Capítulo 1
Capítulo 1:
Debí haberme percatado de todo el embrollo en el que me sumergiría, pero se me hace difícil imaginar el desenlace de las cosas de otro modo... Era casi como si sus ojos me invitaran a pecar; su carácter indomable y reacio me empujó a besarlo, tal vez fue el alcohol, aunque no deseo saberlo, sólo sé que desde esa noche de fulgor no dejo de pensar en él y eso me está llevando de a poco a la perdición.
Lo recuerdo a la perfección, tanto que lo revivo una y otra vez en mi mente, saciando mis instintos más burdos, infestando mi habitación cada noche con mi aroma deseando que algún día se vuelva a fundir con el suyo.
─ ¿Te gustaría ir por ramen a mi departamento? Soy un buen chef. ─dije, a medida que el alcohol llenaba de colorete mis mejillas y también las suyas.
─ ¡Claro! Muero de hambre. Es una lástima que aquí solo sirvan bebidas.
Nos levantamos y fuimos hasta mi departamento. Al cerrar la puerta, ignorando la curiosidad de Hwang Yoon-Gu por las decoraciones de mis paredes, lo arrinconé y embestí su boca de forma desesperada.
─Oye... ¡Oye! ¡Espera! ─ Me empujó hacia atrás y lo miré confundido. ─Pensé... que comeríamos ramen, no esto...
─ ¿Qué? ¿Estás bromeando? ─En ese momento creí que estaba haciéndome una broma, pues era obvio el porqué de mi invitación: Ambos nos deseábamos con la mirada y mi auto se llenó de sus feromonas en cuánto hicimos una cuadra andando.
En ese momento, la sala se encontraba infestada de olor a fresas y mi cordura de a poco comenzaba a esfumarse por completo. Embelesado y por instinto, mi aroma lo cubrió y Yoon-Gu comenzó a jadear, buscándome con desesperación, la misma que tenía yo por él. Mis manos recorrían su piel, su suave y tersa piel. Deseaba dejar marcados cada uno de mis dígitos sobre los rincones de su cuerpo. Anhelaba caprichoso hacerlo mío. Su boca torpe se adentraba sobre la mía, dejó que mi lengua le guiase en la dulce melodía que bailábamos sin música.
Nos hicimos uno de una forma armoniosa, perfecta, una sensación que no había logrado conseguir en mis años de estar activo. Decir que estuve en la gloria durante toda la noche es insuficiente, ya que, a pesar de haber encontrado insignificante a aquel muchacho que entró atolondrado en el bar con su grupo de amigos, quedé embobado gracias a mi naturaleza.
Lo peor fue lo que vino al despertar. Con pesadez abrí mis ojos luego de escuchar un hilarante grito. Yoon-Gu se encontraba desparramado por el piso, envuelto en mantas como un tamal mal hecho, me pareció tierno y curioso al mismo tiempo. Le extendí la mano, pero se negó e intentó ponerse de pie, al fracasar por sus lánguidas piernas, me acerqué y lo puse en marcha.
Mientras él hacía un puchero y se cubría con las sábanas húmedas, yo hurgaba en mi armario para conseguir ropa para ambos. Otra vez, Yoon-Gu se negó a aceptar y se colocó su ropa que con esfuerzo encontró en rincones de mi departamento.
No soy tan imbécil como parezco y quería hacerme quedar como el alfa impecable que soy, por lo que sí le hice el ramen que le había "prometido" la noche anterior. Puse un plato humeante delante de él y lo miré expectante.
─Come, Yoon-Gu. Hago un ramen riquísimo ─Miró con desconfianza el plato, pero su estómago rugió, por lo que no tuvo de otra que comer. ─. Está rico, ¿no? ─Comencé a comer de mi plato; él comía en silencio, sin mirarme. La mente me carcomía, me había acostado con un chico virgen, sin escrúpulos. Podría poner mil excusas, sin embargo, no es mi estilo. Debía dejarle en claro que solo fue un revolcón de una noche: ─Hey, sobre lo de anoche, yo...
─ ¡Lo siento! ¡Me haré responsable! ─gritó de repente dejándome pasmado.
─ ¿Qué? ─susurré tirando los palillos sobre el plato.
¿Él se hará responsable de mí? Se suponía que debía ser al revés. Debió habérmelo pedido a mí. Ja, qué chico curioso. Tal vez podría intentarlo, pensé, después de todo experimenté algo que nunca antes había sentido, un nivel de excitación mayor al promedio.
─De acuerdo. Puedes hacerte responsable de mí ─Yoon-Gu se mostraba entusiasmado. Continué hablando: ─. Eso significa que tendrás que responder siempre que te llame, ¿de acuerdo?
─ ¡Por supuesto, Heesung ssi!
─Solo dime Heesung.
─ ¿Puedo llamarte "Hyung"?
─Preferiría que no. ¿Cuántos años tienes? ─pregunté mientras escarbaba la comida y me llevaba un poco a la boca.
─Veinte ─Al oírlo, comencé a ahogarme con el ramen. ¡Me había cogido a un niño! ¡Dios! ─. Bueno, hipotéticamente.
─ ¿Hipotéticamente?
Movió la cabeza para indicar que sí.
─En dos semanas cumplo años, por lo que en teoría aún tengo diecinueve. ─Se encogió de hombros. Yo le observaba con los ojos bien abiertos, tragando grueso e inmóvil.
─Dios mío, soy un degenerado. ─La palidez en mi rostro era evidente, aunque a Yoon-Gu parecía no incumbirle, seguía comiendo a gusto. Pasé mis manos por mi cabello intentando retornar el funcionamiento de mi cerebro.
─Oye, soy mayor de edad. Si quiero tener sexo puedo hacerlo.
─Pero, soy mucho mayor que tú.
─Cómo... ¿cuánto mayor?
─Seis años, más o menos.
─Mmm... bueno, supongo que eso no le gustará a mí papá. Aunque no tiene que saberlo de momento, sería mala idea decirle, se pondrá como un loco. Oye, Heesung, de verdad cocinas delicioso.
Demonios, demonios, y más demonios. Quería desaparecer en ese instante. Era, en teoría, un niño, o al menos en mi mente lo era.
─Creo que te vi en otra parte... Déjame pensar ─Cambió su postura a una muy cómica, con la mano extendida sobre la mandíbula y los ojos entornados. ─. ¡Ya sé! Tú sales en la telenovela que ve mi mamá.
─ ¿Eh? ─Él seguía hablando como cotorra mientras yo me sumergía en mi propia miseria.
─Sí, tú haces del chófer de los ricos, ese con cara de idiota. A mí no me gusta, pero mi madre dice que eres buen actor.
─Oh, gracias. ¿Yoon-Gu?
─ ¿Sí?
─Lo siento ─Intenté sonar sincero. Jugueteaba con mis dedos y no me atrevía a levantar la cabeza. ─. Te quité tu virginidad.
─Ayer parecía no importarte ─Me miró y sonrió negando. ─. No te martirices. Yo vine por voluntad propia y te seguí el juego. Tal vez fue el alcohol o las feromonas, no sé, pero me gustó. Ahora si me disculpas, debo irme, llego tarde a mi entrenamiento.
Se levantó y me ofrecí a llevarlo. Aceptó mi propuesta, conduje hasta el Gimnasio Team Black, según las indicaciones de Yoon-Gu.
─ ¿Entrenas aquí? ¿No eres un poco joven para eso?
─Oh, el gimnasio es de mi papá, me deja entrenar los sábados, durante la semana voy a la universidad.
─Un momento, ¿tu padre es Joo Jaekyung?
Movió la cabeza afirmando mi pregunta. La sangre se me heló de solo pensar en lo que el Señor Joo me haría si descubriera lo que le hice a su pequeño hijo.
─Bien, ya tienes mi número de teléfono, así que llámame cuando puedas. Chao. ─Abrió la puerta y se bajó sin hacer dramas. Lo miré entrar al gimnasio con una sonrisa evidente que se tornó tímida cuando un par de muchachos se acercaron para saludarlo.
Apreté las manos sobre el volante, tiré la cabeza hacia atrás y dejé salir una gran bocanada de aire. Qué me había hecho ese mocoso insolente para que no dejase de pensar en él.
Hola, engendros bellos!
¿Qué les pareció? Espero que les haya gustado. Intentaré subir el próximo capítulo lo más antes posible.
Besitos. XOXO
( ○ ¤ ○ ) //♡
PD: Gente que me conoce en la vida real abtenganse de comentarme por WhatsApp. Jaja.
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