Capitulo Dos
Frío, dolor y un tremendo Sabor amargo desagradable en su boca acechandolo como la lluvia de pensamientos que lo invadían desde aquel día...
Lloro y no dejo de hacerlo, se embriagó pero no olvidó la más amarga y desagradable sensación, él perder dolía más cuándo era a alguien, ella demasiado linda y el lamentable, se había convertido en lo que significó un problema en su vida, él estaba sólo lamentable con una botella de vino tinto en su mano y una copa llena en la otra, intentando sentir su añorados labios..
A pesar de maldecirla una y otra vez en sus memorias y corazón seguía ahí amándola y llorando su muerte, extrañando el amargo sabor de sus labios por qué del vino no es igual de dulce y sereno, no le devolvía las molestas mariposas, no le devolvía a su amargada esposa que apesar de todo no lo abandonó, nunca lo hizo...
Su niña venía a su mente una y otra vez, la amaba más de lo que creyó poder alguna vez y no podía siquiera abrazarla un momento, no quería lastimarla cuándo era tan feliz sin él.
Jin era muy cruel con él, pero mantenía feliz a su bebita y eso era lo que realmente importaba...
Con la indecisión a flor de pie decidió que era hora de recuperarse un poco, levantó su adolorido cuerpo del piso, sintió todo el frío de la soledad calar sus huesos, avanzo lento cojeando y haciendo muecas sujetándose con lo que se encontrará pero un paso falso lo hizo caer de nuevo abriendo viejas heridas en su pecho consumiendolo en dolor y desesperación.
¿Cómo se suponía que avanzará?
¿Cuánto llevaría ahí tirado?
Su esposa estaría tan decepcionada, dejó ir al su tesoro más grande.
Un tono de su teléfono lo interrumpió, esa música golpeaba sus oídos intensamente haciendo doler su cabeza, se arrastró hasta alcanzarlo dejando un camino de sangre en el piso, sus heridas nuevamente abiertas no ayudaban, el teléfono no paraba y el se moría de todo tipos de dolor.
Estiro su mano abriendo aún más sus heridas, la alcanzó y suspiró de alivio, aunque tubo que acomodarse lentamente mientras contestaba, ni siquiera presto atención al nombre en la pantalla.
-Ho..ola...- intento articular mientras tocia y soltaba quejidos lastimeros.
- Taehyung? ¿Qué rayos paso?, ¿Estás bien?. - al menos alguien se preocupaba por él.
-Nam... Y-yo. - intento articular algo pero a este ritmo no lo lograría, siquiera se percataba de que estaba prácticamente muriendo.
-Tae no hables! Okey... Espérame ahí iré de inmediato, no te muevas Porfavor.- su voz tan preocupada lo hizo lamentarse en contestar, no quería que lo viera tan lamentable.
Hacía muchos año que no miraba a Namjoon, desde que se fue al ejército obligado por sus padres aproximadamente cuatro años.
Aunque intento responder afirmativamente el teléfono ya había sido colgado.
¿Sería buen momento de llorar?
No no lo era...
Vio la botella de vino a lo lejos sintiendo la necesidad de arrastrarse al añorado sabor de sus bonitos recuerdos, pero el sonido de su puerta abriéndose lo interrumpió en su cometido.
¿Ni siquiera en su ebriedad cerró la puerta?
Sus ojos y los de su amigo se conectaron, él lo miro con ¿lastima?
No le gustaba la sensación.
-Taehyung que mierda te ocurre? te ves muy mal.-
-Nam no me veas porfavor. - rogó sin fuerzas intentando pararse fallando en el intento, lágrimas que inundaron sus mejillas y destruido completamente.
- Taehyung te llevaré al hospital, ¿entiendes?, Vas a estar bien, déjame ayudarte.-
Namjoon tomo en sus brazos a Tae intentando no lastimarlo, Taehyung no paraba de soltar quejidos bajos reteniendo el dolor.
Su mejor amigo después de tantos años se miraba muy bien, mil veces mejor que antes con una piel morena viva y cuerpo fuerte y sano y él en cambio empeoró al pasar de los años.
- T-te vez increíble Nam...- dijo antes de que su mundo se oscureciera, el peso recayó en el moreno y la preocupación cada vez aumentando más, solo tenía el conforte de su cansada respiración.
(...)
Odiaba ese aroma...
¿Hospital? Sí a eso olía
La única vez que fue a uno por gusto y felizmente, fue cuando nació su bebita, su hermosa niña...
Sus ojos se abrieron captando de inmediato la luz del hospital, no lograba adaptarse aún, sus ojos dolían al igual que su cuerpo, aunque ya no tan intensamente como antes.
Aunque su cabeza lo mataba.
Llevaba casi dos días sin beber al menos.
Y su corazón se sentía tan lento, quería morir ya se había cansado demasiado.
-Tae. - llamo alguien, no había levantado su mirada pero reconocía esa voz.
-Hoseok. - contestó con seguridad, su voz áspera y exhausta.
-No hables Tae. - dijo con brusquedad su doctor y amigo el cual no se digno a ver en un largo tiempo.
-Te vez tan patético, horrible y me decepcionas.- dolió, saberlo es una cosas pero cuando lo dicen duele aún más siendo alguien importante para él quien lo hace.
-Si fuera tú querría morir, Taehyung enserio quieres vale pena ser tan patético?.-
-Hoseok no tení- -
-La tienes ahora, y me decepcionas tanto por qué después de lo que te paso no tuviste tenido el valor de recuperarte... tu hija te necesita, tu la necesitas a ella y no has echo algo al respecto, almenos no realmente, así que aunque duela tienes que saber lo patético que estás siendo ahora.-
El silencio inundó la sala, su respiración estaba cansada y su corazón no tenía el valor, pero Hoseok tenía tanta razón.
- ¿Crees que debería recuperar todo? No siento que lo merezca. - Hoseok lo tomo de los hombros mirando directo sus ojos.
- Es lo que debes y deja de engañarte, fuiste el menos culpable aquí junto a esa pequeñita-
- La extraño tanto, yo soy muy idiota.-
-Deja de serlo hombre, empezando por seder a sanar físicamente, ¿cómo rayos te rompiste la pierna? Y tus heridas se ven horribles. - Taehyung sonrió cálidamente, tal vez las cosas podían mejorar.
Observó su alrededor, odiaba tanto ese lugar y le dolía mucho sonreír, tanto que envidiaba cunado Hoseok lo hacía.
Hasta que sus ojos se detuvieron en su viejo amigo.... Namjoon
- Nuestro encuentro fue raro no Tae?- sonrió el moreno
- Siempre son raros Nam, este fue lamentable.-
-Siento tanto lo que pasó, me enteré hace poco.- dijo con tristeza.
-No hablemos sobre eso, sentiré la necesidad de hundirme en tristeza si lo mencionas.- bajo la cabeza pero está vez no por el dolor.
- Si te digo que hay manera de recuperarla ¿qué harías?- los ojos de Taehyung se abrieron en grande y su emoción volvió a florecer.
- Te diría que me digas de inmediato cómo y no dudaría en hacerlo.-
- Empecemos por qué te recuperes y luego viene lo demás.-
Y la esperanza volvió, tal vez no todo sea tan amargo y pueda encontrar un sabor dulce...
Gracias por leer.
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