces; retirarse no es rendirse, y derrumbar no es destruir. Estar a solas no es apartarse, y el silencio no tener qué decir ni retrocedes es para huir. 

A veces, sólo a veces; hace falta soltarse, izar las velas, dejar que fluya, que el viento cambie, cerrar los ojos y enmudecer.

Lamento actualizar hasta ahora, estoy fuera de casa y perdí el cargador de mi laptop así que...

¿expectativas? ¿opiniones?

Besos.

MAKI <3