— Como recomendación antes de comenzar la lectura, pueden leer con la canción Abracadabra de Brown Eyed Girls

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TaeHyung está tomando su almuerzo en una esquina junto a Namjoon y Jimin, son las diez de la mañana con cuarenta y cinco minutos y aún falta unos quince segundos para que abra la envoltura de su comida. Es miércoles, así que su mamá le habrá mandado sandwich de jamón y queso panela con servilleta de algún personaje de juegos.

Decir que Tae es hermoso con el uniforme de la escuela es muy poco cercano a la realidad, porque éste chico es bellísimo, una adaptación coreana de Adonis en persona. Enserio, casi se me sale un suspiro mientras les estoy contando esto.

— ¿Por qué miras a TaeHyung de nuevo? — Hyerin me mira con desaprobación.

— Déjalo que mire, no le hace daño a nadie — interviene Jin, mientras nos abre uno de sus tupper con onigiris para compartir.

Tomo uno, mientras se lo paso a mi amiga. Ella toma uno mientras me señala.

— Hoseok se sabe hasta el color de los calzones que está usando hoy, esto ya no es sano, lo era cuando era un amor inocente — reclama, Hyerin dice que TaeHyung me dejó de gustar, sólo tengo una obsesión con él.

Pero no es como si fuera un psicópata, ósea sí me sé su dirección, las clases que toma, el nombre de sus amigos y relaciones pasadas, algunas de sus contraseñas y que el color de sus calzones es rojo, pero no es como si fuera un obsesivo compulsivo. ¿O sí?.

Porfavor, déjenme vivir en mi mentira otro poquitín.

— Bueno, creo que ya se ha salido un poco de la raya, pero mientras no haya colocado cámaras en su baño todo está perfecto, ¿cierto Hobi? — Jin me defiende, es demasiado positivo.

— Sí, Hye, te juro que sólo tengo un crush, sólo estoy buscando la manera de gustarle o no sé, dejarle una carta.

— Hoseok, lo malo es que él te ve como un amigo, uno que sólo se le acerca en clase de pintura para pedirle el color verde.

Tuerzo una mueca, aunque es totalmente cierto, sólo me he acercado a TaeHyung algunas veces; cuando más lo hago es cuando quiero ir por algún color en clase de pintura y cuando descubre que lo veo demasiado tiempo.

¿A quién engaño? Pasarían años luz para TaeHyung se fije en mí, no soy la gran cosa y nunca me acerco a él. Hyerin sólo dice cosas ciertas.

— Basta Hyerin, Hoseok es una persona hermosa, sólo hay que darle un empujón y no le hace daño a nadie, deja de echarle la sal — Jin me sonríe y me abraza — un día de estos le hablarás a TaeHyung y él va a tener una erección en cuanto te vea, lo juro.

Le sonrío devuelta y tomo el último onigiri que queda en el tupper, cuando vuelvo a mirar hacia donde está TaeHyung me encuentro con que está mirando hacia esta parte, así que nuestras miradas se cruzan por algunos segundos hasta que decide sonreírme y batir la mano en saludo.

Se lo devuelvo con la poca coherencia que me queda antes de que tenga un colapso mental, rectal y de cualquier otro tipo. ¡Por dios! me saludó. Puedo sentir como el rubor ha subido a mis mejillas y espero que haya algún otro tipo de interacción; que me proponga matrimonio o que venga a confesarme su amor... 

Hasta que llega Baekhyun y vuelve a ocupar toda su atención. Mi futura boda ha sido pospuesta por un Byun  Baekhyun de cabello oscuro.

— ¿Ya volviste al mundo Hobi? — Jin ríe junto a Hyerin y yo sólo muevo la cabeza ante su burla.

— Creo que al salir iremos a una tienda de seguridad para instalar el plan "Espiando a Kim TaeHyung" — replica Hyerin.

— Oigan, no se burlen — les digo, a un segundo de estallar en risas juntos.

Está por demás decirles que sí fuimos a la tienda después de clases y compré una en forma de un ángel. Para complementarlo al regalo que tendría para el día de San Valentín.