Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

El peso de un silencio

Después de 17 años finalmente me había llenado de valor. Creí que hoy sería el día, hoy quería decirte cuánto te amo y cuánto te había extrañado desde que te fuiste hace poco más de 7 años.

Nos habíamos enviado cartas, correos, mensajes y más durante todo este tiempo, después de todo éramos mejores amigos desde niños, pero nunca me atreví a decirte mis verdaderos sentimientos porque siempre tuve miedo de que te alejaras de mí. Al final, eso logré, pero de diferente manera.

En cuanto te vi bajar del avión, mi corazón saltó de alegría. Cruzaste el pasillo y llegaste a los asientos del aeropuerto buscándome, pero yo ya te había visto; me abalancé sobre ti, te sorprendí por la espalda y ambos caímos pues te tomé por sorpresa haciendo que perdieras el equilibrio, pero esto no te molestó en absoluto, solo reíste conmigo y me abrazaste sin importar lo que la gente pudiera malinterpretar , o eso creí yo.

—Yugi, mi mejor amigo del mundo, ¡te extrañé tanto! —Gritaste, quizá en un intento por decirle indirectamente a la gente que pasaba que éramos simplemente amigos.

No me importó, pero me dejó en claro muchas cosas. Esa oración tiró por la borda en un instante todo el valor que había reunido desde una semana atrás para confesarme, pero igual no dejé de sonreír, no era tu culpa.

Ambos nos pusimos de pie, te ayudé con tu maleta y salimos del aeropuerto rumbo a mi auto.
Conduje rumbo a la ciudad y en el camino me contaste todo lo que había sucedido durante estos últimos años; mi presencia te había hecho falta según dijiste, me extrañaste para hablar en momentos difíciles. Me contaste sucesos que no mencionaste en nuestras cartas, mensajes o llamadas para no angustiarme en vano, pero al final todo había resultado bien y ahora dirigías sin problema una de las empresas de tu padre, después de todo por eso te habías ido una vez te graduaste de la universidad.

—...Al final logré conseguir esa firma en el contrato. Los ingresos aumentaron en un 25%, fue genial ya que nadie tenía fe en ese acuerdo. —Tus logros me llenaban de alegría, me sentía muy feliz por ti—. Pero dejemos de hablar de mí por ahora. ¿Qué ha sido de ti?

¿De mí?... Pues he pasado los últimos años soñando contigo y con nuestra boda...

—No mucho. Conseguí empleo como asesor de desarrollo pero ahora soy el jefe del departamento de prueba y desarrollo de videojuegos de Kaiba Corp.

—¿Kaiba te dio trabajo?

—Bueno, al final resulta que no es tan frío. Se volvió pareja de Joey y él lo convenció de contratarme, así que le presenté un proyecto y le gustó. Desde entonces trabajo con él y parece que le gusta mi trabajo.

—¿A quién no? Eres muy creativo y estoy seguro que llegarás más lejos —sonreíste mientras yo me esforzaba por no ruborizarme.

Me dirigí a un café en el centro de la ciudad, quise recordar viejos tiempos ya que era el mismo al que solíamos ir de jóvenes para hacer alguna tarea con amigos.

—¿Quieres que llore? —B romeaste riendo al reconocer el café—. No puedo creer que este lugar siga en pie.

Tomamos asiento en una de las mesas exteriores, ordenamos y mientras esperábamos, decidí enviar un par de mensajes. Bebimos nuestros capuchinos mientras hablábamos de experiencias del pasado en ese lugar, como la vez en la que una de las meseras me había llevado un pedazo de pastel con una servilleta en la cual decía su número de celular, esa vez no dejaste de molestarme hasta que la invité a salir; o la vez que accidentalmente derramaste un vaso de jugo sobre ti y parecía que te habías orinado encima, estabas tan avergonzado que no querías levantarte de tu asiento para ir al baño a limpiarte. Recuerdo que te presté mi suéter para que te cubrieras y pudiéramos ir a mi casa, que era la más cercana, para que te cambiaras de ropa.

—Pasamos muchas cosas en este café —mencionaste después de habernos reído por las anécdotas que habíamos recordado—. Éramos unos adolescentes en ese entonces y míranos ahora, todos unos adultos.

Un par de horas más tarde decidimos irnos de ahí, así que te llevé al hotel donde decidiste hospedarte para dejar tus maletas ahí. De alguna manera te convencí de arreglarte un poco y salimos del hotel rumbo a mi casa en la cual rechazaste quedarte por alguna razón desconocida para mí en ese momento, sin embargo, lo sabría esa noche.

Al estar frente a la puerta de mi hogar te hice cerrar los ojos, te guíe al interior y fue cuando un grito de "¡sorpresa!" se escuchó por toda la casa.
Abriste los ojos confundido y asombrado a la vez al ver a nuestros amigos más íntimos ahí: Tea, Joey, sorprendentemente Kaiba, Bakura, Duke, Mai, Jaden y Yusei.

—Amigo, bienvenido —dijo Joey.

—Todos te extrañamos mucho Atem —dijo Tea abrazándote al tiempo que el resto te rodeaba para igual abrazarte y decirte cuanto te habían extrañado. Tea salió de aquella bolita y me jaló a un lugar un poco apartado. —¿Ya se lo dijiste? —Me susurró. Yo no dije nada y solo desvíe mi mirada de la suya—. Yugi... — dijo en un suspiro— si no es hoy, ¿cuándo? ¿Piensas esperar diecisiete años más para decirle lo que sientes?

—¡A celebrar! —Escuchamos el grito de Joey y aproveché la distracción para alejarme de Tea.

El resto de la tarde nos la pasamos bebiendo refresco y una que otra bebida alcohólica para celebrar tu regreso. Tea y Kaiba, los mejores cocineros entre nosotros, habían preparado platillos tradicionales para recibirte y todos nos deleitamos con tales manjares; Jaden y Yusei habían decidido preparar un pastel especial para ti, ambos eran una pareja tan unida que hicieron un grandioso trabajo en equipo. Finalmente llegó la hora de partirlo y para ello ya eran las siete de la noche, un numero tan importante y que marcó mi vida, pues habían sido diecisiete los años que habían pasado desde que me enamoré de ti en secreto, siete años los que te habías apartado de mí, y ahora siendo las siete de la noche mi vida comenzaría a desmoronarse.

Tomaste en tus manos el pedazo de pastel que te ofrecí, me sonreíste y llamaste la atención de todos. —Amigos, agradezco mucho este enorme recibimiento de su parte. Realmente no esperaba tales regalos como la tan deliciosa comida y el sabroso pastel —me miraste—. No estoy seguro de quién fue exactamente la idea de esta fiesta, pero se lo agradezco demasiado y... ya que ustedes, mis amigos más cercanos, están todos reunidos... quiero aprovechar para decir algo importante, algo que quería decirles en privado a cada uno, pero pensándolo bien, prefiero decírselos ahora. Comenzaré contigo Yugi —te miré confundido mientras tú sólo sonreías. Colocaste tu mano en mi hombro y suspiraste—. Sabes que siempre has sido mi mejor amigo desde que teníamos 10 años, por ello te he tomado un cariño incondicional —mi corazón tontamente comenzó a latir rápidamente— y honestamente no se me ocurre otra persona mejor para pedirle esto... Yugi, amigo mío —mis ojos brillaron y mi interior gritaba un fuerte "¡sí!"—, ¿quisieras ser... —sí, sí y un millón de veces sí— mi padrino en mi boda ?

El ruido de un cristal quebrándose en mil pedazos se escuchó por todo el lugar. No supe exactamente si se trataba de un vaso o de mi corazón, pero definitivamente no pude decirte nada al instante.

—¿Estás bien? —Preguntaste a alguien y te alejaste de mí en dirección a esa persona. Ni siquiera te miré, simplemente me había quedado en shock, paralizado.

—Sí, yo... le debo un vaso a Yugi pero eso no importa ahora —escuché a Tea hablar nerviosa—. ¿T-te casas? Eso... qué sorpresa...

—U-un brindis —escuché a Joey interrumpir en un intento de cambiar el ambiente extrañamente tenso, ambiente que sólo Joey, Kaiba, Tea y yo sabíamos que se había formado—. ¡Por el novio! —Gritó y el resto hizo lo mismo mientras levantaban sus vasos con bebida alcohólica o refresco puro.

—¡Por el novio! —Decidí gritar mientras alzaba mi vaso con refresco de toronja—. Que en este siguiente paso tu vida se colme de alegría... —te sonreí de la manera más sincera que pude y me acerqué a ti— y será un honor ser el padrino de tu boda —finalicé para después abrazarte.

El resto te felicitó, te abrazó y cuestionó sobre la dama afortunada. Respondiste a la mayoría de preguntas, pero no me molesté en oír ninguna respuesta, simplemente me limité a limpiar junto con Tea los pedazos de vidrio roto y, mientras nos dirigíamos a la cocina, escuché como ella le decía a Joey que no dejara que nadie ingresara. Una vez que los dos entramos, ella cerró la puerta y yo dejé los pedazos de cristal en el basurero.

—No debiste aceptar —me reclamó—. Te va a doler mucho cuando lo veas desposar a una persona que no seas tú.

—Te recuerdo que ante todo es mi mejor amigo... y si él quiere mi apoyo, eso le voy a dar.

¿A quién carajos querías engañar, Yugi Muto?
Obviamente te iba a doler hacer esto pero... creí que hacía lo correcto; me lavé las manos y salí de la cocina dejando a Tea ahí.

-------------------

Espero que esta historia les guste tanto como a mi me gustó escribirla. 

Con mucho cariño se la dedico a todos ustedes pero sobre todo a FarolitaCast quien me guio para escribirla correctamente y a FudoMikaela095 quien es mi hermana querida.

DISFRUTEN DE LA HISTORIA

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro