Capítulo 32
Crucé el portal esperando una bienvenida o algo, pero al momento en que desapareció miré a mi alrededor con horror y los ojos abiertos de par en par.
-¿Qué...?
-¡Luna!
Me di vuelta notando a Jay corriendo hacia mí, traía heridas... viejas y nuevas. Pero entonces escuchamos y sentimos una explosión en la parte sur de la manada.
-¡Jay! ¡¿Qué está pasando?!
-Tiene que venir conmigo, le explicaré todo luego.
Él se vuelve a su forma lobuna y yo no dudé en subirme a su lomo. Él corrió, vi a los guerreros ir y venir por todos lados pero luego noté que todos estaban en el hospital, era allí donde estaba el refugio. Entramos al edificio cuando los guardias abrieron las puertas y la cerraron tras nosotros. Me bajé y Jay volvió a su forma humana.
-Luna...
-Por la diosa, es nuestra Luna...
-Ahora sí, Jay... Cuéntame -pedí.
-Luego de que usted se fuera vinieron varias especies a atacarnos. Hubieron cientos de oleadas, casi no pudimos defendernos... pero el Alpha no se detuvo.
-¿Dónde está? -pregunté preocupada.
-Al frente... -responde igual de preocupado-. No ha dejado de pelear, él no permitirá que los enemigos sigan avanzando. Ellos buscan...
-Me buscan a mí -completé apretando los puños- ¿Cierto? Después de esa noche, supieron de mí y dónde estaba... Me están buscando, y... no son los únicos.
Otra explosión hace temblar el lugar, la gente grita asustada y protegen a los que pueden. Los miré a todos, sintiendo tanta culpa por esto... si no fuera por mí no estarían pasando por esto.
-Tengo que ir... Alex no puede pelear solo -comenté.
-Luna, no puede... Debe quedarse aquí, estará a salvo.
-¡Ellos están atacándolos por mi culpa! Seguirán viniendo, cada vez más e incluso seres aún más poderosos vendrán. No puedo permitir que esto siga.
-Luna...
Me di vuelta y caminé hacia la entrada pero los guardias no querían dejarme pasar, los miré a ambos demandante y ellos agacharon la cabeza antes de hacerse a un lado. Salí del lugar y extendí las alas para salir volando. Fui hasta el frente de la guerra y noté la crueldad de esta, apreté los puños sintiendo mis emociones explotando... Bajé en picada golpeando el suelo y creando grietas por la fuerza, así fue como llamé la atención de todos.
-¿Cómo se atrevieron a hacer esto...? -apreté los dientes- ¡Esto es imperdonable!
Mi cuerpo se cubre con el fuego fatuo, mi cuerpo se transforma en un lobo más grande que un Alpha y el fuego adorna mi pelaje. Fui tan rápido a todos los enemigos que estaban aquí que ni siquiera tuvieron tiempo de reaccionar. Vinieron buscando mi presencia... y ahora ni siquiera pueden detenerme. Son patéticos.
-¡Todos los que se atrevieron a atacar esta manada lo pagarán! ¡Ustedes que llaman a mi madre su Diosa y dicen adorarla...! ¡Son unos insolentes!
Los alaridos de dolor de los lobos llenaron el lugar al igual que el fuego azul. Pronto empezaron a irse en retirada pero no iba a permitirlo, el fuego de mi cuerpo se extiende creando un círculo al rededor de todos ellos. Me volví a mi forma humana.
-Tuvieron que haberlo pensado mejor si querían enfrentarse a mí. Ahora ya solo serán un maldito grupo de imbéciles que nadie recordará.
Ellos imploraban, suplicaban piedad. Pero apunté a la manada.
-Tendré la misma piedad que ustedes tuvieron con la manada.
El fuego se extiende tan rápido y los consume al instante, ellos gritan de dolor hasta que se convirtieron en cenizas. Extinguí el fuego y miré hacia arriba.
-¡Malditos cobardes! ¡Mandan a otros a hacer su trabajo por no querer mancharse las manos! ¡Y se hacen llamar Dioses...!
-¡Alpha...!
Abrí los ojos de par en par cuando vi a varios guerreros corriendo hacia un mismo lugar. Me acerqué de inmediato y alcancé a ver su mano sujetando mi collar...
-Alex...
Vi su cuerpo, repleto de heridas... había peleado hasta acabar así. No podía dejar que esto pasara... no...
-Amaris -miré a un lado notando a Jack sujetándose del brazo en cual estaba muy herido.
-Jackson...
-Estoy bien, no te preocupes -dice al notar que miraba su brazo-. Alex...
Mira a su hermano mayor y podía jurar que vi miedo. De pronto podía ver a Jackson como un niño pequeño asustado por no perder a alguien más. Lo tomé por los hombros y lo hice mirarme.
-Estará bien. No te preocupes... -miré a Alex un segundo-. Iría hasta el reino de los muertos por traerlo de vuelta... pero él está vivo.
Me acerqué a Alex y suspiré profundo. Agarré mi collar y se lo puse por el cuello para que lo tuviera él.
-Llévenlo al hospital enseguida regreso.
Abrí otro portal pero Jackson se coloca junto a mí.
-¿Te irás por otros meses más? -cuestiona.
-No... Tranquilo... Esta vez traeré apoyo.
Le sonreí y me adentré en el portal nuevamente, el brillo ciega mis ojos por un instante hasta que el olor a alcohol llena mi nariz.
-Pero miren... la más buscada de todos los Dioses... -ella se levanta de su trono y se acerca a mí hasta tenderme una copa- ¿Vino?
-Gracias... Sekhmet¹... pero sabes que no tomo tu vino, tiene mucho alcohol para mi gusto.
-Como quieras -ella sonríe y se lo bebe de un golpe- ¡Umh! ¡Es tan delicioso...! Oye... sabes que puedes decirme Nesert.
-Necesito tu ayuda...
-Jamás me visitas por gusto -menciona sentándose en el trono-. Sé que me necesitas... Para curar a tu querido Mate... ¿No?
-Sí. Y a la manada.
-Claro que te ayudaré -sonríe de una manera que no me agradó-. A cambio de un precio...
-Dime.
-Que me dejes entregarte ante el consejo de Dioses.
Lo sabía... ella jamás hace nada por ayudar sin más.
-Me niego.
-Entonces no te ayudaré -responde agarrando otra copa de vino y chequeando los dedos para que sus siervos la abaniquen.
-Bien. Le pediré ayuda a Higea².
Abrí un portal y estaba por cruzarlo cuando la escuché hablar.
-Pudiste haber ido con ella desde un inicio... Pero en cambio viniste a mí -la escuché volver a levantarse-. Sientes rencor, quieres vengarte... ¿No es así?
Apoya sus manos en mis hombros mientras yo no decía nada.
-Y yo como diosa de la guerra y la venganza puedo concederte eso... además de curar a tu querida nueva familia -susurra en mi oreja haciéndome apretar más los puños-. Sí... puedo sentir el deseo de venganza emanando de ti... es tan fuerte. Mucho poder para ese cuerpecito tuyo, Esmeray³...
-No me llames de tal forma -me aparté de ella fulminándola-. No concuerdo con lo que dices, no quiero tales cosas. Solo quiero salvar a mi Mate y si tú no puedes ayudarme, bien. No lo hagas.
-Puedo hacerlo... y más. Pero ya sabes mi condición.
La miré, su sonrisa no me tranquilizaba para nada. Pero entonces resoplé, se me acababa el tiempo... necesitaba ir con Alex ahora.
-Bien.
Ambas nos estrechamos las manos y yo sentí un sentimiento horrible cruzar por mi cuerpo. Había metido la pata, hasta el fondo... pero ya no había nada que hacer. El trato estaba hecho.
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¹Sekhmet: Diosa egipcia. Considerada la Diosa de la guerra y la venganza pero también de la curación. Ama el alcohol, hasta le provoca placer.
²Higea: Diosa griega. De la curación, limpieza y sanidad.
³Esmeray: Significa "Luna oscura".
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