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Falte una semana a clases es todo lo que me permitieron mama y mi abuela antes de comenzar a cuestionarme que me pasaba y pedirme que fuera al médico, al negarme se enojaron, así que decidí volver a la escuela, llame a Yare y le avise por lo que me dijo que irían a recogerme para ir todos juntos una vez eso, aliste mis cosas y me fui a dormir, últimamente no comía y dormía muy poco, a veces me pasaba noches enteras llorando hasta quedarme dormido, sentía que el dolor me estaba matando, pero que debe hacer una persona que esta con el corazón roto y no es solo por el rechazo, sino toda la situación en si de como se dieron las cosas, y sentirse como un enfermo al recordar el asco y el odio en la mirada de la persona que ama.
Pensé y pensé tantas cosas que sinceramente no dormí absolutamente nada nuevamente, en automático me bañe, me vestí y baje a despedirme de las únicas dos personas en casa que me amaban, se preocuparon al ver que no quería desayunar, pero les dije que Yare prepararía algo de comer para mí, admito que no soy de mentirles, pero no quería preocuparlas y no quería comer.
Sali y espere afuera a que llegaran, una vez las divise corrí para alcanzarlas y las salude feliz o eso trate, sin embargo, ellas tenían una cara triste lo que llamo mi atención y me preocupo.
- Sol, Luna ¿Qué sucede? – pregunte preocupado
- Saint veras... - titubeo Yare lo cual era raro.
- Por Favor no importa lo que escuches, ignóralos, ¿sí? – aclaro Victoria
- ¿aun siguen? – aquello me deprimía más – está bien, solo ignorare a todos.
Después de ello caminamos en silencio y en portón nos encontramos a Gun con Mark, aquello me extraño, pero no pregunte. Cuando ingresamos al colegio todos nos voltearon a mirar y comenzaron a susurrar, puedo decir que había todo tipo de miradas hacia mi desde odio, asco, hasta pena, pero todos me prestaban atención, trate en verdad trate de ignorarlos pero conforme pasaba el día era peor, encontrar mi pupitre rayado con palabras de odio, decidí dejarlo pasar, y pensé "conforme pasen los días esto será historia pasada, en algún momento se olvidaran", me equivoque.
Los primeros días fueron malas miradas, susurros, y rayones en mi carpeta, conforme pasaban los días comenzaron los mensajes de odio en notas y luego todo ese odio se convirtió en intimidación hombres y mujeres por igual se creían con el derecho de empujarme o insultarme, día a día esto se ponía peor, en casa sabían que algo pasaba pero yo me negaba a decir algo, estaba dispuesto a soportar esta tortura después de todo me lo merecía por soñar, amar a un hombre nunca seria aceptado, y por ser descuidado también,
No era la gran cosa pues sabía que nadie me quería, y yo no era nadie, después de tanto tiempo lo entendí quien querría a alguien como yo tan patético, inútil que ni siquiera tenia gracia, haberme enamorado de Perth era mirar demasiado alto pero que podía hacer, yo no mandaba en mi corazón.
Mis amigas estaban preocupadas por mi y trataban de defenderme como podían, pero no importa lo que hicieran o cuantas veces se quejaran o pelearan esto nunca se detendría y yo lo sabía, todos me odiaban sin saber nada; Mark intentaba también ayudarme, pero sus amigos eran unos idiotas y él no podía controlarlos todo el tiempo.
La única buena noticia que hubo entre todo este caos fue que Gun y Mark se habían vuelto mas cercanos, al parecer en la semana que no había estado habían aclarado las cosas y por raro que suene Mark había pedido perdón a Gun. Por otro lado, a veces no podía evitar preguntarle a Mark por Perth, por lo que sabia que estaba bien y que me odiaba con su vida, lo cual me causaba un dolor muy grande, pero sabía que nunca podría hacer nada para cambiarlo, Mark solo me abrazaba y me decía que no me torturara más, lo cual era imposible por lo que solo le regalaba una sonrisa triste.
Fue así durante un tiempo y debo decir que llego un momento que me acostumbre por decirlo de la mejor manera, sin embargo una tarde después de un mes las cosas tomaron un cariz mas oscuro, estaba saliendo de clases solo pues Yare y Victoria habían ido a la biblioteca a prestar unos libros para un trabajo de ciencia cuando sentí que alguien me jalo y luego un golpe en el estomago que me saco todo el aire, después de ese siguieron mas golpes e insultos; cuando me encontraron mis dos amigas estaban horrorizadas, llamaron a Mark y Gun, entre ambos me llevaron a la enfermería.
Una vez curado y con ayuda para caminar nos dirigimos a mi casa, nuevamente falte por una semana; cuando regrese admito que estaba un poco asustado, pero pensé que no volvería a suceder y como me pasaba de manera continua me volví a equivocar, sabia que eran los amigos y conocidos de Perth no era idiota, pero cuando la directora me interrogo me negué a decir algo, solo dije que en ninguna ocasión los había visto.
Llego un momento que Mark tuvo que acompañarme para que no me golpearan de manera constante pero habían ocasiones en las que no podía estar conmigo y entonces todo se repetía, comencé a llorarle a mi madre y mi abuela para no ir al colegio pero ellas se negaron a que yo faltara.
Llego un momento en que las cosas ya no las soporte pues en casa las cosas no mejoraron como siempre gritos, discusiones constantes también. para mi tanto mi casa como el colegio eran un infierno ya no tenía un lugar seguro a donde huir, pues la escuela antes era ese lugar seguro pero eso también la vida me lo había arrebatado, por lo que me escondía en mi armario a oscuras llorando constantemente y entonces lo volví a hacer, tome un cuchillo y me corte, un corte por cada dolor, por cada golpe, por cada grito, por cada insulto, no podía mas y me di cuenta que el dolor físico aplacaba, el dolor interior que sentía, "Perdónenme Yare, Victoria pero ya no puedo más" pensé mientras seguía haciendo un corte tras otro.
Unos días después tanto mi madre como mi abuela hablaron conmigo diciéndome que me retirarían del colegio con la condición siguiera yendo hasta finalizar el curso, en el nuevo colegio repetiría el mismo grado por lo que era mejor aprender lo mas que pudiera, acepte un poco mas relajado al saber que cambiaria de escuela, pero ahora me preguntaba cómo decírselo a Yare y Victoria; por lo que sin esperar mas las llame para encontrarnos en el centro comercial.
Cuando las vi, me observaron detenidamente y sabia que ellas se habían dado cuenta de lo que había hecho por las miradas tristes y decepcionadas que me dedicaron, por lo que baje la cabeza haciendo que mi cabello ocultara mi mirada avergonzada, espere que dijeran algo cualquier cosa, pero ellas no dijeron nada por lo que yo impaciente hable.
- Chicas yo... - en ese momento Yare corto lo que iba a decir
- Saint ¿quieres ver una película con nosotras? – pregunto, yo la mire extrañado
- ¿he?
- Si, hay una buena de terror que muero por ver – apoyo Victoria.
Las miré sin dar crédito a lo que oía, sabía que se habían dado cuenta, pero me invitaban al cine, sin esperar ellas comenzaron a caminar por lo que las seguí de manera automática, aun sin salir del asombro; compraron las entradas, las palomitas y por fortuna la película comenzaba en ese momento así que no tuvimos que esperar.
Describir la película, pues fue interesante pues, aunque actualmente hay pocas cosas que den miedo el argumento no estuvo mal. Después de eso estuvimos de un lado a otro viendo y comprando, hasta que cuando fuimos a tomar una bebida a un Starbucks decidí expresar lo que me intrigaba y molestaba.
- Chicas ¿hay algo que quieran decirme? – las chicas se miraron y luego me sonrieron tristemente.
- Saint, sabemos lo que has hecho – comenzó Yare tranquilamente
- Pero no podemos hacer nada para cambiarlo, por lo que... - cuando se le quebró la voz a Victoria entendí que mas que decepcionadas estaban heridas
- Solo queremos ayudarte, nos sentimos malas amigas por no darnos cuenta antes – expreso Yare con los ojos cristalizados – nosotras tampoco la hemos pasado bien con nuestra situación familiar, pero debimos haber estado mas para ti, pues tu estas peor que nosotras, lo sentimos – termino, mientras lagrimas silenciosas rodaban por sus mejillas.
- Chicas... - me levante y me puse entre ellas, pase un brazo sobre cada una y susurre – lo siento mucho.
"Aquí es cuando me prometo a mi que no volveré a lastimar a las chicas, así me cueste todo de mi combatir esta depresión y mis ansias de cortarme, no quiero ser la causa de su dolor porque eso duele más." Pensé mientras las consolaba y susurraba que todo estaría bien.
Cuando se tranquilizaron seguimos con la salida esta vez mas relajados al haber hablado del tema que nos molestaba. Cuando terminamos nuestras compras restantes fuimos a mi casa donde las chicas se quedarían a dormir y yo me reclamaba internamente por no haberles dicho la noticia que debía darles, esperaba poder hablar con ellas mañana después de clases.
Al día siguiente, los tres nos levantamos y alistamos, cuando bajamos el desayuno estaba servido y tanto mi mama como mi abuela vestidas y arregladas desayunando, nos sentamos y yo me decidí a preguntar a donde irían.
- A tu colegio cariño – contesto mama con cariño a lo que yo me tense haciendo que Yare y Victoria me miraran extrañadas, roge que nadie dijera a que iban, pero como siempre la suerte no estaba conmigo
- Recuerda bebe que debemos retirarte ahora, antes de que pase más tiempo – explico mi abuela, sentí la mirada incrédula y molesta de las chicas, pero solo me mantuve callado, asentí a lo que dijo mi abuela y comencé a desayunar.
Fuimos en carro al colegio en un silencio incomodo todo el trayecto; cuando llegamos me despedí de mi mama y mi abuela quienes se dirigieron a la dirección mientras nosotros nos fuimos al aula, una vez sentados y ver que aún no había casi nadie decidí hablar.
- Lamento no haberles dicho nada Sol, Luna – empecé disculpándome, pero ellas se negaban a mirarme, así que solo continúe – quería decírselos ayer pero no me atreví, me cambiare de escuela porque no quiero estudiar en un lugar donde tenga miedo, y mirando sobre mi hombro todo el tiempo, todos aquí me odian.
- Saint, sabemos que es difícil para ti – expreso mi Sol – no estamos molestas, lo sentimos si dimos esa impresión – me sonrió y aquello me relajo, cuando mire hacia mi Luna también estaba sonriendo.
- Gracias – nos levantamos y nos abrazamos.
Después de eso nos quedamos conversando mientras todos llegaban, incluyendo el profesor lo que nos hizo terminar con nuestra charla. Las clases pasaron de manera aburrida y el receso lo pasamos en el auditorio como siempre, junto con Mark y Gun
Así paso el tiempo, y un día Mark llego a la hora arreglada con Jarod y Mean por raro que sonara esos dos realmente eran buena compañía, pues descubrimos que teníamos cosas en común; cuando esos dos llegaron a nuestro grupo también comenzaron a cuidarme al enterarse lo que me pasaba, lo que por extraño que parezca detuvo las palizas mas no las malas miradas ni los comentarios o insultos, pero eran cosas más fáciles de soportar. Había hablado con ellos del cambio de escuela y habíamos decidido mantenernos en contacto, entendían la razón y no pusieron objeciones.
Traté de aprender lo más que pude de las materias y también de disfrutar del tiempo con mis amigos, además de Yare y Victoria, Mean se convirtió en mi mejor amigo y confidente, era mi familia. Por lo que solíamos salir los 4 cuando podíamos, aunque en ocasiones solíamos reunirnos todos para divertirnos.
El tiempo paso rápido, y si bien las cosas siguieron igual yo luchaba día a día por estar bien y dejar atrás esa depresión pero tenia que hacerlo solo y eso lo hacía más difícil, había hablado con mama sobre ver a un psicólogo que me ayudara pues necesitaba ayuda cualquiera podía verlo pero ella se había negado diciéndome que yo no estaba loco y que no necesitaba de ello, por lo que evitando discutir no insistí mas en el tema.
Cuando comenzamos la semana de exámenes finales como ya era costumbre nos reuníamos en el auditorio a estudiar debido a que yo me negaba ir a la biblioteca, así que los chicos recogían los libros y los traían para estudiar por lo que nuestros promedios nunca bajaron. El ultimo día de examen y clases el profesor de matemáticas decidió que no nos tomaría examen diciendo que nuestras notas hasta ahora decidirían si aprobábamos o no, por lo que suspiramos y fuimos a ver a los chicos, cuando estábamos fuera del salón de Mark escuchamos que alguien estaba cantando y tocando la guitarra, yo habría reconocido esa voz donde fuera.
Cuando nuestro amigo y primo de mi... de Perth nos vio hizo señas invitándonos a pasar a lo que rotundamente negué con la cabeza, Yare me tomo del brazo llamando mi atención.
- Vamos Saint, vas a irte porque no disfrutas de esto una última vez – me dijo Yare.
Sabía que tenía razón, no había diferencia, pues no lo vería más, pero por lo menos podía irme con un hermoso recuerdo, así que tome sus manos y entramos a ese salón. Todas las miradas se posaron en nosotros a la hora de entrar, sin embargo, el comienzo de una nueva canción volvió a distraer a todos, mientras nosotros nos acercamos al lado de Mark quien tenia a Gun abrazado de la cintura y recargando su cabeza en su hombro, Mean se nos acerco y me saludo dándome una sonrisa que yo correspondí.
Disfrutamos del espectáculo todo lo que duro, incluso Mark se había animado a unirse a su primo en una o dos canciones, por primera vez después de todo lo pasado disfrute junto a todos los presentes, Mean y las chicas no se movieron de mi lado lo que hizo que estuviera más relajado, además de que mi querido amigo-hermano tendía a hacer chistes de vez en cuando lo que me hacía reír; debo decir que creí sentir la mirada de Perth sobre mi en algunas ocasiones, pero estoy mas que seguro que solo era mi imaginación, era tonto querer hacerme ilusiones con ello.
Una vez terminado el espectáculo, salimos y nos fuimos a comer algo a modo de celebración y de mi despedida del colegio, nos habíamos separado de Mark, pues este debía hablar con su primo y luego se reuniría con ellos. Cuando llego casi me caí para atrás al ver a Perth junto a mi amigo, ambos se sentaron y el silencio en la mesa se volvió incómodo.
Las horas pasaron y poco a poco el ambiente se fue haciendo fluido poco a poco pero yo prefería hablar con las chicas y con Mean más que todo, sintiendo una mirada penetrante en mi la cual ignoraba, así pasamos el tiempo hasta que fue la hora de irnos; cuando nos despedimos me dolió que Perth ni siquiera me dirigiera la palabra pero no podía esperar menos supongo después de todo el tiempo no había ayudado a que dejara de odiarme; las chicas y Gun se irían con Mark, Perth y Jarod, mientras yo me iría con Mean.
Sabia que a pesar del tiempo transcurrido todos aun estaban preocupados y la mirada que me dedicaba Mean me lo demostraba, yo sabía que a pesar de ser feliz aun estaba luchando con una gran depresión y un alma rota en mil pedazos, pues constantemente sentía que no tenia por lo que luchar, solo quería que la vida me diera algo mas a lo que aferrarme y que me ayude a curar las heridas, pero daba por hecho que eso no iba a pasar, que nada bueno pasaría en mi vida, pero por lo menos rogaba que en la nueva escuela a donde iba me aceptaran y pudiera vivir lo que me quedaba de época escolar en paz, sin imaginarme que la vida me sorprendería y de buena manera.
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