─ hmm ─jinsol entrecerró sus ojos, poniendo su dedo índice en su propia barbilla mientras examinaba su mesa de trabajo─... aquí falta algo...

─ ¿qué cosa? ─preguntó heejin, quien estaba comiendo lo que le restaba de arroz.

jinsol se volteó, acercándose a la mesita de comidas para tomar un par de caquis secos*¹ y comerlos─ no tengo tinta ─habló con su boca llena. la expresión estoica*² en su rostro hizo a heejin reír de forma nasal─. tendré que volver al pueblo para comprar más. ¿me acompañas?

─ ¡por supuesto!

jinsol y heejin caminaban tranquilamente entre los mercados del pueblo, buscando el lugar exacto en donde jinsol siempre compraba sus pinceles y tintas.
por todo el camino, los comerciantes saludaban alegremente a la pelinegra, algunos se le acercaban y le regalaban algo o le decían que había hecho falta en aquél lugar, y jinsol bastante avergonzada les prometía que intentaría visitarlos más seguido.

─ las personas de aquí te aprecian mucho ─comentó heejin, sonriendo debido a la bonita situación─, debes haber sido muy amigable con ellos.

jinsol sonrió, recordando cómo había sido su estadía en ese pueblo─ bueno... dado a que mis padres me criaron con el dicho de "dar y recibir", siempre he sido una persona apacible ─explicó detalladamente─. cuando llegué al pueblo, habían muchas personas que se burlaban de mí por el hecho de ser mujer y querer trabajar como sastre, y no sólo eran hombres los que lo hacían... pero con el tiempo les fui demostrando cada vez más mí potencial, y también les demostré que puedo ayudarlos en lo que necesiten, y supongo que me robé el corazón de todos con eso.

─ hm, estoy segura de que sí ─sonrió enternecida─. ¡oh, mira! ¡allí están vendiendo yakgwa*³!

─ ¡¿de verdad?! ─esclamó, entusiasmada─ ¡vamos, muero de hambre!

...

jungeun

pasé el filo de mi navaja por la punta del palo de madera que hace un rato recogí del suelo, y luego hundí mí dedo índice allí, lo suficiente como para que, al quitarlo, quedara una mancha de color rojo y una gota de sangre se acumulara en él.

ni siquiera ese pequeño dolor me haría pensar en otra cosa.

una semana atrás.

la puerta de mí habitación se abrió imprevistamente, causando que en mis ojos se posara una mirada llena de furia y severidad, que se suavizó de manera inmediata al ver a jinsol entrando con la cabeza gacha.

─ ¡justo a tiempo, señorita jeong! ─exclamé animadamente.

sooyoung rápidamente volteó su rostro hacia un lado, clavándole una mirada que me atrevería a decir que estaba llena de suspicacia*⁴, noté a jinsol fruncir los labios y temblar ligeramente gracias a eso, lo que me hizo reír un poco. entonces, sooyoung volteó de nuevo hacia mí dirección.

─ ¿acaso me propones tener relaciones sexuales con alguien de baja estirpe*⁵? ─me preguntó, frunciendo su ceño con indignación, a lo que yo reí.

─ no seas ridícula ─me incliné hacia atrás, apoyándome en mis brazos─, la señorita jeong sólo va a pintarnos, por decisión suya, ¿cierto? ─sonreí con soberbia, mirando a jinsol por encima del hombro de ha, y ella inmediatamente asintió. pude notar su nerviosismo desde mi puesto─. de acuerdo, entonces empecemos.

tomé los hombros de ha sooyoung con fuerza y la coloqué boca arriba. gracias a su expresión inquieta supe que mí expresión facial poseía una sonrisa cínica y una expresión indescifrable para ella, pero aún así seguí.
y aunque estuviera en pleno acto sexual, y en mí habitación sólo se escucharan los morbosos sonidos que producía mí cuerpo al chocar contra el de sooyoung, yo no podía prestarle atención a otra cosa que no fuera ella.

jeong jinsol.

ella mantenía su mirada fija en la hoja de papel. sus manos temblaban, la derecha apretaba la tela de su camisa.

sabía que la estaba mirando.

me evitaba.

entonces, ella soltó su camisa y tomó fuertemente el pincel, apoyó su mano izquierda encima del papel y alzó su cabeza. su expresión enojosa, pero suave a la vez, me hicieron apretar la mandíbula, y ella inmediatamente apartó la mirada al cruzar sus ojos con los míos.

quería reír ante la situación.

estuve tan perdida, que ni siquiera pude darme cuenta de el momento en que todo acabó.
me aparté de ha sooyoung y ella, luego de varios segundos, se vistió, y yo hice lo mismo. ella se acercó a mí y plantó un beso en mis labios, que me hizo hacer una mueca de disgusto y apretar mí mandíbula aún más.

─ nos vemos pronto, kim jungeun ─me dijo, y le sonreí a medias y luego se fue, dedicándole de nuevo esa mirada a jinsol, que no pasó desapercibida por mí.

jinsol se levantó con lentitud e inclinó su cuerpo, como una despedida─ yo... lo terminaré mañana en la mañana, mí señor, y se lo traeré de inmediato.

ella se volteó rápidamente, caminando hasta la puerta, y al examinarla finalmente me dí cuenta de el por qué de su acción.

─ jeong jinsol ─mí llamado la hizo detenerse abruptamente, y fue volteándose en mí dirección con mucha lentitud.

yo me levanté de mi lugar y me acerqué con pasos largos hasta llegar a ella. la cercanía que en ese momento tuvimos me hizo sonreír ligeramente, ya que se notaba aún más nuestra diferencia de altura, y yo debía agachar mí cabeza para poder verla bien, aunque ella se mantenía cabizbaja.

─ ¿cómo te atreves a humedecer tus propias ropas en presencia de un noble?

─ y-yo...

─ ¡amo jungeun! ─se escuchó a las afueras del cuarto─ ¡su maestro ha venido a visitarlo!

presente

¿y si el sirviente mayor no hubiera llegado justo en ese momento me dije para mis adentros, observando a la sangre bajar hasta llegar a la palma de mí mano, ...qué me hubiera dñicho? ¿qué hubiera sucedido?

─ amo ─escuché a mí costado, el sobrino menor de minho era quien me llamaba─, ya se está haciendo algo tarde, ¿desea regresar a casa?
me limité a asentir y el acató, guiándome hasta llegar en donde se encontraban todos.

─ vamos de regreso ─le dije a todos, e inmediatamente comenzaron a acomodar todo para poder irnos.

─ ¡vamos heejin-ah, tú puedes!

─ ¡acaba con ella hyunjin-onni!

la taberna en donde jinsol y heejin fueron a parar luego de comprar todo lo que necesitaban, ahora tenía una concentración inmensa de personas en forma de círculo y alrededor de una de las mesas, en donde una enérgica heejin se enfrentaba a la hijastra del doctor (oftalmólogo) yang hyuk.

¿cómo llegaron a ésto? bien, resumiré todo en una sóla frase: nunca retes a jeon heejin.

ambas tenían sus brazos (una el izquierdo y la otra el derecho) apoyados en la mesa, con sus manos fuertemente tomadas y aplicando cada una todas sus fuerzas para ver quién ganaba aquella guerra.

─ oye, jeon heejin ─habló la pelinegra con la que combatía, llamando su atención casi instantáneamente─, eres demasiado linda.
entonces, los mofletes de la castaña se tornaron a un tono carmesí y su concentración se esfumó cómo si nada. hyunjin usó todo esto a su favor e hizo un poco más de fuerza, acostando totalmente el brazo de la ajena debajo del suyo.

─ ¡waah! ─gritaron todos los presentes, impresionados por el resultado de aquella ardua batalla.

heejin se mantenía con una expresión totalmente anonadada, sus cachetes aún no habían cambiado su tono y su mirada no apartaba los profundos ojos de kim hyunjin, quien le sonreía con picardía*⁶.

─ heejin ─jinsol la sacudió un poco, haciéndole reaccionar de inmediato─, me siento medio mareada... debemos volver.

─ ¡s-sí, volvamos! ─jeon se levantó estrepitosamente de su asiento, haciendo reír a su amiga debido a lo notablemente nerviosa que se encontraba.

ambas se sacudieron un poco y tomaron camino a casa con un tranquilo silencio. heejin llevaba su cebeza gacha y su mirada puesta en la nada mientras no dejaba de repetir la misma escena en su cabeza una y otra vez, y jinsol caminaba tranquilamente, aunque lo que sucedía dentro de su cabeza en ese momento era totalmente un desorden.

─ ¡oh, espera! olvidé comprar algo. espera aquí, ya vuelvoo~ ─heejin asintió y jinsol se fue rápidamente y entre tropezones hacia la papelería (la cual quedaba a unos pocos metros).

de pronto, un fuerte agarre en la mano izquierda de heejin la jaló de manera repentina hasta dar con un callejón oscuro, haciéndole soltar un grito lleno de miedo, sin embargo, al vislumbrar un rostro con facciones felinas logró tranquilizarse casi por completo, y digo casi por completo porque ahora, en vez de sentir miedo, volvía a sentirse totalmente nerviosa.

─ ¿a-ah...? ─fue lo único que logró articular luego de varios segundos intentando hablar, causando que hyunjin soltara una pequeña risa, la cual la hizo sonreír totalmente embobada.

─ sólo quería decirle que fue un placer haberla conocido ─comentó, sonriente y con sus mejillas enrojecidas, haciendo que heejin sonriera aún más─, y espero poder volver a verla muy pronto, jeon heejin.

─ yo...

─ ¿heejin? ─se escuchó desde las afueras del callejón, alertando a ambas.

─ ¡ya voy, espera! ─heejin volteó su cabeza en dirección a hyunjin, quien hizo lo mismo─ también espero lo mismo contigo, kim hyunjin ─ambas sonrieron enormemente.

heejin se fue alejando poco a poco, pero luego se detuvo, devolviéndose hasta donde hyunjin y plantando un beso en su mejilla izquierda, volviendo a sonreírle con ternura.

─ nos volveremos a ver.

el hijo mayor del señor minho cayó al suelo abruptamente, con su rostro magullado y algunos rastros de sangre saliendo de su boca y nariz. jungeun apretó su agarre en el mango de su espada, haciendo relucir demasiado las venas de sus manos; su mandíbula también hizo lo mismo, y sus ojos se mantenían abiertos de una forma aterradora.

todos los sirvientes estaban tirados en el suelo, todos llenos de golpes y rajaduras en sus cuerpos gracias a la espada que la de cabellos grisáceos blandía en su contra.

jungeun se acercó de forma terrorífica hasta llegar al señor minho, tomándolo con brusquedad y sin una gota de compasión por su espeso cabello, haciéndolo jadear del dolor.
entonces, posó el filo de la espada sobre el cuello del viejo hombre, mirándolo con veracidad, sin una pizca de clemencia en sus pupilas.

─ si no me dices en dónde está jeong jinsol ─habló de manera sombría, reforzando su penetrante mirada─, todos ustedes morirán por ésta espad...

─ ¡míi señooor~!

( ৎ୭ )

el dilema más grande de mí vida es si ésta historia tendrá un final feliz o no jujuuu.

*caquis secos: es una fruta típica de otoño y se cosecha en japón entre los meses octubre y noviembre. se consume varias formas, tanto fresco como seco.

*estoico: fuerte, sereno ante la desgracia:

*yakgwa: es un plato tradicional coreano. originalmente considerado como un postre, aunque más recientemente se clasifica como un dulce, ya que se trata de una galleta con forma de flor y sabor dulce. el yakgwa se hace principalmente con miel, aceite de sésamo y harina de trigo.

*suspicacia: inclinación al recelo y la sospecha.

*estirpe: en una sucesión hereditaria, conjunto formado por la descendencia de un sujeto a quien ella representa y cuyo lugar toma. con baja estirpe nos referimos a que no tiene un linaje noble al cuál representar, o que no tiene descendencia de la realeza.

*picardía: ésta la puse nada más para aclarar; la picardía tiene tres relativos: malicia, sexual y tavesura. en el párrafo en donde hyunjin le dice tal cosa a heejin, a lo que me refiero con picardía es a la malicia, y no a algo sexual.

aury. 🌱