Era la noche más tormentosa que había visto en mi corta vida, todo eran luces intermitentes y ruidos tan fuertes que no me dejaban dormir.
Oigo como mi hermano mayor, Roy grita hasta quedarse afónico aunque no entiendo lo que dice. También escucho cosas romperse contra el suelo, no es la primera vez que pasa, pero parece que sí será la última.
Como los ruidos fuertes no paran decido coger a mi pequeño Chasy, mi osito de peluche, y bajar para descubrir cosas que no debería haber visto.
Veo como mami llora y solloza cubriéndose la cara con las manos, hermanito está hecho una furia y enfrenta a papá con una mirada amenazante. Este solo está cogiendo la cartera con todo el dinero que tenemos para el mes, que no es demasiado, y también toma las llaves del coche para empezar a caminar a la puerta.
Camino hacia él, aunque nanito intenta detenerme cogiendo por una de las patas a Chasy, pero suelto al peluche y sigo caminando sin entender del todo lo que pasa.
Agarro suavemente la tela del pantalón de papá para que pare y lo hace en cuanto me nota. Se gira para mirar mis ojos color avellana y suavizar su rostro, papá nunca me ha hecho nada malo y hoy no va a ser la primera vez, o eso creía en mi mayor dosis de inocencia.
- Pequeña, deberías estar durmiendo.
- No puedo con los rayos y truenos, papi.- le digo sujetando más su pantalón.
- Entonces ve con Roy Jr. Yo tengo que irme.
- ¿A dónde, papi?
- me voy lejos, mamá te lo explicará.- me dijo perdiendo la paciencia.
- No quiero que te vayas.
- APARTATE DE MI YA O...
- NO LA TOQUES.- Grita nanito corriendo hacia mí para apartarme de papá.- Gem... Papá se va porque no quiere a mamá.- me dice dejándome en shock.
Retrocedo soltándome de nanito y alejándome de papá, voy con mamá que ahora es la única que llora.
Tocó su pelo ya que es lo que ella hace cuando yo lloro. Consigo que levante la mirada, mami es mi heroína, es la mujer más bella y dulce que he visto. Es súper mamá.
Sonrío en cuanto ella me mira con sus ojos que son del mismo color que los míos, ella solo puede llorar más fuerte. Como no puedo aguantar más la abrazo y acarició más su pelo, después voy a por una servilleta de las que están encima de la mesa y vuelvo con ella para secarle las lágrimas.
Me siento en sus rodillas y vuelvo a sonreírle.
- Tranquila mami, nanito y yo te queremos.
__________________________________
10 AÑOS DESPUÉS

Con doce años empiezo en el instituto, no es que esté muy motivada ni nada parecido. Me pongo la ropa más normal que tengo, está algo ajada y descolorida, pero no tengo nada mejor en estos momentos. Con una de las ligas de mis viejos zapatos me hago una pequeña coleta alta en mi largo pelo.
Bajo corriendo por las escaleras del edificio, pero veo que el vehículo escolar ya se marcha así que tendré que ir andando.
Camino por las calles traversa les de mi barrio de las afueras hasta llegar a la ciudad y de ahí al instituto.
Desde lejos veo a unos chicos que se ríen de mí en cuanto me ven, siempre es lo mismo... Son lo peor de la raza humana, por eso siempre estoy sola... Las chicas solo piensas en chicos y los chicos solo quieren lo que quieren de nosotras.
- AHI VIENE LA ANDRAJOSA DE GEMA.- Dice uno de ellos provocando las risas de los demás.
Intento pasar de largo sin siquiera mirarlos, pero uno de ellos tira de mi pelo quitando la liga que mantenía mi coleta. Grité fuertemente por el dolor que me produjo el hecho de que me tiraran el pelo. Otro de los chicos me arrancó del cuello el único colgante que tengo, me lo regaló mi hermano por mi cumpleaños después de la trabajar mucho tiempo.
Me enfurecí tanto que tiré mi mochila medio parcheada y me lancé hacia ellos para pegarles.
No sé cuántas bofetadas recibí ni cuántos di, lo único que sé es que gané y recuperé mis cosas.
Desde ese momento odié aún más a todos los de su especie.
_____________________________________
OTROS 2 AÑOS DESPUÉS

A mis catorce años fui a otro instituto, uno en el que la discriminación por clases sociales estaba estrictamente prohibido.
Estoy aquí gracias a Roy, mi hermano, que ha conseguido un buen trabajo y ha ayudado a mamá a conseguir su sueño de ser enfermera y ganas más dinero en menos tiempo, al menos vivimos de una forma algo más holgada.
Hoy no solo tengo clases y competición de atletismo, sino que para colmo tengo que ir a conocer al nuevo vecino, un chico un año mayor que yo que va a quedarse conmigo mientras mi madre y mi hermano están fuera, ya que los padres de él también saldrán.
Voy directa a casa después de la competición, en la que he ganado una medalla de oro en la carrera de relevos y dos de plata, una en la carrera de obstáculos y otra en la de los 500 metros.
Al llegar corro hacía donde sé que estará mi hermano.
- Nanito... Mira mira, he ganado tres medallas.
- Ya veo enana, deja las cosas y date una ducha, el vecino estará aquí en menos de 30 minutos.- Dijo sin mirarme ni un segundo a los ojos.
- Ya voy... Roy.- dije agachando la cabeza y yendo a mi cuarto.
No es que tenga una mala familia o que mi hermano mayor no quisiera prestarme atención... Es solo que todos están muy ocupados.
Me di una ducha de esas que duran media vida y me vestí con mi pijama corto. El vecino llegó justo en el momento en el que Roy salía, así que me quedé directamente con el vecino.
- Hola.- dijo sonriendo.
- Hola... Mira hacemos algo, ¿si? Tú haz lo que te de la gana y yo haré lo mismo.- dije de la peor forma que pude.
- ¿He hecho algo malo?.- preguntó el chico de una forma bastante inocente.
- No... Pero seguro que lo harás...- comencé a decir mientras él me miraba.- está bien, vemos una peli y comemos palomitas... No te preocupes... Solo tengo mis prejuicios.

Unos meses después ese mismo chico, Chase, tremendo chiquillo de pelo negro como la noche y ojos azul turquesa me dio plantón para quedarse con una de las perras de la ciudad.
Era el primer chico de en el que confiaba, el primer chico por el que empecé a sentir afecto y aún sabiendo eso me traicionó.