— estoy a punto de irme, ¿no dirás nada? — la pelirroja lo miro llorando, quería que el la retuviera, no quería aceptar que el la rechazara

El azabache solo bajo la cabeza

— ya.. ya lo sabía — dijo ella cabizbaja — no puedes evitarlo ¿Cierto? — parecía un monólogo — mí hermano es tu mejor amigo, es obvio que lo escogerías a el — sonrio irónica

El chico solo le miró triste

—  entonces me voy — dijo aquella chica, con la cabeza en alto, pasando por su lado

El quería tomarle la mano, pero sabía que no era lo correcto, le lleva diez años y su mejor amigo es el hermano de aquella mujer

No podría traicionar a Edgar, eso ni hablar

Solo la dejo marchar como si nada, aunque el corazón se le partiera en mil pedazos y no la volviera a ver, aún tenía a su mejor amigo

¿Que podría salir mal?

Diez años después

‹señores pasajeros el vuelo 35 está a punto de salir, última llamada›

Se escuchaban los altavoces del aeropuerto, mientras caminaba por los pasillos, llevando mí equipaje

Por los alrededores había quienes me miraban, pero yo solo buscaba a una persona

Selene Guisado, mí maestra de secundaria, con unos 33 años, podría ser mí hermana mayor

Tiene unos hermosos ojos azules y un cabello cobrizo, estatura mediana, y una piel que aspira a ser blanca con pecas en toda su nariz y pómulos, la hace ver cómo una muñeca

—Chandra — sonreí al ver a mí mejor amiga, la maestra Selene

— Sele — sonreí y la abrace

— ¿cuánto has crecido? Te recordaba más baja  — sonrió

— y yo la recordaba más joven — bromee

— con la altura se vino lo malcriada — ríe Sele

— ¿como ha estado todo por aquí? Pregunto mirándola

— pues.. Choi se casó — dijo algo apenada, como si tuviera la culpa

— sabía que había pasado algo así, pero ¿por qué es mencionado como uno de los tres solteros codiciados entonces?— digo tratando de parecer indiferente

— bueno.. es que su esposa murió hace seis años, solo dos años después de que se casarán — explico triste

— oh.. eso.. ¿y quién era su esposa? — la miro

— Elizabeth Basombrio, debiste conocerla — suspiro

— si la conocí — suspiro — hace doce años la conocieron en la universidad, era buen amigo de Víctor y aunque odie admitirlo, también me agradaba — ella me mira

— aún así, ¿estás bien con eso? — asentí

— el no me quería para el, profe, yo no pude interponerme en su vida y no puedo hacerlo ahora tampoco — suspiro

— entonces ¿quieres ir a casa de Edgar o quedarte en mí casa? —  me pregunta cambiando de tema, internamente le agradezco

—¿enserio puedo quedarme en su casa, profe? — ella asiente y la abrazo — entonces vamos a su casa

— bien, vamos — sonríe

Salimos del aeropuerto, con dirección al estacionamiento y subimos al coche de Selene

En el camino solo hablábamos de mí estadía en Inglaterra, le conté que me había graduado el año pasado, la actuación era mí pasión y me habían referido a un teatro cerca de casa de mis padres y mí hermano

Claro que eso es mentira, me dediqué a algo más serio que el teatro, aunque es mi hobby, no lo niego, lo hago cuando tengo tiempo ya que estudie ambas carreras a la vez

Aún no tengo novio, y es difícil admitirlo, ya que era muy popular en la universidad

Pero no me llamaba la atención ninguno de esos chicos, solo me interesaba el gran magnate, Víctor Choi

Mientras más cerca estamos de casa, más miedo me da, no sé cómo reaccionare cuando vea a Víctor

Y siendo sincera, aún no estoy lista para eso, por que aunque lo niegue, aún estoy locamente enamorada de él