Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

1

Estaba en la entrada de una nueva escuela, decir que estaba asustado es poco, nunca he sido una persona que ame los cambios, tampoco alguien en exceso seguro, mi vida no ha sido fácil, es todo lo que voy a decir, por lo que no soy el chico mas seguro de mi mismo.

Vi a la maestra venir y suspire por quinta vez esperando ahora lo inevitable, la profesora me miro y dándome una sonrisa de ánimo me pidió que la siguiera, la seguí tranquilamente y sé que ahora mi expresión es la de un cachorro al que están llevando a su ejecución, pues la sonrisa de la maestra al voltear a verme mientras caminábamos vacilo. Cuando llegamos la profesora me pidió esperar un momento fuera mientras hablaba con el profesor, cuando ingreso, intercambiaron algunas palabras y luego me hizo una seña para que entrara, por lo que suspire y entre al salón. Al ubicarme al frente mire a cada uno de los presentes causando que mi nivel de nerviosismo y terror aumentara de manera considerable, comencé a jugar con mis manos la cuales habían comenzado a sudar, y tenia el gran impulso de salir corriendo aunque sabía muy bien que mi obligación era quedarme, "Maldición preséntenme de una vez para poder ir a sentarme" pensé molesto aunque sabia que en mi cara solo había una enorme sonrisa, un detalle que no mencione es que sufro de pánico escénico debido a una muy mala experiencia de la que odio acordarme, por lo que mi sentir esta situación es entendible mas si todos me miran tan fijamente como algo en exhibición para analizar, por fortuna el profesor llamo la atención de todos al presentarme.

- Alumnos, este es su nuevo compañero Saint Suppapong. Trátenlo bien. Saint por favor. Preséntate Saint.

- Buenos días soy Saint, espero cuiden de mí.

Hice un pequeño wai, y de luego fui a sentarme en el lugar que se me había indicado, saqué mi cuaderno y una vez que el profesor comenzó la clase comencé a escribir perdiéndome en mi mundo, verso tras verso fui plasmado en esa hoja tratando de sacar todo lo que tenía dentro de mí.

Se que se está peguntado "¿Qué tan difícil puede ser su vida, siendo solo un estudiante?", mi madre y mi abuela son mi mundo, las amo, pero el resto de mi familia es otro cuento, ver cuanto daño le hacen a lo mas precioso que tengo y no tener el poder suficiente para defenderlas, y el siempre ser insultado, creo que es lo mas me ha roto por dentro. Lo siento, odio recordar, pero escribir me ayuda a desahogarme, expresar el dolor y la oscuridad que hay en mi me hace sentir tranquilo.

Del abismo nace la oscuridad

Por favor cobíjame de la maldad

No me dejes caer en la soledad

Oscuridad que hoy me proteges con celo

Ayúdame a estirar estas alas pintadas de negro

Que se han congelado en este invierno

Que están dispuestas a cortar sin tiento.

Sonríe, niño pequeño y frágil

Tu que tienes un corazón de Cristal

Nunca lo entregues porque lo romperán

Grita a los cielos que no naciste para amar

Cuando le di una leída rápida a los versos, me sorprendí de darme cuenta que como muchas veces era sumamente tristes, pero en realidad dado lo que paso día a día no me sorprende. De pronto escuche el timbre del receso y suspire de alivio, pues el estar este salón me ahogaba, podía sentir las miradas de todos a nada disimuladas y eso me desesperaba, por lo que una pausa para tomar aire fresco y tomar "desayuno" ya que no había comido era bienvenido; me levante, fui a la cafetería elegí una botella de agua y un sándwich de pollo con papas, y me senté en una banca algo alejada que daba a la cancha de futbol, aunque en ese momento aun no lo notaba.

Estaba perdido en mis pensamientos cuando a la distancia escuche una risa que me llamo la atención y cuando levante la mirada lo vi por primera vez, un joven de cabellos negros, complexión atlética y piel trigueña, jugando al futbol con sus amigos, se le veía tan feliz, esa sonrisa pintada en esos bonitos labios rosados fue lo más hermoso que he visto.

Si he de admitir nunca he sido de actividades físicas, no tengo ningún amigo – y no es por bromear no tengo – que me hagan querer intentarlo; pero viendo su alegría tenia la curiosidad de experimentar yo ese sentimiento, interactuar con amigos, pero era más que eso, quería sentir esa alegría con él, disfrutar de toda su atención.

Al parecer me había quedado mucho rato observándolo fijamente porque el volteo y me dio una inclinación acompañada de una brillante sonrisa, lo que me hizo bajar la mirada avergonzado, pero esa sonrisa y esos ojos divertidos hacían a mi corazón latir más rápido y sonrojar mis mejillas, nunca creí en el amor a primera vista, de hecho después de tantas veces que las personas que debían amarme me han hecho tanto daño, que mi padre no quiso saber nada de mí, aun cuando sabia de mi existencia y la relación de rechazo por parte de la familia ya no creo en el amor, pero no soy tonto, por lo que admito mi derrota, me he enamorado a primera vista

Han pasado dos días desde que conocí aquella hermosa sonrisa, y desde entonces lo observo de lejos sentado en la misma banca, pero este día ocurrió algo diferente pues dos jóvenes se sentaron a mi lado, admito me sorprendió, pero no le preste atención pues desde mi llegada todos me ignoraban, dolía si, pero ya estaba acostumbrado así que lo dejaba pasar.

- Hola mi nombre es Yare – se presento alegre la mayor, luego señalo a su amiga – y ella se llama Victoria.

- Mi nombre es Saint, un gusto conocerlas – les regalé una sonrisa, pues eran tan diferentes y volví a mirar al chico que me gustaba.

- ¿Te gusta Perth? – me pregunto la más pequeña, Victoria.

- ¿Quien? – devolví inseguro de si ese era el nombre de mi chico de cabellos negro.

- El chico de cabellos negro que miras desde hace dos días se llama Perth – me contesto Yare con una sonrisa

- ¿Soy tan obvio? – me pregunte a mí mismo en susurros – solo me gusta ver los partidos de futbol – refute en voz alta

- Sigue diciéndote que solo vienes por el futbol Saint – exclamo burlona Yare con una gran sonrisa - cierto los otros chicos que lo acompañan son Jarod y Mark, por si quieres saber

- 5555 no eres tan obvio, pero si te fijas bien es fácil ver a quien busca tu mirada – me aclaro Victoria sonriéndome también de manera burlona

Desde ese día, estoy más alegre, no creerían el peso que es la soledad, mas si la odias, ahora que tengo estas dos amiga las voy a valorar y cuidar, siempre quise amigos pero tenia miedo de tomar la iniciativa pues en mi corazón esta grabado con dolor que las personas solo saben herir, por lo que mi mayor miedo es salir lastimado, pues hubo una época en la que inocente creí y gracias a ello tengo marcas en mi cuerpo que me advierten a no volver a caer en lo mismo, sin embargo ahora hay algo distinto, me he enamorado, y eso me da una razón para volver a intentarlo.

Todos los días Yare, Victoria y yo comemos y pasamos el tiempo juntos, incluso en clases nos hemos vuelto un equipo de tres, por ella he aprendido cada vez más de Perth; supe que Mark es su primo y Jarod su mejor amigo, dentro de su grupo se encuentran Yatch y Mean quienes también son sus amigos cercanos, le gusta la música y toca la guitarra, ama el futbol, es el chico mas popular de la escuela, le gusta la comida sana y ama la carne, y suele tomar jugo de lima todos los días.

Con respecto a nosotros tres, ya llevamos una semana juntos y nos hemos vuelto inseparables, y somos el grupo mas tranquilo también, tenemos tantos gustos en común que me siento cómodo con ellas, bromeamos, escuchamos música o solo conversamos, me he abierto un poco con ellas contándoles un poco de mi vida, sin embargo, aun no soy lo suficientemente valiente de decir todo, necesito tiempo.

Era un viernes – después de un mes de estar en el colegio – cuando toda nuestra rutina cambio, habíamos salido como todos los días al receso compramos un sándwich y agua cada uno, y fuimos a sentarnos a nuestra banca cuando notamos que al vernos Perth nos saludo y camino en nuestra dirección, nos miramos extrañados. Cuando estuvo parado frente a nosotros, nos saludo sonriendo.

- Hola chicos, ¿quieren jugar con nosotros? – pregunto mi guapo pelinegro

Aquello nos sorprendió, por lo que nos quedamos en silencio, no se por cuanto tiempo, pero cuando Perth frunció el ceño, he hizo un ademan de irse Yare reacciono primero.

- ¡Aceptamos! – contesto un poco mas fuerte de lo debido, haciéndola sonrojarse cohibida.

- Si, será divertido – hablo esta vez Victoria con una sonrisa.

- Seguro – esta vez dije yo, con una sonrisa insegura.

- Entonces vamos – contesto dibujando de nuevo esa sonrisa que hace brillar sus ojos – estamos jugando quemados, espero no les preocupe salir lastimados, seremos amables – me pareció tierno que fuera considerado, pero en parte me irrito que nos considerara tan frágiles.

A pesar de mi irritación, los chicos no se contuvieron, pero aun si sabia que uno que otro golpe me iba a doler no me importaba, la pasamos increíble, fue el día mas feliz de mi vida y escucharlo decir que desde ese día seriamos amigos me emocionaba tanto, creí que seria la experiencia mas hermosa estar a su lado, no sabía cuan equivocado iba a estar, ni cuanto iba a sufrir  

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro