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Tú eres mi Diosa... (1-3)


Prólogo:


¿Cómo podría iniciar este diario? ¿Acaso era un cuento, novela, relato, historia, texto? No lo sé... En mis escritos tan solo se hayan marcados los recuerdos de mi vida, de quien era mi vida. No vaya a ser que, como pasa con las leyendas, estos se desvanezcan con el tiempo, las palabras son efimeras y lanzadas a los aires, así que espero que, de esta forma, todo quede grabado en las eternas paginas de este maravilloso mundo. Así mismo, espero plasmar en las letras los sentimientos que sentí, siento y que sentiré.

Capitulo I Modelo de vida

Se acercaba la hora de ir al castillo, la conmemoración era próxima y con ella se acercaba la premiación a los héroes de Belzerg, aquellos que, desde ahora, serían las más grandes figuras del siglo. Las preparaciones estaban listas, los soldados estaban alegres al igual que muchos aventureros del reino, la guerra ya no era un peligro y los monstruos perdieron gran parte de su poder con la muerte de su monarca. Se acercaban tiempos de paz, libertad, alegría y prosperidad. Toda esta alegría y los preparativos para "La gran fiesta" y "La conmemoración" habían causado el mayor descuido del reino. Se nos olvida que, a veces, un monstruo más grande se oculta bajo la sombra de otro...

Se sentía la humedad de la habitación, hace mucho que no había salido de esta, estaba esperando que sea tiempo de al ceremonia. Algo grandioso, ¿no? No realmente, debería sentir alegría y felicidad, emoción y regocijo... Pero siento algun vacio dentro mío, algo de mi alma me inquieta... Y si ni siquiera mi mente esta en orden, mucho menos lo estara mi corazón.

- Mi cabeza... Ah...

Mi cabeza dolía, solo podía apoyarme en las paredes de la mansión para caminar, me dirigía a la cocina en busca de agua, pero el temblar de mis manos y las dolencias de mi mente solo causaban problemas, en una de tantas dolencias casi caigo por las gradas de la mansión.

- D-debo tener cuidado...

Llegue a mí meta, a duras penas, saciar mi sed fue lo primero que hice, pero se me venía mi segundo problema, regresar a mi aposento...

"Debería solucionar ese problema". Me dije, antes de empezar a subir las gradas.

"No esta bien que Kazuma tenga este problema, no esta bien que Kazuma haya sid..."

Mis ojos dolían, mis ojos caían y miraban hacía abajo, había caído.

¡Maldito seas, aventurero! ¡KAZUMA!

¡No me importan tus maldiciones! ¡EXPLOSIÓN!

>>>

-Debes tener cuidado... Lo no dicho viene a hacer su dicha... Ten cuidado, héroe.

- ¡Ah...!

Había tenido una visión nuevamente, eran las de siempre, vencer al Rey Demonio y algo más... Algo que no entiendo del todo. La visión me había causado un desmayo y empezaba a despertar, me encontraba en mi cama, sentía una cálida mano acariciando mi frente.

- A-aqua...

- Al fin despiertas, Kazuma... ¿Qué paso?-. Dijo Aqua preocupada.

- De nuevo...

- ¿Las visiones no se han ido?

- Al parecer no, tu hechizo contra maldiciones no ha funcionado.

- Ya veo... Lo siento, Kazuma...

- No te disculpes, nadie sabía que esto pasaría.

Mi malestar se había manifestado hace poco, de no ser así estaría con las tres chicas, no solamente con Aqua, solo ella sabe de mi condición. No desearía su preocupación.

- ¿Por eso no quisiste ir con Megumin?

- No, eso es... Otra cosa, tan solo necesitamos vernos en la ceremonia.

- Aún faltan dos semanas para eso.

- Esta bien, yo sé que estaremos bien.

- Entiendo...

Aqua no parecía convencida del todo, pero volvió a usar Heal y Purificación para calmar mi mente y dolor.

- ¿Mejor?

- Mucho mejor, ahora debería estar bien...

- Menos mal...

No me había molestado en mirar mejor a Aqua, no hasta que una gota cayó en mi rostro. Aqua estaba llorando. Trataba de ocultarlo, aun así me di cuenta. Ella me había estado cuidando todo este tiempo, así que decidí que era tiempo de devolverle algo.

- Hey, Aqua, vamos al gremio, hace mucho que no tomamos algo.

- ¿Te sientes mejor?

- Así es, mucho mejor.

Ni siquiera la magia de esta Diosa me había ayudado, tan solo mis fuerzas eran las que me levantaban.

De esa forma nos dispusimos a ir al Gremio, debía tener cuidado, no quería caer como lo hice en la mañana. El sol era débil, daba a entender la cercana noche y el viento me daba sensaciones de mareo.

- Nee nee, Kazuma, Kazuma.

- Hai, Kazuma desu~.

- ¿No debías preparar un discurso?

- Lo iba a hacer hoy, pero tenía sed... Y bueno, fuí por agua.

- Eso ya no importa, quería que agregaras y enaltezcas lo mucho que te he ayudado en este mundo. Una Diosa merece reconocimiento.

- ¿Ah? ¿Y qué hiciste exactamente para merecerlo?

- ¡Oye! ¡Yo selle a ese demonio y los lleve a ustedes a su castillo!

- Ja, ja, ja, ja. Estoy jugando, Aqua -. Le dije al ver que se lo tomaba en serio-. Se muy bien que hiciste.

- ¡Hmp! Eres muy cruel, Kazuma. A pesar de que te he cuidado tanto tiempo.

- Ya ya, lo lamento -. Le dije al acariciar su cabeza, como ya me era costumbre-. Eres muy importante, Aqua.

- ¿En serio?

- En serio, Aqua.

Continúe avanzando, pronto llegaríamos al gremio a pesar de mi paso lento.

En ese lugar pediríamos algo para cenar; era mi primera comida en el día, así que Aqua se alivió al ver que podía comer e incluso beber algo de alcohol.

- Hey, Kazuma.

- ¿Qué necesitas, Aqua?

Procuraba ser amable, así como ella lo había sido desde el día que vencimos al Rey Demonio.

- Pensaba en... Si deberias ir a la ceremonia, ya sabes, no muchos creen que hayas vencido al Rey Demonio.

- ¿De qué estas hablando?

- Veras... Esta mañana me llego una carta, por eso salí esta mañana...

- Eso explica porque nadie respondió a mi llamado, ¿entonces?

- La carta era de Darkness... Les dijeron por adelantado que no se te tomara en cuenta en la ceremonia... En otras palabras, te haran a un lado...

- Ya veo... Al menos se molestaron en informarme... Pero...

Me sentía profundamente molesto, trataba de ocultar ese hecho, pero mis manos apretaban fuertemente los cubiertos, fingir era tonto.

- Kazuma, quería decírtelo, lo lamento, si te sienta mejor, yo tampoco ire.

- No, Aqua. Puedes ir... No importa... Esta bien.

Como ya solía ser costumbre, me habían echo a un lado, nuevamente mis logros fueron echos a un lado... "Ya no importa..." Me decía para tratar de calmarme, ellas serían ricas por la recompensa, en cambio yo... ¿Con qué me quedaba? Toda mi fortuna la había gastado en las manatitas regaladas a Megumin y usadas en batalla, tan solo me quedaba el dinero que me debía el padre de Darkness, que, aunque era mucho, me pagaría de forma muy lenta, espero pueda sobrevivir hasta que me pague una parte. Recorde también que tenía un invento, la dinamita, aunque a Vanir no le servía, eran armas de guerra y ya no había guerra... Tsk, ya pensaré en algo, siempre pienso en algo.

- Kazuma, por favor, mirame, llevas mucho tiempo viendo tu plato.

- Lo sé... Es solo que... Pensaba en porqué hicieron esto...

- En la carta, Darkness decía que fue por decisiones internas, no se veía bien que alguien de clase aventurero sea el vencedor... En cambio, el héroe de la espada sería mejor candidato.

- ¿Y él acepto?

- No lo sé... Pero, Kazuma, lo mejor es no ir...

- ¿Y Darkness? ¿Megumin?

- Ella ira... Es la representante de toda una casa noble... Megumin simplemente no puede resistirse a contar cómo uso su explosión en repetidas oportunidades.

Entendía sus razones, ellas también se habían esforzado, no sería justo que no celebren sus logros.

- Ya veo... Deberías ir...

- Ya te dije que no ire, Kazuma.

- ¡Te dije que vayas!

¿Pero qué hay de mis logros?

- ¿K-kazuma?...-. Respondió Aqua, se había asustado por mi inesperado grito.

- L-lo siento Aqua... Perdón... Es solo que... Siento envidia... Lo siento.

- Kazu...

Me levanté de la silla, Aqua entendió que era momento de irnos, ya habíamos llamado la atención del Gremio. No queríamos dramas, así que le pague a Luna y me fui de allí.

Al día siguiente mi situación no mejoro, no importaba que intentara, los dolores de cabeza, las visiones y el temblar de mis manos no cesaban, así que decidí ir a un lugar con pociones mágicas.

Aqua, como siempre, estaba dormida, no quería gastar energías, así que me dirigí a la tienda de Wiz. En el camino más de una vez note las miradas de las personas, ya se había corrido la voz de que yo era el que le había ganado al Rey Demonio, pero... Eso era algo que pocos o nadie creía, después de todo, al final del día, yo era un aventurero de estadísticas bajas y de una reputación cuestionable, ya entendía a que quería llegar Darkness en su carta, en porque se me había negado tal logro... Porque no daba la imagen de un guerrero de un poderoso reino, es más, seguramente todos pensarían que yo di el último golpe... Maldición.

Había llegado a la tienda de Wiz, entre y, como siempre, sono su campana, un tono familiar.

- Buenos días, ¿qué se le ofrece?-. Saludo Wiz.

- Hola, Wiz.

- Hola, Kazuma-san. ¿Qué se le ofrece?

- Buscaba a Vanir, tal vez él podría ayudarme.

- ¿Pasa algo, Kazuma-san?-. Respondió Wiz.-. Él esta en la despensa.

- Al mocoso no le pasa nada-. Irrumpió Vanir, estaba saliendo de la despensa con algunas cajas -. Así que, tendera inutil, vaya a acomodar las cajas.

- Pero, Vanir-san, usted debía hacer eso.

- Seran charlas de negocios, así que vaya -. Dijo Vanir, de forma seria. Sus ojos empezaban a brillar de un rojo intenso.

- S-sí... -. Dijo Wiz, de forma nerviosa, de inmediato se fue a la despensa.

- ¿Qué deseas, mocoso?

- Sabes bien a lo que vengo, Vanir.

- Moi no lo sabe.

- ¿Estas bromeando?

- No, sabía que estaba viniendo, pero sus razones me son desconocidas, veo... Todo oscuro, supongo que algo referente a su batalla con el Rey Demonio.

- En ese caso... Siento que él me maldijo, pero es distinto a todo lo demás, Aqua no puede curarme y que tú no puedas verlo... No sé que es.

- Como ya dije, seguramente tiene que ver una maldición del tipo demonio... Ire al grano, ¿qué le esta sucediendo?

Le expliqué a detalle que me pasaba, desde las visiones hasta mis dolencias y... Un detalle más...

- Y... Ya no puedo usar mis habilidades...

- Moi entiende... Todo cuadraría, pero ver visiones del pasado y una advertencia no son, precisamente, una maldición, sino una bendición. Respecto al resto... Tengo una vaga idea de que le pasa.

- ¿En serio?

- Así es, pero la solución que preparare tardara.

- Ya veo... ¿Cuánto tiempo?

- Usted sea paciente, estoy seguro que aguantara dos semanas.

- Gracias, Vanir.

- No me agradezcas, no sé si funcionara, es algo muy inexacto.

- Entiendo, pero, dime, ¿qué tengo?

- Básicamente, tengo la vaga idea que es la visión en sí la que te drena la energía, sin embargo, no quiero olvidar que no pude ver aquello y, además, nunca pensé que un demonio lanzara una bendición. No es propio de demonios.

- El Rey Demonio tenía un nombre japonés, ¿sera por eso?

- Intuyo que... Es probable... Mua ja, ja, ja ,ja, sera divertido hacer esta poción, quiza no lo ayude, aun así quiero ver los resultados.

- ¿Que no los puedes ver con tu visión?

- El proceso sí, los resultados ante algo que no puedo ver... No.

- Tsk, gracias de todas formas, Vanir.

- Hmm... Veo que el mocoso se ha vuelto más amable, no es propio de usted.

- Callate, Vanir. Estos días me han quitado las ganas de pelear.

- ¿Los días o quien lo cuido esos días?

- ¿Que insinúas?

- Moi no insinúa nada que usted no conozca, ahora vayase, clientes importantes estan por llegar, hablaremos de la paga luego.

Ni siquiera me despedí, a veces me olvidó que ser amable con él es una tontería, se alimenta de emociones de vergüenza y odio, su vida es causar esas emociones.

Empeze a caminar hacía la mansión nuevamente, no sentía ganas de hacer nada nuevamente, sin embargo, me preguntaba a qué se refería con aquello último, así que decidí hacer una pequeña prueba.

Llegue a la mansión, nuevamente mire las gradas, no sentía fuerzas para subirlas, debería pensar en otra cosa.

- Ah... Debería dormir en el sillon.

Me volteé para dirigirme ahí, pero nuevamente una visión me atacó, pero no desmaye, el ardor se presentaba en mi ojo izquierdo.

- ¡Aah!

- ¡Ten cuidado, Kazuma!

- ¡LIGHTNING!

Está vez, no era la misma visión de antes, era una que no había vivido, en la visión solo me podía ver lanzado un relámpago y una voz que no logro distinguir y un plano que no consigo identificar, solo estoy yo...

- Ah... Ah... ¿Por qué yo?...

De haber sabido que vencer al Rey Demonio conllevaba a esto... Le hubiera rogado a Eris-sama que Mitsurugi lo haya enfrentado.

A duras penas pude soportar el dolor, mi cuerpo se estaba acostumbrando poco a poco, quiza Vanir tenga razón respecto a que drenaba todo mi maná.

Me acerque al sofa y me acosté en este.

- Maldición... Me duele... -. Dije al frotarme los ojos.

- ¡Kazuma! ¡¿Dónde te fuiste?!

Esa era la voz de Aqua, estaba seguro que debí avisarle.

- A-aqua... Fuí... Por ahí...

- No mientas, te busque en gran parte de la ciudad, cuando fui a la tienda de Wiz dijo que fuistes allí. ¡¿Por qué te sales sin avisar?! Pueden pasarte muchas cosas, estas muy débil... No tienes magia... Sniff, al menos dejame acompañarte...

No tenía palabras que decir ante esas, realmente estaba preocupada por mí. Lo que no sabía en ese momento fue que ella me había dejado de ver como un hermano desde ese día en el Castillo del Rey Demonio.

- L-lo lamento, Aqua...

- Por favor, dime que te acompañe...

- Esta bien, Aqua. Eso hare.

Tras aquello, me di cuenta que ya era medio día, así que tuve que cocinar algo, no era la gran cosa, sin mi habilidad de cocina el resultado fue simple. En el proceso Aqua me ayudo, aunque recorde que es muy torpe, y sí, ella quemo el arroz... Dos veces...

En fin, después de comer me fuí a dormír...

Capitulo II Mis ojos con los tuyos

Debería tomar mayor nota en los siguientes escritos -. Me dije-. Antes de empezar a anotar mis recuerdos. Aquellos días suponen mayor importancia en mis recuerdos y, a veces, son la razón por la cual sueño, nunca pensé que podría atarme a un corazón en tan poco tiempo.

Era una mañana, de eso estoy seguro, mis manos dejaron de temblar, al menos, cuando no hacía grandes esfuerzos, al igual que mi mente que no notaba molestias al momento de reposar.

Pero...

Mi vida en este punto ya era solo eso: reposo. Así que decidí que debía acostumbrar mi cuerpo, la poción de Vanir podría fallar. Entonces me levanté temprano, ¿pero qué podría hacer? Me pregunte antes de darme cuenta que estaba de nuevo ante las gradas.

- Buenos días, Kazuma, ¿quieres bajar?

- Buenos días, Aqua. Así es.

- Dejame ayudarte-. Dijo Aqua antes de empezar a tomar uno de mis brazos y agarrar mi hombro.

- Gracias, Aqua. ¿Qué haces despierta tan temprano?

- Bueno... Cosas de Diosa... Entre ellas esta el proteger a sus subditos.

- ¿Así? Pues, aquí no veo ninguno-. Respondí, pero no se lo tomo a bien y presionó mi hombro con fuerza.

- ¡Hmp!

- ¡Ay, ay! ¡Esta bien, esta bien! ¡Lo siento!

- ¿Eres mi súbdito?-. Dijo y solto el agarré, aunque no del todo.

- ¡Duele! Auch... Solamente estoy a tus cuidados...

- Entonces lo eres...

Me dijo, para ese punto ya había terminado de bajar las gradas. Solto su agarre.

- ¿Por qué preguntas eso?

- Hmm... No lo sé, pero, Kazuma. ¿Quieres ir a algun lado?

- ¿Por qué preguntas eso?

- Porque... Yo quisiera acompañarte.

- Ja,ja. Esta bien, pensaba ir a la feria del día de hoy-. Mentí, pensaba solo deambular por ahí.

- ¡¿En serio?!

Su reacción era esperarse, hoy era domingo y esa feria estaría toda la tarde, pero lo especial radicaba en sus juegos, era como un casino que solo habría domingos. A su vez, era una oportunidad para ganar dinero, con mi suerte sería fácil y es un lugar del cual aún no me han vetado. De esa manera me aliste para ir a ese lugar, nuestros atuendos eran los de siempre y, a decir verdad, solo parecía un día como otro.

Otra razón para la alegría de Aqua es que le había prohibido venir a esta feria... Pero, en serio, me estoy quedando sin dinero... Y no, que Aqua sea amable no significa que no este gastando dinero, es la de siempre, pero más... "Cuidadosa" conmigo.

- La la la...

- Ve más despacio, Aqua...

Es duro no poder ir más rápido, quisiera tener su emoción.

- Hai hai, ¿te ayudo?

- Estoy bien -. Dije de forma cortante.

'Esto es humillante, maldición'

Ella bajo su velocidad y empezo a acompañarme, por mi aspecto cualquiera dudaría que yo haya vencido al Rey Demonio y justamente eso había pasado. Volví a a apretar los dientes, estaba furioso, en verdad, sé muy bien que he tenido logros, pero muy pocos de estos han sido reconocidos y lo que vendría a ser mi mayor hazaña es... Es negada, mori ahí... ¿Y si no volvía? ¿Habría sido el caso?

No estaba seguro, las preguntas siempre se me hacen presentes y estas debería ignorarlas.

- Kazuma, estaba pensando en algo, ¿quieres ir al lago después de esto? -. Aqua me saco de mis pensamientos.

- Eh, claro, ¿pero por qué?

- Yo quisiera... Hablar del día en que resucitaste.

Al ser tan vaga en su explicación tuve muchas ideas, aunque la que más me vino a la mente fue cuando me dio gracias, podría ser...

- Esta bien, hablaremos ahí, de momento quisiera divertirme un rato.

Sin cuestionarme nada ingresamos entre las multitudes de personas, para yo no perderme Aqua agarro una de mis manos, esto daba una idea errada, pero no siento que deba objetar en mi situación, lo mejor es aceptar los cuidados... Además, me gusta que me mimen, aunque no esperaba que eso pasara con Aqua, siempre creí que eramos como hermanos. Aunque... Empiezo a cuestionarme esto último.

- ¡Kazuma, kazuma!

- Sí, soy Kazuma. ¿Qué pasa?

- ¡Mira, mira!

Ella apuntaba un vendedor ambulante, este tenía varias botellas de vino, bastante exóticas por cierto, algunas de variados colores.

- ¡Hey! ¡No me jales!

Era obvio que desearía algunos de estos vinos, pero primero necesitamos dinero.

- ¡Vino, vino!

- ¡Calmate! -. Le propine un golpe al decir estas palabras y, como suele ser costumbre, ella terminaba en el suelo frotándose moreton y reclamando entre llantos.

- ¡Buaaa! ¡¿P-por qué me pegas?! ¡Quijí- quijí! ¡Lo iba a compartir!

- ¡Ese no es problema! ¡Se supone que primero necesitamos dinero!

- Ah, cierto -. Pero de llorar de golpe.

'Esta mujer...'

- De nuevo estamos llamando la atención, Aqua. Avancemos.

- ¡O-oye espera!

Me propuse a avanzar a uno de los casinos montados, me sorprende lo fácil que es acabar con mi paciencia.

- ¿No se supone que no deberías hacer esfuerzos?

Era verdad eso, pero mi molestia había sido mayor que mi dolor, aunque el efecto ya se esta pasando.

- ¿A sí? Tú no ayudas mucho, Aqua.

- M-mira, lo siento, se supone que debo cuidarte.

- Ah... En ese caso, yo también siento lo del golpe, creo que bastaba con una cachetada.

- ¡Hey!

- Ja, ja. No me tomes en serio, vamos, deseo apostar.

Tome su mano y me dirigí a la casa de apuestas.

* * *

Si algo no me había quitado esta "maldición" había sido mi suerte, además, esta aumentada por las bendiciones de Eris. Mi suerte es descomunal, gane 100 millones de Eris antes de que me sacaran a patadas. Pero... Ese solo es uno de tantos casinos.

En mi travesía pude recolectar alrededor de 479 millones de Eris antes de que avisaran a todos los casinos, estaba vetado. Pero no importaba, ya había obtenido lo que deseaba, estaba contento, aunque alguien no tanto.

- ¡¿Por qué no me dejaste apostar?!

- Porque no quería.

- ¡Kazuma!

- Por favor, Aqua. Tú y yo sabemos muy bien que nos harías perder todo en una sola jugada.

- ¡Pero quería apostar! ¡Sabes bien que nunca lo he hecho!

- ¿Ah? ¡En Elorad me hiciste perder 50 millones!

- ¡Pero!

- ¡Suficiente! ¡Te he soportado todo el día! ¡Se supone que vine aquí a relajarme!

- . . .

- ¡Y lo único que has hecho fue estorbar!

- . . .

Ella no dijo nada, nuevamente me sentí mal al notar lágrimas por salir de sus ojos, maldición... Normalmente no me importaría, pero siento que mis palabras de verdad empiezan a afectarle... Se las esta tomando en serio.

- Aqua, vamos, comprare vino.

- Me voy...

- ¡Hey, espera!

Se empezaba a alejar, como temía, ella empezaba a sentir mayor peso en todo lo que le decía.

Le tome de una mano y esto la retuvo.

- ¡T-te molesto! ¿Verdad? ¡Pues me ire al igual que Megumin y Darkness!

- ¡Escúchame!

Maldición, no esperaba pedirle perdón a Aqua, no de esta manera, mis disculpas siempre han sido simples.

- ¡¿Qué quieres, Nini?!

- ¡Lo siento! ¡¿Bien?! ¡Me deje llevar!

Todos nos veían, en verdad, fue un momento incomodo, no es que no este acostumbrado a las tonterías de Aqua, a sus berrinches y caprichos, pero todos estos siempre terminaban en lo absurdo, pero esta vez se sentía de forma... Distinta.

- ¡¿Y qué?! ¡¿Siempre te dejas llevar entonces?! ¡Soy una Diosa! ¡Mínimo deberias dejarme hacer lo que me gusta!

Algo que me hacía sentir mal era que no me reprochaba el cuidarme... ¿Qué debería hacer?

- Mira... Esta bien, lo siento, h-hagamos algo que te guste -. No puedo creer que estás palabras salgan de mi boca...

- ¡Aceptaste! ¡Qué conste que aceptaste!

- Bien, bien, acepte. ¿Ahora?

- No sé, nunca pensé llegar tan lejos.

- ¿Vino?

- ¡Cierto! ¡Ese vino!

Me volvió a jalar hacía esa tienda, esta vez me deje, debería divertirme.

- ¡Esperame, Aqua!

Después de comprar algunas botellas decidimos que debíamos comer algo, ya anochecía y las tiendas empezaban a recogerse.

- ¿Dónde deberíamos ir, Aqua?

- No lo sé, hay muchos lugares con comida.

- ¿Una cafetería?

- ¡Cierto! ¡Deberíamos comprar dulces!

- Eh, no tanto.

Yo prefería lo amargo, es verdad, pero esta vez debería darle una oportunidad.

- ¡Vamos, vamos!

Nuevamente la animada Aqua me llevaba a rastras a otro sitio.

'¡¿Cuánta energía tiene esta Diosa?!'

- ¡Espera, espera!

Entramos al local, nos sentamos en una mesa para dos, con ella enfrente mío.

Le solte la mano y me limpie las gotas de agua de esta, ella había purificado nuestro sudor, pero aun así había mucha agua.

- ¿Qué se le ofrece?

Antes de que me diera cuenta un mesero se nos acercó.

- ¡Una malteada de chocolate y un pastel de fresa!

- Claro, enseguida, ¿y su novio?

'¿Nuevamente el cliche de confundirnos?'

- ¿Novio? -. Dijo ella.

- Se estaban agarrando de las manos.

- Ah eso... -. Ella se sonrojo y estaba por esbozar unas palabras, pero antes le interrumpí.

- Lo mismo que pidio ella.

- Uhm... Entendido, joven.

Él se retiro, yo decidí mirar por la ventana, estabamos sentados al lado de una.

- Nee nee, Kazuma, Kazuma.

- Sí, soy Kazuma.

- ¿En verdad parecemos... N-novios?

Estas últimas palabras las dijo dudando. No respondí de inmediato, primero le mire de frente y me di cuenta que ella también veía la ventana, claramente no tenía confianza en sí.

- Me tomabas de la mano, creo que es por eso.

- ¿Tú crees? -. Ella mantuvo su mirada hacía un lado.

- Sí, debe ser por eso... Además, llamamos más miradas de las usuales. Pero eso ya no importa... Pero, ¿a qué la pregunta?

- Curiosidad... -. Hizo una pausa-. ¿A ti te importaría que piensen eso?

- Ah... En este punto... Creo que no.

No medía el peso de mis palabras en aquel tiempo, sin darme cuenta había dado esperanzas al corazón de Aqua, la semilla llamada amor había brotado, ahora crecería sin medida...

- Gracias, Kazuma.

- ¿Otra vez? ¿Por qué?

- Por haberme traído.

- ¿Ah? Supongo, han sido días divertidos, es más, ha sido un día divertido...

Supongo que a veces soy distraído, distraído con Aqua.

- ¡Mira nuestro pedido!

- Por fin, se tardo.

El mesero llego con nuestro pedido, lo dejo en la mesa y se retiro casi de inmediato.

'¿Cómo sabra?'

Probé un poco, era muy dulce para mi gusto, ahora extraño mi cafe.

- ¡Hum! ¡Qué rico! ¡Ñam, ñam! -. Exclamo Aqua, se veía bastante feliz, su mirada era de alegría pura y sincera... Y, sin haberme dado cuenta, en ese momento la semilla de mi corazón había empezado a brotar...

No me percate del tiempo, junto con ella disfrute lentamente nuestra cena, estaba feliz, aunque no entendía bien el porque, me ponía feliz el que ella este feliz...

Volvimos a la mansión, pero no nos fuimos a descansar, estabamos en el sillon viendo la fogata, era enigmante de cierta forma. Normalmente yo hubiera decidido alejarme de los problemas de Aqua e irme a dormir, pero habían dos cosas por las cuales no había hecho eso. Primero, quería beber vino, segundo, quería decidir que haría el día de la ceremonia, me gustaría que al menos ella sea felicitada... Minimo, además, también quiero ver a Iris.

- Hey, Kazuma.

- ¿Hum?

- ¿Puedes abrir la botella?

- ¿Por qué yo? Creo que tú tenías el sacacorchos.

- Veras... Es un vino caro y quisiera que lo abras tú, ya sabes, soy algo torpe.

- Hasta que lo admites.

- S-solo hazlo.

- Bien.

Fui por el sacacorchos a la cocina, con el en mi mano abri la botella. Luego fui a la sala.

- ¿Crees que acabemos todo el vino?

- Estoy segura, a mí me gustaría.

'Bien' me dije antes de empezar a servir el vino.

No sentía realmente razones para no hacerlo, es más, quisiera no sentirme tan mal, mi cuerpo sigue doliendo.

Al final, después de haber acabado esa botella nos dispusimos a dormir, no estábamos del todo ebrios, sentía mareos, pero no estaba ebrio, no del todo. Al final no pude decirle a Aqua respecto a la ceremonia.

- Hic... Creo que deberíamos ir a dormir, ya es muy tarde...

- ¿D-debemos? Hic.

- Claro que debemos...

Me dirigí a mi cuarto luego de llevar los vasos a la cocina y tirar la botella, me eche en mi cama y me tape con una frazada, en eso mis pensamientos me invadieron.

'Ah... Fue un buen día... Desearía que Aqua se portara tan bien todo el tiempo...'

Tras unos momentos cerre los ojos y...

'No puedo dormir'

Algo aún me tenía en duda, no había sido un día, no sé, ¿muy bueno? Normalmente no me pasan cosas tan buenas, es más, parece que algo tendría que salir mal en cualquier momento.

Toc toc toc

Alguien toco la puerta, seguramente Aqua.

Me levanté y me dirigí hacía la puerta, ni siquiera me había molestado en preguntar quién era.

Abrí la puerta, pero no había nadie... ¿Escuche bien?

Cerre la puerta y me dirigí a mi cama.

Toc toc

Esta vez logre identificar la procedencia del ruido, mi ventana.

Me dirigí hacía esta y la abri y, como supuse, era Chris.

- Buenas noches, asistente-kun.

- ¿Qué?

- Moo~ no tienes que ser tan serio, esta vez no es una reliquia.

- Ah, ¿No?

- No, solamente quería decirte... Bien, no sé cómo decirlo.

Intuía que ella necesitaba hablar, así que deje que entrara. Dentro me percate que no llevaba puesta sus ropas de ladrona, lo habría sabido antes de no ser que no puedo usar habilidades. Dicho todo eso, encendí algunas velas.

- Bien, ahora dime.

- Veras, hace unos días estaba con Darkness y... La oí hablar con alguien llamada Claire, creo que la vimos la noche que asaltamos el castillo.

'Suponía que ella tendría que ver, pero, en serio, no creo que me odie tanto'

- Continua.

- Entre murmullos escuche que el Rey no te invitaría a la ceremonia.

- ...

- ¿Kazuma?

- Ah, sí, ya sabía.

- ¡¿Lo sabías?!

- Sí, llegó una carta por parte de Darkness.

- Hmm, creí que ella no te diría, esa Claire le dijo que no te dijera nada antes de que ella tratara de solucionarlo.

- Espera, ¿Claire dijo eso?

- Sí, pero por la carta de Darkness... Supongo que nada se pudo hacer.

- Ya veo... Entonces... ¿Algo más?

- No realmente... Snif, oye, hueles a vino.

- Ah, sí, estaba tomando algo de vino con Aqua.

- Oh...

- Si eso es todo, buenas noches.

- No, espera... ¿Aqua esta aquí?

'Ups... Se supone que nadie debía saber mi estado, la gente es chismosa'

- Eh... Sí.

'Supongo que puedo confiar en Chris'

- Creí que estaba en Alcarentia, todas se darían unas vacaciones para el día de la ceremonia.

- Bueno... Veras...

- ¿Pasa algo? -. Chris parecía dudar de mis palabras, algo andaba mal en todo esto, ella lo sabía.

- Aqua me esta cuidando.

- ¿Eh? Tú no pareces enfermo.

- Estaba peor, ya recupere una buena parte de mi movilidad pero todavía hay... Sintomas, por así decirlo.

-...

Ella dudaba de mis palabras, decidí sacar mi tarjeta de aventurero, estaba en un cajon junto a otras herramientas.

- Ten, toma.

- Veamos... ¿Por qué tienen este brillo?

- ¡Steal!

- ¡No!

-. . .

-. . .

No paso nada, era obvio.

- ¿No usaste Steal?

- A eso quiero llegar, no puedo usar habilidades.

- ¡¿Qué?! ¡¿Desde cuándo?!

- Desde la batalla contra el Rey Demonio, mejor dicho, unos días después... Creo que me... Maldijo, me mostraba algunas visiones e incluso el momento en que me maldijo.

Así fue como le expliqué lo que me pasaba, ella pareció entender, también le dije lo de Vanir y dijo que averiguaría algo por su cuenta.

- Entonces, buenas noches asistente-kun.

- Buenas noches, Gran Jefa, Adios.

Se fue por la ventana, yo la cerré y me eche en mi cama.

Toc toc

Ahora si es la puerta...

Odiaba el cliche, no había duda, pero esta vez sentía la necesidad de abrir la puerta, eso hice.

Al hacerlo Aqua se veía sorprendida, quizas penso que en el peor de los casos abriría la puerta, aunque yo también estaba en su situación, ambos estabamos nerviosos. Responder la pregunta de porqué me habría sido imposible en ese momento, pero al menos sabía que algo sentía.

- ¿A-aqua, qué pasa?

- E-eto... Yo no podía dormir.

- V-vaya, debe ser por el vino, yo tampoco puedo.

- ¡A-asi que quería saber si podríamos pasar más tiempo juntos!

- ¿Ah? Claro...

Ella ingreso a mi cuarto, ambos nos sentamos en los extremos de la cama, ¿eramos tan obvios?

Aunque era otra oportunidad de hablar sobre ma ceremonia, eso haría.

- Hey, Aqua...

- ¿Hai?

- Respecto a la ceremonia...

- No ire, no voy a dejarte -. Dijo sería.

- Vamos juntos...

- ¿Eh?

- Me gustaría verte ahí delante, sé que no fui candidato... Pero ustedes también se esforzaron, tú sellaste al Rey Demonio y me diste varias bendiciones, de no ser por ellas... No lo habría vencido.

- Pero, tú...

- No importa, también debo hablar con Megumin... ¿Sabes? Después de la batalla del Rey Demonio... No sé si terminamos, ni siquiera contaba como relación, el punto es que solo somos amigos, decidimos dejarlo y... Alejarnos un tiempo.

- Kazuma...

Con esas palabras yo había dado una ruta a Aqua, parecía ya no temer el traicionar a su amiga, pero aún temía mi rechazo.

- Así que... Por eso se fué, en cambio, Darkness fue a ver y apresurar a su padre, me debe dinero. Lo sabes, ¿no?

- Algo... Pero, Kazuma, entonces... ¿Solo por eso quieres ir? ¿Para vernos?

- Sí, para verte...

Mi respiración era serena, no había visto a Aqua, ella tenía la mirada pegada en mí, la luz de la Luna que se colaba por la ventana le daba de lleno, estaba en pijama y parecía tener entre sus manos algo, sus ojos brillaban más y... Simplemente, era hermosa, algo que no habría pensado y mucho menos dicho había salido de mi mente y labios.

- Eres hermosa...

- ¿K-kazu?

En un segundo sus cara disparo un rojo en sus mejillas, le había causado un sonrojo sin percatarme del mío.

- Y-yo... No es nada... Ya es bastante tarde... Si queremos ir debemos alistar algunas cosas y reservar un hotel.

- Hai... Pero...

- ¿Pero?

- ¿P-puedo quedarme esta noche? Como en los establos...

- Ja, ja, esta bien... Como en los establos, Aqua.

Capitulo III La ceremonia...

El tiempo ha transcurrido y, como se esperaba, llego el día. Ya hace unos días había reservado un hotel junto con Aqua, cuartos separados, obviamente. Desde que habíamos dormido juntos empezamos a ser algo más cercanos, si es que ya no lo eramos antes, aunque el pasar la noche no se repitió.

Debo aclarar que llegar a la capital fue una tediosa tarea, no tenía magia, busque un mago para que nos llevara, cuando lo encontre me cobró casi el doble, al final tuve que aceptar, pero eso ya es cosa del pasado.

Estabamos próximos a la ceremonia, empezaría a las 9.00pm. Entraría como invitado de Aqua, algo que seguramente aceptarían. Eran las 5.00pm. Así que decidí alistarme, primeramente un baño luego me vestí de traje, pero en todo es tiempo solo pensaba en una cosa.

'La poción de Vanir, debería estar ya...'

Mi propio dolor, que ya no era tan recurrente, me causaba recordatorios constantes, el hecho de no tener habilidades me había vuelto muy vulnerable, fácilmente podría ser vencido por... ¿Todos? Probablemente, no pude ni con Kobolts.

'Vanir seguramente me buscaría, el dijo que se encargaría... ¿No? No lo recuerdo, esta noche es muy estresante'

Con mis manos temblando, sentando en la cama y observando la ventana, así me encontraba yo, estaba algo nervioso a pesar de ya no formar parte de la ceremonia... De alguna forma seguía nervioso...

Pensé que quizas sea por el hecho de ver a mis amigas, quizas ver a Iris y... No lo sé... Me hubieran gustado las recompensas y...

'Momento... La mano de Iris'

Si bien en ese momento poco o nada me importaba lo que pasaba ahora tenía mayor importancia, no podía permitir que la mano de mi hermana cayera en cualquier persona... No, eso no lo iba a permitir.

Pero...

¿Con qué fuerza o poder? Un aventurero poco reconocido no tenia ni siquiera poder sobre las masas, no quedaban ni remanentes de lo que era. Maldicion...

Toc toc

- ¿K-kazuma, tienes un momento?

- Eh... ¿Aqua? La ceremonia empieza en dos horas, ¿pasa algo? Entra.

Vaya fue mi sorpresa al verla en un vestido blanco, lo solia usar muy a menudo, pero esta vez era algo más... ¿Apretado? Estaba temblando en mi libido, estaba sintiendo calor y escalofríos por mi cuerpo...

'E-esto parece muy... M-maldición, ¿p-por qué con Aqua?'

- N-no puedo ponerme bien mi vestido, p-parece que se encogió... ¿P-puedes hacer algo?

- A-ah eh yo... Q-quizas...

Su voz era suave, fácilmente estaba siendo seducido sin que esa sea su intención.

- ¿P-podrías... Quitarme el vestido? Y-ya no aguanto.

- E-esta bien...

Me acerque lentamente, ella también se acercaba, los pequeños botones de su vestido estaban en el frente, estire mi mano.

[Puff!]

- ¡Mua, ja, ja, ja! ¡No pensé que cayera tan bajo! -. Dijo un Demonio que salía de una ventana de humo.

- V-vanir... -. Dije con disgusto.

Me había engañado, pero nunca había pensado en que él se convierta en Aqua, creo que él haría cualquier cosa con tal de "Joder" a las personas.

- ¡A Moi le agradan esas emociones! ,¡Mua, ja, ja ,ja ,ja! ¡¿No preguntara a que vino Moi?!

- A joder.

- No, no, aparte de eso Mocoso.

- La poción...

- Exacto, ya esta lista, pero no es una solución absoluta, es temporal.

- ¿De qué hablas?

El saco dos frascos, eran pequeños y fácilmente podría guardarlos y llevarmelos.

- Recuerde bien, una vez se tome una la otra deberá esperar 24 hrs. Antes de poder usarse.

- Entiendo, ¿sino?

- No aseguro nada, solo aseguro que es peligroso.

- Bien... Vere cuando las tomo. Te diría que te vayas, pero seguro buscas algo a cambio, ¿no?

- Parece que va entendiendome, usted gano una gran cantidad de dinero, ¿verdad, mocoso?

- No sé porqué preguntas, al grano.

- Quiero 200 millones, a cambio Moi le dara la receta para hacer esas pociones, claro que me tomo tiempo averiguarlo, esa receta cuesta.

- Tsk, bien, bien, acepto, es mejor que nada.

- Mua, ja, ja, ja. Me gustan esas emociones, pero no se preocupe, no usara la receta mucho tiempo, Moi lo presiente...

- ¿Ah? ¿Por qué dices eso? Dijiste que no podías ver nada.

- Se lo digo porque ahora su futuro es totalmente oscuro, no puedo ver, de hecho, no puedo ver nada... Entonces, quizas algo malo pase, pero Moi necesitara dinero si algo sucede, nos vemos.

Me dejo las dos pociones y se fue, al volver le daría el dinero y él la receta... En fin, ya había pasado una hora, decidí ir con Aqua a la ceremonia.

>>>

Habíamos tomado una ruta no tan concurrida, era fácil perderse por las avenidas y difícil encontrarse en aquellas, lo mejor era tardar un poco más pero estar seguros, además mi cuerpo no aguantaría tanto castigo.

Por ello llegaríamos algo tarde, pero eso no importaba mucho porque, como suele ser costumbre, las cosas empezaban tarde. Entrar fue algo difícil, los guardias me tenían el acceso denegado, pero mi insistencia y la palabra de Aqua fueron mayores.

- Eso fue difícil, Aqua.

- Lo fue... ¿Crees que no debimos venir?

- Lo dudo, es mejor no darles tal gusto, en todo caso creo qu...

- ¡Aqua, aq...!

Escuche una voz, era Megumin, había visto a Aqua, pero no a mí, tal sorpresa le llevo a caminar más lento, seguramente inventaba una excusa.

- H-hola, Kazuma.

- Hola, Megumin.

El ambiente era algo tenso, estaba seguro de que no sería lindo vernos, pero saberlo no cambiaba nada.

- E-eh... ¿Aqua te dijo...?

- Decirme... ¿Qué?

- Pues...

- Qué no deberías estar aquí, Kazuma-.Dijo Darkness. Su voz era algo seria, como si estuviera molesta, no obstante, eso no me haría flaquear.

- Me lo dijo, Darkness, insistí en venir. ¿Acaso no puedo ver a mis amigas?

Mi molestia era algo notoria, aunque no era su culpa, lo sé.

- Ah... Bien, entiendo eso... ¿No te molesta?

- Bastante la verdad, casi... Bueno, me deje llevar en algún momento, pero estoy aquí.

- Entonces... ¿No te molesta que nos llevemos a Aqua?

- ¿Llevarme? ¿De qué hablan?

- Es solo un pequeño ensayo de cómo responder a nuestro llamada y tú... No te llamaran, además estaremos en la cámara del Rey...

- Ah, eso... Lo entiendo...

Era suficiente, no quería verme con el Rey y mucho menos tratar con sus guardianes, incluso si fuera seguramente me sacarían a patadas, lo mejor es ir por ahí...

- Un momento.

- ¿Pasa algo, Kazuma?-. Dijo Aqua que estaba por irse con las chicas.

- ¿Saben si... Aún esta en pie la mano de Iris?

- ¿Por qué quieres saber eso?

- Porque es mi hermanita.

- - -. . .

Las tres me vieron con cierto desprecio antes de que Darkness respondiera.

- Aparentemente no, el Rey sabe que tú habrías aceptado, otra razón, pero no quiere arriesgarse, dira que esta enferma de gravedad.

- Entiendo, ¿pero por qué sabes todo eso?

- Eh... Yo...

- ¿Tuviste algo qué ver?

- ¡No! Es solo que... ¡Te detuve a que hicieras algo atroz!

- ¡¿Ah?! ¡Yo no me casaría con Iris!

En ese momento hubo un silencio incómodo, no solo nosotros, todo el salon al que habíamos entrado.

<<<[Sigilo]>>>

Tontamente trate de usar una habilidad, en ese mismo momento algunos guardias se empezaban a acercar a ver que había pasado. Para mi fortuna Darkness se acerco a hablar con ellos y se disculpo por la riña, luego volvió, ahora yo estaba en deuda.

- Basta, Kazuma, de todas formas el Rey no habría querido eso para su hija, yo solo le confirme lo que dijo Claire y... Tu reputación no ayudo en nada.

- Tsk... Maldición... Esto no acaba aquí, Darkness.

- Ah~~ ¿Sabes?... También pensé en esa consecuencia...~~

Estaba cansado, su masoquismo no ayudo, decidí perderme entre la gente, era lo más fácil para mí.

* * *

De por sí me era difícil estar de pie, así que me encontraba a un lado de la fiesta, habían varios nobles, demasiados, aunque algo no había pasado desapercibido. Mi presencia.

- ¿Tú eres el multimillonario aventurero?

- Lo soy, ¿qué quieres?

A veces se acercaban bellas jovenes, obviamente por el dinero (que ya no tengo). Y, como a todas las otras, las iba hechando. Pensaba pasar mayor tiempo con Aqua.

- Ah... Que cansancio.

Estaba por dejarme llevar por el alcohol, había una gran cantidad en los mostradores. Al ir alguien me llamo, normalmente la haría a un lado, pero la forma de llamarme fue...

- ¿Tú eres el que mato al Rey Demonio?

¿Llamativa...? No, fue reconfortante.

- ¿Quién dice eso?

- Solo yo, quería saber si eras tú, de todos los integrantes de tu grupo tu pareces el más capaz.

- ¿Ah? ¿Cómo sabes cual es mi grupo? Además lo venció... Mitsurugi...

- Vamos, ese tipo apenas si supo responder algunas de mis preguntas, vamos, dime, ¿fuiste tú?

Era una chica de cabellos blancos, albina de ojos verdes, como los míos, tenía el cuerpo algo voluptuoso, diría algo más que Aqua, su voz era dulce y agradable, tenía un vestido blanco de dos piezas, su falda le llegaba un poco más abajo de las rodillas y era un poco más pequeña que yo.

- Fuí... Yo.

- ¡Lo sabía!

- Oye, no hagas tanto ruido.

- Ya sé, hablemos un poco afuera, no hay mucha gente.

- Claro...

Tome dos copas para que podamos acompañar un rato y la seguí.

Si hacía eso seguramente me perdería el acto, pero... Al diablo, yo también merezco algo de reconocimiento.

Le seguí, era más sencillo así.

- Nunca pensé conocer a Kazuma Satou, dicen muchas cosas sobre ti.

- ¿Enserio? ¿Qué dicen?

Le pase la copa, ella acepto.

- Bueno... Que comandas a un grupo de aventureros muy poderoso.

- Puff! Podrán tener cosas fuertes, pero, créeme, no son tan fuertes.

- ¿Uhm? Pero... Venciste a casi todos los generales... ¡Mataste al Rey Demonio! ¿Eso no te hace un héroe?

- Gracias, es verdad... yo tome el mayor logro eh... Je, je, perdona, no pregunte tu nombre.

- Me llamo... Aki'a (Akiha)

- Bonito nombre, Aliz...

Mi voz se apago.

- ¿Pasa algo? ¿Por qué estas triste?

Tome un trago profundo, eso me calmo pero mi cabeza giro un poco.

- No es eso... Aunque supongo que ya te diste cuenta...

- De que... ¿Por qué no estás ahí dentro?

- Así es...

- ¿Por qué?

- Porque el Rey no acepto que yo haya vencido al Rey Demonio, puso a otro en mi lugar...

- ¿Pero por qué viniste, entonces?

- Porque quería ver a mis amigas...

- Oh, entonces lo siento, deberías entrar.

- Ja, ja... Agradezco tu comprensión y compasión, pero, de alguna forma, me gusta estar aquí, contigo.

Quizas en ese momento no me haya dado cuenta, pero estaba muy ebrio, mi cuerpo no aguanto una sola copa.

Deje caer la copa, estaba seguro de que ella se alejaría al verme así.

- Es triste ver a un héroe así... ¿Puedo hacer algo por ti? Yo podría... Pasar el rato contigo...

- Oh... ¿Quieres ir a u...?

- ¡Cuidado!

Casi caigo, pero ella me sujeto, sus manos eran suaves. Quede en una posición en la que podía ver sus ojos reflejados en la Luna... Pero había otro brillo en sus manos...

Tenía un anillo.

- ¿Estas... Casada?

- Eh... No, no, no, este anillo era de mi padre, dice que...

- ¿Lo estas?

- No.

Mire bien, el anillo estaba en el dedo índice... Quizas no mienta...

- Es de mi padre, me lo regalo cuando cumplí 14... Ahora mismo tengo 18... Entonces, ya aclarado, ¿quieres pasar el rato?

- ¿Por qué ese afan? Yo... ¿Por qué yo?

Me recupere un poco y me levante.

No tenía problema alguno, no debería haberlo si ambos lo deseábamos aunque para una sola noche... ¿Pero por qué yo? No deseaba un cliche de porque eres el héroe.

- Porque... No te diré porque eres él héroe, sino...

Me agarró los hombros y me acerco, me planto un beso profundo, no tenía gran experiencia pero su beso frances me cautivaba...

'¿Esto está bien...?'

Mi mente no pensaba bien, quizas por el alcohol o su belleza... Pero empezaba a dejar de importarme.

- Porque te deseé desde que te vi.

- A mí me pareciste... Linda...

- Vamos a otro sitio, Kazu...

[Teleport]

Cambie de escena, estaba en un cuarto, no sabía de dónde...

- ¿Dónde...?

- Shh... Tranquilo, mira, ahí esta el castillo...

Mire por una ventana, estaba el castillo de Belzerg, me había llevado a un Hotel y, a juzgar por el angulo del castillo, juraría que estamos en el mismo hotel donde Aqua y yo nos hospedamos.

- Ahora... Deja de mirar eso, mirame a mí -. Cerro la ventana, así dejando solo la luz de una vela iluminando.

- *Glup*

Vi un cuerpo que no pude describir, tambien se había quitado el anillo.

Yo estaba a unos pasos de cruzar aquella linea, no sentía nada que pueda impedirlo, ni siquiera la Diosa Eris... ¿Pero por qué fue mi mente la que me interrumpió esta vez?

'¿Qué pensara Aqua?'

'¿Estara bien, se supone que vinimos juntos, ¿por qué hago esto aun sabiendo esto?'

'¿Por qué pienso en ella...?'

- Aqua...

'Mierda...'

Ese nombre se me había salido, quizas, después de todo, sí sienta algo por esa tonta, sus rostro, sus labios, sus forma juguetona, su mirada, su voz, su... Todo... Con todo eso que tiene sus defectos se me hacen tan pequeños...

- ¿Aqua? Hey, héroe.

- ¿Ah?

Su rostro mostraba seriedad, había matado el momento y ahora seguramente ella me golpearía o algo.

- No me dejes esperando.

Suerte mía fue la de ese momento, quizas no me escucho o solo sus nombres se parecen.

- Ah, lo siento... Estaba pensando.

- ¿En alguien?

- Eh... Sí...

- Ah... ¿Lo haras o no lo haras?

- Yo... No estoy seguro...

- Tsk, maldición.

Su voz esta vez parecía amenazante, en ese momento note que sus ojos empezaban a cambiar a un tono rojo y su cabello a negro.

- ¿Que mier?

- Yo quería que sea a las buenas, héroe.

Se apuntó para lanzarse a mí, yo senti la necesidad de escapar, retrocedí unos pasos, pero tropecé con la cama.

Al caer senti algo duro, algo como... Vidrio.

'Las pociones'

Se lanzo, rode así logrando escapar y rápidamente saque un frasco pequeño.

'Se supone que es para emergencias, no para escapar de esto'

Igual me lo tome.

Sentí mis fuerzas volver, magia y maná dandome un escalofrío...

- ¡Create whater!

Fue un gran chorro de agua que use para alejarla y empaparla.

- ¡Fire ball!

'Mierda'

Se me lanzo y estaba agarrándome de las extremidades, me iba a violar.

- ¡Alto! ¡Basta!

- No.

- ¡¿Por qué me haces esto?!

- Pense que a cualquier gran héroe le gustaría desflorar a la hija del Rey Demonio.

Se me hizo un nudo, entonces... ¿Qué pensaba en hacer ella? Ya no entiendo.

- ¿P-pero...?

- Pensaba tener un heredero y luego... Matarte, fácil, ¿no? ¿Qué mejor que el que mato a mi padre?

- Hay mejores héroes...

- No, escuche que tu suerte es la mejor, ¿sabes si quiera cuanto influye en la reproducción? Saca lo mejor de ambos padres.

- Alejate...

- Además, le gustabas a esa sacerdotisa que sello a mi padre... ¡¿Qué más puedo pedir?!

Empezo a aplastar mis manos, decidí contraatacar.

- ¡Basta! ¡Double Drain touch!

- ¡Eso no es suficiente!

Su fuerza era bestial, no podía vencerle, mientras me sujete no me era posible...

'Mierda... Este destino me gusta, pero no lo que vendra después'

[Boooom!]

- ¿Oh? Ya empezó...

- ¿De qué hablas?

- ¿No pensaste en que me vengara? ¿Qué tenian a las personas más importantes en un solo sitio?

- Pero... Los sacerdotes sabrían de su presencia...

- El anillo no es de adorno... Niño...

'¿Ocultaba su presencia?'

- Es hora, niño...

'Maldicion...'

No estaba seguro de su plan, pero quizas no puedan vencer a todos lo héroes... Pero causarían gran daño, los humanos, a diferencia de los demonios, tenemos números más reducidos, nos reproducimos y entrenamos de forma lento, en cambio, algunos de ellos tienen varias vidas, son poderosos, entrenan y crean criaturas con facilidad...

Quizas no soportaría un ataque a la capital... Si arman el caos y causan graves daños...

'Iris...'

No podía simplemente aceptarlo, no solo estaban mis amigas, también estaba mi hermanita.

- ¡Freeze!

- ¡Ah!

La tome por sorpresa, logre alejarla y, no solo eso, tenía buen maná gracias a ella.

- ¡Lightning!

Gaste la mitad de este en ella, respondió.

- ¡Rayo maldito!

El impacto fue fuerte, pero exploto en su lado, le haría daño a ella.

- ¡Ah! Ah... Tú...

- ¡He enfrentado a generales y al mismísimo Rey Demonio cara a cara! ¡Enfrentate a Kazuma!

- ¡Ja, ja, ja! ¡Bien! ¡Lo haré, niño!

Quizas algo que también podría hacer era aprovechar que ella me quería vivo para sus relaciones, era un ventaja total.

- ¡Fire ball!

- ¡Create Earth!

Use una gran cantidad de tierra para taparme, era más barato que usar crear agua.

- ¡Rayo maldito!

- ¡Dodge!

[Booom!]

Esquive y logre acercarme a la puerta, el cuarto apenas si mantenía sus paredes intactas, lo mejor para mí era escapar...

- ¿Eso es..?

La explosión aún me cubría y nublaba nuestra visión, pero en el suelo pude divisar algo...

- Su ropa interior...

Los colores rosas hacían juego perfecto con su piel...

No la pensé, me lleve eso y empece a correr, el miedo apenas si era importante ahora.

- ¡No escapes!

- ¡Quiero vivir maldita loca!

- ¡Rayo Maldito!

TELEPORT!

CONTINUARÁ...

Y bien... ¿Les gustó el One-shot? Me esforcé en él y creo que va por buen camino.

Por cierto, ¿alguna idea más? Ya tengo todo planeado, pero si tienen alguna quizas la pueda implementarla. Esta es la primera parte de tres. Decidí hacerla por partes para que la lectura no sea tan larga y aburrida. ¿Les parece bien? Creo que aun cuenta como One-shot.

Nos vemos en la siguiente parte. ¡ADIOS!

¿Te ayudaron?


XD

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