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Amarte a Ti.



Natasha solía comentarme siempre, que yo era una persona muy solitaria. Tal vez así era, tal vez no. Pero ese argumento que ella mantenía de forma sólida, era muy constantemente mencionado en nuestras conversaciones habituales,

Me recalcaba el no tener pareja, y el no haberme, a mis 30 años, establecido formalmente. Aunque no entiendo sus cuestionamientos, considerando que ella aún tiene esperando el tajante "Sí, acepto" a su novio de hace 6 años James Barnes, apodado Bucky.

En fin, no me malinterpreten, no es que no quiera tener algún tipo de relación estable, es simplemente que no he encontrado con quien compartir tal cosa. Sumando a eso, mi tiempo laboral no me permite confraternizar con otras personas, es incluso un milagro el que tenga amigos. De no ser por esa pelirroja literalmente seria un ermitaño.

Mi circulo social era muy limitado, de hecho con mis dedos de ambas manos podía contar a mis amigos, y a pesar de ser pocos, me siento agradecido de tenerlos y no los cambiaría por nada en el mundo.

"-¡Operación: Buscar a alguien que desvirgue a nuestro amargado Halcón!-" gritaron Tony Stark de Rogers y Loki Laufeyson de Odinson, mientras entraban de improvisto en mi departamento.

Oh bueno, quizás si quiero cambiar a uno o dos...


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"-Te digo la verdad Clint, necesitas a alguien que te parta el culo en dos, y te haga gemir como perra en celo, como hace mi Stevie conmi... ¡Auch, eso dolió Dorito!-" se quejó Tony mientras se sobaba la zona afectada, y fruncía el ceño por ser interrumpido de esa manera por su sonrojado esposo, tras haberle dado un buen coscorrón en la nuca.

"-Lo que Tony quiere decir...-" carraspeo un abochornado Steve "-Es que tal vez la compañía de una pareja, te vendría bien, ¿No lo crees? No te haces más joven, tú cuerpo se arruga por tu falta de ejercicio, comer como lo haces te tiene algo engordado, tu aspecto es desaliñado; tal vez si pruebas con productos de belleza eso te ayude a...-" el rubio fue callado por las manos de su esposo el cual comenzó a reñirle.

Ya que con su gran inocencia y honestidad a pesar de ser un hombre que superaba los 30's, hería mucho con su sinceridad; por ello no se percató de como me deprimí y senté en posición fetal en una esquina, con un aura negra envolviéndome.

Natasha suspiro rodando los ojos fastidiada.

"-Ahh... Que remedio... Clint vamos no te desanimes por lo que te dijo el Capitán...-" A Rogers, se le decía de esa manera por haber prestado servicio militar a lo largo de su vida, actualmente era condecorado como una especie de "Súper Soldado" debido a sus hazañas en combate y gran valentía en el frente militar.

"-El sólo lo dice bromeando Barton... ¡Cállate Rogers! ¡Controla la boca de tú marido, genio de pacotilla!-" les gritó tras escuchar de parte del rubio un "No es una broma, es la verdad" "-Créeme Clint, pronto llegará alguien para ti.-"

"-Ese no es el punto Tasha, yo no quiero tener a nadie todavía. Son ustedes los que están con ese desespero de que yo tenga una relación, y honestamente sigo sin entender porqué.-" suspirando me levanto y salgo de la habitación donde estaban todos, dejando a una pensativa Natasha y a una pareja de casados, discutiendo sobre que las intimidades de pareja no debían decirse a los cuatro vientos, y que a veces, la honestidad es muy cruel.

Mientras descendía por el elevador, de la Prominente Torre Stark, hogar y lugar de trabajo de Tony y Steve. Pensaba y pensaba las razones de porque mis amigos están tan renuentes a cambiar de parecer respecto a mi soltería nada desagradable para mi.

Por lo que ya obstinado a causa de las actitudes de mis amigos, decidí salir de la habitación, e irme lejos por un tiempo.

Le dije a Natasha, que saldría de la ciudad unos días, para tomar unas pequeñas vacaciones, y despejar un poco la mente de tanto bullicio de la ciudad y de ellos mismos.

La pelirroja, solo sonrió y me regaló un paquete de condones junto a un lubricante, (alegando que podría necesitarlos)

Partiendo en el aeropuerto donde Romanoff, me despedía; escuché un claro "-Salúdalo de mi parte-" de mi amiga. Sólo sonreí y tomé mi vuelo.

Llegué a Calcuta, India; cuestión irónica, considerando que quería alejarme del bullicio de la gran ciudad, fui al lugar en el mundo más agitado que podría considerar, no por sus gran ciudad, sino por su excesiva población.

Pero, era allí donde quería estar, donde debía estar.

Siguiendo el camino que ya conocía en una pequeña moto-taxi, me dirigí a la zona mas adyacente de la ciudad, donde la población era del menor estatus social.

Se preguntarán, ¿Qué haces acá Clint?

La respuesta es simple, aquí está la razón por la que en New York, sigo soltero.

¿Han tenido la sensación, de que si hablan de algo que les es importante, con las personas que son queridas para ustedes, sienten que estás van a estropearlo todo?

Bueno, así me siento yo respecto a él.

Si, es un él. Su nombre es Bruce Banner, es un Doctor reconocido, al menos acá en Calcuta lo es.

Se le conoce, como el mejor médico de esta región, ya que por alguna extraña razón, su sistema inmune, le permite ser capaz de no padecer ningún tipo de enfermedad o virus maligno que se propague.

No que sea inmortal, al contrario varias veces he venido a cuidarlo cuando se enferma, pero nunca es de algo grave como una epidemia de malaria o ébola.

En fin, mientras iba en la moto-taxi, tradicionales de lugares como este, seguía pensando en las cosas que me dio Natasha y pensando en mi amiga.

"-Ah... Tasha... Siempre sabes mis movimientos, en lugar de mi amiga, pareces mi sombra je...-" suspiré mirando que ya pronto el camino se terminaría, al menos el que era en moto, me quedaba un buen trecho a pie.

Natasha Romanoff, la conozco desde hace ya casi 8 años, estudiamos en la misma universidad, pero en carreras diferentes, sin embargo el pensúm de su carrera, tenia materias que compartían con la mía. Como economía y matemática financiera; ella era del área de mercadotecnia y yo era de administración de empresas.

Nos hicimos amigos al tiempo de estar conviviendo y concordar, que nosotros seríamos los únicos en graduarse de nuestra promoción. Lo cual fue así. Desde entonces, no nos hemos separado, porque tras estudiar juntos la licenciatura en una academia especializada en economía y volver a compartir graduación, decidimos entonces trabajar para la misma empresa, considerando que ambos conocíamos el modo de laborar del otro, lo que nos hacía un buen equipo.

En la empresa donde actualmente seguimos laborando, nos apodan <La dupla asesina> (curioso era, que nuestros amigos nos apodaban: La Viuda Negra y El Halcón) ¿Razón? Siempre conseguimos cerrar tratos, y que el manejo de la empresa sea el apto, como coordinadores y supervisores respectivamente. Siendo firmes, letales e implacables, no hemos perdido alguna batalla en cuanto a inversiones y contratos se refiere.

Pero dejando de lado nuestra vida laboral, ella conoció a Bucky, en una de las tantas reuniones de negocios que se hacían en la empresa; el mismo se auto-dictaminó como el futuro esposo de ella, y bueno a mi amiga ese reto le pareció interesante, y así están, desde hace casi 6 años de noviazgo y con un compromiso técnicamente saldado, hasta que a ella le deje de divertir verle rogar por su mano en matrimonio.

A palabras de ella, "-Quiero que tú encuentres a alguien antes de que yo me case, sólo así me aseguraré de que esa persona te querrá y cuidará tanto como yo lo he hecho.-" Y bueno, a una chica rusa de carácter fuerte, no se le puede negar nada.

No quiero decir con esto, que me he puesto a buscar pareja, todo lo contrario, simplemente he tenido citas de ocasión; ser bisexual me ayuda a tener campo a recorrer de gran amplitud.

Sin embargo, eso no significa que sea un puto, de hecho la razón por la que no he tenido parejas estables, es porque las mismas se aburren ya sea de mi o del sexo.

No me considero súper dotado, pero igual creo que tengo lo suficiente como para resultarle atractivo a alguien. Digo, no por nada ahora tengo a Bruce en mi vida.

La pelirroja supo de su existencia un año después de que comenzara a salir con él. Lo conocí en un viaje de negocios, que por parte de la empresa, me enviaron hacia Calcuta, para concretar un trato financiero que traería grandes ganancias y futuros intereses a ambas empresas.

Pero, como suelo ser muy propenso a enfermarme, es claro que eso sucedió nada más pisar la región, me vi envuelto en una peste horrible que a duras penas me permitía moverme, me hizo recordar a esa vez que fui a Latino-américa y pesqué el llamado <Chikungunya>

Como sea, mientras estaba internado en el hospital central de la región, un lugar que olía a muerte y a fármacos vencidos, él entró a mi habitación que en realidad era una estancia compartida con dos pacientes más, me deprimió el alto nivel de falta de insumos que dicha ciudad padecía para con sus pobladores.

Creía que moriría, pero cuando él se acercó y simplemente me sonrió, me di cuenta de que todo estaría bien para mí. Y a los días ya podía valerme por mi mismo, me recuperé gradualmente, y al poco tiempo me dieron de alta.

Mientras caminaba, (ya me había bajado de la moto-taxi y le había pagado al conductor) seguía recordando como fue que conocí a Bruce, es curioso pero siempre que vengo hacía acá termino pensando en ello.

Ese día que me dieron el alta, fui a la recepción a buscar los resultados de mis exámenes médicos, y a consolidar el pago por los servicios de mi estadía. Luego de cancelarlo todo, me dirijo a la puerta de salida, tras despedirme de la secretaria.

"-¡Hey, espera...!-" me llamó una voz masculina, volteando me percaté de que se trataba del mismo doctor que me atendió.

"-Oh, hola Doctor...-" dudé.

"-Banner, Doctor Bruce Banner-" respondió sonriente.

"-Si claro, Dr. Banner, amm muchas gracias por haberme ayudado antes.-"

"-No agradezcas, sólo hago mi oficio-" espetó mirándome tranquilo.

"-Je, bueno un placer, gracias de nuevo Doc-"

"-Aguarda, ¿Clint, cierto?-"

"-Si, Clint Barton-"

"-Te propongo algo Clint Barton, ya que ayude a salvar tu vida, y que yo no recibo méritos monetarios por prestar servicio a este hospital, ¿Qué opinas de saldar tú deuda hacía mis servicios, teniendo una salida conmigo el viernes por la noche?-"

Me quedé perplejo, ¿Cómo este guapo Doctor me pedía a mi, un simple supervisor de empresas, y un hombre propenso a enfermarse siempre en sus viajes a tener una cita con él?

"-¿Disculpe?-"

"-Escuchaste bien, mi servicio a este plantel medicinal, es simplemente por voluntariado, no cotizo ningún ingreso monetario porque prefiero, que ese dinero sea empleado en las mejoras de este establecimiento y para el bien de los pacientes-" explicó.

"-Oh ya veo... Aún así, ¿Por qué me pide tal cosa Dr. Banner?-"

"-Bruce-" me corrigió "-Te pido esto, porque ciertamente tengo curiosidad sobre ti, Clint. No todos los días un hombre tan hermoso llega en esas condiciones a mi consultorio y siendo honesto...-" se acercó a mi tomando mi mano y besando el dorso de la misma "-No es una oportunidad que quiera dejar ir-"

Es claro que me sonroje como un tomate.

Es claro que sentí un escalofrío en mi mano tras sentir sus suaves labios, besarla.

Es claro que mi cuerpo comenzó a temblar, cual perro mojado.

Es claro que puse una sonrisa boba en mi rostro.

Y es infinitamente claro que acepté su proposición.


De eso ya pasaron dos años, Natasha se comenzó a dar cuenta de que tenía un interés amoroso, cuando en la empresa siempre me postulaba a ser quien llevase a cabo los negocios en Calcuta. Atando los hilos, noto mis ánimos de querer viajar a una región tan atestada de personas, cosa irónica considerando que detesto las multitudes de personas y estructuras.

Yo nunca afirmé ni negué nada, sin embargo ella me ha mostrado su apoyo incondicional en todo momento. Pero en ocasiones se sobrepasa un poco.

Recuerdo que un día que fui de viaje en la época que en New York era invierno, me envió en mi maleta de equipaje un traje sexy de Santa Claus, para según ella "Pasar las fiestas" de la forma correcta.

No digo que Bruce y yo no hayamos intimado, todo lo contrario, cada que podemos nos dejamos llevar por la pasión y el amor que nos tenemos, sin embargo a mi me avergüenza tener que llegar con ese tipo de cosas a su casa.

A Bruce le agradaba ella, le hablaba constantemente de mi gran amiga, porque nunca se la había presentado. No es que no quisiera que se conocieran, sin embargo primero quería tener una buena relación con él, antes de pasar al formalismo de presentarlo con mis conocidos.

Y teniendo a Loki y a Tony entre esos amigos, con mayor razón quiero tomarme mi tiempo en ilustrarlo a como van a ser las cosas cuando lo presente a todos.


"-Bienvenido Clint-" dice Bruce, una vez entro a la casa, se ve sorprendido por mi llegada.

"-Hola grandote-" sonrió, abrazándole.

"-Pensé que venías la semana siguiente, no que me queje de que llegaras antes je je.-" exclama ayudándome a desempacar.

"-Quise venir antes a verte, sabes que no soporto mucho a mis amistades y aprovechando que podía iniciar mis vacaciones cuando quisiera, anticipando a mis jefes, decidí venir antes.-" espeté mientras acomodaba un par de camisas en el gavetero de la habitación de huéspedes que compartíamos como guardarropa.

"-Ya veo, me alegra que estés aquí conmigo Hawkeye...-" susurró tomándome por la cintura, mientras dejaba un beso en mi nuca.

"-Je je, alguien me ha extrañado ¿Eh...?-" suspiré socarrón.

"-Por supuesto que sí, ambos te hemos extrañado mucho...-" comentó como si nada mientras acercaba mi cadera a su entrepierna semi-dormida.

"-Oh vamos... ¿El pequeño Hulk también ha extrañado a este Halcón?-" me relamí los labios, acariciando su cuello sin romper el abrazo que compartíamos y a su vez acercaba mi cadera a la suya, frotando mi trasero en ella.

*Hawkeye y Hulk* son apodos cariñosos que nos tenemos mutuamente, (él me apodó así por acoplarse a como mis amigos me llamaban y también porque soy muy detallista con él; por mi parte guiándome de los Comic's el me recordaba a una bestia enorme y a su vez apacible con ese nombre) y claro en el ámbito sexual sucede lo mismo.

Teniendo ya tres años de conocernos, y dos de relación; es normal que apodos o motes surjan tras la convivencia mutua que llevamos, a pesar de que yo vengo a verle de forma esporádica.

Se preguntarán, ¿Por qué no viven juntos ya sea en Calcuta o en New York?

La respuesta es simple, a mi no me gusta del todo la región de Calcuta más allá de una temporada de estadía y Bruce no es muy fanático de las construcciones altas, por consiguiente habíamos llegado al acuerdo de que mis visitas serían en períodos cortos pero que a su vez, serían lo suficientemente largos como para que ambos disfrutáramos de la compañía del otro.

¿Qué si queríamos tener una vida plena y estando juntos? 

Si, por supuesto. 

¿Cómo no querríamos poder estar juntos siempre y que no nos separe un continente completo?

Pero, ambos por ahora estamos bien con esto que llevamos de esta manera, porque tenemos claro que nuestras carreras y trabajos son también de importancia en nuestras vidas.

No es por ser egocéntricos, pero juntos afirmamos que si dejamos nuestros empleos, el hospital sucumbirá totalmente y la empresa perderá a un gran soldado de los negocios.

Pensar en eso ahora no nos tiene con mucho interés, y menos ahora que estamos ya con las piernas entrelazadas en la cama, luego de venir besándonos por todo el pasillo hasta llegar a la habitación.

Para cuando estamos en la cama, ya en el suelo yacen camisas, medias, pantalones y zapatos, poco o nada falta para que la molesta ropa interior abandone nuestras cinturas.


"-Te extrañé mucho Clint...-" suspiró Bruce en mis labios, mientras acariciaba mi estómago.

Sonreí besando su mejilla. "-Y yo a ti, Bruce...-"

"-¿Sabes...? He estado pensando...-" dudó mientras pasaba su caricia, de mi estomago a mi pecho.

"-¿Si...?-" lo alenté a continuar.

"-¿No crees que ya es tiempo, de estar plenamente juntos?-" espetó mirándome.

"-¿Qué no lo estamos siempre que vengo, así como ahora?-" respondí desviando un poco ese tema, que siempre se tocaba. Curioso era que Bruce lo sacaba cuando estamos por llegar a la mejor parte de nuestra ronda de besos de bienvenida.

"-Clint... Sabes a que me refiero...-" exclamó alzándose en sus antebrazos, mientras se acomoda encima de mi, yo abro mis piernas para que se acomode mejor.

Suspiré, acariciando su cabello sin romper el contacto visual con él.

Claro que sabía a que se refería, quería que sentáramos cabeza como una pareja formal delante de mis amistades. El no tenía familia al igual que yo, ambos eramos técnicamente huérfanos.

Digo técnicamente, porque tengo como familia a mis amigos, y a dos chicos hermanos de la empresa, que son pasantes en la misma: Wanda y Pietro Maximoff, que por alguna extraña razón ambos se consideraban mis sobrinos y tanto a Natasha como a mi nos dicen tíos.

Besé la punta de su nariz llamando así su atención.

"-¿De verdad te sientes listo, para ir a la gran New York y conocer a mis amigos?-" inquirí, dudoso.

Bruce me besó de forma casta, al tiempo que acariciaba mis muslos con sus manos, mientras comenzaba a frotar mi miembro con el suyo.

Me dejé llevar por sus deliciosas caricias, y gimiendo en el beso y acompasando sus movimientos con mis caderas, sujeté con fuerza su cabello al compás de la danza que compartíamos en nuestras bocas.

Tras separarnos por la falta de aire, dejando que un hilo de saliva se vislumbrara entre nuestras bocas, nos miramos fijamente dando bocanadas de aire. Jadeantes y sedientos de más.

"-Me da igual lo que tenga que enfrentar Clint... O a quienes deba conocer para tenerte conmigo...-" mientras hablaba deslizaba mi ropa interior fuera de mis caderas, y al mismo tiempo hacia desaparecer la suya propia, arrojándolas juntas al suelo.

Suspiré al sentir nuestros miembros comenzar a frotarse mutuamente, ya sin los boxers, volvimos a la ronda de besos antes pausada, quería distraer a Bruce lo más que pudiera no quería tocar ese tema aún.

Si era posible, nunca tratarlo, para mí era mejor.

"-¡Oh... Bruce...!-" jadee al sentir como su lengua delineaba mi glande y hacia círculos en mi uretra, sujetando sus cabellos y mordiendo mis labios, comencé a mover mi cadera haciéndole ver que quería entrar en su boca.

"-Aún no Hawkeye...-" susurró contra mi glande, enviando escalofríos en toda mi columna "-Antes responde a lo que te he dicho, de lo contrario no continuaré, por muy necesitados que estemos del otro-" declaró.

Gruñí, joder yo no quería hablar de esto, en un momento tan íntimo y necesitado.

¡Teníamos ya 3 putos meses sin vernos, y el quiere hablar de algo que se puede debatir en la cena!

Si él quería jugar, jugaríamos.

"-¿Quieres que te responda, eh Brucie...?-" inquirí al tiempo que cambiaba las posiciones dejándolo a él debajo de mí, y yo me ubiqué encima suyo, sentándome en su entrepierna, haciendo fricción con mi trasero.

"-Ah...-" jadeó de la sorpresa tan repentina.

"-Oh... ¿Prefieres que siga haciendo esto..?-" susurré mientras con mis manos tomaba tanto el lubricante de la mesa de noche como un condón. Procedí a lubricar el miembro de Bruce, mi tan aclamado Hulk.

"-Clint... Mmm...-" gemía quedamente Bruce, mientras yo continuaba lubricando su miembro, para luego colocar el condón.

"-¿Y bien...?-" inquirí mirándole, mientras me lamia los labios "-¿Quieres seguir hablando, o que continuemos, grandote?-"


Sin que lo esperara, Bruce me tomó por la cintura con una mano, y alineando con la otra su miembro ya lubricado, me penetró.








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"-¿Entonces debo cuidarme de Loki y Tony, respectivamente?-" preguntó Bruce.

"-Si Bruce, ellos tanto juntos como separados, son algo, muy irritantes en cuanto a que decir o no sobre la vida personal de las personas; sumando a ello la falta de tacto que poseen al hacerlo...-" respondí recordando su tan flamante misión *Encontrar a alguien que me desvirgara el trasero* ¡Ja! Si esos dos supieran...

"-Entiendo, ¿De quién más debo prevenirme?-"

"-Jumm...-" vacilé "-Rogers, el esposo de Tony, no es mala persona al contrario, es el ciudadano ejemplar en opinión de todos, sin embargo es demasiado directo con sus palabras y no se mide mucho al hacerlo."

"-Ya, comprendo...-" dijo mientras picaba unas cebollas.

Estábamos en la cocina, luego de nuestra *Bienvenida* habitual, ambos sentimos hambre. Por lo que yendo a buscar algo de comer, nos decidimos a hacer la cena juntos.

Mientras yo lavaba las verduras, el las picaba y ponía en una sartén, creo que cenaremos verduras guisadas con algo de pan tostado. Algo simple, pero delicioso.

En la licuadora, se batían unos cambures, con hielos, leche y un toque de vainilla. La merengada de cambur era una de mis favoritas, y a Bruce le comenzó a gustar cuando se la di a probar.

Una vez sentados en la mesa, luego de dar las gracias por la comida, con un pequeño beso compartido comenzamos a comer.

"-Extrañaba esto más que otra cosa Clint...-"

"-¿Mis habilidades innatas para lavar verduras?-" bromeé.

Bruce rió levemente, mientras masticaba. Yo sonreí, amaba hacerlo reír.

"-Además de eso claro está...-" rió un poco dándome con su tenedor un pedazo de papas, lo tomé con la boca y comencé a masticarlo. Vaya que había quedado delicioso. "-Tú compañía, es lo que más extraño de ti.-"

Me sonrojé, y tomando un poco de mi merengada, sonreí viéndole.

"-Sé que es duro Bruce, el tener que soportar tanto tiempo el estar lejos uno del otro, pero sabes mis razones de ello.-" inquirí mirándole, no me respondió al momento, pues mientras yo hablaba, él había mordido un trozo de pan.

"-Lo sé, al igual que tú, entiendes las mías sobre el poder acompañarte a ti hacia New York...-" acotó luego de tragar.

Suspiré retomando mi comida, él hizo igual.

Esto siempre sucede cuando vengo de visita, *además de la rutinaria y no molesta bienvenida que nos damos* pero, el tema nunca pasa desapercibido.

"-¿A qué le temes Clint?-" su pregunta me hizo ahogarme un poco.

"-Cof... Cof...-" Bruce me dio unas cuantas palmadas en la espalda, y tras calmarme y beber un poco de merengada, respondí a su cuestionar"-¿Temer dices? Discúlpame Bruce, pero no comprendo a que realmente te estás refiriendo con *temer*-"

"-Hablo de *Temor* refiriéndome a que temes que las cosas cambien Clint.-" señaló, yo masticaba con lentitud, era claro y palpable su exactitud ante lo ya cuestionado.

Me aterraba que una vez estando delante de todos mis amigos, él no fuera bien recibido por ellos, o peor, que si lo fuera y yo quedara en un segundo plano para él.

Bruce tomó mi mano derecha, la que sostenía el tenedor, no me percaté de que ésta estaba temblando.

"-No tienes que temer Clint...-" apretó mi mano con la suya, antes quitando el cubierto "-Nada cambiará entre nosotros. ¿Y sabes por qué?-" interrogó.

Yo negué con la cabeza; estaba mudo de la intriga, además de sentirme hipnotizado por su mirar decidido.

"-Porque lo único que importará de ahora en más...-" se inclinó, su boca rosándose junto con la mía "-Es que hoy y para siempre, yo voy a Amarte a Ti.-"



Fin.






N/A

Y así termina esta historia.

La más corta y larga que he escrito hasta ahora.

No pidan continuación o segunda parte, porque no la tendrá. 

Es un OS y así va a quedarse.

El final es abierto, así que ustedes decidirán que pasó o no al finalizar la lectura, si conocieron o no a los amigos de Clint, si se quedaron juntos en Calcuta, en fin.

Espero les haya gustado tanto como a mí, me ha encantado escribirla.

Nos veremos en otra de mis historias chicos, chicas, perros, gatos, conejos, pandas, etc.

Los y las quiere y se despide.

AL17.


Conteo de palabras 4068

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