Nota: Este extra esta hecho solo para que terminen de entender algunas cositas.

Aquí Lex y Lea aún no se han ido del pueblo.

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Tan solo seis días habían pasado desde lo que sucedió aquella noche en que Gaston me había contado todo lo que necesitaba saber.

Seis días en los que aún seguía intentando comprender el por qué de todo.

Seis días de luto para mi familia pero para mí solo fueron seis días de completa paz.

Mi cuerpo seguía un poco adolorido pero ese dolor no era nada comparado al que sentía cada vez que mi cerebro me recordaba quién fue el causante de todo mi sufrimiento.

Mis padres murieron sin merecerlo, solo por los celos y la enfermedad de alguien que no conocía límites.

Confiar en las personas era algo que se me hacía difícil pero ahora era mucho más difícil saber que en quién confiaste toda tu vida terminó siendo el peor ser humano que podría existir.

No podía siquiera imaginar como ella pudo ser tan hipócrita, una persona sin corazón ni remordimiento. Alexa vivió todo el dolor que Lea y yo pasamos luego de la muerte de mis padres. Ella estuvo en cada momento de flaqueza; presenció cada una de mis lágrimas, estuvo cuando no podía dormir por mis pesadillas, me acompañó a cada terapia y aún así nada de eso logró remover alguna parte dentro de ella. Lo que solo me hacía pensar de que simplemente no podía sentir algo real. No cuando ves como tus sobrinas sufren a causa de tu culpa.

Recordar todo solo incrementa el odio hacía ella que creció en mí desde el momento en que supe toda la verdad pero es un odio al que estoy intentando dejar atrás. Ella ya no está y nunca más lo estará. No podrá seguir haciéndole daño a las personas más cercanas, ni mucho menos a su propia familia.

Ningún dolor de pérdida se instala en mi pecho al recordar su muerte, al contrario, es como si mi cuerpo se alegrara de saber que el final de ella fue el que se merecía. Sé que no soy quién para alegrarme por la muerte de alguien más pero si lo seré por su muerte. Era lo que tanto deseaba y se cumplió. Siempre quise vengar la muerte de mis padres y aunque todo se dio completamente distinto a lo que había imaginado no estoy decepcionada sino extasiada porque al final mis padres terminaron teniendo la justicia que tanto pedí. La vida por si sola se encargó de alinear todos mis planes y de que alguien más completara lo que yo quería hacer. 

Suspiro y subo los escalones de entrada de la universidad, me adentro por los amplios pasillos, mis zapatos chocando contra el suelo es lo único que hace eco en todo el lugar.

Lea y yo vinimos a recoger nuestras cosas de los casilleros, dentro de poco nos iríamos de Laswell y necesitábamos asegurarnos de no dejar nada que nos hiciera volver a venir a este lugar.

Ian, Ivy y Thiago nos esperan afuera del lugar. Max la acompañó a su edificio, Ian se ofreció también a acompañarme pero simplemente decidí hacer esto sola. Ya no había más amenaza, no tenía porqué temer, era hora de que comenzara a valerme por mi misma.

Llegué hasta el casillero y marqué la combinación, comencé a sacar los libros y cuadernos que tenía dentro y los metí en un morral que cargaba. Tomé el último libro y me sorprendí al ver un pequeño rectángulo negro en el fondo, detrás de todo. Terminé de guardar mis libros y con sumo cuidado tomé el objeto entre mis manos, lo inspeccioné insegura y me di cuenta de que era una grabadora.

Frunci mi entrecejo y observé por ambos lados el objeto, creyendo que posiblemente era una bomba con forma de grabadora pero simplemente respiré cuando caí en cuenta de que quién se suponía me haría daño ya no estaba.

Cerré el loquer y me senté en el suelo, presione el botón de la grabadora y dejé que sea lo que sea que estuviese guardado ahí se reprodujera.

Se oyó unos cuantos sonidos en el que supe habían movido la grabadora antes de que una voz diera rienda suelta. 

—¡Lex! —oír su voz pronunciando mi nombre me envió pequeños escalofríos por todo mi cuerpo, la duda y el temor volviendo a tomar parte de mí— Si estas escuchando esto es muy probable de que todo haya resultado como lo tenía planeado. —suelta un largo suspiro que se me hace eterno antes de continuar hablando— Sé que te preguntarás como un hombre como yo puede hacer este tipo de cosas o quizás si de verdad llego a sentir algo de remordimiento y la respuesta creo que ya la sabes, sino este audio nunca llegaría a tus manos.

»Como te conté, porque sé que antes de tomar las riendas del asunto tuve que contarte todo lo que de verdad sucedió con la muerte de tus padres... Fui un joven que se enamoró de quién no debía, mi mundo solo hizo que ese odio y rencor que albergaba en mi interior gobernara en mi y me convirtiera en el hombre que soy... Tenía esperanzas, aunque no lo creas, pero cuando conocí a tu tía creí que ella de verdad sería la persona que me sacaría de ese mundo en el que fui obligado a crecer. ¡Ja! —suelta una risa ronca y sin gracia— Ahora que me escucho puedo ver lo patético que era mi yo de joven. Las personas no pueden salvarte, tú eres el único que tiene la decisión de cambiar y eso lo comprendí muy tarde.

»Nunca quise hacerles daño a tu hermana y a ti, al contrario, creí que las salvaba si eliminaba de la faz de la tierra a sus progenitores pero nunca me di cuenta que de quién tenía que salvarlas verdaderamente era de esa mujer que supo usarme y planeó la muerte de tus padres sin ningún escrúpulo.

No sabía que estaba llorando hasta que una lágrima tocó mi labio superior. 

»Sé que seguirás teniendo muchas dudas que no podrán ser respondidas y sin embargo sé que estarás tranquila al saber que el alma de tus padres ya puede descansar en paz... La manera en que decidí darme a conocer no fue la mejor ni la más sensata. —rie, soltando esta vez un risa llena de diversión. Arrugue mi frente confundida al oír la manera tan relajada y con mucha emoción en la que reía— Pero ¡vamos!. Soy un hombre que no conoce la sensatez a fondo ni que sabe como hacerse notar.

No pude evitar reír. Su forma fue grotesca y escalofriante. Tan solo recordar las palabras en las notas me producían escalofríos como la primera vez que las leí.

»Y aunque todo sea confuso esa era la única forma que encontré de poder darme a conocer sin necesidad de que me vieras... Un poco fuera de lo normal ¿no lo crees? Pero... Sabía que si influía en ti y sembraba un poco de terror mantendrías el secreto y harías más fácil el momento en que me presentara frente a frente a ti.

Seguía sin comprender realmente como todo lo que creí resultó ser complatemente opuesto. Todo había dado un giro de 180° y quién se suponía debía ser el culpable resultó ser alguien más que fue manipulado y metido en este juego sin fin.

No estoy de acuerdo tan poco en la manera que actuó y los medios que usó. Mis padres seguían muertos, por su culpa y por la de Alexa, pero ellos también al final habían pagado y recibieron lo que merecían. Una muerte horrible, sin un funeral ni un entierro al que asistir.

»Pero luego comprendí que mis métodos no surtían efectos cuando logré darme cuenta de lo que tus amigos y tú tenían planeado. Te vigilaba, Lex, siempre lo hacía por eso sabía con exactitud cada cosa que hacías y como reaccionarias a determinadas situaciones. —volvió a tomar una bocanada de aire antes de seguir con su relato— No fue difícil saber lo de las investigaciones y hacerte llegar una nota de advertencia con respecto a eso. Creeme que nunca imaginé que culparías al pobre chico que te persigue como si fuese tu sombra.

Una sonrisa triste surcó mis labios. Ian, era tan difícil hacer lo que tenía que hacer sin hacerle daño a él y principalmente a mí misma.

»Después de eso todo sería un cuento. Tuve que buscar otras alternativas al ver que mis notas no surtían el efecto que deseaba. Así que cuando le contaste a tu tía que me habías visto tuve que actuar inmediatamente. En tu casa habían pequeños micrófonos que logré instalar con ayuda de algunas personas cuando ustedes no se encontraban presentes... El día del partido supe que Alexa estaría en casa sola y aproveché porque esa seria mi única y última oportunidad. Si dejaba pasar los días ella trataría de convencerlas a mudarse a otro lugar y yo volvería a perder su pista.

Suspire y limpie las lágrimas rebeldes que seguían bajando sin darme tiempo siquiera a respirar sin sentir que recorrían mis mejillas.

»Después de eso ocurrió el intento de secuestro, aunque solo era parte de mi plan. Necesitaba llevarte a la fuerza porque sabia que tú jamás me darías la oportunidad de explicarte todo. No con la reputación que me cargaba... Ahora solo me toca decir que espero que me perdones, nunca quise hacerles daño a tu hermana y a ti aunque parezca de lo más extraño... Sé feliz, Lex. Es hora de que dejes el pasado atrás y comiences a vivir tu propia vida. Te lo dice un hombre que nunca hizo lo que quería por vivir la vida que su padre quería que viviera. Por no rebelarse y alejarse de ese mundo que solo traía daño y destrucción... Solo sé libre, Lex Baker... —terminó por susurrar antes de que se escuchara un ruido sordo y la grabadora dejara de reproducir el mensaje.

Tomé el objeto entre mis dos manos y me levanté del suelo, caminé hasta la papelera más cercana y lo lancé al cubo sin vacilar. Giré en mis talones y caminé a la salida, sin mirar atrás, sin flaquear, y sin miedo.

Dentro de mí estaba surgiendo una Lex que pocos conocían. Esa Lex que intenté mantener oculta por muchos años y que ahora solo quería expandir sus alas y volar sin rumbo fijo.

Tenía que dejar el pasado atrás. Era hora de hacerlo y de comenzar una nueva vida aunque me costara, aunque fuera doloroso y el camino se tornara difícil. Porque ya es tiempo de comenzar a vivir mi propia vida...

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¡Hola, pesadillitas!

De nuevo yo, con un extra que sé que responderá algunas dudas.
Pero como dijo Gaston: Aún habrán dudas que no serán respondidas...

Esto es un laberinto jajaja