Narra Aaron.

Al fin conseguí lo que quería.
Aparte que me gusta en serio, Alexia y yo tenemos el plan perfecto.

- ¿Que piensas?

Mire a Thianna y sonreí.

- Nada en particular... Sólo estoy feliz, que se yo.

Acarició mi mejilla.

- ¿Ya vienes a dormir o que?

- Termino unas cosas y vengo. Esperame.

Sonrió y volvió a irse. Me quite mis lentes y me dispuse a dormir.

Apenas levantarme y ducharme, me fui. Ella no se había despertado por suerte. Iba a encontrarme con Alexia y me fui mas temprano.

Llegue al Starbucks y me saque los lentes.

- Uh, mierda, no veo.

Me acerque a Alexia como pude y me puse los lentes nuevamente. Me los saque delante de mi pequeño.

- Papi...

- Hola bebé.

Lo levante e intente sentarme.

- Ponte los lentes antes que te mates.

Agarro al bebé de nuevo y yo me puse los lentes otra vez. Esto de sacarlos y ponerlos me estaba mareando y dando dolor de cabeza. Ahora si, me senté.

- ¿Ya cayó cierto?

- Si. Todo resuelto. Falta poquito para que nos vayamos los tres.

- No se Aaron. Juan es muy cargoso, esta pendiente de mi todo el tiempo. Tengo que ser mas cuidadosa pero no me da.

- Es muy estúpido para darse cuenta de nuestro plan. Tranquila, podremos hacerlo.

Le di un beso.

- ¿Que quieres tomar? Porque me estoy muriendo de hambre.

Rió.

- Bueno... No se. Lo que pidas tu.

- Esta bien.

Le sonreí y fui a pedir algo para desayunar.

Narra Juan.

Llegue a la casa de Thianna y bajé.

Quería hablar con ella, con Beth y le quería pedir permiso para llevar a Mattew a dar una vuelta.

Toque la puerta y me abrió.

- Hola.

- Hola... ¿Podemos hablar?

- Estoy algo ocupada. ¿Podria ser en otro momento?

- Claro... ¿Los chicos están?

- Si. Beth vio que llegaste y dijo que no quería verte y Mattew duerme la siesta.

- Ah... Entonces vendré otro día.

Asintió. Bese su mejilla y voltee para irme. A mi mala suerte, encontré a Aaron con un ramo de rosas. La sangre me hirvió.

- Juan, hola.

Me miró de arriba abajo.

- Hola.

Lo mire con odio y me fui al coche. Los mire besarse y el alma se me hizo pedazos.

Me di cuenta que sigo amándola tal y como siempre lo hice. Y que la perdí. Para siempre...

O no.

Necesito unos lentes iguales a los de Aaron.

Dios, soy un puto genio.

Me fui a casa. Alexia al parecer no estaba, y la verdad no me importaba. Tome un vaso de agua y las imágenes de Aaron y Thianna aparecieron.

Se que hice todo mal. Pero aun la amo, mucho. La extraño. La necesito.
Una lágrima bajo por mi mejilla y la saqué de inmediato. No puedo volver a ser tan débil por culpa de ella. Es lo que elige y no puedo luchar contra eso. Sólo espero que mi plan funcione.

Mire el tatuaje de mi muñeca. Tenia que taparlo para hacer lo que quería.

- Te extraño Thianna...

Cerré mis ojos y suspire. Estaba tranquilo hasta que mi celular vibró.

- Oh no...